El Dacia Duster, cada vez menos 'low cost' y más 'compra maestra'

La segunda generación del Duster, lanzada en 2017, introduce ahora numerosos cambios que ponen al día al SUV de la firma ‘low cost’ de Renault Group a todos los niveles. Ninguna de las modificaciones es radical, pero según los responsables de Dacia muchos de las novedades introducidas responden a peticiones o ideas surgidas de una clientela cada vez más numerosa y exigente. Porque si el Sandero, el utilitario de la marca rumana, es desde hace años el coche más vendido a particulares tanto en Europa como en el caso concreto de España, el Duster suma también enormes éxitos comerciales desde que naciera la primera generación en 2010.

Hasta la fecha se han vendido 1.928.000 unidades del Dacia Duster en los 44 países donde se comercializa bajo ese nombre, aunque si sumásemos las matriculaciones en mercados donde se vende como Renault (Rusia, India, Sudamérica...), el contador iría ya por los tres millones y medio. Pero Dacia, como marca, piensa especialmente en Europa (también en el norte de África), que es su ámbito de actuación prioritario, y donde se ha convertido realmente en un fenómeno de masas. Centrándonos en el Duster, Francia es su principal mercado, seguido por Italia, Turquía, Polonia y Alemania, mientras que España ocupa la sexta posición internacional para este B-SUV (por precio compite con Seat Arona, Peugeot 2008 o Renault Captur) con tamaño de C-SUV (Seat Ateca, Jeep Compass o Nissan Qashqai). Y, sin duda, sus versiones 4x4 le han ayudado a ganarse la atención del público, porque históricamente suponen el 27% de las ventas del Duster, que con la tracción total se convierte en un verdadero todoterreno.

Aunque si algo distingue al Duster es un precio de derribo, y esta actualización llegaba el 1 de septiembre a los concesionarios españoles con facturas desde 15.140 euros en el caso del nivel de acabado básico Essential, 16.920 euros si preferimos el equipamiento Comfort y 17.834 si se trata del nivel Prestige, el más alto. A cambio recibimos un producto que progresa en todos los frentes, y si alguien le aplica el término 'low cost' de modo peyorativo correrá el riesgo de infravalorar sus posibilidades. De acuerdo, no es un producto para todos los públicos ni para todos los niveles de exigencia, pero es un vehículo honesto y que da mucho por lo que cuesta. Y ahora, sin costar más, sí da más.

Los primeros cambios en que podemos fijarnos son los estéticos, empezando por su nueva pintura de carrocería Naranja Arizona que aporta vistosidad. También es nueva la parrilla frontal y, sobre todo, las luces diurnas delanteras con firma luminosa en 'Y', al estilo de los nuevos Sandero y Logan, un diseño que también se traslada a las rediseñadas ópticas traseras. Gozan todas de tecnología LED, lo que unido a unas llantas más aerodinámicas se traduce en una reducción de las emisiones medias de CO2 en 5,8 g/km en el caso del Duster 4x4. Por último, el protector de bajos delantero tiene un color más oscuro que antes, y el alerón posterior gana un poco de tamaño.

Dentro también hay novedades aquí y allá. Nadie debe esperar materiales de primera o una gran impresión de solidez (al circular por asfaltos muy rotos se escuchan algunos retemblores y vibraciones), porque Dacia no es eso y por ese motivo pueden ofrecerse precios tan bajos, pero hay cosas que no cuesta tanto cambiar y la marca ha realizado un esfuerzo en ergonomía. Por ejemplo, los mandos del regulador de velocidad van ahora en el volante y están iluminados, los reposacabezas son más esbeltos para restar menos visibilidad (son los usados en Sandero o Renault Clio) y los asientos reciben una mejor tapicería y una espuma más consistente; de manera que nos parecieron más firmes y cómodos pese a que Dacia dice haber mantenido su estructura. Y también es nuevo el reposapiés izquierdo para el conductor.

Otra mejora del interior es el apoyabrazos entre las butacas delanteras, que ahora es un cofre corredero longitudinalmente de 1,1 litros de capacidad con tapa, y para las plazas traseras se incorporan dos tomas USB, que se suman a las dos delanteras (antes solo había una, que iba delante). Además, la nueva pantalla central táctil de 8 pulgadas está disponible en dos versiones (Media Display, con equipo de sonido y 6 altavoces, replicación del smartphone mediante cable y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, y Media Nav, con navegador y conectividad wi-fi), y en las versiones 4x4 ofrece informaciones sobre el uso 'off road', como inclinación lateral y frontal, orientación, altitud... Cámara trasera ya se ofrecía, pero ahora la imagen mostrada incluye líneas de guiado, y el Duster también puede incluir cuatro cámaras (frontal, trasera y en cada lateral) para controlar el entorno perfectamente, ya sea una ciudad o una delicada ruta por suelo irregular.

Nuevas ayudas de conducción

Y en el capítulo de las ayudas de conducción (ADAS) también evoluciona, de modo que ahora podemos encontrar de serie o en opción sistemas avanzados como el detector de peligros en los ángulos muertos laterales (activo entre 30 y 140 km/h), los sensores de aparcamiento posteriores, la ayuda al arranque en pendiente o, cuando se trata de versiones 4x4, el control de descensos, que funciona en primera y marcha atrás en un rango de velocidad entre 5 y 30 km/h. Y como la altura al suelo es de 214 milímetros (las versiones 4x2 tienen, curiosamente, 217 mm de distancia libre) y se emplean ahora neumáticos de mejor agarre, el Duster se mueve muy bien lejos del asfalto, aunque la ruta se complique, como tuvimos ocasión de comprobar con la versión diésel dCi 115 4x4 en una pista especial (el motor diésel es el único que permite elegir entre versiones de tracción delantera y de tracción total).

En cuanto a la parte mecánica, también hay algunas novedades de interés, como el motor TCe 150 de gasolina (un 1.3 turboalimentado desarrollado en su día por Renault y Mercedes-Benz), que se asocia exclusivamente al cambio automático EDC de doble embrague y 6 velocidades, y ya procura un buen nivel de prestaciones y bastante agrado, pues Dacia también ha modificado ligeramente la asistencia de la dirección en toda la gama para que a velocidades medias y altas (desde 70 km/h, para ser más precisos) se sienta más firme y controlada. Dicho eso, y tomando como referencia el Duster TCe 150 EDC, que ya se mueve con ganas, aún nos gustaría que la dirección tuviese un tacto algo más 'deportivo', por más que la filosofía del SUV rumano no vaya por ahí precisamente.

La familia de motores de gasolina se completa con el TCe 130 (el mismo 1.3, pero con menos potencia y caja manual de 6 marchas) y el TCe 90 (un 1.0 turboalimentado de tres cilindros unido a un cambio manual de 6 velocidades), mientras que este último propulsor se sigue ofreciendo como ECO-G 100 (100 CV de potencia) en una versión preparada para operar indistintamente con gasolina o con GLP (los mandos de selección y control son más vistosos que antes) que mantiene su depósito de gasolina original (50 litros) y suma ahora un depósito de gas un 50% más grande: caben 49,8 litros de GLP. Así las cosas, su autonomía teórica es de 1.235 kilómetros en total, una virtud que se acompaña de otra: la etiqueta ECO de la DGT.