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La gran maquinaria militar israelí que aplastará Gaza (y debería preocupar a Irán)
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170.000 militares y 465.000 reservistas

La gran maquinaria militar israelí que aplastará Gaza (y debería preocupar a Irán)

Las injustificables acciones terroristas de Hamás han activado una de las más eficaces maquinarias de guerra del mundo: el ejército israelí. Solo el poderío de la Kheil HaAvir, o su fuerza aérea, es apabullante

Foto: F-35I Adir de las fuerzas aéreas israelíes. (IDF)
F-35I Adir de las fuerzas aéreas israelíes. (IDF)

La cifra de víctimas en la guerra que acaba de estallar en Gaza no para de crecer. Ya se habla de más de 900 en territorio israelí, y más de 700 en la Franja. Las injustificables y atroces acciones terroristas llevadas a cabo por Hamás, que actúa al margen de la Autoridad Palestina, han activado una de las más eficaces maquinarias de guerra del mundo: el Ejército israelí. No hay que ser un experto para asegurar que la respuesta va a ser brutal y contundente. Y puede tener efectos inesperados en Oriente Próximo.

Tratar de realizar una comparación entre las fuerzas de Hamás y las de Israel es absurdo. No se trata ni siquiera de dos países donde uno tiene una gran superioridad frente al otro, como ocurría cuando analizábamos la situación en los meses previos a la invasión rusa de Ucrania. Aquí carece de sentido si nos circunscribimos a los territorios palestinos, pero lo tiene si en el mismo bombo metemos también a Irán, que parece el gran instigador y facilitador en la sombra, e incluso a Líbano.

Foto: Tanques israelíes Merkava 4 durante un entrenamiento militar en la frontera entre Israel y Siria, en 2021. (EFE/EPA/Atef Safadi)

Las acciones hostiles de Hamás son las típicas de este tipo de organizaciones, amparadas y camufladas entre la población civil, que no solo les sirve de escudo sino de justificación cuando se producen muertes de inocentes, algo por desgracia también cotidiano. Actúan como guerrillas, pero se les ve cada vez más adiestrados, pertrechados y dotados de mejor material.

Además de los cohetes casi de fabricación casera y explosivos a base de química de cocina, ahora disponen de misiles con cierto grado de sofisticación, lo que se traduce en precisión y capacidad letal. También las infiltraciones de comandos, bien organizados y equipados, unos por mar en lanchas rápidas o con equipos de buceo, otros por tierra, con los puntos débiles fronterizos bien localizados, denotan una buena preparación. Más aún, en los asaltos aéreos con paramotor (parapentes con motor) y los ataques con drones a objetivos clave, como las torres israelíes de vigilancia, es donde la mano iraní aparece como la más sospechosa.

placeholder El Iron Dome en acción nocturna interceptando los cohetes de Hamás. (Reuters)
El Iron Dome en acción nocturna interceptando los cohetes de Hamás. (Reuters)

Esto es lo que ha llevado al Gobierno judío a hablar en términos de guerra y a movilizar sus Fuerzas Armadas al completo. La respuesta inmediata se ha materializado en una serie de bombardeos con artillería y aviación a objetivos previamente localizados y señalados donde se realizan actividades de Hamás. Aquí hay que hablar del tema de la sorpresa. El ataque de Hamás les pilló mirando a otro sitio, lo que nos ha hecho pensar desde el primer minuto en cómo uno de los mejores servicios de inteligencia del mundo no se enteró de una operación tan compleja.

No vamos a entrar ahora en esa cuestión, pues tiene protagonismo suficiente, pero sí diremos que, pese al presumible y garrafal fallo, siguen teniendo una información muy buena, lo que se traduce en la metódica y eficaz destrucción de los objetivos señalados.

Unas fuerzas de primer nivel

El Ejército israelí y sus fuerzas aéreas están entre lo mejor del mundo, no solo en cuanto a material, sino en cuanto a adiestramiento y experiencia en acciones reales. Casi cualquiera de sus pilotos habrá participado en diversas operaciones de bombardeo, incursiones o misiones reales, algunas arriesgadas y en zona hostil. El conjunto de sus fuerzas armadas tiene más de 170.000 militares en activo y unos 465.000 reservistas, de los que 300.000 ya han sido llamados al servicio.

En el plano material, solo el poderío de la Kheil HaAvir o fuerza aérea es apabullante. Mantiene una fuerza de 66 F-15 A/C/I más 18 F-15 B/D (versiones biplaza de los A y C). Denominado allí como Baz, los A y C son los monoplazas dedicados a superioridad aérea. Muchos de ellos se modernizaron a fondo en el 2000 y son muy eficaces. Los de la versión I, en número de 25 y denominados Ra'am, son aviones biplaza dedicados a misiones de ataque.

placeholder El F-16I Sufa. (IDF)
El F-16I Sufa. (IDF)

El grueso de su fuerza está formado por F-16, denominados Netz (F-16A/B), Barak (F-16C/D) y Sufa (F-16I). Se trata de 175 aviones en servicio más 49 biplazas de la versión D. Los últimos (versión I) son una variante especial para su fuerza aérea muy diferente de los demás.

La joya de la corona es el F-35I denominado Adir. En una primera tacada adquirieron 50 ejemplares para equipar dos escuadrones, de los que es probable que ya tengan en servicio la mayoría. Pero, además, han realizado el encargo de otras 25 unidades adicionales (para un tercer escuadrón). A esto habría que añadir los helicópteros Apache de ataque (48) y los aviones de guerra electrónica (verdadera especialidad israelí), reconocimiento e inteligencia, que junto con el F-35 marcan el elemento diferenciador en tecnología.

Las fuerzas terrestres son numerosas, bien preparadas y con muy diverso material, desde lo más moderno, como los carros de combate Merkava IV de última generación, a blindados antiguos —caso de los M-113—, pero que ellos saben utilizar muy bien. Disponen de casi 500 carros de combate, de ellos más de 300 son de los magníficos Merkava IV y el resto Merkava III. También 50.000 vehículos, más de 600 piezas de artillería autopropulsada y cerca de 300 lanzacohetes. Su defensa antiaérea es de las mejores que existen, con sistemas Patriot y Iron Dome.

Su fuerza naval es comparativamente más reducida —es lógico— pero avanzada. No cuenta con grandes buques y sus mayores unidades son sus siete corbetas de las clases Sa’ar 5 y Sa’ar 6, de cerca de 2.000 toneladas. También dispone de cinco submarinos de la clase Dolphin (lotes I y II) más una unidad que ya se encuentra en pruebas. Complementan una buena flota de lanchas lanzamisiles, patrulleros y minadores.

Imparables

Israel es un país que vive en permanente estado de guerra desde sus mismos inicios. Cuenta no solo con el apoyo financiero, militar y tecnológico de Estados Unidos, sino con su garantía de mantener lo que se denomina QME o Qualitative Military Edge, es decir, la garantía del país norteamericano de proporcionarle tecnología y armas para mantener una ventaja cualitativa suficiente frente a sus vecinos. Pero es que, además, tiene una industria militar muy potente y que le garantiza autonomía y capacidad de exportación. Con todo ello, cualquiera que infravalore sus capacidades sería un necio.

placeholder Lanzamiento de un Fajr-5 iraní. (Tasnim News Agency)
Lanzamiento de un Fajr-5 iraní. (Tasnim News Agency)

Irán ya ha sido señalado como instigador y facilitador. Nada nuevo si no fuera por la escala de lo sucedido, pero deberían pensar que han golpeado un avispero y que las picaduras alcanzarán no solo al autor material, sino también a quien movió los hilos. El problema para el régimen de los ayatolás es que no pueden oponer ningún avión moderno cuyas capacidades siquiera puedan parecerse a las de los israelíes, y, por si fuera poco, los norteamericanos ya están enviando a toda máquina a su flamante y nuevo portaaviones, el USS Gerald Ford, junto a su grupo naval. Ya saben, las 100.000 toneladas de diplomacia.

Su aviación es una mezcla de aviones norteamericanos antiguos, F-14 (de los que se piensa que apenas un puñado pueden seguir en vuelo), F-4 Phantom, F-5, aparatos rusos MiG-29 y Su-24, Mirage F-1 (obsoletos) y algunos diseños chinos y autóctonos. De los Su-35, que podían ser su principal activo, aún nada se sabe. Sus fuerzas terrestres son una mezcla de material que haría enfermar a cualquier responsable de logística, además de que un enfrentamiento terrestre sería improbable. Sin embargo, Israel no debería despreciar los desarrollos de misiles y drones iraníes, que les podrían dar serios dolores de cabeza.

Queda el flanco norte y la frontera con Líbano. El Ejército libanés es muy débil y en la mitad sur del país impera la ley de Hezbolá, una organización terrorista en lo que respecta a su rama militar, pero a la vez partícipe de la política libanesa y con una gran presencia social. Con Hezbolá también hay roces cada semana y en estos días se produjeron agresiones y respuestas desde ambos lados de la frontera.

placeholder Milicianos de Hamás con lo que parecen cohetes Qassam 4. (Abed Rahim Khatib)
Milicianos de Hamás con lo que parecen cohetes Qassam 4. (Abed Rahim Khatib)

En cualquier caso, si el tema escalara allí, los israelíes podrían llegar a Beirut igual que ya lo hicieron con anterioridad. Las fuerzas de la ONU, donde España tiene una importante presencia, nada podrían hacer. Ni es su misión combatir a unas hipotéticas tropas judías ni disponen de los medios para ello. Su objetivo, en ese caso, sería guarecerse y esperar, tratando de evitar convertirse en víctimas colaterales.

Por último, por descontado que en una operación terrestre las tropas hebreas entrarán y controlarán Gaza hasta y donde quieran. Las acciones de Hamás hay quien las celebra como un triunfo. Es verdad que lograron la sorpresa y han causado mucho daño, pero, si bien han conseguido notoriedad, también han logrado el rechazo de la inmensa mayoría de la comunidad internacional.

Si era este estado de opinión lo que, quizás, frenaba de alguna manera la aplicación de mano dura, ahora tienen carta blanca. En este sentido, su Gobierno dispone de una oportunidad de oro para hacer algo extremadamente difícil: ser contundentes, pero a la vez sin sobrepasarse.

La cifra de víctimas en la guerra que acaba de estallar en Gaza no para de crecer. Ya se habla de más de 900 en territorio israelí, y más de 700 en la Franja. Las injustificables y atroces acciones terroristas llevadas a cabo por Hamás, que actúa al margen de la Autoridad Palestina, han activado una de las más eficaces maquinarias de guerra del mundo: el Ejército israelí. No hay que ser un experto para asegurar que la respuesta va a ser brutal y contundente. Y puede tener efectos inesperados en Oriente Próximo.

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