El asalto de los milicianos palestinos del grupo islamista Hamás ha supuesto una humillación sin precedentes para el poderoso ejército israelí y sus reputados servicios de inteligencia. El estallido de violencia es considerado ya el 11s del estado judío, que ha activado una de las maquinarias de guerra más eficaces del mundo. La respuesta, aseguran, no tendrá precedentes. 

La potente industria militar de Israel es la base sobre la que se ha desarrollado el poderío de sus fuerzas armadas. Israel lleva décadas cultivando una formidable reputación como proveedor de armamiento, avalada con equipos de calidad y última tecnología en prácticamente todos los sectores.