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Probamos la sorpresa comercial del año: ¿es tan interesante el MG ZS como para venderse así?
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Siete días con la versión básica de gasolina

Probamos la sorpresa comercial del año: ¿es tan interesante el MG ZS como para venderse así?

Con precios desde 17.190 euros, el ZS se ha erigido en la revelación del año, llegando a liderar las ventas en España en agosto y septiembre, un hecho inédito para un coche chino. Tras una semana de prueba, esto opinamos del SUV de MG

Foto: El MG ZS es un SUV de 4,32 metros, a caballo entre los SEAT Arona y Ateca.
El MG ZS es un SUV de 4,32 metros, a caballo entre los SEAT Arona y Ateca.

El fenómeno comercial del MG ZS, el primer coche chino que ha conseguido liderar en España la estadística mensual de matriculaciones, no ha surgido de la nada, y en el Reino Unido, donde la renacida marca MG debutó en 2019 a nivel europeo, este SUV de 4,32 metros, disponible con motores de combustión y eléctricos, llevaba un tiempo merodeando por las primeras posiciones, como demuestra el resultado del mercado galés en 2021, cuando ocupó la tercera plaza por detrás de los Ford Puma y Fiesta. Entonces algunos pudieron pensar que su éxito no rebasaría el territorio británico, dada la tradición en ese país de la firma MG (Morris Garages), fundada en 1924 y que desde hace más de una década pertenece al gigante chino SAIC Motor (Shanghai Automobile Industry Corporation). Pero si alguien creyó eso, se equivocó.

placeholder Anchura de 1,81 metros y altura de 1,65 en el ZS, con una distancia libre al suelo correcta.
Anchura de 1,81 metros y altura de 1,65 en el ZS, con una distancia libre al suelo correcta.

Y la mejor prueba la tenemos en el mercado español, donde el desembarco de MG Motor se ha articulado alrededor de varios modelos, y muchos de ellos electrificados (híbridos enchufables y eléctricos puros), pero con un protagonista esencial: el ZS, y muy especialmente sus versiones de gasolina, que han calado entre el público que busca un coche nuevo pero asequible. El 2023 ya empezó bien para el SUV más compacto de MG, pero el aldabonazo definitivo llegó el pasado mes de agosto, cuando el ZS hizo historia al convertirse en el primer coche de fabricante chino que lideraba la estadística mensual de matriculaciones: 1.949 unidades, por delante del Dacia Sandero, con 1.802 coches y que se mueve en un segmento de mercado análogo. Y la confirmación del fenómeno del ZS, sorpresa comercial del año en nuestro país, acaba de llegar con las cifras de septiembre, mes en el que repitió liderato: 2.432 unidades, frente a las 1.721 del segundo clasificado, que en este caso fue el Peugeot 2008, rival por tamaño y por el hecho de que ambos permiten escoger entre combustión y electrificación. Con este resultado, además, el MG ZS ya se sitúa octavo en el acumulado del año, con 12.730 unidades, a tiro de piedra de coches tan exitosos como los Toyota C-HR y Corolla, el Kia Sportage o el Hyundai Tucson.

placeholder Aunque MG es una firma de tradición británica, hoy pertenece al gigante chino SAIC Motor.
Aunque MG es una firma de tradición británica, hoy pertenece al gigante chino SAIC Motor.

Además, el ZS está siendo determinante para convertir a MG en una de las marcas más elegidas por los clientes particulares, pues la mayoría de sus ventas en España corresponden al mercado de particulares: un 93% en septiembre, por ejemplo. Y sin salir del noveno mes del año, la marca de SAIC Motor se encarama al tercer puesto de la clasificación de ventas en el canal particular, solo por detrás de Toyota y Kia, y por delante de Hyundai, Dacia, Renault, Volkswagen y SEAT. Por eso teníamos tanto interés en probar a fondo el MG ZS, y concretamente la versión que más se está vendiendo en nuestro país, pues entre los ZS de gasolina, que son la inmensa mayoría, el 70% equipan el motor básico 1.5 de 106 CV, mientras que el 30% corresponde a la versión 1.0 turboalimentada, de 111 CV y que, a igualdad de equipamiento, incrementa el precio en 2.000 euros, mucho para estos niveles de precio.

placeholder Una imagen sin estridencias, pero con formato SUV, que ahora gusta mucho.
Una imagen sin estridencias, pero con formato SUV, que ahora gusta mucho.

Así las cosas, recogemos nuestro ZS 1.5 VTi-tech de color azul, que viene con el nivel de acabado superior, Luxury. Al respecto, nos confirman desde MG Motor que aquí el público español está perfectamente dividido: un 50% está optando por el nivel básico Confort, que con este motor arranca en 17.190 euros, mientras que el otro 50% prefiere la terminación Luxury, que eleva la factura en 2.000 euros. Dicho de otro modo, nuestro ZS de pruebas cuesta 19.190 euros.

placeholder El interior tiene un diseño moderno, y hasta tecnológico. Y muy buenas calidades.
El interior tiene un diseño moderno, y hasta tecnológico. Y muy buenas calidades.

Y, siguiendo un cierto orden cronológico, debemos reconocer que las primeras sensaciones, a vehículo parado, superaron las expectativas. Después de 35 años probando coches, uno ya ha visto de todo y sabe que no puede prejuzgarse una máquina por la nacionalidad de quien lo fabrica, y ni siquiera por el precio que luce, pero resulta inevitable crearse una idea previa. Y cuando entras al ZS, ves que esa idea previa se había quedado muy corta, porque el puesto de conducción te recibe con mucho más de lo que proponen sus rivales directos. Por ejemplo, una instrumentación digital de buen tamaño y que ofrece completa y vistosa información, desde el ordenador de viaje hasta la presión y temperatura de cada neumático. Curiosamente, no hemos sido capaces de encontrar por ningún sitio el termómetro de temperatura exterior.

placeholder La instrumentación es digital y parcialmente configurable, y ofrece mucha información.
La instrumentación es digital y parcialmente configurable, y ofrece mucha información.

Pero es que, además, la pantalla central es táctil, a color y de 10,1 pulgadas, y presume también de un diseño de gráficos muy moderno y de un tamaño generoso de los iconos, que ayuda a elegir sin error y de forma intuitiva lo que deseamos durante la marcha. Además, muestra las vistas, fácilmente seleccionables, de las cuatro cámaras exteriores: trasera, frontal y las dos laterales. En un coche tan asequible, esto nos parece todo un detalle. Aunque la perfección no existe, y hay ciertas cosas de la pantalla que no nos gustan tanto, como que la navegación no se active hasta que no pulsamos esa función, aunque llevemos conduciendo una hora, o que la única forma de apagar o encender el aire acondicionado sea mediante la pantalla, operación que distrae demasiado. Además, sorprende que el ZS no equipe climatizador automático, sino un aire acondicionado clásico en el que, digitalmente, gradúas más frío o más calor, pero sin saber muy bien qué temperatura estás escogiendo.

Si continuamos con el repaso del habitáculo, aparecen otras gratas sorpresas. Como los asientos delanteros, que son firmes, cómodos y con sujeción, mejores desde luego que los de un Dacia Duster; y que incluyen reglaje eléctrico en la butaca del conductor y calefacción en las dos plazas delanteras. Eso ayuda a encontrar fácilmente la mejor postura, aunque el asunto de la ergonomía merecería aún mejor nota si el volante, además de tener ajuste en altura, pudiera reglarse en profundidad.

placeholder Nuestra unidad equipaba neumáticos Michelin en medida 215/55 R17.
Nuestra unidad equipaba neumáticos Michelin en medida 215/55 R17.

Y hay otro punto donde el ZS supera la expectativas, o al menos las mías, y es el capítulo de los materiales. Porque, si hablamos de calidad percibida, el SUV chino de moda está muy bien hecho, llamando poderosamente la atención su salpicadero mullido (pero mullido del bueno) o la presencia de superficies acolchadas en el interior de las cuatro puertas o en la zona de la consola central que contacta con las piernas. Y donde no hay zonas mullidas, los plásticos duros no desentonan en absoluto, transmitiendo impresión de robustez. Además, el acabado Luxury remata el conjunto con una tapicería de símil piel muy efectista.

placeholder Podría equipar tambores traseros, como otros coches más caros, pero detrás monta discos.
Podría equipar tambores traseros, como otros coches más caros, pero detrás monta discos.

En cuanto a la amplitud, el ZS nos ha parecido un vehículo estupendo para cuatro adultos, porque la única cota donde flojea un poco es la anchura de la segunda fila: 125 centímetros al nivel de las caderas. En eso está al nivel de coches algo más pequeños del segmento SUV-B, como el Ford Puma o el SEAT Arona, e incluso por debajo del Skoda Kamiq, que es uno de los coches más amplios de la clase. Sin embargo, en las plazas delanteras hay anchura y altura más que suficientes, y en la segunda fila, una generosa distancia al techo y, sobre todo, mucho espacio para las piernas y para colocar los pies. Es decir, podremos viajar cómodamente, y con el añadido de un maletero realmente grande: 458 litros, ampliables a 1.166 litros si abatimos por completo el respaldo posterior, que viene partido en secciones asimétricas. Pero no hay rueda de repuesto, un elemento de seguridad en franca desaparición... desgraciadamente.

Nos ponemos en marcha

El repaso a coche parado ha sido largo, y nos ha traído bastantes mas pros que contras, pero ahora toca girar la llave del contacto para arrancar el motor. Porque de botón de arranque y apagado, nada de nada por ahora. Y cuando el 1.5 de cuatro cilindros cobra vida, lo hace con discreción, pues el ralentí es suave y silencioso. El cambio es manual, de cinco marchas, y enseguida engranamos la primera. Lo cierto es que esos primeros segundos hasta que metemos segunda nos dejan un poco fríos, y lo mismo ocurre cuando aceleramos en segunda y luego en tercera: este coche anda bastante poco. Los datos oficiales nos hablan de una aceleración de cero a 100 km/h en 10,9 segundos, pero cuesta pensar que eso sea posible ateniéndose a las primeras impresiones.

placeholder El acabado superior Luxury incluye tapicería en símil piel, de buen tacto y aspecto.
El acabado superior Luxury incluye tapicería en símil piel, de buen tacto y aspecto.

Después pasamos a cuarta y a quinta, y tras unos minutos circulando empezamos a tener una explicación para su falta de energía. Porque se trata de un motor sin turbo, y con un par máximo de solo 141 Nm que llega a un régimen muy alto, 4.500 vueltas. Como, además, los desarrollos del cambio en las tres primeras marchas son largos, si aceleramos sin subir mucho el régimen del motor no encontraremos buena respuesta. Curiosamente, los desarrollos de cuarta y quinta parecen algo más acertados, no tan largos, y circular por carreteras llanas y sin muchas curvas, o por autovía, no plantea problema. Otra cosa es que tratemos de realizar una adelantamiento rápido, pues en ese caso será mejor bajar de quinta a tercera directamente, ya que le hemos medido una recuperación de 80 a 120 km/h en quinta en más de 30 segundos, lo cual es una eternidad. Si alguien frecuenta zonas de montaña o autovías con marcados repechos, y gusta de adelantar en el menor tiempo posible, quizás sea buena idea la mecánica 1.0 turboalimentada, y no tanto por sus 111 CV, sino por su par máximo más alto (160 Nm) y a menor régimen (desde 1.800 vueltas). Y, encima, con cambio de seis marchas, lo que siempre ayuda a aprovechar mejor la energía.

placeholder El maletero es una de sus virtudes: 448 litros con las cinco plazas en uso.
El maletero es una de sus virtudes: 448 litros con las cinco plazas en uso.

Pero sigamos con nuestro ZS 1.5 VTI-tech de 106 CV y cinco marchas, uno de esos coches que te va gustando más a medida que pasa el tiempo. El primer día parece que no anda, el segundo empiezas a comprender cómo anda y cómo sacarle más rendimiento, y el tercero entiendes que puede ser una alternativa genial para quien busca un coche para unir un punto A con un punto B a velocidad estrictamente legal, y en trayectos cortos habitualmente. Para pueblos, por ejemplo, donde el hecho de que se conforme con etiqueta C no es tan grave. O para quien quiere tener un segundo vehículo en casa pero sin desbaratar la economía familiar.

placeholder El respaldo posterior abatible por secciones asimétricas también es de serie.
El respaldo posterior abatible por secciones asimétricas también es de serie.

Además, nos ha sorprendido también muy positivamente en cuestión de consumo, pues si los 6,6 litros cada 100 kilómetros que homologa ya nos parecian aceptables, en la práctica nuestro promedio real ha sido algo más bajo, lo cual no es tan frecuente en coches que podríamos calificar de infrapotenciados. Porque en autovía a 120 km/h nos ha gastado 6,4 l/100 km, y en carretera a 90 km/h, 5,6 litros. Pero es que en ciudad se mueve entre los 5,7 del centro urbano y los 4,8 de recorridos por rondas, de manera que el consumo medio final en el test ha sido de 5,94 l/100 km. Poco para un SUV bastante separado del suelo y con un motor de gasolina sin hibridación eléctrica, de manera que los 48 litros del depósito cunden bastante.

Y nos ha parecido que el chasis responde perfectamente a lo que necesita un vehículo de estas prestaciones y que solo pesa 1.239 kilos. La suspensión es suave, pues MG prima el confort en su ZS, pero eso no significa que admita balanceos exagerados en curvas o rotondas, y el coche pasa por donde le decimos sin rechistar, incluso si avivamos un poco el ritmo por encima de la norma, asentado en unos eficaces Michelin Primacy 4 ST en medida 215/55 R17. Desde luego, los neumáticos no son low cost, y este nos parece otro detalle a premiar. Además, equipa discos de freno en las cuatro ruedas, ventilados delante, y tanto por potencia de detención como por tacto del pedal, nada hay que objetar. Comentario extensible a la dirección, suave en general pero con buen tacto, y con 2,75 vueltas de volante entre topes.

¿Y fuera del asfalto?

Como SUV que es, y aún sabiendo que la mayoría de usuarios jamás pisará un camino con su ZS, tambien dedicamos una jornada de nuestra prueba a circular lejos del asfalto. No está pensado para ello, desde luego, pero entre los miles de conductores que lo están eligiendo, seguro que más de uno y más de dos acabarán usándolo para todo, pistas incluidas. Y ahí, el modelo chino cumple bien mientras no se lo pongamos muy difícil, pues tiene suficiente altura libre al suelo como para evitar sin problemas las piedras y pequeñas ramas de los buenos caminos, y en ese entorno conserva un buen nivel de confort, filtrando bien las irregularidades.

placeholder En campo, mejor usos sin excesivas complicaciones, como terreno irregular o suelto.
En campo, mejor usos sin excesivas complicaciones, como terreno irregular o suelto.

Pero si le complicamos las cosas, demuestra que es más SUV de carretera que de excursiones. Por varios motivos. El primero, que tiene tres primeras marchas muy largas y un motor que empuja poco por debajo de las 4.000 vueltas, de manera que en circulación off road nos parecerá siempre que hay poca respuesta. Además, si el terreno se complica y debemos avanzar en primera, esta marcha es tan larga que muchas veces nos encontraremos jugando con el embrague para no calar el motor. Por poner un ejemplo, Dacia hace lo contrario en el Duster, que es poner una primera marcha muy corta para que tengamos empuje incluso cuando circulamos muy despacio o cuesta arriba. Y la segunda razón para evitar caminos difíciles al volante del ZS está en su motricidad; y no tanto porque solo tenga tracción en el eje delantero, que es lo normal en el mercado, sino porque el control de tracción es convencional, nada adaptado a superficies deslizantes o terrenos sueltos, y sin posibilidad de seleccionar otros modos adaptados a arena o piedras sueltas.

En resumen, el MG ZS nos ha gustado bastante en general. Y, muy especialmente, por su relación entre producto, calidad percibida y precio. Hablamos de un vehículo barato, un SUV que arranca muy poco por encima de los 17.000 euros y que nos da, a cambio, un conjunto muy honesto. Por acabados y materiales, por su completo equipamiento y moderno interior, por unos asientos estupendos o por una amplitud más que correcta y un maletero de lo más generoso, al que solo criticaríamos el alto borde de carga o la ya reseñada ausencia de rueda de recambio. Y nos ha gustado también su equilibrio entre confort y dinamismo, o un arsenal de ayudas de conducción difícil de encontrar en vehículos baratos, como la alerta de tráfico cruzado trasero, que permite salir marcha atrás de lugares sin visibilidad.

placeholder El ZS se ha convertido en caballo de batalla de MG en Europa, y sus ventas se disparan en España.
El ZS se ha convertido en caballo de batalla de MG en Europa, y sus ventas se disparan en España.

Además, el bajo consumo real pone la guinda a este SUV utilitario que debe entenderse, si se nos permite la expresión, como una herramienta más que como un generador de placer, ya que las prestaciones son ciertamente limitadas en el caso de esta versión con motor 1.5 de 106 CV. Aunque suficientes, a nuestro juicio, para un amplio espectro de público y en circunstancias de uso favorables. En ese sentido, detalles mejorables como la excesiva integración de funciones en la pantalla central, una cota de anchura algo justa para tres en la segunda fila y la ausencia de climatizador automático o de ajuste de volante en profundidad, pasan a ser más anecdóticos que graves. Pero en las cosas importantes, y si no necesitamos un vehículo de alto rendimiento mecánico, el ZS cumple de foma sobrada y, digámoslo otra vez, de forma un tanto sorprendente.

El fenómeno comercial del MG ZS, el primer coche chino que ha conseguido liderar en España la estadística mensual de matriculaciones, no ha surgido de la nada, y en el Reino Unido, donde la renacida marca MG debutó en 2019 a nivel europeo, este SUV de 4,32 metros, disponible con motores de combustión y eléctricos, llevaba un tiempo merodeando por las primeras posiciones, como demuestra el resultado del mercado galés en 2021, cuando ocupó la tercera plaza por detrás de los Ford Puma y Fiesta. Entonces algunos pudieron pensar que su éxito no rebasaría el territorio británico, dada la tradición en ese país de la firma MG (Morris Garages), fundada en 1924 y que desde hace más de una década pertenece al gigante chino SAIC Motor (Shanghai Automobile Industry Corporation). Pero si alguien creyó eso, se equivocó.

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