Es noticia
La próxima gran batalla entre Google y Apple: el sistema operativo de tu coche
  1. Mercados
  2. The Wall Street Journal
Competencia entre los reyes de la industria

La próxima gran batalla entre Google y Apple: el sistema operativo de tu coche

En el futuro, el tipo de Smartphone que prefieras —Android o iPhone— podría determinar la marca y el modelo de coche que compras

Foto: EC.
EC.
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Dentro de unos años, comprar un coche podría requerir tomar una decisión no solo respecto a la marca y el modelo, sino también respecto a comprar el modelo de Google o el de Apple. Otras opciones pueden ser la "versión genérica del fabricante de coches" o incluso, se me ocurre, la edición de Amazon Prime.

Ahora que los coches, y especialmente los eléctricos, se parecen cada vez más a un Smartphone sobre ruedas, se están desarrollando en la industria del automóvil algunas de las dinámicas que se desarrollaron en los primeros días de la industria de la telefonía móvil. La competencia entre los dos reyes de la industria de los teléfonos inteligentes ha cobrado un nuevo impulso en los últimos dos años, con Google aumentando la lista de fabricantes de automóviles con los que se ha asociado para implementar la versión basada en el automóvil de su sistema operativo Android, y Apple haciendo planes para ampliar sus capacidades de software en el coche.

Foto: EC.

Para las empresas automovilísticas implicadas, que se enfrentan al reto casi imposible de producir un software a la altura de lo que ofrecen las empresas tecnológicas, trabajar con Silicon Valley puede satisfacer los deseos de los consumidores y, al mismo tiempo, evitar la competencia de empresas como Tesla. Sin embargo, existe una tensión inherente en estas colaboraciones relativa a quién controla la experiencia del usuario y los valiosos datos producidos.

En conjunto, estas fuerzas significan que todos los fabricantes de automóviles tienen que buscar un delicado equilibrio entre hacer las cosas internamente y firmar acuerdos en los que ceden el control y, potencialmente, algunas fuentes de ingresos. Estas opciones están dando lugar a un nuevo ecosistema amplio y confuso en el que el dispositivo "móvil" se refiere al coche, y no solo al teléfono. Hasta ahora, los consumidores no necesitaban preocuparse por el software que se ejecutaba en su coche, pero cada vez es más probable que tengan que hacerlo.

Para el conductor medio, esto podría dar pie a coches que funcionan con un software mucho más familiar y funcional. Pero también puede ampliar la limitada capacidad de elección que existe ahora en el duopolio de los sistemas operativos de los teléfonos inteligentes, con implicaciones para la posterior venta de un vehículo, o el cambio a un ecosistema de teléfonos inteligentes diferente. Imagina anuncios de coches que digan "¡60k millas, funciona muy bien, sistema operativo Apple CarOS v 3.1, lo siento usuarios de Android, consigan un iPhone ya!"

Google tiene ventaja

Para entender lo que está ocurriendo con la tecnología que controla nuestros coches, la estrategia agresiva de Google es un buen punto de partida.

Cada vez son más aspectos de nuestro coche los que dependen de software, desde los sistemas de asistencia al conductor que mantienen la velocidad y el rumbo del vehículo en la autopista hasta el código y los ordenadores que aseguran que el coche se detenga cuando pisamos los frenos, o que el coche lo haga por nosotros.

Pero la competencia en sistemas de conducción automática se centra hasta ahora en el sistema de información y entretenimiento que nos muestra desde mapas hasta películas en la carretera.

Foto: EC.

Tanto Google como Apple tienen sistemas —llamados Android Auto y CarPlay— a través de los cuales se pueden utilizar las aplicaciones del teléfono en las pantallas de los vehículos.

Google ha ido más allá. En 2017, anunció Android Automotive (sí, el nombre es muy parecido), que es un sistema operativo instalado en el propio vehículo que controla su sistema de información y entretenimiento integrado, en lugar de limitarse a mostrar una versión de la pantalla de un teléfono. Android Automotive prácticamente convertirá las pantallas de muchos vehículos nuevos en una tableta con Android que ejecuta aplicaciones Android personalizadas para los coches. Los fabricantes de automóviles también pueden obtener licencias de las propias aplicaciones y servicios de Google, como Maps y Assistant, a través de un acuerdo que denominan Google Automotive Services, aunque esto es opcional.

Android Automotive puede hacer mucho más que Android Auto, ya que recoge todo tipo de datos de otras partes del coche, como su velocidad, el estado de la batería, la calefacción y el aire acondicionado, y prácticamente cualquier otra cosa que un fabricante de automóviles quiera poner a disposición del software de Google.

El sistema Sync de Ford comenzó como un acuerdo con Microsoft, hasta que Ford se cambió al sistema QNX de BlackBerry en 2014

Android Automotive sustituye al software personalizado, a menudo mejorable, que los fabricantes de automóviles han instalado en el pasado en los sistemas de información y entretenimiento de sus vehículos. Por ejemplo, el ampliamente ridiculizado sistema Sync de Ford comenzó como un acuerdo con Microsoft, hasta que Ford se cambió al sistema QNX de BlackBerry en 2014. El año pasado, Ford anunció que volvería a cambiar de proveedor de software, optando esta vez por Android Automotive de Google, empezando con los coches que venda el año que viene. En 2020, el primer vehículo con Android Automotive salió a la venta en Estados Unidos: el Polestar 2, de la unidad de vehículos eléctricos de Volvo.

Hasta la fecha, Google ha anunciado asociaciones con casi una docena de fabricantes de automóviles y proveedores de piezas, como Stellantis, Honda, BMW, Renault —Nissan— Mitsubishi y las marcas GMC y Chevrolet de General Motors. Otros fabricantes de automóviles han anunciado que utilizan Android Automotive, que es de código libre, sin asociarse con Google, entre ellos empresas emergentes de vehículos eléctricos como Lucid Motors.

Foto: Plataforma petrolífera en México (EFE/Edgar Ávila)

Lo que los fabricantes de automóviles obtienen al utilizar Android Automotive es un sistema operativo listo para usar en sus coches, mantenido por una empresa con los recursos necesarios para actualizar continuamente ese software y ocuparse de detalles pequeños pero importantes, como mantenerse al día con los nuevos estándares inalámbricos. Y lo que obtiene Google es una mayor facilidad para ofrecer sus servicios en una amplia variedad de vehículos, según explica Haris Ramic, que ha dirigido el equipo de Android Automotive de Google desde que se fundó en 2015.

Esto también implica que los servicios de Google, como Maps o Assistant, sean utilizados por más personas. Casi todos los que compren uno de los cientos de millones de vehículos que están programados para ejecutar Android Automotive estarán, en lo relativo a su interfaz de usuario y las aplicaciones que puedan ejecutarse en él, comprando un Smartphone Android con ruedas.

Apple no se queda quieta

La transformación del software de los coches aún está en sus inicios, y es difícil predecir cómo se desarrollará. Pero un posible resultado es que muchos fabricantes de automóviles acaben ofreciendo coches con sistemas de información y entretenimiento diseñados por Google o Apple que tengan pocas modificaciones por parte del fabricante de automóviles, según opina Kersten Heineke, socia de McKinsey con sede en Alemania que asesora a clientes del sector del automóvil.

Apple no ha anunciado un equivalente a Android Automotive, es decir, un software que los fabricantes de automóviles puedan licenciar para que funcione en sus vehículos, independientemente de que haya un iPhone conectado a ellos. Y, como ocurre con todos sus planes de futuro, la empresa es muy reservada con lo que dice públicamente.

Sin embargo, una demostración de la próxima generación de su software CarPlay, que reproduce las capacidades de un iPhone, realizada en junio en la conferencia de desarrolladores de Apple, que incluía representaciones de la interfaz de un futuro vehículo, apunta a una integración mucho más profunda, e incluso quizás al nivel de Android Automotive, con los coches en el futuro. Algunos analistas han empezado a llamar al hipotético futuro software de Apple en el vehículo "CarOS".

Foto: EC.

Apple ha anunciado más de una docena de socios para el lanzamiento de la próxima generación de CarPlay, que se empleará en los modelos que salgan a la venta a partir de 2023 de marcas como Volvo, Ford, Honda, Renault, Mercedes y Porsche.

Que Apple conceda la licencia de su software a los fabricantes de automóviles sería algo casi sin precedentes en la historia de la compañía. Desde hace tiempo, Apple se ha centrado en controlar tanto el hardware como el software de sus dispositivos. Por otro lado, no ofrecer algo como un CarOS para competir con Android Automotive podría poner a Apple a merced de Google en cientos de millones de automóviles, ya que Google controlará el sistema operativo sobre el que se ejecuta el software CarPlay de Apple para reflejar el teléfono. Actualmente, algunos vehículos Volvo y Polestar pueden ejecutar CarPlay de Apple en Android Automotive, pero se trata de una integración mucho más superficial que un sistema operativo real que ejecuta partes del coche.

En su presentación de junio, Apple mostró un nuevo software de CarPlay que se hace cargo del cuadro de instrumentos de un vehículo, incluyendo indicadores como la velocidad, las RPM y el estado de carga.

Foto: Imagen: EC.
TE PUEDE INTERESAR
Espera, ¿pero desde cuándo todo el mundo ha empezado a usar Apple Pay?
The Wall Street Journal. Ben Cohen

Según explica Isaac Trefz, un ex ingeniero de software en BMW que ahora es gerente de producto en OpenSynergy, empresa que hace software que ayuda a los ordenadores en los coches a hacer malabares con todas las diferentes cosas que se les pide, estas pantallas de instrumentos y sistemas críticos para la conducción generalmente tienen que estar profundamente integradas —físicamente, en cuanto al hardware que las controla— en un vehículo para cumplir con las normas internacionales de seguridad para vehículos.

Chris Jones, analista del mercado de la automoción en Canalys, opina que es probable que Apple haya llegado a algún tipo de acuerdo con los fabricantes de automóviles en el que los fabricantes construyan sus sistemas para que puedan asumir parte del trabajo necesario para que la próxima generación de CarPlay funcione. Añade que, en cualquier caso, el próximo CarPlay representa un nivel de integración mucho más profundo que el que Apple ha pedido a los fabricantes de automóviles en el pasado.

Según Jones, mientras que algunos fabricantes de automóviles podrían resistirse a los estrictos requisitos de Apple sobre cómo hacer que la próxima generación de CarPlay esté disponible en sus vehículos, el peso de la demanda de los clientes (después de todo, hay cerca de mil millones de usuarios de iPhone en todo el mundo) ha obligado claramente a algunos a trabajar con Apple bajo condiciones establecidas por estos últimos.

Aquí llega todo el mundo

Al mismo tiempo, muchos fabricantes están creando sus propios sistemas operativos para controlar sus coches. Volvo es ejemplo de ello. La empresa ejecuta Android Automotive en sus centros de información y entretenimiento, y lo mantiene separado de VolvoCars.OS, el software desarrollado internamente para unir todos los sistemas del vehículo, según describe David Holecek, director de experiencia digital de Volvo Cars, que es propiedad del holding chino Zhejiang Geely. Añade que todo ello se ejecuta en una variedad de hardware de fabricantes tradicionales de piezas de automóviles y de participantes nuevos como Nvidia y Qualcomm, dependiendo de la marca y el modelo del vehículo.

Algunos fabricantes de automóviles, como Lucid, han optado por combinar Android Automotive con el asistente Alexa de Amazon. Stellantis, propietaria de 14 marcas de automóviles, entre ellas Jeep, Chrysler, Maserati y Alfa Romeo, utiliza Android Automotive en algunos de sus vehículos, y en enero anunció un acuerdo con Amazon para que diversos servicios de esa empresa estén disponibles en los vehículos.

"Lo que hemos pensado es que queremos desarrollar nuestro propio software en el futuro", afirma Yves Bonnefont, director de software de Stellantis. "Hemos decidido que queremos ser dueños de nuestro futuro en lo que a desarrollo de software se refiere". Aun así, Stellantis ve los acuerdos con empresas como Amazon, así como su uso de versiones personalizadas del sistema operativo Android Automotive, como una forma de ahorrar tiempo y recursos, y centrarse en la creación de experiencias de software únicas en sus vehículos, adaptadas al tipo de clientes que atrae cada uno.

Foto: EC
TE PUEDE INTERESAR
Los gestores de fondos lo están haciendo especialmente bien este año... para variar
The Wall Street Journal. Karen Langley

Según Heineke, de McKinsey, esta mezcolanza de software y sistemas seguirá siendo lo habitual durante un tiempo. Hay demasiados sistemas críticos para la seguridad en los coches y demasiadas funciones nuevas, como el entretenimiento en el salpicadero y la asistencia al conductor cada vez más sofisticada, como para que una sola empresa pueda hacerlo todo, aunque sea Google, Apple o Amazon. Además, nadie tiene ni idea de cuál será el futuro de estos sistemas en un mundo en el que estas tres empresas podrían estar tratando de desplazar al coche particular tal y como lo conocemos con robotaxis —cortesía de Waymo—, relacionada con Google, Zoox, propiedad de Amazon, y en lo que sea que esté trabajando Apple.

Independientemente de cómo se desarrolle esto, no ocurrirá ni mucho menos tan rápido como las batallas de Smartphones de antaño, entre iOS, Android y Fire Phone —¿las recuerdan?—. "La industria del automóvil es muy conservadora", afirma Trefz, un veterano con décadas de diseño de sistemas basados en hardware y software que controlan los coches a sus espaldas. "Así que si alguien dice: 'esto va a suceder en los próximos cinco años', probablemente sean más bien 20".

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.

Dentro de unos años, comprar un coche podría requerir tomar una decisión no solo respecto a la marca y el modelo, sino también respecto a comprar el modelo de Google o el de Apple. Otras opciones pueden ser la "versión genérica del fabricante de coches" o incluso, se me ocurre, la edición de Amazon Prime.

Android Amazon Ecosistema Industria automóvil Silicon Valley Internet
El redactor recomienda