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"No hay ningún lugar donde esconderse"... Ni siquiera en los túneles del 'metro de Gaza'
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Una guerra de guerrillas

"No hay ningún lugar donde esconderse"... Ni siquiera en los túneles del 'metro de Gaza'

Ante la amenaza de una ofensiva terrestre israelí, que parece inevitable, las Fuerzas Armadas se encontrarían con una batalla urbana. Una de las operaciones más complicadas y menos deseadas

Foto: Un combatiente palestino de las Brigadas Izz el-Deen al-Qassam, brazo armado del movimiento Hamás, gesticula en el interior de un túnel subterráneo en Gaza. (Reuters/Mohammed Salem)
Un combatiente palestino de las Brigadas Izz el-Deen al-Qassam, brazo armado del movimiento Hamás, gesticula en el interior de un túnel subterráneo en Gaza. (Reuters/Mohammed Salem)

La ofensiva terrestre de Israel sobre la Franja de Gaza parece inevitable. Las Fuerzas Armadas israelís continúan su cerco y hostigamiento contra los militares de Hamás en un continuo bombardeo sobre el territorio palestino. Tras recuperar el "control total" de las zonas fronterizas, cientos de tanques, vehículos acorazados y sistemas de artillería han sido transportados a las afueras de la franja. Paralelamente, unos 300.000 reservistas israelíes se han incorporado al servicio, el mayor llamado a filas en la historia del país. La mayoría de analistas militares coinciden en que la ofensiva por tierra, mar y aire se hará efectiva tarde o temprano. Negociar la paz parece imposible.

"No hay ningún lugar donde esconderse", aseguró este martes el Ejército israelí (IDF, por sus siglas en inglés). "Vamos a llegar a ellos en todas partes", dijo el portavoz militar en jefe, Daniel Hagari, en una sesión informativa. Mensajes que se repiten constantemente entre los funcionarios israelíes: "Es solo el principio", aseveraba la Fuerza Aérea de Israel.

Los misiles no han dejado de caer tras la incursión masiva de Hamás del pasado 7 de octubre, el mayor ataque sobre suelo israelí de los últimos 50 años. En total, 2.294 objetivos de Hamás han sido bombardeados. Un "asedio total" con cortes en todos los suministros de agua, combustible y alimentos para 2,3 millones de personas que viven en suelo palestino. Hasta la fecha, se han contabilizado 1.055 muertos y más de 5.100 heridos, por la parte palestina. Desde el lado israelí, se reportan 1.200 muertos y al menos otros 5.000 heridos, muchos de ellos en estado grave.

"Hemos comenzado y subrayo que apenas hemos comenzado a atacar a Hamás. Las imágenes de la devastación y destrucción de los bastiones de Hamás en Gaza son solo el comienzo. Hemos eliminado a muchos cientos de terroristas y no nos detendremos ahí. Dije que todos los lugares desde los que opera Hamás se convertirán en ruinas. Ya está sucediendo hoy, sucederá aún más en el futuro", afirmó el presidente de Israel, Benjamín Netanyahu, en X (antes Twitter). "Una segunda acción que se está llevando a cabo en estos momentos es lanzar un ataque masivo contra Hamás con una intensidad sin precedentes". Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, apuntaba que "Hemos tomado el control de la situación y estamos avanzando hacia una ofensiva a gran escala. He dado instrucciones para levantar todas las restricciones en la lucha contra Hamás", dijo durante una reunión junto a soldados en la frontera con Gaza.

¿Qué se encontrará Israel al otro lado del Muro de Hierro? En esta segunda fase de la que habla Netanyahu se encuentra el riesgo de enfrentar a un ejército estructurado frente a combates clandestinos, los cuales darían una importante ventaja táctica a los defensores de Hamás y a sus dirigentes. Una guerra de guerrillas podría poner en apuros al Ejército de Israel. En este aspecto, la red de túneles subterráneos que los militares llevan cavando desde 2014 puede poner en graves aprietos la ofensiva. No solo por ser la principal fuente de abastecimiento para Hamás, sino que su entramado permite maniobrar a los terroristas a su antojo entre las calles de Gaza.

Si las Fuerzas Armadas cruzan el cerco que rodea la Franja de Gaza, se toparían con un campo de batalla donde la superioridad militar y tecnológica de las tropas israelíes perderían significativamente su eficacia en un terreno urbano. Los tanques y blindados se quedarían expuestos ante numerosos flancos y los bombardeos sobre posiciones estratégicas de Hamás se verían reducidos ante la ofensiva. Aunque todavía no se conoce cuáles pueden ser los planes del Ejército israelí. El pronóstico de una ofensiva "será larga, difícil y con muchas pérdidas", afirmó Alexander Grinberg, del Instituto de Estrategia y Seguridad de Jerusalén, a France 24.

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La incursión terrestre, a pesar del gran número de tropas israelíes y de su entrenamiento profesional, se trata de una de las operaciones más complicadas y menos deseadas por cualquier Fuerza Armada. Entrar en la Franja implica atravesar una de las zonas urbanas más densamente pobladas del mundo, en la que el enemigo ha tenido años para prepararse, con posibles emboscadas en cada esquina y una extensa red de túneles subterráneos que facilitan la movilidad del bando rival. No solo hay que tener mil ojos en la superficie... también bajo tierra.

El 'metro de Gaza'

Ante una guerra urbana en la Franja de Gaza, no solo existe la amenaza de una batalla casa por casa, donde avanzar sin riesgos es casi imposible. El metro de Gaza, así denominan las Fuerzas Armadas israelís a la red de túneles subterráneos que hay esparcidos por todo el territorio de la franja, es uno de los mayores obstáculos para lograr el objetivo que se ha marcado Netanyahu de proporcionar una respuesta sin precedentes ante el ataque de Hamás.

Especialmente, esta red de túneles se encuentra en la frontera con Egipto, por dónde llega una gran parte del suministro de misiles y armamento a los terroristas. No obstante, se cree que la mayoría de túneles que surtían a Hamás fue destruida.

Foto: Un soldado de artillería israelí organiza proyectiles cerca de Gaza, en el sur de Israel. (EFE/Atef Safadi)

Aunque la inteligencia israelí y el ejército conocen una parte de la red, que ya bombardearon intensamente en 2021, otra fracción de los túneles subterráneos queda fuera del alcance del Mosad. Y se desconoce si recientemente Israel ha estado investigando sobre estas infraestructuras, que estarían enterrados hasta 30 o 40 metros bajo tierra. Todo un laberinto de túneles

¿Por qué Israel no puede acceder a esta red? Porque Hamás construyó esos túneles por debajo de las barreras y los sensores israelíes. En 2021, Netanyahu anunció la finalización de su valla inteligente, una barricada de 40 millas de largo a lo largo de la Franja de Gaza que incluía una barrera subterránea de hormigón para impedir el contacto de Hamás con sus aliados en el exterior.

El proyecto se anunció públicamente en 2016 después de que Hamás utilizara túneles subterráneos para atacar a las fuerzas israelíes en la guerra de 2014. Se necesitaron más de 140.000 toneladas de hierro y acero, según Reuters, y la instalación de cientos de cámaras, radares y sensores. Del lado israelí, se instalaron torres de observación y dunas de arena para monitorear las amenazas y frenar a los intrusos. No se sabe cuantos túneles quedaron inutilizados ante las contramedidas de Netanyahu, pero lo que es evidente es que sigo habiendo una red operativa para cruzar al otro lado de la franja, así como para moverse en territorio palestino.

Otra de las tácticas guerrilleras que proporciona la red de túneles es la imposibilidad —por sus numerosas aperturas— de identificar los puestos o las escotillas desde donde se lanzan los cohetes contra el enemigo. "Algunos probablemente tengan trampas explosivas. Prepararse para luchar en ese terreno... requeriría una amplia información de inteligencia... que los israelíes tal vez no tengan", posteó en un análisis Colin P. Clarke, director de investigación del centro de estudios Soufan Center.

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Por último, aunque el Mosad tuviese información sobre la ubicación de los túneles, tampoco hay una doctrina militar para la guerra subterránea, la única publicación respecto a esto es un manual titulado Small Unit Training in Subterranean Environments, redactado por el Ejército de Estados Unidos. Sin embargo, en una guerra bajo tierra, Israel tiene más experiencia que cualquier ejército.

"Cuando se trata de una red subterránea de túneles, la cosa se vuelve extremadamente compleja. Hamás habrá estado preparándose para un asalto terrestre de las FDI y conoce estos túneles por dentro y por fuera", sentencia Clarke. Todo esto bajo la amenaza de rehenes en suelo palestino, lo que suma un grado de complejidad más, si cabe, a la estrategia militar de una ofensiva que tiene las horas contadas.

La ofensiva terrestre de Israel sobre la Franja de Gaza parece inevitable. Las Fuerzas Armadas israelís continúan su cerco y hostigamiento contra los militares de Hamás en un continuo bombardeo sobre el territorio palestino. Tras recuperar el "control total" de las zonas fronterizas, cientos de tanques, vehículos acorazados y sistemas de artillería han sido transportados a las afueras de la franja. Paralelamente, unos 300.000 reservistas israelíes se han incorporado al servicio, el mayor llamado a filas en la historia del país. La mayoría de analistas militares coinciden en que la ofensiva por tierra, mar y aire se hará efectiva tarde o temprano. Negociar la paz parece imposible.

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