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La coalición de gobierno se divide ante el conflicto palestino-israelí
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La coalición de gobierno se divide ante el conflicto palestino-israelí

Podemos intenta tener protagonismo y trata de presentar en el Congreso una proposición no de ley muy dura con Israel y que ni siquiera menciona la ofensiva sangrienta de Hamás

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (i), y la ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (i), y la ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
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La madrileña plaza de Cibeles ha deparado este martes una imagen sorprendente en la política española: PP, PSOE y Vox unidos para guardar un minuto de silencio por las víctimas de la ofensiva de Hamás contra Israel. Allí estaban el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y los portavoces socialista, Reyes Maroto, y de Vox, Javier Ortega Smith. Pero no Rita Maestre, de Más Madrid, el partido integrado en la coalición de Sumar.

Maestre no se asoció a este acto aunque sí explicó que condena “los ataques terroristas de Hamás”. Precisó a continuación que también rechaza “los bombardeos indiscriminados sobre la población palestina” de Gaza. Esta segunda parte no figuraba en la convocatoria del alcalde de Madrid y por eso se disoció de ella.

El conflicto palestino-israelí ha irrumpido con fuerza en la política interior española. Las formaciones a la izquierda de la socialdemocracia denuncian en varios países de Europa, y también en España, la doble vara de medir que circunscribe la condena a la matanza provocada por el movimiento armado Hamás y, según ellos, se olvida de los palestinos.

Ernest Urtasun, portavoz de Sumar, no ha cejado desde el sábado, el día en que empezó la ofensiva, de arremeter contra ese doble rasero de muchos gobernantes y de la Comisión Europea. Ha evitado, sin embargo, criticar al presidente Pedro Sánchez y a su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Sánchez, por ejemplo, condenó “rotundamente el terrorismo” y se solidarizó con las víctimas del “ataque terrorista contra Israel”.

Albares y Pilar Alegría, la portavoz del PSOE, se expresaron en términos muy parecidos sin mencionar los bombardeos indiscriminados sobre Gaza. Ni siquiera han pedido a Israel, como sí lo hizo anoche en un comunicado Josep Borrell, alto representante de la UE para la Política Exterior, que levante las restricciones de agua, luz y alimentos impuestas a Gaza. Contravienen el derecho internacional.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), junto al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Algunos, en el conglomerado de Sumar, no se han conformado con meras declaraciones. Isa Serra (Podemos) se echó, por ejemplo, a la calle el lunes junto con varias decenas de manifestantes convocados en la Puerta del Sol bajo el lema “Viva la lucha del pueblo palestino”. Para el miércoles 11, los grupos de Podemos, Izquierda Unida y Els Comuns, integrados en la Federación Española de Municipios y Provincias, han convocado concentraciones “en solidaridad con todas las víctimas del conflicto”.

Podemos quiere ir incluso más allá e intenta someter a votación en el Congreso una proposición no de ley (PNL) en la que pide “el cese de la ocupación” de Israel, pero ni siquiera menciona a Hamás y su ofensiva. Para presentarla, necesita la firma de Marta Lois, la portavoz de Sumar, o de alguna de sus adjuntas. Por ahora, no parecen dispuestos a dársela. Una PNL tiene un mero valor simbólico.

En las filas de Sumar no solo Podemos considera que la fundadora del movimiento, Yolanda Díaz, está siendo tibia a la hora de criticar a Israel y su cerco de Gaza. En sus pronunciamientos públicos, algunos diputados de Más Madrid, Íñigo Errejón y Tesh Sidi, y de Izquierda Unida, Enrique Santiago, emplean un lenguaje más contundente y desearían que el partido promueva iniciativas institucionales, según fuentes de la formación.

Foto: Tesh Sidi e Íñigo Errejón, entre otros diputados de Sumar en el Congreso. (EFE) Opinión

La posición de Sánchez y Albares está en línea con la de los demás gobiernos de la Unión Europea. Si Sánchez no firmó la carta de apoyo a Israel que suscribieron los jefes de Estado y de Gobierno de EEUU, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia, es quizá porque tampoco se lo propusieron. La Moncloa no lo ha aclarado.

Los mensajes del presidente español coinciden también, por ejemplo, con el de la consellera de Exteriores de la Generalitat, Meritxell Serret, aunque en su primer mensaje en la red social X no empleó la palabra terroristas para describir a Hamás. Sí la utilizó, desde Waterloo, Carles Puigdemont. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) también condenó los ataques, pero fiel a su alma de izquierdas recordó que la solución consiste en “dos Estados”, palestino e israelí, que convivan “en paz y seguridad”. El actual Gobierno israelí rechaza esa solución.

Foto: El diputado del PP, Borja Sémper, en el Congreso (EFE/Fernando Alvarado)

Sánchez no ha sido en ningún caso “equidistante”, como denunció en un mensaje en X Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid. Más prudente, el líder de su partido, Alberto Núñez Feijóo, se centró en resaltar su “preocupación” por la posición de “la coalición de Sumar”, que adoptó, según él, posiciones “equidistantes y comprensivas” con Hamás. Desde las filas de Vox, Ignacio Garriga, su secretario general, fue más lejos y no dudó en afirmar que una parte del Gobierno español “se pone del lado de los terroristas”.

La reprobación, por las fuerzas políticas socialdemócratas y de derechas, de las posiciones adoptadas por los partidos más a la izquierda sucede en toda Europa. Quizá sea en Francia donde el debate es más intenso. La primera ministra, Elisabeth Borne, acusó a Jean-Luc Mélenchon y su formación (Francia Insumisa) de encarnar “una forma de antisemitismo”.

Foto: Israelíes heridos son trasladados a hospitales tras los ataques con cohetes de Hamás. (EFE/EPA/Abir Sultan) Opinión

Desde las filas socialdemócratas han surgido, a veces, voces que han pedido más ecuanimidad a los que condenaban sin paliativos a los palestinos. Jeremy Corbyn, exlíder de los laboristas británicos, recalcó que además de condenar había que “examinar las causas” del conflicto. Apenas acabó de hablar, varios de sus correligionarios se le echaron encima.

Michelle O’Neill, vicepresidenta del Sinn Féin de Irlanda del Norte, no abogó por hacer ningún examen. Acusó a Israel de “violar [en Gaza] el derecho internacional con sus castigos colectivos” y de someter a “un régimen de apartheida los palestinos de Cisjordania.

La madrileña plaza de Cibeles ha deparado este martes una imagen sorprendente en la política española: PP, PSOE y Vox unidos para guardar un minuto de silencio por las víctimas de la ofensiva de Hamás contra Israel. Allí estaban el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y los portavoces socialista, Reyes Maroto, y de Vox, Javier Ortega Smith. Pero no Rita Maestre, de Más Madrid, el partido integrado en la coalición de Sumar.

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