La conquista militar de la Franja de Gaza es solo una parte del plan de Israel para aniquilar Hamás. Un plan en tres fases que todavía tiene muchas incógnitas. Desde el punto de vista militar se trata de una operación complicada, con un alto precio en vidas humanas por ambos lados. La primera fase, los bombardeos indiscriminados, han abierto el camino para la invasión de tierra que, después del sitio de Gaza, tiene como objetivo destruir la infraestructura terrorista de Hamás.

Pero el tercer punto, el futuro de los palestinos de Gaza, es la gran incógnita. El gobierno de Netanyahu no tiene un plan de salida. El intento de Estados Unidos de buscar una estrategia coordinada todavía es en ciernes y no cuenta con el respaldo de la comunidad internacional - y aún menos con el apoyo de los países árabes, que será indispensable para dar credibilidad para que cualquier opción sea mínimamente viable. El riesgo es que Gaza se convierta en un nuevo foco de instabilidad en la región, como ocurrió y tras la invasión de Afganistán e Irak.