El ejército de Israel ha entrado en la Franja de Gaza y su avance ha sido tan rápido como se esperaba. Básicamente, Hamás no está defendiendo el territorio y solo algunos combatientes aislados se han enfrentado directamente con las fuerzas judías, que han llegado hasta el hospital Al Shifa. El mayor centro sanitario es considerado por Tel Aviv el centro de comando del grupo terrorista, El mayor centro sanitario es considerado por Tel Aviv el centro de comando del grupo terrorista, aunque de momento solo se han encontrado un puñado de armas.

Pero no es que Hamás no vaya a defenderse, sino que la mayoría de sus fuerzas esperan agazapadas en el entramado de túneles. El llamado “Metro de Gaza”. La red de cubículos, pasillos y cámaras subterráneas que recorren gran parte de la Franja y que Hamás ha construido y ampliado durante 10 años.

Localizarlos es difícil y además puede ser poco efectivo. El ejército israelí está viendo que se trata de una red incluso más amplia y enrevesada de lo que suponía su servicio de inteligencia. Así que eliminar este bastión defensivo subterráneo no va a ser fácil. En la doctrina militar de cualquier ejército, el combate subterráneo es el último recurso. La opción que hay que evitar de cualquier modo. Pero Israel ha decidido destruir esta infraestructura de Hamás y tendrá que enfrentarse a los riesgos de una operación nunca intentada antes.