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El mapa de una invasión (casi) perfecta: Israel rodea el corazón de Gaza
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Un asalto por varios flancos

El mapa de una invasión (casi) perfecta: Israel rodea el corazón de Gaza

Tras una semana de ofensiva terrestre, las Fuerzas de Defensa de Israel han rodeado la ciudad de Gaza, el enclave más importante de la Franja. Ahora se enfrentan a una nueva fase

Foto: Una unidad de artillería israelí avanza hacia la frontera con Gaza. (EFE/Atef Safadi)
Una unidad de artillería israelí avanza hacia la frontera con Gaza. (EFE/Atef Safadi)

Cuando el pasado 7 de octubre las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam —el brazo armado del Gobierno que controla la Franja— y la Yihad Islámica Palestina —una facción islamista más pequeña y cercana a Irán— sobrepasaron la valla fronteriza que separa Gaza de Israel, asesinando a 1.400 personas y secuestrando a otras 240, un dogma se fraguó en la cúpula de Tel Aviv: la respuesta a la "masacre" de Hamás tendría consecuencias devastadoras. Por tierra, mar y aire se llevaría a cabo la mayor operación militar de las últimas dos décadas, aseguraron los mandos militares del país.

Tras más de dos semanas de incesantes bombardeos de la Fuerza Aérea, se llevaron a cabo las primeras punzadas en suelo palestino. Dos incursiones quirúrgicas de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) hicieron labores de reconocimiento sobre el terreno, intentando despertar alguna de las trampas de Hamás o, tal vez, esperando a cundir el pánico entre los milicianos. Esa misma noche regresaron a territorio hebreo.

Después de unos instantes de duda, en la madrugada del pasado viernes, los blindados israelís irrumpieron desde varios puntos en la Franja. Desde el norte, se reportaron los primeros enfrentamientos en las afueras de Beit Hanoun. Por el este, dividieron el territorio palestino en dos. Varios días después, los escuadrones israelís cortaron la carretera Salah al-Din, la arteria principal de la Franja que atraviesa la zona de norte a sur. No pararon hasta vislumbrar el Mediterráneo.

Todo este avance de las tropas israelíes hacia la capital se enmarca en la "segunda fase" de los planes de Tel Aviv para asaltar la Franja. De la misma manera, los soldados continuaron ampliando sus operaciones en los flancos abiertos y aumentaron sus ataques de artillería en el norte del enclave, donde se cerraba el círculo en el punto más importante del territorio.

Hoy, siete días después de los primeros fogonazos, las tropas israelís han cercado casi por completo la capital. "Hemos avanzado hacia otra etapa importante en la guerra. Las fuerzas están en el corazón del norte de Gaza, operando en la ciudad... rodeándola", informó el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, durante una rueda de prensa. A su vez, los destacamentos del este continuaron su avance, asegurando las primeras calles en el sur. Nadie podrá salir, al menos, por la superficie.

En este punto de la invasión, se espera un recrudecimiento de los combates. Hasta el momento, los soldados de Hamás no han opuesto una gran resistencia, tan solo han realizado pequeñas acciones de guerrilla, como derribar algún tanque con misiles antiblindados o frenar, en la medida de lo posible, el avance de las IDF. Sin embargo, en la ciudad de Gaza, les esperan unos 40.000 combatientes, según expuso un funcionario de Hamás al Financial Times, armados hasta los dientes y listos para una batalla numantina. "Si el presidente Benjamín Netanyahu decide entrar en la Franja, la resistencia está lista", dijo Ezzat al-Rishaq, un alto miembro del brazo político de Hamás.

"Si Netanyahu decide entrar en la Franja: la resistencia está lista"

El pulso israelí

Las IDF y sus servicios de inteligencia (pese al fallo del 7 de octubre) son considerados de los cuerpos mejor preparados tecnológica y militarmente del mundo. Cuentan con unos 170.000 militares profesionales y casi medio millón de reservistas, de los que 300.000 aguardan a las puertas de Gaza. En medio del "asedio total", unos 20.000 efectivos —de los cuales han muerto 338 oficiales y soldados— ya estarían en territorio palestino, esta cifra supondría una ínfima parte de la capacidad militar israelí, por lo que todo indica que un golpe mayor aguarda a las puertas de la Franja.

Mientras, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, advertía a sus ciudadanos de que la "segunda fase" de la contienda puede durar "meses" y el Ejército espera que la ofensiva sea insuficiente para desarraigar completamente la organización terrorista del territorio, donde quedarían "bolsas de resistencia". Es decir, habrá una tercera fase y, según afirma el titular, también una cuarta.

Foto: Bengalas disparadas por Israel iluminan el cielo de la ciudad de Gaza. (Europa Press/Mohammed Hazem)

Uno de los portavoces del Ejército, el teniente coronel Richard Hecht, declaró que el ejército no había sitiado por completo la ciudad de Gaza y todavía estaba instando a los civiles a desplazarse hacia el sur, a zonas que Israel ha designado como "más seguras". Una declaración que contrasta con la cifra de muertos. Los ataques israelís han matado al menos a 9.227 palestinos, incluidos 3.826 niños, según el Ministerio de Salud dirigido por Hamás.

En otros comentarios más precisos, el coronel aseguró que las tropas están desplegadas en el norte. "Lentamente, realizaremos operaciones dentro de la ciudad teniendo cuidado con la infraestructura de Hamás". Por otro lado, en los últimos combates, las fuerzas israelíes "descubrieron y neutralizaron túneles de combate activos", afirmó el ejército israelí, describiendo cómo los combatientes volaron y colocaron trampas explosivas en partes de la red.

"Realizaremos operaciones dentro de la ciudad teniendo cuidado con la infraestructura de Hamás"

Sobre como se dibujaría una victoria para Israel, un escenario que numerosos analistas han pintado de gris, Hecht respondió lo siguiente: "Cuando el liderazgo de Hamás haya desaparecido y sus capacidades militares se hayan borrado", entonces se consideraría un triunfo para el mando político-militar del país. "Nunca podrán repetirse los ataques del 7 de octubre", matizó. Según los expertos, un objetivo que parece imposible y que, más bien, podrá rebotarles en la cara en un futuro.

Respecto a la red de túneles que el ejército han comenzado a dinamitar, el metro de Gaza, así definen las tropas israelís al entramado de túneles que serpentea por más de 400 kilómetros bajo la tierra arenisca de la Franja, sería una de las bazas más importantes que esconde Hamás. Pese a que una parte de los túneles es ampliamente conocida por la Inteligencia israelí, se especula que una gran parte del laberinto se desconoce.

La resistencia de Hamás

La resistencia de Hamás se ha puntualizado en escasas acciones de combate con tácticas guerrilleras. Lo único que podría preocupar a las IDF es el fácil acceso a su retaguardia. Hace unos días, comenzó a circular en los canales de Telegram afines al gobierno que controla la Franja, un vídeo en el que se ve como unos milicianos resguardados en uno de los túneles se abalanzan sobre un Merkava 4 (el tanque del Ejército israelí), colocando un explosivo que posteriormente detona destruyendo el vehículo. Más tarde, se geolocalizó la ubicación del impacto cerca del puesto de control de Erez (norte). Una zona que supuestamente estaba bajo control israelí.

En otro de los ataques, esta vez mediante un dron con tintes militares como los de la invasión rusa de Ucrania, varios soldados resultaron heridos por una granada, que cayó desde el cielo a campo abierto. Salvo algunos informes que apuntan acciones militares concretas de Hamás, estos dos incidentes han sido los mayores logros —bajo confirmación visual— de las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam y la Yihad Islámica Palestina.

Pese a esto, el corazón de la resistencia se encuentra en la capital. "¿Cuánto puede aguantar Hamás? No creo que nadie lo sepa, ni siquiera Hamás. Israel ciertamente subestimó sus capacidades antes del 7 de octubre, como lo demuestra el abrumador resultado de la matanza en el sur de Israel. Hamás cuenta con la guerra urbana, utilizando sus túneles y el tipo de combate cuerpo a cuerpo que favorece a los insurgentes, comandos y guerrilleros frente a los reclutas militares regulares, que son casi la totalidad de las tropas israelíes", explica Hussein Ibish, escritor y analista del Arab Gulf States Institute en entrevista con El Confidencial.

"Creo que su plan consiste en infligir el mayor coste posible a Israel durante su incursión terrestre y asegurarse de que sobrevivan bolsas de la organización. Suponiendo que Israel se comprometa con una presencia terrestre a largo plazo en los centros urbanos de Gaza, esto les permitiría lanzar una insurgencia que puede empezar lentamente, porque la organización está muy diezmada, pero que irá ganando fuerza con el tiempo", agrega Ibish.

En esta fase de resistencia final, Hamás se dedicaría a emboscar al enemigo, eliminando a soldados de forma individual o en pequeños grupos, desangrando a las fuerzas militares y poniendo cada vez más presión política y diplomática sobre Tel Aviv. Hacer de la ocupación una victoria.

Hacer de la ocupación una victoria

"Hamás afirmarían ser los únicos palestinos que realmente luchan contra los ocupantes y batallan contra Israel sobre el terreno. Contrastarían esto con los nacionalistas seculares de Fatah, la AP y la OLP en Cisjordania, que se sientan a esperar unas negociaciones que nunca tienen lugar. Su plan a largo plazo es hacerse con el control del movimiento nacional palestino y cuentan con que Israel les ayude a conseguirlo haciéndoles el juego", asevera el experto.

"Creo que es posible que Israel evite la trampa, limitando al máximo sus incursiones terrestres y haciendo que este conflicto sea bastante corto. La intención de acabar con toda la cúpula de Hamás y dejar la organización completamente impotente casi garantiza caer en la trampa, porque eso no puede hacerse sin una presencia terrestre a largo plazo en Gaza", finaliza Ibish.

Cuando el pasado 7 de octubre las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam —el brazo armado del Gobierno que controla la Franja— y la Yihad Islámica Palestina —una facción islamista más pequeña y cercana a Irán— sobrepasaron la valla fronteriza que separa Gaza de Israel, asesinando a 1.400 personas y secuestrando a otras 240, un dogma se fraguó en la cúpula de Tel Aviv: la respuesta a la "masacre" de Hamás tendría consecuencias devastadoras. Por tierra, mar y aire se llevaría a cabo la mayor operación militar de las últimas dos décadas, aseguraron los mandos militares del país.

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