Probamos el Renault Espace: de monovolumen a espacioso SUV de siete plazas

Hablar de Renault es hablar de modelos emblemáticos como Clio, Megane, R4 o R5, y estos dos últimos, por ejemplo, regresarán como eléctricos en 2024. Un selecto grupo donde el Espace está presente desde 1983, convertido en un referente entre los vehículos monovolumen, con cinco generaciones ya a sus espaldas y 1,3 millones de unidades vendidas. Sin embargo, la explosión comercial de los SUV y el ocaso de los modelos monovolumen ha propiciado que el Espace cambie de forma y se convierta en un SUV de siete plazas, basado en la plataforma CMF-CD, la misma que Renault emplea en el Austral y en el futuro Rafale. Y, como el Austral, también se fabrica en España, concretamente en Palencia, mientras la caja de cambios se construye en Sevilla y otros componentes del vehículo proceden de Valladolid.

Para entender por qué Renault ha tomado la decisión de asociar la denominación Espace a un SUV hay que recurrir a la demanda del mercado y al tipo de coche que se compra hoy en día. “Ahora mismo, el 61% de los coches comercializados en España son SUV, mientras los monovolumen apenas son un 1%”, apunta Sébastien Guigues, director gerente del Grupo Renault para España y Portugal.

Con anterioridad, la marca francesa ya había anticipado todos los detalles del nuevo Espace, que competirá con modelos como Nissan X-Trail, Peugeot 5008, Skoda Kodiaq, SEAT Tarraco, Toyota Highlander o Volkswagen Tiguan Allspace, pero hasta ahora no habíamos tenido ocasión de probarlo. Aunque parezca obvio, en directo el SUV se percibe como un coche grande y corpulento. Mide 4,72 metros de largo (21 más que el Austral o cinco más que el Koleos), 1,84 metros de ancho, 1,65 metros de alto y tiene una distancia entre ejes de 2,74 centímetros. Sin embargo, al volante no se siente como un coche pesado; y, de hecho, para las medidas que tiene es ágil y se mueve con soltura. Además, pudimos probarlo en diferentes condiciones climáticas, tanto en seco o con ligera lluvia, como bajo fuertes tormentas que anegaron las carreteras en torno a Oporto, lugar de la prueba.

Esta soltura se entiende mejor gracias a la plataforma CMF-CD sobre la que se basa el Espace, que permite al SUV de la firma gala ser 32 milímetros más bajo y pesar 215 kilos menos que el Espace anterior. Únicamente se puede motorizar con la tecnología E-Tech Full Hybrid, una mecánica híbrida de gasolina con 200 CV de potencia que se compone de un propulsor 1.2 turboalimentado de tres cilindros con 130 CV y 205 Nm de par, junto a dos motores eléctricos alimentados por una batería de iones de litio de 2 kWh. El primer motor eléctrico tiene 50 kW (70 CV), mientras el segundo, de 25 CV, se utiliza principalmente para arrancar el propulsor de combustión y cambiar de marcha.

Otra pregunta lógica es por qué Renault solo ofrece el nuevo Espace con motor híbrido. El fabricante francés tiene clara la respuesta, y es que considera esa tecnología como la más oportuna, pues además se traduce en el caso español en la etiqueta Eco de la DGT, con las ventajas que supone. Homologa unas emisiones de 104 gramos de CO₂ por kilómetro, un 35% menos que su predecesor, y un consumo de combustible de 4,6 l/100 km, en el ciclo medio WLTP. Durante nuestra prueba, en una conducción tranquila, el cuadro de instrumentos marcaba una media de 6,2 l/100 km, una cifra razonable para un vehículo de estas características.

Otro punto destacable del nuevo Espace en marcha es su chasis y el comportamiento de la suspensión. Es un SUV que no balancea, y no genera la sensación de llevar una carrocería que rebasa los 4,7 metros de largo. Nuestra unidad de pruebas tenía el equipamiento Iconic, que es el tope de gama, y por debajo se sitúa el nivel Techno Espirit Alpine y el Techno, que equipa el sistema 4Control Advanced, una solución que mejora la maniobrabilidad del vehículo, gracias a un eje trasero multibrazo y a la dirección a las cuatro ruedas. Eesta tecnología permite que el SUV palentino coloque de forma óptima las ruedas en carreteras irregulares y en mal estado. Además, hace que las ruedas traseras giren hasta 5 grados, en dirección opuesta a las delanteras, cuando circulamos a baja velocidad. Por lo tanto, con este sistema el Espace logra un diámetro de giro de 10,4 metros, frente a los 11,6 metros sin el 4Control Advanced.

Para personalizar la conducción, el SUV grande de Renault ofrece cuatro modos diferentes (Eco, Sport, Confort y Perso), con los que se puede modificar la dureza de la dirección, la respuesta del acelerador, la agilidad del chasis, e incluso, la iluminación interior o la visualización del cuadro de instrumentos. Además, mediante las levas del volante o los ajustes Multi-Sense, también ubicados en el volante, es posible seleccionar cuatro niveles de frenada regenerativa. Una función interesante para recuperar más energía e incluso no tener que recurrir al pedal de freno en algunas situaciones. Pero a veces esta retención resulta brusca durante la conducción, incluso en los niveles más bajos. Asimismo, para garantizar la mejor protección posible, el nuevo Renault Espace está equipado con 32 ayudas a la conducción (ADAS).

Un interior espacioso y tecnológico

Dentro del Espace destaca el generoso espacio que hay para los ocupantes y la carga. De hecho, el SUV se comercializa siempre en formato de siete plazas, pero es posible elegir solo cinco asientos en los acabados Techno y Techno Esprit Alpine sin ningún coste. Una opción no disponible en Iconic. Por primera vez, el modelo francés dispone de un asiento deslizante en la segunda fila que puede desplazarse más de 220 milímetros en dos secciones independientes, en proporción 60/40. Además, la tercera fila de asientos se oculta completamente bajo el suelo. De este modo, la capacidad de carga varía según la configuración del momento. Es decir, con las siete plazas en uso, el maletero es de solo 159 litros, pero con cinco asientos llega hasta los 777 litros, y si se opta por abatir las dos filas posteriores, alcanza los 1.818 litros.

En el habitáculo, el cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas y la pantalla vertical de 12 pulgadas acaparan toda la atención. Ambas, tienen buena resolución, funcionan de forma fluida y es posible ver cualquier información o función que necesitemos del vehículo. Y a ello se suma el Head-up Display de 9,3 pulgadas en el campo de visualización del conductor, para ver la velocidad del vehículo o las indicaciones de la navegación sin necesidad de apartar la mirada de la carretera.

El SUV de la marca francesa equipa el sistema multimedia Open-R Link, desarrollado junto con Google. Como si se tratase de un móvil, a través de la pantalla central es posible elegir aplicaciones y servicios de Google como la navegación de Google Maps, el asistente de voz integrado de Google o el catálogo de aplicaciones de Google Play. Pero, además, también es posible encontrar otras apps como Waze o Amazon Music, por ejemplo. Gracias a esta conectividad y a la tecnología FOTA, el sistema operativo recibe actualizaciones y mejoras de forma periódica, sin necesidad de recurrir al taller o al concesionario.

El Espace, del cual ya se pueden hacer pedidos, está disponible con tres acabados: el Techno, acceso a la gama, parte desde los 42.195 euros, mientras que el Techno Esprit Alpine arranca en 44.620 euros y el Iconic, tope de la gama, no baja de 46.560 euros. Todos esos precios incluyen ya un pequeño descuento de Renault, de unos 1.500 euros aproximadamente.