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Adiós al tabú nuclear en Asia: Corea del Sur abre la puerta a su propia bomba atómica
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Disuasión mutua asegurada

Adiós al tabú nuclear en Asia: Corea del Sur abre la puerta a su propia bomba atómica

El ejemplo directo de la Guerra de Ucrania y la amenaza de sus vecinos del norte levantan el apoyo político y social a generar arsenal atómico

Foto: Un jet F-35A surcoreano durante unos ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos. (EFE)
Un jet F-35A surcoreano durante unos ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos. (EFE)

La Guerra de Ucrania ha destapado muchos fantasmas que parecían enterrados en el pasado. Quizá la más significativa es el retorno a la carrera armamentística nuclear. Las veladas amenazas rusas de su uso en caso de necesidad han alertado a muchos países que ven en el arsenal atómico una capacidad de disuasión. El tabú nuclear deja de serlo y en el continente asiático —un foco caliente en este aspecto— Corea del Sur, firmante del tratado de no proliferación nuclear, retoma un viejo proyecto que hace décadas ya tuvo que abandonar por presiones internacionales.

"Corea del Norte casi ha logrado miniaturizar y aligerar las armas nucleares tácticas y consiguió al menos docenas de ojivas. Hemos llegado a un punto en el que es difícil convencer a la gente con la lógica de que debemos abstenernos de desarrollar armas nucleares y adherirnos a la causa de la desnuclearización", manifestaba recientemente a la agencia Reuters Oh Se-hoon, alcalde de Seúl. En sus declaraciones, apuntaba directamente a la experiencia ucraniana: "Rusia viola libremente el espacio aéreo de Ucrania, vuela bombarderos y dispara misiles… pero Ucrania apenas ataca el territorio ruso debido a la inferioridad psicológica frente a un estado nuclear".

Foto: Representante de Taiwán, José María Liu. (Cedida)

Las palabras del alcalde de la capital de Corea del Sur se suman a las que en enero dijera el presidente del país, Yoon Suk-Yeol. "Es posible que el problema empeore y nuestro país introduzca armas nucleares tácticas o las construyamos por nuestra cuenta. Si ese es el caso, podemos tener nuestras propias armas nucleares con bastante rapidez, dadas nuestras capacidades científicas y tecnológicas", manifestó el mandatario, que el pasado mes de octubre pidió a Estados Unidos que desplegara armas nucleares en su país para contrarrestar la amenaza de sus vecinos norcoreanos.

A la entonces petición del presidente surcoreano habría que añadir, para ser más precisos, el término "de nuevo". Estados Unidos mantuvo armas nucleares en Corea del Sur hasta 1991. El envío se hizo bajo cuerda en 1958, incumpliendo el armisticio de Corea de 1953, según recuerda un artículo publicado en el New York Times titulado: "El sucio secreto de las armas nucleares estadounidenses en Corea".

¿Hay opciones reales de que Corea del Sur consiga su propio arsenal atómico? "Es poco probable que Corea del Sur desarrolle sus propias armas nucleares debido a la fuerte oposición de los Estados Unidos y las muchas consecuencias negativas que esto tendría, como posibles sanciones y una fuerte condena de la comunidad internacional", explica Gabriela Bernal, analista especializada en Corea del Norte y residente en Seúl, a El Confidencial. "Podría desembocar en que Japón desarrolle su propio programa de armas nucleares, una postura militar china más agresiva y, probablemente, la ruptura total de la diplomacia entre las dos Coreas", explica Bernal.

El problema es que la amenaza de Corea del Norte se siente cada vez más certera en sus vecinos del sur. Los constantes ensayos de Pyongyang de lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales que podrían cargar ojivas nucleares han generado en la sociedad surcoreana un mayor apoyo al desarrollo de su propio armamento nuclear. En una encuesta del 1 de marzo de la empresa Data Research, más del 70% de los surcoreanos se muestra favorable al desarrollo de armas nucleares, frente a un 27 % que se opone. Además, el 59% cree que Corea del Norte usaría armas nucleares si estalla la guerra entre ambos países.

"A Corea del Norte se le considera un potencial peligro. Especialmente tras los muchos avances militares que ha hecho el país en los últimos años. Muchos en el Sur están preocupados de que Estados Unidos no pueda protegerlos completamente, especialmente porque los misiles de Corea del Norte pueden impactar en el territorio continental americano. En tal escenario, es poco probable que Washington priorice la seguridad de Corea del Sur sobre la suya propia", afirma Bernal.

Esa amenaza de Pyongyang de poder atacar ciudades estadounidenses es parte de la retórica pro-nuclear bajo la idea de que se defienden a la vez ambas naciones. "Las políticas y acciones de Pyongyang no son solo una preocupación coreana (…) Corea del Norte es uno de los tres adversarios potenciales de EEUU que tiene la capacidad de atacar nuestro continente con armas nucleares intercontinentales", señala en un artículo Mark A. Green, exembajador estadounidense y presidente y director del Wilson Center de Washington, un think tank de análisis de política internacional.

Foto: Kim Jong-un. (EFE/EPA/KCNA)

El diplomático norteamericano recuerda que "en 1991, Estados Unidos retiró todas sus armas nucleares de la península de Corea". "En 1992, las dos Coreas firmaron una declaración conjunta en la que prometían que ninguna de las dos probaría, fabricaría, produciría, recibiría, poseería, almacenaría, desplegaría o usaría armas nucleares. En los años siguientes, Corea del Norte ha violado repetidamente el espíritu, si no los detalles, de sus obligaciones. Ha llevado a cabo seis pruebas nucleares, acumulado hasta 60 ojivas nucleares y reunido suficiente material fisible para construir al menos seis bombas adicionales cada año", sentencia.

Además de la dos Coreas y Estados Unidos, China es el cuarto país involucrado directamente en este conflicto. Pekín es un socio prioritario de Pyongyang, tras una alianza histórica que el expresidente Mao Zedong calificara de "tan cercana como los labios y los dientes". En los últimos años, esa hoy estrecha relación que ha estado en el pasado, pese a los grandilocuentes mensajes de amistad de sus líderes, llena de altibajos y desconfianzas por ambas partes, ha mejorado y se ha consolidado bajo el paraguas del enemigo común que es EEUU. "Nuestra alianza está sellada con sangre", ha dicho recientemente el líder norcoreano, Kim Jong-un.

Pekín observa con preocupación lo que califica como intento de crear una "OTAN asiática". Las recientes visitas del secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, a Corea del Sur y Japón han levantado ampollas en China y Corea del Norte. "Estamos seriamente preocupados por el curso de los ejercicios militares de EEUU y Corea del Sur", ha dicho Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, ante las maniobras conjuntas que empezaron a realizar el lunes 13 de marzo ambos países.

No parece fácil que China acepte que Corea del Sur, un país muy vecino y en la estrecha órbita de Washington, inicie un programa propio de armamento nuclear. "No creo que haya una OTAN asiática como la de Europa, pero está claro que EEUU, bajo la Administración Biden, ya ha formado un bloque de alianza fuerte contra China con Corea del Sur y Japón. La cooperación trilateral entre Washington, Seúl y Tokio continúa creciendo y el objetivo de Estados Unidos es claramente utilizar la mayor cantidad posible de sus aliados en la región para contrarrestar el ascenso de China", señala Bernal.

En todo caso, Corea del Sur ya hizo un intento de elaborar su propio arsenal nuclear. Fue bajo el mando del dictador Park Chung-hee, en la década de los 70, cuando hubo un programa atómico encubierto llamado Proyecto 890 que acabó siendo desechado por la presión de los propios Estado Unidos, que entonces consideraron que era un elemento desestabilizador en la zona. Washington se comprometió, a cambio, a garantizar la seguridad de un país en el que aún hay 28.500 soldados estadounidenses desplegados.

Hoy el escenario es otro y según la visión de analistas surcoreanos como Cheong Seong-chang, "si Corea del Sur posee armas nucleares, Estados Unidos en realidad será más seguro". El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, sostiene que los misiles nucleares en su país conseguirán un efecto disuasorio. "Debemos aplastar el deseo del Norte de provocar", afirma.

La Guerra de Ucrania ha destapado muchos fantasmas que parecían enterrados en el pasado. Quizá la más significativa es el retorno a la carrera armamentística nuclear. Las veladas amenazas rusas de su uso en caso de necesidad han alertado a muchos países que ven en el arsenal atómico una capacidad de disuasión. El tabú nuclear deja de serlo y en el continente asiático —un foco caliente en este aspecto— Corea del Sur, firmante del tratado de no proliferación nuclear, retoma un viejo proyecto que hace décadas ya tuvo que abandonar por presiones internacionales.

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