Probamos el Dacia Sandero: ¿por qué fue el coche preferido por los españoles en 2023?

El Dacia Sandero ha sido el coche más vendido en España en 2023, un logro que ya consiguió en 2020. Y lo ha hecho holgadamente, ya que la firma rumana de Renault Group ha matriculado 27.951 unidades, muy por delante del SEAT Arona (21.639) y de los siguientes clasificados: Toyota Corolla (19.845), MG ZS (19.818) o Peugeot 2008 (19.433). Sin embargo, el éxito del Sandero en el mercado español no es fruto de la casualidad, ya que siempre ha figurado entre las primeras posiciones del ranking de modelos más vendidos en nuestro país. En 2022 ocupó la segunda posición, por detrás del Hyundai Tucson, y en 2021, la tercera plaza. Es más, si el mercado del automóvil se divide en ventas a empresa, alquiladores y particulares, este último canal es el que mejor muestra las preferencias del público, y ahí el Sandero no tiene rival, ya que en 2023 ha mantenido, por undécimo año consecutivo, su liderazgo como vehículo más vendido a particulares en España. Podríamos decir, por tanto, que el Sandero es el coche favorito de los españoles.

Dacia prefiere abandonar la catalogación low cost y centrarse en la relación valor/precio, y la realidad es que los Sandero que más se venden en España ya no son aquellas versiones de acceso de hace años, sin apenas equipamiento e incluso sin aire acondicionado. Porque ahora los clientes buscan acabados superiores. En 2023, de hecho, el 75% de los Sandero matriculados en nuestro mercado correspondieron a la variante Stepway, más cara y caracterizada por una decoración exterior específica, con un aspecto campero, barras en el techo y una suspensión que eleva 40 milímetros la altura de la carrocería con respecto al suelo. Una versión, además, que permite al Sandero (es un utilitario del segmento B) acercarse al segmento SUV-B, que tanto éxito tiene en nuestro país.

Por ello, y para entender mejor por qué el Sandero es el coche preferido del pueblo, en El Confidencial hemos realizado una prueba de nueve días a un Sandero Stepway con el acabado Extreme Go y el motor de gasolina TCe de 110 CV.

Pero antes de centrarnos en las impresiones de conducción, es importante entender los puntos que otorgan éxito al Sandero, y en un primer término, indudablemente, hay que detenerse en su precio. Máxime en un momento en el que la factura a desembolsar por un coche no para de crecer: de media, pagamos 5.552 euros más por cada vehículo nuevo que hace cuatro años. En esta línea, el Sandero con carrocería convencional arranca en 13.190 euros en su versión más básica, de gasolina y 90 CV, aunque si se opta por la versión que hemos probado, situada como tope de gama, alcanza los 18.420 euros, una cifra que sigue sin ser desmesurada. Además, a esta cuantía únicamente podemos sumar un par de detalles, como la pintura opcional Liquid Caqui de nuestra unidad de pruebas, por 520 euros más, y el techo solar eléctrico, por otros 468 euros. Por lo tanto, la factura final máxima subiría a 19.408 euros. No hay más equipamiento o extras a incluir, salvo accesorios de concesionario como portabicicletas, rejilla separadora, protectores de carrocería o kit de remolque, entre otros.

Si comparamos su precio con el de modelos rivales, el coche de Dacia sale ganando. Por ejemplo, un SEAT Ibiza con el acabado básico Reference XM y la motorización 1.0 TSI de 95 CV no baja ahora de 15.430 euros, y con un listado mayor de posibles extras a incluir. Y si nos fijamos en el Renault Clio con su acabado básico Evolution y el mismo motor TCe de 90 CV que el Sandero, el de la marca del rombo arranca en 16.141 euros. Por ello, es importante entender que el fabricante de coches asequibles de Renault Group tiene las cosas claras, tal y como explicaba Dennis Le Vot, CEO de Dacia, a El Confidencial, al indicar que "no se sienten acomplejados porque sus vehículos no estén a la última en tecnología, ya que su prioridad es mantener un precio ajustado que mucha gente pueda pagar". Una receta patente en los últimos años, y que ha traído el éxito a la firma rumana tanto en España como en el resto de Europa.

Otro de los puntos destacados del Sandero es que, en su oferta mecánica, incluye una versión de GLP, que acumula el 57% de las ventas de este modelo en nuestro país. Mientras, un 32% corresponden a la motorización de gasolina TCe de 90 CV con cambio manual, un 6% a esa misma mecánica pero con el cambio automático CVT y el 5% restante al TCe de 110 CV. Propulsores tricilíndricos sin electrificar, con etiqueta C de la DGT salvo la variante de gas licuado, que porta el distintivo Eco de la DGT, convirtiéndose en uno de los modelos más económicos del mercado con esa etiqueta: desde 13.790 euros. Solo es aún más barato el Fiat Panda Hybrid, que se asocia a una motorización híbrida suave MHEV, y que llega a reducir su precio hasta los 9.350 euros. Pero el italiano es más pequeño y menos potente que el Sandero.

En la actualidad, de hecho, es muy complicado encontrar modelos de GLP en el mercado. Únicamente las marcas de Renault Group apuestan claramente por ello, con modelos de Dacia como el Jogger o el Duster, y en el caso de Renault, el Clio o el Captur; aunque también es posible encontrar coches de SsangYong o Subaru que ofrecen la preparación técnica para usar gas licuado del petróleo. Una tecnología que cuenta con una red de suministro de GLP en nuestro país de unas 800 estaciones, y con un precio más estable y bajo en este carburante que en los combustibles clásicos, pues se mueve por debajo del euro por litro.

Además, y como último punto a destacar, Dacia cuenta con una completa red comercial en nuestro país, compuesta por 65 concesionarios y 200 puntos de venta, a los que se suman los aproximadamente 400 agentes, que llevan el número total por encima de los 600 puntos. De hecho, en la marca afirman que el 97% del territorio nacional cuenta con un punto de venta de Dacia a un máximo de 20 minutos. Una estrategia que no solo permite a la firma rumana tener éxito en las ciudades, sino también en el medio rural y zonas apartadas o poco pobladas.

Más vistoso, menos 'low cost'

Una vez que recogemos la unidad que nos permitirá probar a fondo el Sandero, hay que decir que las primeras sensaciones visuales son positivas. Para gustos, los colores, y el diseño de un coche puede enamorar a unos y causar rechazo a otros; pero, a título personal, me parece que esta versión Stepway con acabado Extreme Go luce un aspecto más vistoso o refinado y menos low cost, es decir, la filosofía que persigue Dacia, con luces con tecnología de LED, detalles de color en contraste en la carrocería o unas llantas de aleación en tonalidad negra.

Una vez que pasamos al interior, la bienvenida es correcta. El habitáculo es sencillo, sin grandes alardes tecnológicos, con un salpicadero mullido y abundante presencia de plásticos duros que, en realidad, no generan una mala impresión. El cuadro de instrumentos es analógico, con una pequeña pantalla monocolor, y muestra datos básicos como la velocidad, el consumo o la autonomía restante, entre otros. Mientras, la pantalla central táctil es de ocho pulgadas, y con ella se puede controlar la radio, el sistema multimedia, la navegación, los ajustes del vehículo o conectar el teléfono móvil al coche. Para controlar la climatización hay que recurrir a las ruedas y botones clásicos de toda la vida. Además, el volante de cuatro radios integra botones, útiles para controlar el limitador y regulador de velocidad, o cambiar los parámetros de la instrumentación.

Respecto a la valoración de los asientos, siguen la línea del interior, ya que los podemos definir como correctos. Firmes, con un mullido duro, aunque realmente no estamos ante los más cómodos de su categoría. Las plazas delanteras tienen reglajes manuales de respaldo y banqueta, y esta carece de ventilación o calefacción. Además, en el puesto del conductor también destacan las alfombrillas de goma, de serie en el acabado Extreme Go, que facilitan la limpieza. Y a la hora de encontrar la postura de conducción idónea, que el volante pueda ajustarse en altura y profundidad es un plus.

En cuanto a la amplitud, el Sandero es un vehículo en el que pueden viajar de forma holgada cuatro adultos; o cinco si detrás van niños o personas menudas. En las plazas delanteras, la altura y anchura que ofrece es más que suficiente, y la segunda fila cuenta con una correcta distancia al techo y espacio suficiente para las piernas y los pies. De hecho, el Sandero puede operar como primer o segundo coche de un hogar, en función de las necesidades y el número de integrantes. La versión Stepway mide 4.099 milímetros de largo, 1.848 de ancho y 1.535 de largo, y su maletero ofrece una capacidad de 328 litros, ampliables hasta 1.108 si se abate el respaldo de la fila trasera. En ese capítulo se sitúa en una posición intermedia dentro del segmento, pues un Skoda Fabia ofrece 380 litros, el SEAT Ibiza homologa 355 y el Opel Corsa anuncia 309. Además, el Sandero equipa rueda de galleta, muy útil en caso de pinchazo.

Nos ponemos en marcha

Repasado el coche por dentro y por fuera, es hora de poner en marcha el motor. Para ello, hay que apretar el botón de arranque, nada de girar la llave de contacto. El propulsor 1.0 TCe de 110 CV cobra vida, y en el interior se cuelan vibraciones clásicas de motor tricilíndrico, aunque no se convierte en una molestia. El cambio es manual y de seis velocidades, ya que no se puede elegir con este motor el cambio automático CVT, opción sí disponible para el TCe de 90 CV. Los primeros kilómetros son positivos, y percibimos que este motor mueve con garantías al coche. Pero no es un vehículo que destaque por su refinamiento general, y aunque cumple notablemente en los desplazamientos, no tiene el mejor tacto de conducción de su clase. Ni por la dirección, ni por el manejo del cambio de marchas.

Los datos oficiales hablan de una aceleración de cero a 100 km/h en 10 segundos, con una velocidad máxima de 183 km/h. Este TCe de 110 CV tiene turbo y un par máximo de 200 Nm; y aunque a bajas revoluciones no destaca por su entrega de potencia, a partir de las 2.000 vueltas sí la entrega de forma lineal. Como decimos, se mueve con soltura, pero en alguna maniobra de recuperación o si realizamos un adelantamiento a un camión en una carretera de doble sentido, sí es conveniente jugar con el cambio de marchas para reducir y completar la acción en el menor tiempo posible.

Porque si hay un adjetivo que define a este Sandero Stepway es el de cumplidor. Además, sorprende en el apartado de consumos, porque homologa 5,5 litros cada 100 kilómetros de gasto combinado, pero el promedio real ha sido aún más bajo. En autovía a 120 km/h nos ha gastado 5,7 l/100 km, y en carretera a 90 km/h, 4,9 litros. Pero es que en ciudad se mueve entre los 5,1 litros del centro urbano y los 4,0 de recorridos por rondas a unos 70 km/h, de manera que el consumo medio final en nuestro test ha sido de 5,25 l/100 km. Una cifra muy buena si tenemos en cuenta que no incorpora ninguna hibridación, y que permite que los 50 litros del depósito cundan bastante.

Con un contenido peso de 1.181 kilogramos, el Sandero Stepway es un coche funcional y eficiente, ya sea en ciudad, carretera secundaria o autopista. La suspensión, algo blanda, no desentona, y no hay balanceos exagerados ni en curvas ni en rotondas. Es decir, cumple con lo que se le pide, en línea con otros apartados del coche. Nuestra unidad de pruebas se asentaba sobre unas Hankook Ventus 3 en medida 205/60 R17, con frenos de disco ventilados delante y tambores detrás que cumplen su papel sin mayor inconveniente. Al igual que la dirección, aunque el volante transmite la sensación de tener poco peso y el sistema se nos antoja demasiado suave.

En resumen, el Dacia Sandero nos ha gustado. Es un coche práctico, sencillo, económico y que no engaña. Tiene un precio inferior al de sus rivales, espacio para cuatro adultos, un maletero correcto y te lleva del punto A al punto B sin problema. De hecho, cumple tan bien en ciudad como en desplazamientos más largos, y los cuatro centímetros extra de altura al suelo de las versiones Stepway se agradecerán en los entornos rurales. Además, ofrece mecánicas con etiqueta C y Eco, esta última la versión de GLP que prácticamente seis de cada 10 compradores del Sandero eligen en España. Podemos escoger entre la versión convencional y la Stepway probada, que le aporta esa imagen más campera, y hay disponibles varios acabados, pero ninguno provoca que el precio se dispare. De hecho, la versión Extreme Go, tope de gama, incluye un completo equipamiento de serie, con elementos como climatizador, navegador, luces y limpiaparabrisas automáticos, cámara trasera y diversos asistentes de conducción. Por lo tanto, sí, el Sandero cumple lo que promete.