Luis Enrique fue purgado por evitar esta trampa: Luis de la Fuente ha caído de lleno

Pasó el 23 de noviembre: España ganó 7-0 a Costa Rica en el primer partido del Mundial. 21 días después, y con la competición aún en marcha, a España le ha dado tiempo a perder contra Marruecos, echar al seleccionador, nombrar a otro… y empezar a achicharrarlo sin querer con un relato mediático insostenible a medio plazo.

Bienvenidos a los locos mundos de la Selección española de fútbol y la prensa deportiva.

No es la primera vez que un seleccionador español se va a la calle tras un resultado frustrante en una gran competición. Tampoco es la primera vez que la prensa juega un papel relevante en un cese. Pero sí es la primera vez que España deja un Mundial por la puerta de atrás y la popularidad del seleccionador es más alta después que antes de arrancar la competición: Luis Enrique ha logrado un imposible metafísico al dar su mejor cara costumbrista en Twitch durante el Mundial (una cara muy lejana a la que daba en las ruedas de prensa o a la que daban los medios de él).

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En efecto, Luis Enrique es ahora Luis Padrique, no es la persona que creíamos que era, ahora cae bien a los españoles (a los españoles que no son periodistas). Su conversión en streamer le ha ganado el amor del Pueblo y el odio de la prensa deportiva. No es que Luis Enrique fuera antes admirado por la prensa, pero su salto al streaming fue la gota que colmó el vaso, y ha marcado tanto el relato de su caída como el de la llegada del nuevo seleccionador, Luis de la Fuente.

Duelo de titanes

Luis de la Fuente lleva una semana en el cargo y ya ha dado más entrevistas que Luis Enrique en sus cuatro años de seleccionador.

La puesta de largo de De la Fuente fue canónica: rueda de prensa y entrevista nocturna con Juanma Castaño en la COPE.

En una escena paralela digna de un thriller de Hollywood sobre caracteres antagónicos, mientras De la Fuente iba a la COPE, Luis Enrique estaba en el búnker de Ibai Llanos dando la entrevista que nunca le había dado a un periodista deportivo tradicional. Picos de 400.000 personas siguieron la charla entre los dos, ejem, streamers.

Selección de declaraciones de Luis Enrique y Luis de la Fuente el día de actos:

Luis Enrique: "Yo en las ruedas de prensa soy como soy, si me preguntas con una estupidez o faltándome al respeto, te faltaré al respeto. Si en la calle te pega alguien una hostia, ¿qué harías?".

Luis de la Fuente: "Con mi forma de ser, también se logran objetivos".

Luis Enrique: "Yo no quería suprimir a la prensa, pero una de las cosas que más valoré en Twitch fue poder hablar directamente con la afición sin la contaminación de la prensa".

"No tengo redes sociales. Todo lo que tengan que saber de mí España y el mundo será a través de los medios de comunicación"

Luis de la Fuente: "No tengo redes sociales. Todo lo que tengan que saber de mí España y el mundo será a través de los medios de comunicación".

"Luis Enrique: "Un futbolista no se puede llevar bien con un periodista; ambos tienen intereses cruzados. Ya me pasaba en mi época de jugador. Dar información [a la prensa] para que cuando juegues mal te apoyen… No".

Piensen un momento en lo que acaban de leer.

¿Ya? Ahora, vamos con algunas frases de la prensa deportiva sobre el cambio de ciclo en la Selección:

Editorial de Marca: "Luis de la Fuente es un tipo normal. Tanto que le llama la atención que ser un tipo normal llame la atención. Así está el fútbol. O la sociedad... Carácter sencillo, agradable en las distancias cortas y sin estridencias".

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Juanma Castaño (COPE): "¿Tienes que ser un vinagres o un antipático para que la gente diga que tienes carisma?".

Paco García Caridad (El Chiringuito): "Una nueva etapa. Serenidad. Sosiego. Educación. Tranquilidad. Normalidad. De la Fuente. Liberación". "Luis Enrique tenía secuestrada a la Sselección".

Manolo Lama (COPE): "No sé, ni yo ni nadie, si De la Fuente será un buen seleccionador, pero es un tío muy normal, cordial y educado".

Joaquín Maroto (As): "Con De la Fuente se acabaron los sobresaltos y los exabruptos... Es un profesional del fútbol, no un streamer. Un técnico sin estridencias que nunca dejará de ver un partido de Argentina en un Mundial para ponerse a soltar paridas en Twitch. Si tiene que dar algún espectáculo, será sobre el campo".

Roberto Gómez (Radio Marca): "Luis de la Fuente es una persona normal. Que va al kiosko por la mañana, que lee los periódicos, que ve los telediarios, que escucha a Herrera".

El relato es tan cristalino, tan marcada la lucha entre el bien y el mal, que podría ser un cuento infantil moralizante: "Hace muchos, muchos años, en un país muy lejano y en un castillo muy remoto, vivía un ogro que puenteó y humilló a la prensa al pasarse al streaming. Pero la prensa protestó, protestó y protestó, la cabeza del ogro acabó en una pica y fue sustituido por un ser de luz que no tenía redes sociales y era amigo de los periodistas".

Ese es el relato, y tiene las patas cortas...

El relato

Aunque el nuevo seleccionador llega con la prensa deportiva haciéndole la ola por su bonhomía mediática, el relato es mucho más precario de lo que parece.

Es importante repetir una de las frases de De la Fuente en su presentación a la prensa: "No tengo redes sociales. Todo lo que tengan que saber de mí España y el mundo será a través de los medios de comunicación".

De la Fuente, por tanto, ha alimentado el relato; quizá sin malicia, pero se ha metido en un jardín difícil de salir si vienen mal dadas con la Selección. Incluso aunque no vengan mal dadas: hace un mes, preguntado por la posibilidad de hacerse streamer para comentar los partidos de la Sub-21, De la Fuente aseguró que le parecía una buena idea. No es broma.

Cualquiera diría que De la Fuente criticó las redes sociales en su presentación para agradar al periodismo de raza...

Pero volvamos al relato. El relato es que el principal requisito para ser seleccionador nacional de fútbol en España parece ser llevarse bien con la prensa.

El relato es que al nuevo seleccionador le han nombrado porque se jacta de no tener redes y da entrevistas a la COPE; es decir, requisitos que cumplen 15 millones de españoles más.

El relato, en definitiva, es que tiene más influencia lo que digan los medios sobre la Selección que la Selección. No hay cargo más mediatizado en España que el de seleccionador. Ni Marshall McLuhan tuvo tanto foco mediático encima.

El futuro

El problema no es si Luis de la Fuente es apto o no para el cargo (exitoso entrenador de las selecciones inferiores de España, tiene escasa experiencia en clubes de élite; por tanto, es una apuesta con riesgos, pero no un disparate). El problema es un relato fundacional (el nuevo seleccionador ha sido nombrado para contentar a la prensa) que le deja con una legitimidad muy voluble.

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Bastará con que De la Fuente convoque a jugadores que no sean del gusto de un sector de la prensa, para que empiecen los chismorreos: "¿No se supone que el De la Fuente este era majo? ¿Por qué no ha convocado a Menganito? A ver si va a ser un poco hosco".

Bastará con que España pierda un partido, para que aumenten las maledicencias: "Mira que era borde Luis Enrique, pero, oye, no le quedaba grande el cargo".

Bastará alguna indisciplina interna, para que vuelen los cuchillos y el relato fundacional salte por los aires: "Este hombre es demasiado bonachón para meter en cintura a los jugadores. Otra cosa no, pero con Luis Enrique se sabía quién mandaba".

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Cuando España fue eliminada del Mundial, Luis Enrique pidió tiempo para pensar su futuro (no era pedir la Luna: el seleccionador alemán acababa de ser confirmado en el cargo pese al desastre de Alemania en Qatar 2022). Pero la Federación, en debilidad interna por el reguero de escándalos que afectan a su presidente, sucumbió a la presión de la prensa y cortó la cabeza de cuajo a Luis Enrique (al que había ofrecido la renovación meses atrás).

El relato es que la prensa ha ganado la batalla a Luis Enrique (la batalla del cargo, ojo, no la de la opinión pública, donde el entrenador mantiene altos niveles de popularidad pese al chasco mundialista).

El relato es que la prensa ha jugado un papel relevante en la caída de Luis Enrique y en la llegada de De la Fuente; por tanto, lo puede volver a hacer cuando cambie de humor y el tipo bueno deje de parecer un tipo bueno.