Rusos, socialistas y rebeldes: los 10 mejores libros de no ficción de 2022

Este año, entre mis lecturas han predominado los libros sobre Rusia y Ucrania, la Guerra Fría y la caída del comunismo. Muchos de ellos me han ayudado a entender la guerra, el nacionalismo de Vladímir Putin y la manera en que la historia ha influido en este conflicto catastrófico. Por no aburrirles, en esta lista de mis 10 libros preferidos de 2022 he incluido solo dos (o, según como se mire, tres). El resto responde a mis intereses habituales: la historia reciente, la política y la manera en que las ideas y la cultura afectan al poder y a nuestra visión del mundo. He leído menos economía que otros años, pero hay dos libros (escritos por una científica y un ingeniero) que son indicadores de algo que me sucede cada vez más: la necesidad de salir de las habituales coordenadas de las humanidades para mirar el mundo desde otros puntos de vista.

La historia de Rusia , de Orlando Figes (Taurus)

Orlando Figes es uno de los historiadores de Rusia más fascinantes de la actualidad. Tiene un increíble ojo para los detalles históricos, para detectar dónde convergen la cultura y las ideas políticas y es un narrador extraordinario. Es muy crítico con Vladímir Putin y su decisión de invadir Ucrania, pero es evidente que no le mueve la rusofobia, sino el amor y la fascinación por el país. Este año ha publicado La historia de Rusia, un volumen algo más compacto que sus libros anteriores, que repasa la manera en que los gobernantes rusos han utilizado la historia —los hechos del pasado, pero también los mitos, las tergiversaciones, las ideas, los éxitos y los fracasos— para dirigir el país, casi siempre con mano dura.

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El libro abarca más de mil años e inevitablemente es irregular, pero la manera en que va de la invasión de los mongoles a las guerras civiles que llevaron al poder a los Romanov, de la simbiosis entre el zarismo y el cristianismo ortodoxo a la revolución bolchevique, de la caída del comunismo al auge de Putin es brillantísima. Un compendio enormemente útil que explica cómo la invasión de Ucrania se inserta en una larga tradición política e ideológica.

Por el cambio. 1972-1982: cómo Felipe González refundó el PSOE y lo llevó al poder, por Ignacio Varela (Deusto)

Por razones de recambio generacional y transformaciones ideológicas, ahora mismo España está discutiendo profusamente el legado de los 13 años de gobierno de Felipe González: ¿fue el presidente que al fin llevó la izquierda al poder tras cuatro décadas y media fuera de él? ¿O fue más bien el que la traicionó, al gobernar desde posiciones muy centristas y liberalizar la economía? ¿Qué decir del González posterior, que parece haberse convertido en la conciencia crítica de un PSOE al que sus mayores ahora le resultan incómodos?

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De manera inteligente, Varela se va mucho más atrás, a los diez10 años previos a su llegada al poder en 1982, durante los cuales González fue reformando el PSOE, adaptándolo a la incipiente democracia y el contexto de Guerra Fría, estableciendo contactos con el exterior y compitiendo duramente con el Partido Comunista. Su libro es brillante por muchas razones: es una crónica alternativa de la transición, un relato de las peleas históricas de la izquierda y un peculiar retrato psicológico de González. Varela vivió ese proceso de primera mano, como empleado del partido, y en el libro mezcla el testimonio autobiográfico, la narración histórica y la inmensa capacidad analítica que los lectores de El Confidencial ven todas las semanas en sus columnas.

Magníficos Rebeldes. Los primeros románticos y la invención del yo , de Andrea Wulf (Taurus)

Los filósofos alemanes de finales de finales del siglo XVIII y principios del XIX que hoy llamamos “románticos” se inventaron buena parte de lo que somos hoy. Aceptaban el racionalismo de la Ilustración y les fascinaba la ciencia, pero creían que ambas cosas eran insuficientes y que los humanos necesitamos la emoción, la imaginación, incluso el delirio. Elaboraron la manera en que hoy en día entendemos el “yo”: un ente autónomo, guiado por sus propias ideas y obsesiones, atraído por el riesgo y la aventura, que siente una conexión especial con la naturaleza pero es ambiguo con la religión o directamente ateo.

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El libro de Andrea Wulf reconstruye algunas de esas ideas, pero por encima de todo explica, con un enorme talento narrativo, las relaciones entre ese grupo de escritores —Goethe, Schiller, Schlegel, Novalis, Tiek, Hegel—, que durante unos pocos años vivieron en la pequeña ciudad universitaria de Jena, fueron amigos íntimos, colaboraron, se pelearon, cortejaron a las parejas de los demás y vieron cómo, a causa de la Revolución Francesa y las guerras de Napoleón, el mundo cambiaba.

El conocimiento inútil , de Jean François Revel (Página Indómita)

En los países ricos, hay ahora más estudiantes universitarios que en ningún otro momento de la historia. A nuestros líderes les encanta repetir que vivimos en una economía de la información, en la que el nuevo petróleo son los datos y el valor más preciado, el conocimiento. Nuestra tecnología nos permite procesar cantidades abrumadoras de hechos, patrones y precedentes. Sin embargo, dijo Jean-François Revel, “la primera de todas las fuerzas que gobiernan el mundo es la mentira”.

Opinión

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Este libro es una reedición —el original apareció en 1988—, pero sigue apelando a una de las grandes paradojas de nuestro tiempo: ¿por qué si sabemos tantas cosas seguimos sintiendo una atracción fatal por las mentiras, la demagogia y la charlatanería? Revel fue un periodista francés que, en plena Guerra Fría, se enfrentó a buena parte de los intelectuales que defendían el comunismo de la Unión Soviética, Cuba y China y siempre se puso del lado de la democracia liberal, el capitalismo y el pluralismo. Revel es admirable por la repulsa que le causan la mentira y el engaño ideológico. Su preocupación, muy actual, era que la democracia no puede sobrevivir sin una cierta dosis de verdad: si esta cae por debajo de un nivel mínimo, la democracia perece. Él creía que en su época eso era ya un riesgo inminente. No conocía Twitter.

Pensar en sistemas , de Donella Meadows (Capitán Swing)

Este año hemos pensado mucho en la guerra. También en la crisis energética y la alimentaria. En cómo funcionan los regímenes autoritarios. Y en la inflación. Quienes escribimos sobre esas cosas tendemos a señalar a unas cuantas personas —Putin, Biden, Zelenski— o causas —escasez, logística, demanda— para explicarlas. Cogemos un problema complejo, lo dividimos en partes y asignamos culpas. Quizá sea inevitable proceder así, pero en realidad el mundo está compuesto de sistemas cuyas partes, muchas veces, se limitan a hacer su trabajo y acaban generando consecuencias que en realidad nadie desea.

“Las personas o los elementos de un sistema pueden actuar de un modo diligente y racional, pero con demasiada frecuencia todas esas acciones bienintencionadas se suman para generar consecuencias absolutamente terribles”. Así lo cuenta de manera admirable este libro de Meadows, una pensadora extraña, original, con una mente de ingeniera que resulta increíblemente útil para quienes no nos enfrentamos a problemas de ingenieros, sino que intentamos entender la política y las ideas.

Los hombres de Putin , de Catherine Belton (Península)

Si Figes cuenta la historia de Rusia y cómo los gobernantes del país la han utilizado para justificar sus guerras, el autoritarismo y los fracasos, el libro de Belton —excorresponsal del Financial Times en Rusia— es extraordinariamente útil para entender el régimen de Vladímir Putin. Un sistema fruto del auge de los hombres del KGB, que tras la caída del comunismo pasaron a controlar el Estado, las empresas privadas y un mundo difuso de finanzas y mafia porque, a diferencia de la mayoría de los rusos, tenían experiencia en el manejo internacional del dinero y estaban dispuestos a saquear al Estado y entregárselo a sus amigos.

Es un relato rápido, fascinante, novelesco, lleno de personajes despiadados, hambrientos de dinero y de poder. En la cúspide, Vladímir Putin, un hombre que hizo encajar el nacionalismo victimista y arrogante con la ambición económica de un pequeño grupo de hombres. Muy recomendable.

Piensa claro. Ocho reglas para descifrar el mundo y tener éxito en la era de los datos , de Kiko Llaneras (Debate)

Kiko Llaneras fue uno de los pioneros en España en popularizar el big data en el periodismo y se ha hecho conocido por cómo aplica los datos a cuestiones tan dispares como las encuestas electorales, los resultados del fútbol o la gestión de la pandemia. Con este libro ha llevado un poco más allá su manera de analizar la realidad: no solo recomienda cómo utilizar los datos y su visualización, sino que explica por qué los humanos tendemos a cometer errores de juicio, cómo solemos subestimar la complejidad de los problemas y por qué deberíamos conocer nuestros propios sesgos antes de tratar de entender lo que pasa a nuestro alrededor.

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También analiza la manera de tomar decisiones en las que las variables son casi infinitas: desde cómo fichar a un jugador de baloncesto con un futuro esplendoroso a cómo escoger la escuela de los hijos, manejarse en una aplicación de ligues o hacer predicciones políticas o económicas. Mezclando datos, historias y algunas reflexiones personales, Llaneras ha escrito un tipo de ensayo que es poco habitual —y sería muy bienvenido— en nuestra lengua.

Locura nuclear. La crisis de los misiles en Cuba , de Serhii Plokhy (Turner)

En estos últimos diez meses no hemos parado de especular sobre si Vladímir Putin utilizaría armas nucleares para castigar a Ucrania por su resistencia y demostrar al mundo que su régimen, aunque haya fracasado en la guerra, sigue estando dispuesto a cruzar una línea roja que nadie ha cruzado desde que Estados Unidos bombardeó Japón con armas nucleares. Plokhy es ucraniano, de hecho es uno de los grandes historiadores del Imperio ruso y de su frontera con Europa, pero en este libro describe de manera fascinante cómo Kennedy y Jruschev estuvieron a punto de llevar al mundo a una apocalíptica guerra nuclear en los años sesenta.

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La historia de cómo llegaron los misiles soviéticos a Cuba, el cabreo de Fidel Castro porque sentía que incluso los rusos le tomaban el pelo, los azares que estuvieron a punto de desatar una guerra que nadie quería y el retrato político de dos hombres contrapuestos, que querían salvar la cara ante su país, es sencillamente sensacional. Además de narrar ese momento capital de la historia de la Guerra Fría, el libro sirve de recordatorio a quienes pensábamos que las armas nucleares eran cosa del pasado: están regresando a la geopolítica de una manera potencialmente devastadora.

Delirio americano. Una historia cultural y política de América Latina , de Carlos Granés (Taurus)

Durante los últimos ciento cincuenta años, la historia de América Latina ha estado llena de revoluciones, dictaduras, violencia, indagaciones sobre la propia identidad, reivindicaciones del indigenismo o apelaciones al carácter occidental y cristiano de su esencia. En este magnífico libro, Granés ha reconstruido las ideas, las personas y los movimientos que han hecho que América Latina sea un lugar particularmente convulso, donde ha costado que arraigue la democracia y se han creado algunas de las corrientes políticas que hoy conocemos bien: el populismo, el nacionalismo y el caudillismo. Granés es un gran ensayista y un magnífico narrador, y entiende como nadie la manera en que circulan las ideas y sus efectos se vuelven impredecibles, como demuestran los poetas vanguardistas, los filósofos filofascistas y los nacionalistas hispanistas e indoamericanistas por igual. Uno de los grandes ensayos del año en nuestra lengua.

No me acuerdo de nada , de Nora Ephron (Libros del Asteroide)

Seguramente, No me acuerdo de nada no es el mejor libro de Nora Ephron. Pero, al mismo tiempo, es una de las mejores introducciones a su obra y, sobre todo, a ella como personaje genial, divertido, contradictorio, narcisista y autocrítico. Se trata de una recopilación de artículos escritos y publicados durante los últimos años de su vida que reflexionan sobre las modas pasajeras, el estatus de una escritora en la siempre cambiante ciudad de Nueva York, la gloria y la histeria del periodismo, el impacto de las tecnologías en una mujer de cierta edad y la vejez y el olvido.

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Aunque Ephron es conocida por hacernos reír —lo hizo en el guion de la película Cuando Harry encontró a Sally o en sus disparatados recuerdos de los cuernos que le puso su exmarido, uno de los responsables periodísticos del escándalo del Watergate—, este libro es un poco más triste. Pero hay algo en ella que siempre es celebratorio: incluso descubrir que te salen calvas en el pelo, que tus cosas preferidas —como ir al cine— están desapareciendo o que la gente hace cosas incomprensibles como comerse solo la clara del huevo. Un librito menor pero encantador.