Probamos el renovado Renault Clio, y sigue sorprendiendo el consumo de su motor híbrido
Conducimos el utilitario francés, modernizado recientemente, y lo hacemos con el eficiente motor E-Tech Full Hybrid, combinado con su nuevo acabado Esprit Alpine. ¿El resultado? Un gasto medio real de solo 4,4 l/100 km
En abril, Renault presentaba el lavado de cara de la quinta generación del Clio, en el mercado desde 2019. Una remodelación con cambios importantes por las novedades en su diseño, las mejoras técnicas en las mecánicas, un interior más digital o la llegada del acabado Esprit Alpine. Eso sí, se mantiene la gama de motorizaciones multienergía, con cuatro tipos diferentes de motor. Y es que el utilitario francés es uno de los modelos más reconocidos de la marca tras 33 años en el mercado y 16 millones de unidades vendidas en el mundo, de las cuales más de un millón se han matriculado en España. De hecho, según los datos que maneja Renault, medio millón todavía siguen en circulación en nuestro país. Un dato que, sin lugar a dudas, no es baladí.
Será a partir del 17 de julio cuando se admitan pedidos de este renovado modelo, y a principios de octubre se entregarán las primeras unidades. Para saber su precio todavía hay que esperar, pero Renault ha avanzado el coste de la combinación más alta: el Clio E-Tech Full Hybrid con el acabado Esprit Alpine, que arrancará en 27.130 euros, y se sitúa como rival directo del Toyota Yaris Hybrid. El resto de versiones y motores costarán menos, pero todavía no sabemos cuánto y solo queda esperar poco más de una semana para saber los precios definitivos.
Lo que sí sabemos con certeza es que la gama del Renault Clio es variada y sencilla. Hay tres acabados (New Evolution, Techno y Esprit Alpine), y hay disponibles cuatro mecánicas distintas: el gasolina 1.0 Tce 90, que es un motor tricilíndrico con 90 CV y 160 Nm de par asociado a una transmisión manual de seis marchas; el diésel 1.5 Blue dCi 100, con 100 CV, 260 Nm y el mismo cambio manual; el 1.0 Tce 100 GLP, con 100 CV y 160 Nm de par, que podemos usar con gasolina o gas, y que todavía supone el 18% de las ventas de Clio en nuestro país, y el híbrido E-Tech Full Hybrid, que hemos tenido ocasión de conducir.
Esta versión híbrida autorrecargable ha recibido mejoras mecánicas, por las cuales ha pasado de los 143 CV anteriores a rendir los 145 actuales. Esta mejora se debe al propulsor 1.6 de gasolina, que antes tenía 90 CV de potencia y ahora sube a 94, mientras sucede lo mismo con el par máximo, que crece de 140 a 149 Nm. En la parte eléctrica no hay variaciones, con dos motores que rinden 36 y 15 kW. Esta motorización es tan eficiente, en parte, por el trabajo del cambio automático multimodo, que deriva de las transmisiones empleadas en Fórmula 1. La batería de 1,2 kWh también tiene parte de culpa, pues se ha reprogramado su gestión para que se descargue menos que antes, de modo que siempre tiene más carga disponible y eso mejora la respuesta al acelerar. Como consecuencia, en aceleraciones en las que antes el cambio engranaba dos marchas menos, ahora solo necesita bajar una marcha, lo que mejora el confort al reducirse la rumorosidad.
Pero antes de centrarnos en la prueba, cabe destacar la nueva imagen del Clio, una de las mayores evoluciones en el modelo francés. El frontal es donde encontramos el cambio más evidente, con una nueva parrilla ajedrezada y más ancha, el logotipo central del rombo es nuevo y, además, estrena la nueva firma lumínica de la marca, que a partir de ahora veremos en todos sus modelos. Esta firma inédita tiene luces diurnas LED verticales a modo de medio rombo; y los estilizados faros delanteros, con tecnología LED desde la versión de acceso, ahora constan de hasta cinco módulos interiores (antes eran tres), y logran conferir un aspecto más deportivo y afilado al Clio.
La parte trasera también presenta novedades, con su paragolpes rediseñado. La parte inferior de la carrocería está pintada en negro mate en la versión de acceso, en negro brillante en la versión Techno y en gris pizarra en la versión Esprit Alpine. Además, hay seis embellecedores disponibles, en función de la versión. Las luces traseras también reciben pequeños cambios y ahora incorpora lentes traseras que dejan entrever el interior de la pieza.
Y este Clio 2023 está disponible en siete colores: blanco glaciar, negro brillante, gris pizarra, azul rayo, rojo deseo, naranja valencia y un nuevo gris zinc. En cuanto a las llantas, hay cinco opciones: de 15 pulgadas (New Evolution), de 16 (Techno) y hasta de 17 pulgadas (Esprit Alpine), y todas llevan en el centro el nuevo logotipo de Renault en aluminio cepillado. Además, en todas las versiones los retrovisores van pintados en color negro brillante, mientras en Techno y Esprit Alpine, la antena de tiburón también luce en esta tonalidad. Donde no hay modificaciones es en las dimensiones: 4.053 milímetros de largo, 1.798 de ancho y 1.439 de alto.
Conducimos el Clio híbrido
En la primera prueba dinámica del renovado Renault Clio, la marca francesa nos ha permitido conducir solo la versión Esprit Alpine con la motorización E-Tech Full Hybrid, única que varía y que ya equipan otros modelos como el Arkana o el Captur. “Consideramos que esta tecnología es la que mejor encaja en la actualidad en el mercado español”, nos explica Sébastian Guigues, director gerente del Grupo Renault para España y Portugal, antes de subirnos a los coches. Además, cabe recordar que, con este motor, el utilitario porta la etiqueta Eco de la DGT.
Pero antes de entrar en detalle, ha habido dos aspectos de esta tecnología que nos han llamado especialmente la atención. En primer lugar, que es posible conducir por ciudad hasta el 80% del tiempo con energía totalmente eléctrica, un punto que se percibe al volante, pues todos los arranques se realizan en modo eléctrico; y esto enlaza directamente con el segundo aspecto: su bajo consumo.
Según los datos oficiales de la marca, el Clio E-Tech Full Hybrid homologa un consumo de 4,2 l/100 km. Durante nuestra prueba, recorrimos 140 kilómetros en un trayecto que combinó ciudad, carreteras secundarias, autopista e, incluso, algún atasco matinal, y el consumo fue de 4,4 l/100 km con una conducción tranquila y relajada. Un dato muy bueno, casi parejo al valor oficial que aporta el fabricante.
Una vez que nos ponemos en marcha, el equilibrio entre confort y rendimiento es bueno. Los 145 CV son potencia suficiente para mover con soltura al utilitario del rombo, con un paso de cero a 100 km/h en 9,3 segundos. La dirección es precisa y a la hora de afrontar curvas no hay ninguna sorpresa desagradable. La suspensión filtra correctamente las imperfecciones del asfalto y, en su conjunto, no se hace tedioso recorrer kilómetros o, sin ir más lejos, entrar en una curva que se va cerrando algo más rápido de lo habitual. Por ello, nos reafirmamos en que la puesta a punto del coche es buena, al menos con la combinación que hemos probado.
En el habitáculo, las sensaciones son positivas, aunque es cierto que la calidad de algunos materiales es mejorable, como, por ejemplo, la textura del techo, con algún crujido si lo presionamos. No obstante, nos encontramos ante un interior en el que reina la tecnología gracias a un cuadro de instrumentos de 9,3 pulgadas; aunque esa pantalla es de 7 pulgadas en otras versiones. Su manejo es sencillo desde el volante multifunción, y es fácil moverse entre las diferentes informaciones, como velocidad, navegación, modos de conducción, ajustes Multi-Sense o consumos del vehículo.
El cuadro digital se combina con una pantalla digital central, vertical y sin marco, de 10 pulgadas, que tiene unas dimensiones acertadas para las cotas del vehículo. Si fuese mayor, sería desproporcionada. Como sucede con el cuadro de instrumentos, en otros acabados esta pantalla central es de siete pulgadas. Además, el renovado Clio también incorpora el sistema multimedia Renault Easy Link, una plataforma multimedia que permite acceder a una serie de aplicaciones como el mantenimiento predictivo o el infoentretenimiento, compatibles de forma inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay.
Si seguimos bajando la mirada, el climatizador automático se controla con tres ruletas convencionales, para dejar paso a un cargador para móviles por inducción. Otro punto que nos ha gustado son los asientos, específicos para la versión Esprit Alpine, cómodos y con un buen agarre lateral. Y es que cada nivel de acabado ofrece un mundo diferente de colores para el asiento, incluidas costuras y elementos decorativos. Las plazas traseras son correctas para dos adultos; mientras que para tres, mejor solo en ocasiones contadas. Por su parte, la capacidad del maletero varía según la motorización, pues con el motor gasolina es de 391 litros, con el diésel se queda en 366 y en la versión híbrida se reduce hasta los 300.
El Clio cuenta con un listado de 20 asistentes a la conducción, y Renault los divide en tres tipos: conducción, aparcamiento y seguridad. Y en función de la versión, destacan tecnologías como el sistema Active Driver Assist, que combina el control de crucero adaptativo con Stop & Go y la función de mantenimiento de carril. Además del aparcamiento de manos libres, el modelo está equipado con una cámara de visión 360 grados, que ofrece una vista desde la parte superior del vehículo para localizar y ver los obstáculos de alrededor. Mientras, la frenada automática de emergencia también es de serie y alerta al conductor de una situación de peligro; y si el conductor no reacciona, el sistema activa automáticamente los frenos.
En abril, Renault presentaba el lavado de cara de la quinta generación del Clio, en el mercado desde 2019. Una remodelación con cambios importantes por las novedades en su diseño, las mejoras técnicas en las mecánicas, un interior más digital o la llegada del acabado Esprit Alpine. Eso sí, se mantiene la gama de motorizaciones multienergía, con cuatro tipos diferentes de motor. Y es que el utilitario francés es uno de los modelos más reconocidos de la marca tras 33 años en el mercado y 16 millones de unidades vendidas en el mundo, de las cuales más de un millón se han matriculado en España. De hecho, según los datos que maneja Renault, medio millón todavía siguen en circulación en nuestro país. Un dato que, sin lugar a dudas, no es baladí.