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Ni Homero ni Virgilio: el primer escritor del mundo fue una mujer
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en tablillas de arcilla

Ni Homero ni Virgilio: el primer escritor del mundo fue una mujer

Enheduanna, hija del legendario rey Sargón I de Acad, escribió y firmó sus poemas 15 siglos antes que Homero y 18 antes que Safo

Foto: Una figura encontrada en la antigua Babilonia. (iStock)
Una figura encontrada en la antigua Babilonia. (iStock)

Mucho antes que Safo de Lesbos, Corina, Telesila y otras mujeres escritoras que se escurren por los anales de la historia, estuvo Enheduanna. Un nombre que quizá al lector no le diga mucho, pues se encuentra envuelto en las brumas propias del irremediable paso del tiempo. Sin embargo, fue la poeta más antigua conocida, además de una de las primeras mujeres de la historia cuyo nombre aún se conserva.

Para hablar de ella hay que remontarse a la primera civilización de todas: Mesopotamia. Enheduanna fue hija del legendario rey Sargón I de Acad, que vivió en la ciudad-estado de Ur, uno de los primeros núcleos urbanos de la historia de la humanidad. Ostentó el importante cargo político religioso de "Suma Sacerdotisa" en el templo del dios Nannar (la Luna para nosotros).

Además, Enheduanna escribió y firmó sus poemas quince siglos antes que Homero y dieciocho antes que Safo. Gracias a ella se inauguró el concepto de autoría literaria, puesto que ponía su nombre en sus poemas (escritos en caracteres cuneiformes sobre tablillas de arcilla).

Pese a su importancia, Enheduanna nunca ha sido tan relevante como otros poetas que llegaron después, un error que los escritores Paco Moreno y Laura Rochera pretenden subsanar puesto que acaban de elaborar un estudio sobre ella y han traducido sus tres cantos más importantes. Por primera vez ofrecen al castellano sus textos en 'Ella habla, las ciudades se derrumban' obra en la que esta sacerdotisa del Imperio acadio habla con sus palabras de la diosa Inanna.

¿Qué motivó a Enheduanna a firmar sus textos en una tradición literaria anónima?

El estudio pretende también responder la pregunta más relevante en torno a la historia de esta misteriosa figura: ¿Qué motivó a Enheduanna a firmar sus textos en una tradición literaria anónima? Algo sin duda fundamental y que puede ayudar a comprender algunas particularidades de la sociedad mesopotámica, como es la educación femenina, puesto que se conocen otras mujeres o esposas de reyes que encargaron poesía o bien la escribieron ellas mismas.

Enheduanna compuso 42 himnos dirigidos a templos de todo Sumer y Acad, y sus temas eran en su mayoría religiosos, dedicados a dioses como la mencionada Inanna (protectora de toda la dinastía de Acad) o al dios Nannar.

Mucho antes que Safo de Lesbos, Corina, Telesila y otras mujeres escritoras que se escurren por los anales de la historia, estuvo Enheduanna. Un nombre que quizá al lector no le diga mucho, pues se encuentra envuelto en las brumas propias del irremediable paso del tiempo. Sin embargo, fue la poeta más antigua conocida, además de una de las primeras mujeres de la historia cuyo nombre aún se conserva.

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