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Cómo logramos sobrevivir a los dinosaurios llevando una existencia miserable
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Entrevista a Steve Brusatte

Cómo logramos sobrevivir a los dinosaurios llevando una existencia miserable

El paleontólogo que más ha contribuido a divulgar los nuevos hallazgos sobre la vida de los dinosaurios vuelve con un libro acerca de su nuevo campo de estudio: los mamíferos extintos

Foto: Megatherium americanum, antepasado de los actuales osos perezosos que podían medir tres metros de altura. (Getty/Universal Images/Florilegius)
Megatherium americanum, antepasado de los actuales osos perezosos que podían medir tres metros de altura. (Getty/Universal Images/Florilegius)
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El tema del que habla Steven Brusatte en su último libro narra hechos de extrema actualidad, algunos de los cuales ocurrieron hace tan solo dos millones de años. Eso es muy poco comparado con los 300 millones de años en los que se sitúa su trabajo anterior, la obra de divulgación más aplaudida sobre el mundo de los dinosaurios. Este paleontólogo, nacido en Chicago, se mudó a la Universidad de Edimburgo hace algunos años para mover su campo de interés hacia otras criaturas extintas de las que cada vez hay más información. En 'Auge y reinado de los mamíferos' habla de cerdos infernales, ballenas caminantes, elefantes enanos, marsupiales caníbales, armadillos tan grandes como un coche y otros seres lactantes que se hicieron con el dominio del planeta.

PREGUNTA. Arrancas el libro recreando el momento en el que los dinosaurios desaparecen y los mamíferos logran salvarse de la extinción. ¿Cómo ocurrió?

RESPUESTA. Los mamíferos lograron sobrevivir al asteroide que mató a los dinosaurios. Pero antes tuvieron que sobrevivir, conviviendo con los dinosaurios, durante decenas de millones de años. De hecho, los primeros mamíferos se remontan a unos 230 millones de años, la época en la que los primeros dinosaurios estaban evolucionando. Empezaron juntos en el período Triásico, en el supercontinente Pangea. Desde ese orígen, tanto los mamíferos como los dinosaurios evolucionarían y se diversificarían. Pero con destinos distintos. Los dinosaurios se transformaron en seres enormes, en animales dominantes. Estaban en la cima de la cadena alimenticia. Eran los mayores carnívoros y los mayores herbívoros. Algunos llegaron a ser más grandes que cualquier avión. Mientras tanto, los mamíferos se mantuvieron en las sombras y siguieron siendo muy pequeños. Simplemente, no podían hacerse más grandes porque ese espacio lo ocupaban los dinosaurios.

"Cuando la Tierra estaba oscura y fría, los bosques morían y los ecosistemas colapsaban, los mamíferos supieron adaptarse"

P. ¿Se salvaron precisamente por no ser dominantes?

R. Digamos que se volvieron muy efectivos viviendo bajo tierra y saliendo de noche para evitar a los dinosaurios. Durante más de 150 millones de años, estos pequeños mamíferos convivían con ellos. Cuando el asteroide impactó, los dinosaurios no pudieron sobreponerse, con la excepción de algunos pájaros. El mundo cambió rápidamente y la destrucción fue tan masiva que los dinosaurios, especializados en dominar su mundo, no fueron capaces de adaptarse. Eran tan grandes que necesitaban mucha comida y tardaban mucho en transformarse de bebés a adultos. Tampoco se podían esconder fácilmente y no sabían cavar madrigueras para guarecerse. Los mamíferos, sin embargo, estaban tan acostumbrados a sobrevivir que pudieron sobrevivir al impacto. Eran animales muy pequeños, capaces de alimentarse con una gran variedad de alimentos, que crecían muy rápido, que sabían esconderse y cavar túneles. En los días, semanas y años posteriores al asteroide, cuando la Tierra estaba oscura y fría y los bosques morían y los ecosistemas colapsaban, esos pequeños mamíferos supieron adaptarse.

P. En tu libro anterior hablas mucho de la otra gran extinción, la que se produjo durante el Pérmico, arrasando a los animales dominantes que existían entonces e iniciando el reinado de los dinosaurios. Pero resulta que en esa época ya existían también los ancestros de los mamíferos. ¿Cómo lograron sobrevivir a esa extinción previa?

R. El asteroide es la extinción más famosa y la más reciente. La anterior se produjo hace 66 millones de años. Pero, en realidad, ha habido cinco grandes extinciones masivas en la historia de la Tierra. La peor de todas fue esta que dices, al final del período Pérmico, hace unos 252 millones de años. En aquel tiempo, el 95% de todas las especies desaparecieron. Seguramente, es el momento en el que más cerca ha estado de desaparecer la vida del planeta desde que los primeros seres vivos evolucionaron hace 4 mil millones de años. Enormes volcanes entraron en erupción en lo que ahora es Rusia. Esos volcanes eran totalmente diferentes a cualquier cosa que haya visto un humano. Eran agujeros en la tierra que expulsaban lava durante cientos de miles de años. Mientras esa lava quemaba la corteza, liberaba mucho dióxido de carbono y metano, gases de efecto invernadero nocivos. Calentaron la atmósfera y provocaron un calentamiento global descontrolado. Muchas especies no sobrevivieron. Obviamente, hay una lección para nosotros en esta extinción.

P. ¿Y cómo era ese cinco por ciento de seres vivos que sí sobrevivieron?

R. Ya sean volcanes, edades de hielo, asteroides, cada vez que la vida ha sido golpeada, ha encontrado una forma de sobrevivir. Al menos hasta ahora ha sido así. Al final del Pérmico, entre esos supervivientes había algunos animales pequeños y resilientes, incluidos algunos reptiles que fueron los ancestros de los dinosaurios. Pero también sobrevivieron unas criaturas llamadas sinápsidos, que son los ancestros de los mamíferos. Eran animalitos bastante pequeños, tan pequeños que cabrían en tu mano. Podían correr rápido y podían cavar madrigueras y esconderse. Sus cuerpos estaban cubiertos al menos en parte por pelo, lo que les ayudaba a regular sus temperaturas corporales cuando el clima fluctuaba. Además, disponían de cerebros grandes en comparación con otros animales de la época.

P. Y crecían muy rápido, ¿no?

R. Muy, muy rápido. Maduraban de bebé a adulto en un año. Todas esas cosas les ayudaron a sobrevivir a los terribles volcanes. Luego, cuando dejaron de entrar en erupción y el mundo comenzó a recuperarse, los sinápsidos, junto con esos pequeños reptiles, despertaron en un mundo vacío, rebosante de oportunidades. Se abrió una nueva frontera para que la evolución los fuese moldeando.

P. Me los imagino como ratoncitos. ¿Eran realmente así?

R. Eran similares. Quizá algo más grandes que los ratones, de unos treinta centímetros, con cuerpos alargados. Más parecidos a un hurón. Pero son parientes lejanos, no tan avanzados como un hurón o un ratón, que ya son mamíferos propiamente dichos. Pero sí, si viéramos uno de estos sinápsidos vivo, nos recordaría a un pequeño hurón.

placeholder Steven Brusatte. (Penguin Random House/Cedida)
Steven Brusatte. (Penguin Random House/Cedida)

P. En tu libro dices que los dinosaurios han tenido toda nuestra atención durante décadas. Los niños los aman, el cine los ama... Pero los mamíferos extintos son tan fascinantes o más como los grandes dinosaurios y no tan populares.

R. Los dinosaurios se han convertido en animales icónicos en todo el mundo. Son la principal atracción en los museos, en las películas… La gente ha estado fascinada con los dinosaurios desde los primeros descubrimientos hace más de 200 años, cuando se documentó la existencia del Megalosaurus. Los niños conocen sus nombres de memoria. Creo que es lógica esta curiosidad porque tienen algo realmente alienígena, aunque los pájaros que vemos hoy evolucionaron de los dinosaurios. Si miras un gorrión, un cuervo y una paloma, puedes encontrar esa herencia si sabes cómo buscarla. Pero, en general, no hay nada vivo hoy que se parezca a un tiranosaurio, a un brontosaurio, a un estegosaurio o a un triceratops. Eran reptiles gigantes con todo tipo de cuernos, picos, alas, dientes y garras grandes y afiladas. Eran criaturas más fantásticas que cualquier dragón, unicornio o monstruo marino. Más temibles que cualquier cosa que los humanos hayan inventado. Así que tiene mucho sentido que estemos fascinados con ellos.

P. Pero los grandes mamíferos que estáis descubriendo son igualmente extraños y fascinantes.

R. Son simplemente más familiares para nosotros. Somos mamíferos, así que no nos resulta extraño que haya animales con pelo o cerebros enormes, que alimentan a sus bebés con leche, que tienen dientes molares y todas esas innovaciones evolutivas asombrosas. Además, sigue habiendo mamíferos vivos que son espectaculares. Las ballenas azules son más grandes que cualquier animal que haya vivido. Por eso creo que los mamíferos no tienen ese mismo atractivo alienígena que tienen los dinosaurios. Pero, al mismo tiempo, su historia es muy relevante para entender nuestros propios orígenes. Algunos, como los mamuts lanudos, los tigres dientes de sable, etcétera, también han aparecido en películas y están en muchos museos, pero hay otros muchos que no conocemos.

"Había elefantes enanos, del tamaño de un perro pequeño, que son los ancestros de los actuales"

P. De todos esos mamíferos increíbles que describes en el libro, ¿cuáles son tus cinco favoritos?

R. Es dificil porque había muchos fascinantes. Algunos fósiles son increíbles. Más allá de los mamuts y otros bien conocidos, hay criaturas excelsas que no están en la cultura popular. Había perezosos de tres metros de altura que caminaban por el suelo y no se colgaban de los árboles. Vivían durante la edad de hielo y fascinaron a personas como Thomas Jefferson, el presidente americano. Había armadillos que eran tan grandes como coches. Había castores tan grandes como humanos. Hubo ballenas que tenían patas y podían caminar por la tierra. Las ballenas evolucionaron de ancestros terrestres, así que durante un tiempo fueron caminantes. Había pequeños elefantes enanos, del tamaño de un perro pequeño, que son los ancestros de los actuales elefantes.

P. ¿Eran como bebés elefante?

R. Exactamente así. Pero también había todo tipo de mamíferos depredadores. Por ejemplo, los llamados cerdos infernales. Cerdos enormes con dientes gigantes y afilados. Vivían en varias partes del mundo, pero sobre todo en Norteamérica, hace unas pocas decenas de millones de años, cuando el continente era una gran sabana parecida a África. Había animales que parecían una combinación de Frankenstein entre un oso y un lobo. Muchos marsupiales, como los actuales canguros, llegaron a tener dientes grandes y afilados que recordaban a leones y tigres. Depredadores enormes que criaban bebés diminutos en sus bolsas. En definitiva, hay una enorme riqueza de mamíferos extintos que son fascinantes.

P. Permíteme volver un segundo a la época en la que dinosaurios y mamíferos convivían. ¿Cómo era esa relación?

R. Era complementaria. Ambos fueron capaces de sobrevivir, diversificarse y prosperar durante mucho tiempo viviendo juntos en un mismo mundo. En gran medida lo hicieron evitándose. Unos vivían de día y otros de noche. Los dinosaurios eran en su mayoría más grandes, mientras que los mamíferos eran casi todos diminutos. Ningún mamífero, que sepamos, llegó a ser más grande que un gato doméstico durante todo ese tiempo. La mayoría eran mucho más pequeños, del tamaño de ratones, ratas o topillos. Además, vivían en entornos diferentes. Los mamíferos estaban bajo tierra, excavaban, se escondían en los arbustos, se ocultaban en las copas de los árboles. Los dinosaurios, en entornos mucho más abiertos. Era un equilibrio evolutivo que permitió la coexistencia. Por supuesto, hubo momentos en los que interactuaron. Hay fósiles de dinosaurios que tienen huesos de mamíferos en sus estómagos. También hay algunos mamíferos, los más grandes, que tienen huesos de pequeños dinosaurios bebé en sus estómagos. Es probable que algunos mamíferos comiesen huevos de dinosaurio. Es decir, había cierta interacción, pero no competían realmente por los mismos recursos, ni trataban de vivir en los mismos ambientes. Fue una bonita tregua evolutiva hasta que llegó el asteroide. Cuando eso ocurrió, de repente, los mamíferos dieron un salto en la cadena alimenticia. De pronto, había trabajos disponibles para ellos en la cima, oportunidades que hicieron que se volvieran más grandes.

P. Y algo similar ocurrió con los dinosaurios después del Pérmico, ¿verdad? Pudieron crecer cuando desaparecieron las criaturas dominantes a causa de los grandes volcanes.

R. Sí, así es. Los primeros dinosaurios eran bastante pequeños y sobrevivieron a la extinción del Pérmico porque también eran del tamaño de un gato. Eran criaturas pequeñas y humildes. Luego, durante mucho tiempo, no pasaron de crecer más que un caballo actual. Pasaron muchas decenas de millones de años antes de que se volvieran verdaderamente enormes. Así que sí, se ha repetido ese patrón de animales pequeños que sobreviven a las extinciones y luego prosperan.

P. Aprendí leyendo tu libro que el estudio de los mamíferos extintos, como el de los dinosaurios, está avanzando a una velocidad impresionante. ¿Por qué y cómo habéis hecho ese tránsito tantos paleontólogos?

R. Toda la paleontología, ya sea dinosaurios, mamíferos, peces fósiles o corales fósiles, ha evolucionado mucho. Simplemente, hay más gente buscando fósiles de la que ha habido nunca. Estamos experimentando un verdadero boom. Con los grandes dinosaurios y mamíferos ocurre que son animales cuyos huesos podemos poner en museos y generan mucha curiosidad. Así que el campo se ha diversificado. Ya no solo hay personas en Europa Occidental, EEUU o Canadá… Hay tantos jóvenes paleontólogos en todo el mundo, en lugares como China, Argentina, Brasil o Sudáfrica… Y se están haciendo ahora mismo muchos de los descubrimientos más importantes al respecto.

"Últimamente, los paleontólogos hemos aprendido cosas de la química, analizando las señales en huesos y dientes"

P. ¿Ayudan las nuevas tecnologías?

R. Como ocurre en cualquier campo de la ciencia, la paleontología siempre está adaptándose, diversificándose. Los paleontólogos aprendemos nuevos métodos que se inspiran en otros campos de la ciencia. Hace unas décadas, la gran novedad eran los escáneres, los mismos que usan los médicos, para ver qué hay dentro de los fósiles. Últimamente, hemos aprendido cosas de la química, analizando las señales en huesos y dientes. Pueden darnos información, por ejemplo, sobre la temperatura corporal, los metabolismos, la tasa de crecimiento... En uno de mis trabajos recientes pudimos ver las señales químicas en un diente de mamífero de 63 millones de años. Basándonos en los cambios en zinc y bario, pudimos concluir que el animal que teníamos delante había sido un bebé que creció en el vientre de su madre durante siete meses y que luego tomó leche durante un mes después de nacer. Que después necesitaba comida sólida y más tarde, alrededor de un año después, estaba teniendo sus propios bebés.

placeholder Cerdos infernales. (Alamy/Florilegius/Heinrich Harder)
Cerdos infernales. (Alamy/Florilegius/Heinrich Harder)

P. ¿Cuál es la próxima frontera?

R. Seguramente la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. Muchos paleontólogos estamos empezando a experimentar con estas técnicas para buscar patrones en grandes conjuntos de datos. Esto nos ayuda a estudiar tendencias en la evolución, identificar y clasificar mejor los fósiles que tenemos, etcétera.

P. Me vas a perdonar, pero no puedo evitar hacerte la pregunta de Parque Jurásico. ¿Podremos clonar algún día a estos animales, revivirlos a través de restos de ADN?

R. Es una buena pregunta. Es lo que todo el mundo quiere saber. La realidad es que no lo sabemos con seguridad. Probablemente, sería muy difícil con un dinosaurio, porque el ADN se descompone rápidamente una vez que un animal o una planta muere. Ten en cuenta que el ADN más antiguo que se ha encontrado tiene poco más de un millón de años y está en un hueso de mamut. Los T-Rex y los triceratops, que fueron los últimos dinosaurios, los que estaban allí cuando el asteroide impactó, vivieron hace 66 millones de años, así que las posibilidades de conservar ADN en sus huesos son bajas. No voy a decir que es imposible, porque nunca puedes decir eso como científico, pero sí improbable.

"Sabemos más sobre la genética del mamut que de la mayoría de las especies que están vivas hoy"

P. ¿Y los mamuts?

R. ¿Podríamos traer de vuelta a los mamuts a la vida? Quizás. No soy genetista, pero conocemos el genoma completo del mamut lanudo. Sabemos más sobre su genética de lo que sabemos sobre muchas, muchas, muchas, probablemente incluso la mayoría de las especies que están vivas hoy. Si eso podría usarse para clonar uno, eso ya no lo sé. Con un elefante moderno como madre, tal vez. Pero no estoy seguro. Es un gran desafío, pero los avances en tecnología de clonación al menos harán posible que se pueda explorar la idea. Después hay una cuestión ética, claro. ¿Deberíamos hacerlo? Necesitamos tomar muy en serio las consecuencias antes de comenzar a devolver especies extintas a la vida.

P. Hay zonas muy ricas en fósiles, como Portugal o China. ¿Cómo es el panorama en España?

R. España tiene un increíble patrimonio fósil, también de dinosaurios. Hay muchos dinosaurios famosos en España, de la era Jurásica, incluidos algunos de los dinosaurios más grandes que jamás hayan existido. También de la era Cretácica. Por todo el país, pero con una gran concentración en los Pirineos. Muchos eran dinosaurios que vivían en islas durante el final del Cretácico, no mucho antes del asteroide. Se trata de algunos de los últimos supervivientes, y eran carnívoros.

P. ¿Por ejemplo?

R. Había dinosaurios con pico de pato, había dinosaurios acorazados. Hay equipos en Barcelona, Sabadell… que estudian estos dinosaurios. Yo he trabajado con ellos y son simplemente fantásticos. Algunos de los pájaros fósiles más importantes del mundo vienen de España, de Las Hoyas (Cuenca), por ejemplo, de principios del Cretácico. Son especímenes hermosos, con huesos, plumas, alas, todo muy bien preservado. Cuando se trata de mamíferos, también hay algunos fósiles increíbles en tu país, incluyendo muchos de los que vivieron durante la edad de hielo. España no se llegó a cubrir por completo con capas de hielo, así que probablemente sólo había algunos glaciares en los Pirineos y en algunas áreas altas. No lo sé con exactitud, pero la capa de hielo va desde el Polo Norte y termina en España. En cualquier caso, lo que encontramos allí son criaturas grandes como elefantes y caballos.

P. Acabas el libro haciéndote una pregunta a futuro. Dices algo así como que los mamíferos no han estado nunca tan amenazados desde el asteroide como hoy, esta vez por el desarrollo humano. ¿Cuál crees que fue el primer mamífero en extinguirse debido a nuestra evolución?

R. La extinción es un hecho propio de la vida. Las cosas siempre están evolucionando, cambiando, extinguiéndose. Pero la tasa de extinción de los mamíferos se ha acelerado tremendamente durante los últimos pocos, miles de años, coincidiendo con la expansión de nuestra especie por el mundo. Desde que comenzamos a movernos, alrededor del 5% de los mamíferos se han extinguido. Y muchas otras cosas: pájaros, reptiles… En todos los lugares donde los humanos han ido, las cosas se han extinguido a nuestro paso. No es solo porque cazamos, sino también porque cambiamos el ambiente. Despejamos tierras, quemamos, metemos presión sobre las poblaciones animales a medida que las nuestras crecen. Probablemente muchos de esos mamíferos de la edad de hielo, como los mamuts lanudos y los tigres dientes de sable, se extinguieron por nuestra actividad.

"Los mamíferos están en su punto más peligroso desde que se enfrentaron al asteroide que mató a los dinosaurios"

P. ¿Y mirando hacia el futuro?

R. Hay muchos, muchos, muchos mamíferos que están gravemente en peligro. No están extintos aún, pero están gravemente en peligro. Penden de un hilo y en muchos casos solo están sobreviviendo porque los tenemos en zoológicos, reservas o porque elegimos conservarlos. Así que probablemente los mamíferos estén en su punto más peligroso desde que se enfrentaron al asteroide que mató a los dinosaurios. Nosotros, que también somos mamíferos, nos hemos convertido en el asteroide. Afortunadamente, la evolución nos dotó con cerebros grandes, conciencia, capacidad de trabajar juntos, capacidad de planificar con antelación, capacidad de entender nuestros efectos. Así que espero que podamos tomar esa decisión colectivamente como especie, de hacer todo lo que podamos para conservar el planeta y a nuestros primos mamíferos.

P. Hay muchos animales que se extinguen sin pena ni gloria. ¿Estamos salvando solo a los más vistosos o icónicos?

R. Sí, absolutamente. Hacemos una especie de caza de trofeos cuando se trata de lo que elegimos conservar. Y tiene sentido. Algunos de estos animales grandes son muy carismáticos. Además, cuanto más grande eres, tus poblaciones tienden a ser más pequeñas, necesitas más recursos, más vulnerable eres a la extinción... Así que, está bien que nos centremos en algunos de esos mamíferos más grandes, pero sin dejar de ver el ecosistema completo.

El tema del que habla Steven Brusatte en su último libro narra hechos de extrema actualidad, algunos de los cuales ocurrieron hace tan solo dos millones de años. Eso es muy poco comparado con los 300 millones de años en los que se sitúa su trabajo anterior, la obra de divulgación más aplaudida sobre el mundo de los dinosaurios. Este paleontólogo, nacido en Chicago, se mudó a la Universidad de Edimburgo hace algunos años para mover su campo de interés hacia otras criaturas extintas de las que cada vez hay más información. En 'Auge y reinado de los mamíferos' habla de cerdos infernales, ballenas caminantes, elefantes enanos, marsupiales caníbales, armadillos tan grandes como un coche y otros seres lactantes que se hicieron con el dominio del planeta.

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