Ernest Urtasun, ecologista y antitaurino, nuevo ministro de Cultura

Ernest Urtasun (Barcelona, 1982) pertenece a esa generación de la izquierda que se bregó en las manifestaciones antiglobalización de primeros de los 2000. Aquellas de Portoalegre en Brasil o la del G8 de Génova, que incluso acabó con la muerte de un activista. Para aquellas, Urtasun era ya mucho más que un manifestante, puesto que ya andaba metido en política dentro de Iniciativa Per Catalunya, el partido ecosocialista influido bastante por el PSUC y que se había formado a finales de los ochenta. En definitiva, hace veinte años el nuevo ministro de Cultura -esta vez sin Deportes- ya dejaba claro su perfil de ecologista, antitaurino y de una izquierda alternativa que sí entonces apenas tenía poder hoy ya alcanzado cargos ministeriales.

De casta le venía al galgo. Los padres de Urtasun, de origen navarro, eran militantes del PSUC, y con 15 años ya había empezado a militar en Joves d'Esquerra Verda, organización en la que llegó a ocupar varios cargos de responsabilidad. En la primera década de los 2000 también empezaba a tener relevancia en Europa, ya que fue portavoz de los Jóvenes Verdes Europeos y miembro del Bureau del Foro Europeo de la Juventud, representando a la organización en la Cumbre del Clima de Copenhague en 2009. Desde luego, es un perfil que se criado desde los pañales en el mundo de la política.

Breve carrera diplomática

Tras estudiar en el Liceo francés -que también da pistas sobre sus orígenes-, se licenció en Economía en la Autónoma de Barcelona donde también realizó un postgrado en Relaciones Internacionales. Y si bien en su primera juventud estuvo muy ligada a los movimientos políticos de la izquierda verde, para 2010 aprobó las oposiciones y entró en la carrera diplomática, donde ejerció diferentes responsabilidades en el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, entre ellas, la de consejero diplomático del secretario general de la Unión para el Mediterráneo.

Sin embargo, para 2013-2014 la política española estaba viviendo un cambio efervescente. El bipartidismo, esta vez sí, se tambaleaba y la izquierda a la que siempre había estado más unido se hacía más fuerte e incluso con capacidad de alcanzar poder. En 2014 solicitó una excedencia de la carrera diplomática para volver al ruedo político y desde el 1 de julio de ese año se convirtió en eurodiputado por Esquerra Verde, partido sucesor de Iniciativa per Catalunya Verds, dentro del grupo La izquierda plural. En 2019 se convirtió en vicepresidente del Grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea -los partidos verdes y ecologistas del parlamento europeo-, lo que afianzaba su fuerza dentro de Europa.

"La tauromaquia es una actividad injusta, sádica y despreciable que no merece ser legal en el ordenamiento jurídico"

Y en España en 2023 el gran salto a España con la creación de Sumar, la pluralidad de partidos de izquierda comandados por Yolanda Díaz. Urtasun se convirtió en su portavoz el pasado mes de junio tras unas arduas negociaciones con Podemos, y hoy finalmente ha visto compensada toda esta trayectoria con el ministerio de Cultura.

¿Y ahora qué le toca?

Ecologista y antitaurino declarado, el ministerio de Cultura, sin embargo, tiene ahora mismo la obligación de defender y apoyar la tauromaquia. Urtusun ya señaló que "la tortura animal no puede ser considerada cultura", según una declaración que promovió en el parlamento europeo en 2016 y que estuvo respaldada por eurodiputados alemanes, franceses, italianos, británicos, holandeses o austríacos, así como de los catalanes Josep Maria Terricabras (ERC), Ernest Maragall (ERC), Ramon Tremosa (PDECat), Javi López (PSC) y Francesc Gambús (Independiente). Según los 37 eurodiputados que firmaron esta declaración, la tauromaquia es una "actividad injusta, sádica y despreciable" que "no merece ser legal" en el ordenamiento jurídico. "Rechazamos el maltrato, la tortura y los espectáculos crueles e inhumanos con animales, y no podemos justificarlo bajo la consigna de la tradición o la expresión artística, deportiva o cultural".

También habrá que ver cómo se posiciona, dado su activismo ecologista, con respecto a los manifestantes contra el cambio climático y sus acciones en los museos de arte.

Y tendrá que entrar en materia de Cultura -Estatuto del Artista, bono cultural, el INAEM, ley de contrataciones artísticas, gasto público, entre otros asuntos mollares-, de la que hasta la fecha apenas se saben sus conocimientos más allá de una cuenta de Instagram en la que se ven sus preferencias por Rosalía, Kiko Veneno, Alizz Jimena Amarillo, Kora, Maria Arnal, Sen Senra o Queralt Lahoz.