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Así es el calendario de los fabricantes para acabar con los motores de combustión
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¿Habrá alternativas a los eléctricos?

Así es el calendario de los fabricantes para acabar con los motores de combustión

La UE ha decidido que no se podrán vender automóviles nuevos con motor de combustión a partir de 2035, pero las principales marcas, con excepciones, ejecutarán antes esa transición

Foto: Entre 2030 y 2035, los principales fabricantes dejarán de producir vehículos con motor de combustión destinados a la UE. Y algunas marcas lo habrán dejado antes.
Entre 2030 y 2035, los principales fabricantes dejarán de producir vehículos con motor de combustión destinados a la UE. Y algunas marcas lo habrán dejado antes.

Hay una fecha en el horizonte que casi todo lo condiciona en el sector del automóvil. Al menos, dentro de la Unión Europea. Y es el año 2035, momento elegido por Bruselas para que cese en su territorio la comercialización de coches con motor de combustión, incluyéndose ahí no solo los de gasolina y diésel, sino también los de gas (GLP o GNC), los híbridos autorrecargables e, incluso, los híbridos enchufables. Porque el objetivo de la Comisión Europea es que para el año 2050 no circulen por calles y carreteras de la UE vehículos que generen emisiones a su paso. Un reto de magnitud impresionante si pensamos en la ingente infraestructura de recarga necesaria y, sobre todo, en las diferencias económicas existentes entre los 27 países miembros, con un PIB per cápita que va de los 101.640 euros de Luxemburgo a los 8.750 de Bulgaria.

De hecho, sigue habiendo fabricantes que no ocultan sus dudas sobre la viabilidad de ese escenario a tan corto plazo. Un ejemplo es BMW, cuyo CEO, Oliver Zipse, manifestaba hace pocos meses que su marca "no tiene intención de dejar de desarrollar motores de combustión interna", basándose en previsiones que apuntan a que "la demanda de vehículos con motor de combustión interna seguirá siendo sólida durante muchos años". Aunque, como suele decirse, 'a Dios rogando y con el mazo dando', pues la firma de Múnich es una de las más activas en el proceso de electrificación, pronosticando que en 2030 la mitad de sus ventas de automóviles serán eléctricas. Y Mini, una de las marcas de BMW, presentará su último motor de combustión en 2025 y espera que la mitad de sus ventas correspondan a coches eléctricos ya en 2027 (en lo que va de 2021, rondan el 15% a nivel mundial), de cara a un 2030 en el que toda la gama Mini debería ser ya eléctrica.

placeholder Este año, BMW ha presentado dos nuevos eléctricos, el i4 (arriba) y el iX, pero la marca bávara no pone aún fecha de caducidad a sus modelos con motor de combustión.
Este año, BMW ha presentado dos nuevos eléctricos, el i4 (arriba) y el iX, pero la marca bávara no pone aún fecha de caducidad a sus modelos con motor de combustión.

No obstante, en la transición más o menos ordenada de la combustión a la electricidad no puede hablarse solo de futuro, pues algunas marcas ya han dado el paso. Incluso naciendo ya eléctricas, como ocurrió con la californiana Tesla en 2003, cuando un tal Elon Musk decidió meter 6,5 millones de dólares en el proyecto a cambio de presidir la empresa. Y Smart, que desde 2020 vende solo coches eléctricos: los Fortwo EQ y Forfour EQ. En cuanto al resto de fabricantes, una buena parte ya ha anunciado que llegará a 2035 con los deberes hechos, y en algunos casos la electrificación total tendrá lugar antes incluso de 2030.

Opel, marca eléctrica en 2028

Por ejemplo, el grupo Stellantis hacía público hace unos días un ambicioso plan eléctrico para sus 14 marcas que contemplaba la conversión de Opel en fabricante cien por cien eléctrico en 2028, mientras que para 2024 la firma germana ya espera tener al menos una versión electrificada (cien por cien eléctrica, de hidrógeno o híbrida enchufable) en todos sus modelos. Y sin salir de Stellantis, Fiat también será marca totalmente eléctrica en el año 2030, lo que debería extenderse a Abarth, dedicada a modelos deportivos basados en coches de Fiat.

placeholder Smart no vende coches con motor de combustión desde 2020. Fue una de las primeras marcas en dar el salto a lo eléctrico.
Smart no vende coches con motor de combustión desde 2020. Fue una de las primeras marcas en dar el salto a lo eléctrico.

Antes de finalizar la presente década, se convertirán también en marcas cien por cien eléctricas las británicas Jaguar y Land Rover, pues si la primera dejará de vender coches con motor de combustión en 2025, la segunda lo hará solo un año después, en 2026. Y Ford, que espera que la mitad de sus ventas en la UE corresponda a vehículos eléctricos ya en 2026, ha elegido 2030 como fecha para dejar de comercializar turismos con motor de combustión en nuestro continente. Fechas bastante similares a las que maneja Volvo, pues el fabricante sueco quiere dejar de vender coches con motor de combustión en 2030 y espera que para 2025 la mitad de sus matriculaciones corresponda a modelos totalmente eléctricos.

Daimler acelerará el proceso

En cuanto a Daimler, si bien el gigante teutón había fijado en su momento el final de los motores de combustión para 2039, la decisión de la Comisión Europea de prohibir la comercialización de modelos contaminantes desde 2035 y los anuncios de sus principales competidores sobre la aceleración del proceso de electrificación pueden provocar cambios en la estrategia. En ese sentido, se especula con la posibilidad de que Mercedes-Benz, su principal marca, agilice entre cinco y ocho años los planes iniciales, y no se descarta que antes de concluir el presente mes pongan fecha desde Stuttgart al final de la producción de coches con motor de combustión destinados a la Unión Europea.

Una situación con cierta analogía es la de Ferrari, cuyo anterior CEO, Louis Camilieri, manifestaba el pasado año que no creía que la firma de Maranello debiera convertirse nunca en una marca cien por cien eléctrica. Y, sin embargo, se habla de 2025 como el momento en que veremos por vez primera un Ferrari eléctrico; aunque sobre dejar de producir motores de combustión nada se dice todavía en la firma italiana. Quizá porque sonaría a sacrilegio, quizá porque el planeta va más allá de las fronteras de la Unión Europea y el 'cavallino' tiene muchos seguidores en mercados como el americano o el asiático, donde la neutralidad en CO2 no suena tan bien como un V8 de gasolina a pleno régimen.

Pero, volviendo a fabricantes menos exclusivos y de producción masiva, en el Grupo Renault quieren poner una decena de modelos eléctricos en el mercado de aquí a 2025, con ejemplos tan sorprendentes como las reediciones de Renault 5 y Renault 4, siendo el objetivo que en 2030 un 90% de las ventas corresponda a vehículos eléctricos puros. Desde la firma del rombo, sin embargo, no ponen fecha de caducidad a los motores de gasolina, aunque sí lo hacen con las mecánicas diésel, que dejarán de ofrecerse en su gama de turismos en 2025. Y varias marcas de Stellantis, como Citroën o Peugeot, también podrían despedirse del diésel en ese año.

placeholder Con el Q4 e-tron y su derivado cupé, el Q4 e-tron Sportback, Audi quiere dar un fuerte impulso a las ventas en Europa de modelos eléctricos.
Con el Q4 e-tron y su derivado cupé, el Q4 e-tron Sportback, Audi quiere dar un fuerte impulso a las ventas en Europa de modelos eléctricos.

En el Grupo Volkswagen, en cambio, sí ponen fecha al final de los vehículos con motor de combustión en sus principales marcas. Audi, por ejemplo, comunicaba recientemente que el lanzamiento de su último coche nuevo equipado con motor de combustión tendrá lugar en 2026, y que a partir de ese momento cada Audi que aparezca será solo eléctrico, fijando en 2033 el final de la producción de coches de la marca de los cuatro aros con un motor de gasolina o diésel bajo el capó. Pero ya anuncian que se despedirán a lo grande: "El último motor de combustión interna de Audi será el mejor que la marca haya fabricado nunca". Y Volkswagen agotará probablemente hasta el final el plazo dado por la Comisión Europea, pues será en 2035 cuando desaparezcan de su gama en Europa los motores de gasolina y diésel para pasar a ofrecer solo vehículos cien por cien eléctricos.

¿Hay futuro para la combustión?

Restan 14 años hasta 2035 y nada es descartable. Ni siquiera que en este tiempo surjan tecnologías que supongan una alternativa seria al vehículo eléctrico convencional, es decir, al equipado con una batería que debemos recargar mediante un cable. Al estilo del hidrógeno, aunque los vehículos que funcionan con pila de combustible, o de hidrógeno, son realmente vehículos eléctricos, solo que generan su propia energía durante la marcha haciendo reaccionar el hidrógeno almacenado en sus depósitos (el repostaje lleva de tres a cinco minutos) con el oxígeno del aire. Y entre esas innovadoras tecnologías en las que se trabaja, hay dos que destacan especialmente: los motores de combustión alimentados por hidrógeno comprimido y los motores de combustión que funcionan con carburantes sintéticos.

En el primer caso, la punta de lanza de la investigación llega de parte de Toyota, que desarrolla desde hace tiempo un motor de hidrógeno que prescinde de la cara pila de combustible, y en su lugar genera la energía mediante la combustión del hidrógeno, empleando sistemas de inyección de combustible derivados de los que usa un motor de gasolina, pero con una ventaja determinante: emisiones de CO2 nulas. BMW y Mercedes-Benz ya trabajaron en su día en una solución parecida, aunque Toyota espera solucionar ahora los problemas que llevaron a las dos marcas germanas a desistir. En cuanto a los motores que operan con combustibles sintéticos, los principales avances llegan del Grupo Volkswagen, y especialmente de Audi, que ve en los llamados 'e-fuels' (e-gasolina, e-diésel y e-gas) una segunda era para las mecánicas de combustión, pues garantizarían la neutralidad en CO2 por su proceso de producción, basado en materias primas como el agua (de donde obtendría el hidrógeno) y el propio dióxido de carbono. Lo curioso en este caso es que la combustión sí generaría CO2, pero en menor cantidad que el CO2 tomado del aire para la fabricación del combustible sintético, de manera que los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera se irían reduciendo.

Hay una fecha en el horizonte que casi todo lo condiciona en el sector del automóvil. Al menos, dentro de la Unión Europea. Y es el año 2035, momento elegido por Bruselas para que cese en su territorio la comercialización de coches con motor de combustión, incluyéndose ahí no solo los de gasolina y diésel, sino también los de gas (GLP o GNC), los híbridos autorrecargables e, incluso, los híbridos enchufables. Porque el objetivo de la Comisión Europea es que para el año 2050 no circulen por calles y carreteras de la UE vehículos que generen emisiones a su paso. Un reto de magnitud impresionante si pensamos en la ingente infraestructura de recarga necesaria y, sobre todo, en las diferencias económicas existentes entre los 27 países miembros, con un PIB per cápita que va de los 101.640 euros de Luxemburgo a los 8.750 de Bulgaria.

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