El consejo de Talgo respalda la opa de Magyar Vagon pese a la oposición del Gobierno

El consejo de administración de Talgo ha dado su respaldo a la oferta pública de adquisición (opa) de Magyar Vagon para hacerse con el 100% del fabricante de trenes. El máximo órgano de gobierno de la compañía ha calificado, de forma unánime, de "amistosa" la propuesta lanzada por el grupo húngaro, a pesar de la oposición manifiesta del Gobierno a la operación.

Según se detalla en la propuesta presentada por Magyar Vagon ante la CNMV, la propuesta de pago de 5 euros por acción ha sido considerada "atractiva" por parte de los miembros del consejo de Talgo, que habrían expresado una opinión preliminar favorable sobre dicho precio, a la espera de la emisión de un informe específico sobre la oferta.

Asimismo, Talgo se ha comprometido a prestar al oferente "toda la asistencia que éste razonablemente requiera para el buen fin de la Oferta, en particular en lo que se refiere a la preparación y tramitación de las autorizaciones y consentimientos necesarios para su efectividad". Magyar Vagon también ha desvelado que cuenta con el compromiso de Pegaso (sociedad gestionada por Trilantic que controla un 40% del capital) de aceptar su oferta.

El apoyo del consejo de Talgo a Magyar Vagon se complementa con un acuerdo de ruptura ("break-up fee") por el cual se comprometen a abonar a la firma húngara una comisión de ruptura, en concepto de compensación por los costes y gastos incurridos en la preparación de la misma por hasta un 0,5% de su importe (algo más de 3 millones de euros) si finalmente la oferta no prosperara por la autorización de una oferta competidora.

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Magyar Vagon hizo oficial su oferta por valor de 5 euros por acción en la tarde de este jueves, confirmando lo adelantado por El Confidencial, y a pesar de las manifestaciones de distintos miembros del Gobierno en las horas previas sobre su rechazo a la propuesta. La oferta de Magyar Vagon se dirige al 100% de las acciones de Talgo y está condicionada, entre otras cuestiones, a la aceptación por parte de al menos el 50% del capital. El grupo húngaro no tiene previsto instar la exclusión de cotización del fabricante de trenes en los mercados españoles.

El grupo húngaro ha lanzado su oferta tras conseguir en plazo las autorizaciones de todos los bancos acreedores de Talgo a la aplicación de la cláusula de cambio de control. Consideran que un gobierno no puede anunciar la oposición a una operación corporativa basada en sospechas infundadas sobre la procedencia del dinero y las presuntas relaciones con Rusia. Así, Talgo ha subido el 5,28% en bolsa hasta los 4,39 euros por acción por la posibilidad de que grupo húngaro presentase la opa.

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En este sentido, añaden que Hungría es un país de la Unión Europea y, por tanto, que cumple las leyes de los todos los países miembros, por lo que sería ilegal paralizar la compra de un activo en España por parte de una compañía comunitaria, con independencia de la ideología de cada uno de los gobiernos de origen. Por ello, añaden que cómo reaccionaría Moncloa si una empresa española quisiera comprar otra con sede en Polonia y fue vetada por tener la sede en Madrid.

Esta reacción se produce después de que Óscar Puente, ministro de Transportes, asegurase este miércoles que el Ejecutivo español hará "todo lo posible" para evitar que el consorcio de Magyar Vagon se haga con el grupo español por los intereses ocultos en una operación financiada por el Gobierno de Viktor Orbán. Puente, enredado en la polémica de las mascarillas, hizo de portavoz de la Oficina Económica dirigida por Manuel de la Rocha, la mano derecha de Pedro Sánchez en asuntos financieros, que desde el primer momento ha visto con malos ojos al grupo húngaro.

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No obstante, las palabras de Puente, sin experiencia ninguna en operaciones corporativas ni legislación internacionales sobre fusiones y adquisiciones, llegaban justo cuando Magyar Vagon estaba a punto de obtener el respaldo de la veintena de acreedores de Talgo para lanzar la opa sobre la totalidad del capital. Finalmente, la oferta que ha puesto sobre la mesa es de 5 euros por acción.

Hasta la fecha, solo el ministro de Industria, Jordi Hereu, se había manifestado públicamente sobre Talgo, al indicar que es un "activo estratégico" de la industria ferroviaria, lo que significa que deberá pasar el filtro de la Junta de Inversiones Exteriores del Ministerio de Economía y, en última instancia, recibir el visto bueno de Consejo de Ministros. Un trámite ordinario que hasta ahora se ha saldado de forma positiva para las opas de Applus y OPDEnergy, pero que negó el plácet a Vivendi para tomar un 29% de Prisa, editor de El País y Cadena SER, al considerar que el grupo francés de medios es de ideología conservadora, opuesto a la progresista.

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Hereu dijo que "la ferroviaria es una de las industrias estratégicas del país y es evidente que, en todo caso, si se da permisos será con el pleno convencimiento de que se mantiene un control estratégico". En su opinión, "son empresas estratégicas y, evidentemente, se analiza muy bien quiénes son los inversores. El Gobierno siempre tiene la potestad de poder decidir si es estratégico".

Una vez que Magyar Vagon ha presentado la opa, como habían confirmado ayer varias fuentes próximas al consorcio, la decisión del Gobierno supondrá un antes y un después para la percepción de los inversores internacionales, según explican desde dos bancos de inversión internacionales. "Sería algo inaudito vetar a una empresa de la Comisión Europea", exponen, a sabiendas de que difícilmente se puede sacar adelante una opa con la oposición del ejecutivo de turno.