“Nos encontramos en un punto de inflexión para la estabilidad y seguridad nuclear”. El pasado junio, esta declaración de Jake Sullivan, Consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., pasó bastante desapercibida. Sin embargo es, de alguna manera, el pistoletazo de salida de una nueva carrera nuclear.

Desde el inicio de la guerra en Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin, ha amagado más veces con el uso de la fuerza nuclear para disuadir Occidente a sostener la resistencia de Kiev. Pero desde hace meses el tono ha bajado mucho y las amenazas de destruir las principales capitales europeas “en 200 segundos” han desaparecido de las tertulias de propaganda que emite la televisión rusa.

Sin embargo, la cuestión del equilibrio entre potencias nucleares está, por primera vez en décadas, llenas de incertezas. La última reliquia de la Guerra Fría, el tratado 'New Start', caduca en 2026 y todo apunta a que no será renovado. El acuerdo prevé que Rusia y Estados Unidos limiten el despliegue de sus armas nuclear estratégicas. Pero en los últimos años el tratado ha sido vaciado de sus puntos más importantes. Desde 2020, a raíz de la pandemia, se han cancelado las inspecciones a instalaciones militares y en 2023, Putin anunció la suspensión del tratado, por lo que los dos países han dejado de intercambiar información sobre los movimientos de armas nucleares. Estados Unidos y Rusia siguen manteniendo una mínima comunicación para reducir riesgos en virtud de otros tratados bilaterales firmados antes de la caída de la Unión Soviética.

Estados Unidos también tiene su parte en la destrucción del consenso internacional sobre la reducción del armamento nuclear. En 2002 Bush oficializó la retirada estadounidense del tratado ABM sobre defensas antimisiles, la piedra fundacional disuasión nuclear, y en 2019 Trump puso la palabra fin al acuerdo sobre fuerzas Nucleares de rango intermedio.

Ahora, con China intencionada a renovar y a ampliar su arsenal nuclear, los progresos de Corea del Norte y las ambiciones de Irán se abre una fase de incertidumbre que ha llevado Estados Unidos a acelerar las inversiones para modernizar su armamento nuclear tras años en que esta partida ha sido marginal. A esto se suman las incógnitas abiertas por el desarrollo de los nuevos misiles hipersónicos y submarinos, donde Rusia y China han obtenido progresos importantes. En este vídeo explicativo repasamos las principales cuestiones relacionadas con la carrera nuclear y como algunas simples ideas desarrolladas en los años 60 han conseguido evitar un conflicto nuclear. Hasta ahora.