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Reproches mutuos y tensión: lo que se espera de la visita de Sánchez a Netanyahu
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Reproches mutuos y tensión: lo que se espera de la visita de Sánchez a Netanyahu

Las autoridades israelíes han documentado las agresiones sexuales perpetradas por los milicianos de Hamás durante el ataque del 7 de octubre y han preparado un dosier para mostrarlas ante el mundo

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participa este miércoles por videoconferencia en la cumbre de líderes del G20. (EFE/Pool/Fernando Calvo)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participa este miércoles por videoconferencia en la cumbre de líderes del G20. (EFE/Pool/Fernando Calvo)
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Horas antes de viajar a Israel, el presidente Pedro Sánchez volvió el miércoles a “defender la solución de dos Estados” en Oriente Próximo durante una cumbre virtual de los líderes del G20, según informó la Moncloa en un comunicado. Sánchez se labra así aún más la reputación de ser en Europa el principal abanderado de la creación y reconocimiento de un auténtico Estado palestino —la Autoridad Nacional Palestina (ANP) es solo un embrión— que conviva en paz con su vecino israelí.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, le otorgó ese título de defensor de la causa palestina durante una conversación con periodistas en el avión en el que regresó el miércoles de Argel a Ankara. “Casi todos los países de Europa guardan silencio en este tema” de la Franja de Gaza, se lamentó. “No hay iniciativas para poner fin a las matanzas”, añadió. “Solo España muestra una postura positiva”, concluyó.

Esa “postura positiva”, que incluye un reconocimiento del Estado de Palestina el año próximo, hará que la reunión, este jueves, de Sánchez con su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu, sea probablemente bronca. Su interlocutor le reprochará algunos de los términos empleados durante su discurso de investidura, como “matanza indiscriminada” para describir la invasión de Gaza, así como su velada comparación entre Israel y la Rusia de Vladímir Putin. Sánchez, por su parte, se expresará en los mismos términos que ha utilizado en los últimos días, situándose como uno de los pocos líderes occidentales críticos con la respuesta de Israel a los atentados del pasado 7 de octubre. Ya ante el presidente israelí, Isaac Herzog, ha reiterado el derecho de Israel a defenderse y ha condenado el ataque terrorista de Hamás, pero ha precisado que la respuesta "no puede implicar la muerte de civiles inocentes".

“Es probable que lo primero que le eche en cara Netanyahu a Sánchez es no haberse presentado antes en Israel”, en octubre, cuando algunos destacados líderes europeos peregrinaron hasta allí para expresar su solidaridad, vaticina un buen conocedor de la relación entre el Estado israelí y España.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro belga, Alexander de Croo. (Reuters/Jon Nazca)

El presidente español, que llegó anoche al aeropuerto de Tel Aviv, efectúa esta visita acompañado del primer ministro belga, el liberal Alexander de Croo, que en enero le sucederá en la presidencia de la Unión Europea. Además de reunirse con Netanyahu, ambos serán recibidos por los presidentes de Israel, Isaac Herzog, y de la ANP, Mahmud Abás. Viajarán después al paso de Rafah, por el que entra en Gaza con cuentagotas la ayuda humanitaria desde Egipto. Se entrevistarán, por último, con el presidente egipcio, Abndelfatá al Sisi.

Aunque Erdogan opinase el miércoles que solo España adopta “una postura positiva”, hay otros gobiernos europeos, como el belga, que también son muy críticos con la actuación del Ejército israelí en la Franja que se ha cobrado ya 13.300 muertos y unos 4.000 desaparecidos. Es cierto que los países más sensibles en la UE a la catástrofe humanitaria son todos pequeños —Eslovenia, Irlanda y Luxemburgo, además de Bélgica— y que la única excepción de peso es España.

Sánchez y De Croo desembarcan en un momento en que Netanyahu y su equipo no les van a prestar mucha atención porque estarán pendientes de la tregua de cuatro días pactada en Gaza y el intercambio de 50 rehenes, mujeres y niños en manos de Hamás, por 150 presos palestinos entre los que también habrá muchos menores. Los presos palestinos pueden tardar años en ser juzgados por tribunales israelíes.

Foto: Philippe Sands, en el centro, como miembro de la delegación croata en el juicio por la guerra de Yugoslavia. (EFE/Bart Maat)

La visita a un kibutz en las cercanías de Gaza, uno de los que fueron asaltados por Hamás el 7 de octubre, ha quedado anulada por razones de agenda. Pero Sánchez y De Croo llegan al país justo en el momento en que las autoridades israelíes están aireando la documentación relativa a la violencia sexual ejercida por los milicianos palestinos sobre las mujeres de la zona que atacaron el 7 de octubre. El presidente español, descrito como el presidente más empeñado en acabar con la violencia de género, tendrá que enfrentarse a pruebas documentales sobre los atentados que demostrarían dichos crímenes.

Tanto la policía israelí como la recién creada Comisión Civil sobre Crímenes de Hamás contra Mujeres han llegado a la conclusión de que la violencia sexual fue sistemáticamente empleada durante el asalto del 7 de octubre. Los milicianos que la practicaron habrían contado incluso con la bendición de los líderes religiosos musulmanes de la Franja.

La documentación recabada por los investigadores israelíes, que incluye pruebas gráficas y testimonios de supervivientes, ha sido trasladada a Naciones Unidas en Nueva York, que, por ahora, no ha reaccionado, según explicó a la web estadounidense Fox New Digital Sarah Weiss Maudi, asesora jurídica del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel. “Su silencio es tan ensordecedor que da asco”, declaró.

Foto: Moshé Rozen y su esposa Diana, junto a su familia. (Cedida)

Sánchez dirá a sus interlocutores que sería bueno prorrogar la tregua, quizás incluso convertirla en un alto el fuego, no solo para permitir la liberación de más rehenes, sino para aliviar los sufrimientos de los civiles palestinos. Netanyahu ya ha dejado claro que reanudará la ofensiva para erradicar a Hamás.

El presidente español reiterará además su propuesta, como ya hizo el miércoles ante el G20, de una cumbre de paz para resolver el conflicto con la creación de un Estado de Palestina, tal y como preveían los acuerdos de Oslo de 1993 suscritos entre el Gobierno de Israel y la Organización para la Liberación de Palestina.

Sánchez ofrecerá España para acogerla. Si se llega a convocar no será, casi con certeza, en España. La primera conferencia de paz sobre Oriente Próximo sí se pudo celebrar en Madrid, en 1991, porque entonces el Gobierno de Felipe González era visto como neutral por ambas partes y tenía además una estrecha relación con la Administración del presidente George Bush. No es el caso del de Pedro Sánchez, que Israel considera inamistoso.

Foto: Pedro Sánchez, con Charles Michel y Ursula von der Leyen, en la cumbre de Granada. (EFE/Miguel Ángel Molina)

Si una vez acabada la guerra no se reactivan las negociaciones de paz, atascadas desde 2007, Sánchez tiene claro que su Gobierno reconocerá a Palestina, aunque preferiría hacerlo acompañado por algún otro país de la UE. Estos planes disgustan a las autoridades de Israel, porque ningún país europeo de la relevancia de España ha dado hasta ahora ese paso.

El reconocimiento de Palestina vuelve, desde el mes pasado, a estar en el orden del día en varios países europeos. Los partidos que conforman la mayoría gubernamental en Bélgica no se pusieron de acuerdo el miércoles sobre un proyecto de resolución que apostaba por ese reconocimiento. Ante sus divergencias insalvables, se tuvo que cancelar la reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento en la que debía ser aprobado.

Incluso fuera de UE, en un país tan partidario de Israel como el Reino Unido, hay tensiones. Humza Yousaf, hijo de padres paquistaníes y primer ministro de Escocia, envió el miércoles una carta a Rishi Sunak, jefe del Gobierno británico, instándole a reconocer el Estado de palestino, porque eso ayudaría a poner fin al actual “bloqueo político” en Oriente Próximo. Sunak no le va a hacer caso. Sánchez sí opina, en cambio, lo mismo que el escocés: esa iniciativa ayudaría a superar el estancamiento.

Horas antes de viajar a Israel, el presidente Pedro Sánchez volvió el miércoles a “defender la solución de dos Estados” en Oriente Próximo durante una cumbre virtual de los líderes del G20, según informó la Moncloa en un comunicado. Sánchez se labra así aún más la reputación de ser en Europa el principal abanderado de la creación y reconocimiento de un auténtico Estado palestino —la Autoridad Nacional Palestina (ANP) es solo un embrión— que conviva en paz con su vecino israelí.

Pedro Sánchez Conflicto árabe-israelí Benjamin Netanyahu
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