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¿Estamos seguros de que nuestro próximo coche tiene que ser un SUV?
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Son más caros y menos eficientes

¿Estamos seguros de que nuestro próximo coche tiene que ser un SUV?

Los vehículos SUV ya suponen el 45% de las ventas en Europa, y en España, donde la 'fiebre todocamino' es alta, copan más de la mitad de las matriculaciones. ¿Compra lógica o moda?

Foto: Nacidos a partir de una estética todoterreno, los SUV han pasado a ser 'coche para todo', lo que incluye el uso en ciudad. Por eso muchos modelos ofrecen mecánicas electrificadas en mayor o menor medida.
Nacidos a partir de una estética todoterreno, los SUV han pasado a ser 'coche para todo', lo que incluye el uso en ciudad. Por eso muchos modelos ofrecen mecánicas electrificadas en mayor o menor medida.

Suele decirse que el automóvil se rige por ciclos. En 1999, las matriculaciones de vehículos de motor diésel superaron por vez primera en España a las de aquellos dotados de motor de gasolina, iniciándose dos décadas de supremacía del gasóleo que alcanzaron su punto culminante en 2007, cuando el 71% de las ventas en nuestro país correspondió a modelos diésel y solo el 29% a los de gasolina. Y si en aquellos días alguien se inclinaba por un coche de gasolina, solo había cuatro posibilidades: "le sobra la pasta", "apenas hace kilómetros", "es un poco raro" o "no sabe de coches". Porque hasta los deportivos ofrecían motores diésel. Pero la era dorada del diésel perdió fuelle, con ayuda de 'errores' descomunales como el 'Dieselgate' y cierta campaña de desinformación orquestada desde la UE, y si en 2017 en Europa las cosas volvieron a su cauce (en la historia del automóvil los motores de gasolina siempre fueron dominantes), eso mismo ocurrió en España en 2018, ejercicio cerrado con un 57,7% de ventas de vehículos de gasolina y un 35,8% de diésel. Y a día de hoy suponen solo el 20% de las matriculaciones, frente al 48% de los modelos de gasolina y el 30% de híbridos y energías verdes.

Si esos 20 años fueron gloriosos para el diésel, y el usuario soñaba con las siglas TDI, HDI, DCI, CDTI, CDI o TDCI, hoy lo que toca es soñar con un SUV, siglas que provienen de Sport Utility Vehicle (vehículo utilitario deportivo) y que algunos evitan empleando términos como todocamino o 'crossover', por más que estos últimos no sean, en puridad, lo mismo que los SUV, pues un 'crossover' es un modelo que mezcla estilos. E igual que sucedió con la 'fiebre diésel', que pegó más fuerte en España que en la mayoría de los países, de los SUV nos hemos enamorado con una pasión difícil de encontrar en otros lugares. Basta con comparar con el conjunto de Europa, donde las ventas de los SUV rondan ya el 45% del mercado total, cuando en España ya hemos rebasado el 50%: más de la mitad de los coches matriculados son 'altos y con forma de todoterreno'. De hecho, la victoria de los SUV sobre el resto en nuestro territorio se materializó en el primer semestre del 2020: 50,1% para los SUV, 49,9% para los demás.

placeholder Con su velocidad máxima superior a 300 km/h, el Lamborghini Urus es uno de los SUV más exclusivos del mundo. Pero por peso o altura desafía un poco la lógica de los deportivos.
Con su velocidad máxima superior a 300 km/h, el Lamborghini Urus es uno de los SUV más exclusivos del mundo. Pero por peso o altura desafía un poco la lógica de los deportivos.

Pero semejante fenómeno no hay que interpretarlo como un idilio de los españoles con los vehículos enormes, ya que el secreto del éxito de los SUV hay que buscarlo en su adaptación a casi cualquier segmento, e incluso ahora podemos encontrar SUV descapotables o SUV superdeportivos que rebasan los 300 km/h de velocidad. De hecho, ya solo la suma de los B-SUV (utilitarios todocamino o SUV urbanos como Seat Arona, Renault Captur, Peugeot 2008...) y de los C-SUV (compactos todocamino como Nissan Qashqai, Hyundai Tucson o Audi Q3) supone un 50% de las ventas en lo que va de año (25% para los primeros y 25% para los segundos), a lo que habría que añadir las ventas de los SUV más grandes y premium, como Audi Q7, Volvo XC90, Mercedes-Benz GLE, Porsche Cayenne, Kia Sorento, Hyundai Santa Fe...

Y que en nuestro país estemos por encima del 50% en 'SUV manía' nos pone al nivel de Estados Unidos, nada más y nada menos. Y por encima de China, donde la demanda de este tipo de vehículo se ha disparado en los últimos cinco años, y de Rusia, histórico paraíso para estos modelos. Es decir, se trata de un fenómeno global (4 de cada 10 vehículos fabricados en este planeta es un SUV) y, según los expertos, tiene cuerda para rato, pues se estima que las ventas de SUV a nivel mundial se doblarán entre 2017 y 2023.

placeholder El Nissan Qashqai, del que ahora llega la tercera generación, ha sido uno de los artífices de las explosión de ventas en España de los SUV y 'crossover'.
El Nissan Qashqai, del que ahora llega la tercera generación, ha sido uno de los artífices de las explosión de ventas en España de los SUV y 'crossover'.

A la vista de esas cifras no parece que estemos ante una moda pasajera. Además, y dada su alta demanda, los fabricantes están ofreciendo sus nuevos SUV con mecánicas de aceptación creciente, como los híbridos (HEV), híbridos enchufables (PHEV) y eléctricos puros (BEV), lo que permite a la clientela 'solapar' en un mismo modelo dos tendencias distintas: el SUV y el coche ecológico o sostenible. La lista sería interminable, pero de lo que llega en unos meses podríamos entresacar bastantes SUV libres de emisiones, como Nissan Ariya, Audi Q4 e-tron Sportback, Mercedes-Benz EQB, BMW iX... Así las cosas, costará demostrar que los SUV son menos eficientes y tendrán pista libre para seguir expandiéndose.

Y sin embargo, hay preocupación. Entre los fabricantes, porque el rápido aumento de ventas de los SUV ha echado por tierra en ocasiones sus planes de reducción de emisiones; y entre las autoridades, porque ven llenarse calles y carreteras de unos vehículos que, con ojos de ecologismo y sostenibilidad, son la antítesis del utilitario perfecto: más altos, más pesados, con más potencia para mover bien esos conjuntos, con ruedas más anchas para asimilar esos kilos y esos caballos... En plena batalla contra las emisiones contaminantes, a la gente le ha dado por comprar justo lo que más consume (ya sea combustible fósil o electricidad) y, por tanto, lo que más afecta al entorno, al planeta... o a lo 'políticamente correcto'. No habrá que sorprenderse si de ahí derivan medidas restrictivas, sobre todo en una Europa con 'antecedentes': se acabarán los motores de combustión a partir de 2035, cuidado con la carne roja porque podría limitaros su consumo... Y ya se han visto lemas como "asesinos del clima" circulando por nuestro continente en referencia a los SUV, y varios alcaldes de grandes ciudades parecen decididos a ponerles en el punto de mira.

¿Son la compra más lógica?

Pero no trataremos aquí de desacreditar a los SUV, ese lícito objeto de deseo de muchos españoles, por acelerar presuntamente el cambio climático o aumentar el efecto invernadero. Sería hipócrita en una sociedad donde los famosos rivalizan por ver quién luce el yate más grande del verano o los multimillonarios se van de turismo espacial en cohetes que no son precisamente eléctricos. Sin embargo, conviene tener claros algunos conceptos en torno a este tipo de vehículos, elegidos muchas veces por su estética más 'aventurera'. Hace años, nos lo confirmaba el directivo de una importante marca al explicar la caída de ventas de los monovolumen (también tuvieron su época dorada) y el ascenso de los SUV: "hemos detectado que un importante grupo de usuarios se está pasando del monovolumen al todocamino por algo tan sencillo como 'el qué dirán', pues algunos clientes temen que si conducen un monovolumen la gente pensará que van al súper o a recoger a los niños, mientras que si se ponen al volante de un SUV les verán como aventureros y de espíritu joven". Atinado o no, lo cierto es que hoy se venden 25 veces más SUV que monovolumen.

placeholder El Seat Arona es el coche más vendido en España este año. Un SUV derivado del Ibiza al que supera en precio. Y gasta algo más, aunque también es más amplio.
El Seat Arona es el coche más vendido en España este año. Un SUV derivado del Ibiza al que supera en precio. Y gasta algo más, aunque también es más amplio.

Razones subjetivas o puramente estéticas al margen, en las que no entraremos, de los SUV sí se pueden destacar una serie de inconvenientes, aunque también disfruten de algunas ventajas frente a los turismos 'normales': berlinas, utilitarios, compactos, cupés... Y como primer problema, sin duda, hay que hablar del precio, siempre más alto a igualdad de potencia y equipamiento. Por ejemplo, un Seat Arona (el coche más vendido en España tenía que ser lógicamente un SUV) tiene un precio oficial de 22.440 euros con motor 1.0 TSI de gasolina de 110 CV, cambio manual y acabado Style, mientras que el Seat Ibiza comparable (1.0 TSI 110 Style) se queda en 19.720 euros. ¿Animan esos 2.720 euros de diferencia a pensárselo dos veces? Y si nos vamos al segundo coche más vendido en nuestro país en lo que va de año, que también es un SUV y lidera el segmento SUV-C, la conclusión es aún más rotunda. Porque un Tucson con motor 1.5 T-GDi de gasolina con 150 CV, cambio automático 7DCT y acabado N-Line cuesta, oficialmente, 40.525 euros, y eso son 9.655 euros más que lo que anuncia el Hyundai i30 con motor 1.6 T-GDi de 160 CV, cambio 7DCT y acabado N-Line. De acuerdo, el equipamiento N-Line no es idéntico en un i30 y en un Tucson, pero una distancia de casi 10.000 euros obliga, al menos, a estudiárselo.

Y alguien puede pensar: claro, pero un Tucson tiene un maletero de 577 litros y el i30 se conforma con 395 litros. Aunque si tomamos como referencia el i30 CW de carrocería familiar, que tiene un maletero de 602 litros (25 litros más que el del SUV), vemos que con motor 1.5 T-GDi de 150 CV, cambio 7DCT y acabado N-Line se conforma con 31.660 euros: 8.865 euros menos que el Tucson comparable, más 'de moda' pero... ¿más racional?

placeholder Con el mismo nivel de acabado y una potencia similar, el nuevo Hyundai Tucson cuesta 9.655 euros más que el i30 comparable. Pero el SUV de la firma coreana es el segundo coche más vendido en España.
Con el mismo nivel de acabado y una potencia similar, el nuevo Hyundai Tucson cuesta 9.655 euros más que el i30 comparable. Pero el SUV de la firma coreana es el segundo coche más vendido en España.

Además, un SUV es siempre más voluminoso y pesado que el modelo 'bajito' comparable o del que deriva, y eso afecta a la aerodinámica y a la relación peso/potencia. Es decir, a igualdad de mecánica, un SUV será algo más lento, y gastará y emitirá más. ¿Cuánto? Pues siguiendo con los 'best seller' en España, el Seat Arona 1.0 TSI 110 Style pesa 1.193 kilos, 84 más que el Ibiza 1.0 TSI 110 Style, y eso se traduce en 5,2 l/100 km de gasto medio para el Arona y 5,0 para el Ibiza. No es mucha diferencia, realmente, pero ese litro extra cada 500 kilómetros (son datos oficiales) agrava la disparidad económica entre uno y otro.

En cuanto al Tucson y los i30 comparables, el SUV de Hyundai pesa 1.491 kilos mientras que el i30 'normal' de cinco puertas homologa 1.387 y el i30 CW familiar se va a 1.412. Y entre eso y la peor aerodinámica del Tucson (es más alto y eso se paga), el modelo SUV gasta de media 6,5 l/100 km, por los 6,2 y 6,1 litros, respectivamente, del i30 y el i30 familiar, que además son claramente más rápidos. Y volvemos a decir que las diferencias en el uso diario en cuanto a gasto y prestaciones no son decisivas, pero siempre favorecen al más asequible.

Los SUV también tienen ventajas

Como es lógico, no todo son inconvenientes porque los modelos de carrocería SUV, 'crossover' o todocamino proponen una postura de conducción más elevada que da cierta ventaja en el tráfico urbano por la mayor sensación de control, sin olvidar que la accesibilidad es también más cómoda porque la butaca queda a una altura más natural y no hay que 'tirarse' tanto como en un coche normal, lo que es importante a partir de ciertas edades, si existe algún problema de movilidad o cuando, por ejemplo, toca asegurar a un niño en su silla de seguridad. En este sentido, los SUV también suelen aportar algún centímetro extra en el interior, sobre todo en altura al techo o hueco para piernas en la segunda fila, y no hay que olvidar tampoco que sus maleteros suelen ser más generosos: si el Tucson presume de 577 litros, en el Arona son 400 litros, cuando el Ibiza del que deriva presume de 355, nada mal para un utilitario de su clase. Por último, los SUV también suelen contar con una distancia libre al suelo un poco más generosa, útil para circular por caminos o en usos habituales en el medio rural, aunque conviene aclarar que las aptitudes 'off road' de un SUV sin tracción total son prácticamente igual de buenas o de malas que las de un coche normal. Es decir, que bajo una fuerte nevada o en medio de un barrizal, 'la carrocería SUV' no nos sacará del lío.

Suele decirse que el automóvil se rige por ciclos. En 1999, las matriculaciones de vehículos de motor diésel superaron por vez primera en España a las de aquellos dotados de motor de gasolina, iniciándose dos décadas de supremacía del gasóleo que alcanzaron su punto culminante en 2007, cuando el 71% de las ventas en nuestro país correspondió a modelos diésel y solo el 29% a los de gasolina. Y si en aquellos días alguien se inclinaba por un coche de gasolina, solo había cuatro posibilidades: "le sobra la pasta", "apenas hace kilómetros", "es un poco raro" o "no sabe de coches". Porque hasta los deportivos ofrecían motores diésel. Pero la era dorada del diésel perdió fuelle, con ayuda de 'errores' descomunales como el 'Dieselgate' y cierta campaña de desinformación orquestada desde la UE, y si en 2017 en Europa las cosas volvieron a su cauce (en la historia del automóvil los motores de gasolina siempre fueron dominantes), eso mismo ocurrió en España en 2018, ejercicio cerrado con un 57,7% de ventas de vehículos de gasolina y un 35,8% de diésel. Y a día de hoy suponen solo el 20% de las matriculaciones, frente al 48% de los modelos de gasolina y el 30% de híbridos y energías verdes.

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