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Sánchez anunciará a Netanyahu que España reconocerá en breve al Estado de Palestina
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Sánchez anunciará a Netanyahu que España reconocerá en breve al Estado de Palestina

El presidente del Gobierno viaja a Israel el jueves con su homólogo belga, Alexander de Croo. Ambos ejecutivos son los más críticos en Europa con la invasión de Gaza por el Ejército israelí

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro belga, Alexander de Croo. (Reuters/Jon Nazca)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro belga, Alexander de Croo. (Reuters/Jon Nazca)
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Pedro Sánchez viaja a Israel semanas después que los líderes de media docena de países europeos, pero con un propósito algo diferente: anunciar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que España reconocerá en breve el Estado de Palestina, según indican fuentes conocedoras de su desplazamiento.

El presidente del Gobierno visitará, por primera vez, Israel este jueves acompañado por el primer ministro belga, el liberal flamenco Alexander de Croo, quien lo anunció en X (antiguo Twitter) el lunes. “Queremos contribuir activamente a rebajar la violencia y a una solución política”, escribió. Además de reunirse con Netanyahu, ambos serán recibidos por el presidente de Israel, Isaac Herzog, y el de la maltrecha Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás.

El desplazamiento incluirá una visita a uno de los kibutz cercanos a la Franja de Gaza, atacado por Hamás el 7 de octubre. Continuará en el paso de Rafah, la frontera entre Egipto y Gaza por donde entra la ayuda humanitaria cuando Israel lo autoriza. El Cairo será la etapa final, donde ambos se reunirán con el presidente Abdelfatá al Sisi.

Desde la Moncloa, se ha indicado que viajan juntos porque Sánchez ejerce actualmente la presidencia de turno de la UE y De Croo tomará el relevo a partir de enero. Hay otra razón más de peso para explicar esa visita conjunta: los gobiernos de España y Bélgica son en la UE, junto con los de Irlanda, Eslovenia y Luxemburgo, los que se han mostrado más críticos con Israel desde que empezó la invasión de Gaza.

Sánchez lo fue especialmente durante la sesión de investidura como presidente, el 15 de noviembre, cuando hizo en el Congreso una velada comparación entre “la flagrante violación de los derechos humanos por parte de Putin en Ucrania” y “el derecho humanitario que hoy no se está cumpliendo” en Gaza. Anunció que su Gobierno trabajará “en Europa y en España para reconocer al Estado palestino”.

Ese reconocimiento ya figura en el programa de gobierno suscrito, a finales de octubre, entre el PSOE y Sumar. La intención de dar ese paso ya quedó además plasmada en una proposición no de ley (PNL) que el PSOE, el PP y todos los demás partidos representados en el Congreso aprobaron en noviembre de 2014.

Sánchez dirá a Netanyahu que si, una vez concluida la invasión de la Franja de Gaza por el Ejército israelí, no se reactiva la negociación para resolver el conflicto con la creación de un Estado palestino, recogida por los acuerdos de Oslo en 1993, su Gobierno reconocerá a Palestina. No lo hará antes de que concluya la presidencia española de la UE para no agudizar la cacofonía europea sobre el enfrentamiento palestino-israelí.

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. (EFE/EPA/Olivier Hoslet)

Le explicará, en sustancia, a Netanyahu que ese reconocimiento será una pequeña contribución española para impulsar la coexistencia de dos Estados democráticos e independientes que tienen derecho a vivir en paz y seguridad con fronteras mutuamente reconocidas, precisan las mismas fuentes. Es muy improbable que esa negociación de paz, paralizada desde la conferencia de Annapolis en 2007, desencalle después de la victoria militar israelí. Israel está gobernado por un Ejecutivo ultranacionalista.

Al presidente Sánchez le gustaría tomar tal iniciativa junto con algún otro Gobierno de la UE. Es posible que el belga se anime. Ya estuvieron a punto de hacerlo en junio de 2020, pero la resolución presentada en la Cámara de Representantes de Bélgica por socialistas y ecologistas fue diluida por las enmiendas de los liberales, mayoritarios en el Parlamento. A principios del año próximo, se prevé un nuevo debate.

La ONG estadounidense Human Rights Watch hizo, el 16 de noviembre, un encendido elogio de la posición belga. “Altos cargos del Gobierno belga, entre ellos el primer ministro, la viceprimera ministra, la ministra de Asuntos Exteriores y la de Cooperación al Desarrollo (...) han cuestionado la legalidad de algunos ataques aéreos israelíes, han condenado el castigo colectivo infligido a la población palestina y han pedido que se tomen medidas específicas contra los responsables y que estos rindan cuentas”, resaltaba la ONG.

Foto: Pedro Sánchez, en la comparecencia posterior a la reunión de Granada. (EFE/Francisco J. Olmo)

En el Parlamento belga se está además tramitando una ley, presentada por el partido Cristiano-Demócrata Flamenco, que prohíbe el comercio con los asentamientos judíos en los territorios ocupados de Palestina. El comercio es competencia exclusiva de la Comisión Europea, pero los Estados miembros pueden solicitar excepciones alegando razones de orden público.

Hasta hace un par de semanas, Sánchez confiaba en que, además de Bélgica, otro país, Portugal, le podría acompañar en esa iniciativa diplomática, pero la dimisión del primer ministro socialista, António Costa, y la convocatoria de elecciones anticipadas han frustrado, por ahora, sus expectativas.

Netanyahu y Herzog tratarán, obviamente, de convencer a sus dos interlocutores europeos de que renuncien a sus planes. Israel teme que si los desarrollan tengan, a medio plazo, un cierto efecto de arrastre en la UE. España es el cuarto país con más peso en la Unión. Los israelíes argumentan además que no contribuirá a afianzar la paz, porque será interpretado por los palestinos como una muestra de aprecio a su lucha violenta.

Foto: Pedro Sánchez en Albania. (EFE/Malton Dibra)

En la UE hay un buen puñado de países que reconocen plenamente al Estado palestino, desde Bulgaria a Rumanía pasando por Eslovaquia y Hungría. Todos ellos lo hicieron cuando aún se situaban en la órbita de influencia de la Unión Soviética. Solo un país, Suecia, dio ese paso en octubre de 2014, años después de haber ingresado en el selecto club europeo. Aunque mantiene ese reconocimiento, ahora ha edulcorado mucho su posición propalestina.

En términos generales, la relación de España con Israel no es muy cordial desde hace años. Prueba de ello es que ni Sánchez ni su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, han viajado a Israel desde que desempeñan sus cargos. Sí visitó Madrid, en abril pasado, Eli Cohen, el jefe de la diplomacia israelí.

Choque en el Gobierno

La guerra palestino-israelí que estalló el 7 de octubre ha provocado además varios roces. El más notorio fue, el 16 de octubre, el comunicado de la embajada de Israel en España arremetiendo, sin nombrarla, contra Ione Belarra, la ministra de Podemos que denunciaba el “genocidio” perpetrado en Gaza levantando más la voz a medida que aumentaba el número de muertos palestinos. A principios de semana ascendía a 12.700 fallecidos y unos 4.000 desaparecidos, según las autoridades de la Franja. El Gobierno español respondió con otro comunicado “rechazando tajantemente las falsedades vertidas” por la diplomacia israelí.

Foto: La policía observa la protesta de los miembros de la Asamblea Nacional Judía (NJA) ante la sede de la BBC en Londres. (EFE/EPA/Andy Rain)

Ione Belarra ya no pertenece al Gobierno de Sánchez y los medios de comunicación del mundo islámico lo resaltan desde el lunes interpretando, a veces, erróneamente que fue destituida por su abnegado respaldo a la causa palestina. Algunos yerran tanto que afirman que el cese es el precio a pagar para poder viajar a Israel.

Desde el martes, forma parte del nuevo Ejecutivo Sira Abed Rego, de origen palestino, ministra de Juventud e Infancia. Su padre y sus hermanos residen en Cisjordania. La prensa israelí rescata ahora escandalizada sus tuits y pronunciamientos sobre el conflicto. “Una política española, que el 7 de octubre escribió que Palestina tiene 'derecho a resistir', es nombrada ministra del Gobierno”, tituló, por ejemplo, el diarioJerusalem Post.

Sira Abed Rego y Ernest Urtasun, ministro de Cultura en el nuevo Gobierno, eran, hasta ahora, diputados en el Parlamento Europeo pertenecientes, respectivamente, a los grupos The Left y Los Verdes. Ambos votaron, el 19 de octubre, en contra de una resolución que condenaba “los infames atentados terroristas cometidos por el grupo terrorista Hamás”, pero que pedía también que se abrieran canales para hacer llegar ayuda humanitaria a la población de Gaza. Urtasun justificó su voto porque la resolución no exigía un alto el fuego.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se reúne en Génova con un equipo de colaboradores y expertos en política internacional. (PP/David Mudarra)

Pese a estos pronunciamientos, Sumar, el socio minoritario de la coalición, no criticará a Sánchez por su política en Oriente Próximo. Sabe que aprovecha el escaso margen de maniobra del que dispone para, desde la UE, intentar frenar a Israel y reactivar el encallado proceso de paz. Los responsables de Sumar no opinan lo mismo sobre el conflicto del Sáhara Occidental entre Marruecos y el Frente Polisario. Ni siquiera lograron un acuerdo de mínimos. Por eso este contencioso no aparece en el programa de gobierno que firmaron Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.

Pedro Sánchez viaja a Israel semanas después que los líderes de media docena de países europeos, pero con un propósito algo diferente: anunciar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que España reconocerá en breve el Estado de Palestina, según indican fuentes conocedoras de su desplazamiento.

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