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Una experiencia práctica sobre la semana laboral de 4 días: "No es para todo el mundo"
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Antaño una quimera, está ganando terreno

Una experiencia práctica sobre la semana laboral de 4 días: "No es para todo el mundo"

Menos reuniones, días más ajetreados y otras formas de concentrar el trabajo de una semana en 32 horas

Foto: Foto: EFE/Andy Rain.
Foto: EFE/Andy Rain.
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Trabajar menos requiere mucho trabajo. Si no que se lo pregunten a las empresas que están probando horarios de cuatro días.

En ThredUp, un revendedor de ropa online con sede en Oakland (California), el cambio de sus casi 300 empleados asalariados a una semana de lunes a jueves supuso reducir las reuniones, centrarse en el trabajo más importante y reducir los largos intercambios de correo electrónico. La semana más corta puede resultar ajetreada, y a veces el trabajo se extiende a los viernes, pero los empleados dicen que tener más tiempo para recargar las pilas merece la pena.

"No funciona para todos", afirma Natalie Breece, directora de Personal de ThredUp, que ayudó a dirigir la transición. "Requiere una evaluación constante de tus propios comportamientos y los de tu organización para avanzar más rápido".

Antaño una quimera de los trabajadores, la semana laboral de cuatro días y 32 horas está ganando terreno a medida que cientos de empleadores prueban los horarios y las empresas se replantean las formas convencionales de trabajo. El sindicato United Auto Workers exigió la semana reducida en sus negociaciones contractuales con los fabricantes de automóviles de Detroit. Los legisladores de California, Massachusetts y otros estados han presentado proyectos de ley para que más empresas adopten un horario de cuatro días. La mayoría de las propuestas no son muy prometedoras, pero demuestran el interés que despiertan en los círculos políticos.

Foto: Andy Jassy, CEO de Amazon. (Reuters/Mike Blae)

Las empresas que se han lanzado a la reducción de la semana laboral afirman que el resultado es un personal más feliz y sano, una menor rotación y una oleada de interés por parte de los solicitantes de empleo, por lo general sin apenas pérdida de productividad.

Sin embargo, trabajar de forma más inteligente, y no más dura, no es tan fácil como parece.

Primero, acabemos con las reuniones

Reducir el exceso de reuniones fue uno de los principales objetivos de ThredUp cuando puso a prueba la semana de cuatro días antes de hacerla oficial a principios del año pasado. Los jefes de departamento redujeron las reuniones en aproximadamente un 20% después de revisar cuáles eran realmente necesarias y cuáles servían sobre todo como informes de progreso.

Se formó a directivos y trabajadores para que organizaran reuniones más eficientes y enviaran menos correos electrónicos. (Un consejo: descuelgue el teléfono después de tres rondas de respuestas sin solución). Los martes se consideraron maker day (día de hacer), dedicados sobre todo al trabajo con concentración y sin interrupciones.

Foto: Foto: iStock.

Aprender a decir que no supuso una adaptación, según Breece. A algunos empleados les preocupaba no ser implacables con su tiempo. Pero ahora que todo el personal tiene que ser más disciplinado, "todo el mundo puede decir: 'No voy a participar en eso", explica. O pueden pedir intercambiar actualizaciones o ideas a medida que surgen, a través de Slack, correo electrónico u otras herramientas.

En ThredUp no todos trabajan cuatro días a la semana. Los casi 1.500 trabajadores por hora de sus centros de distribución tienen la opción de trabajar en turnos flexibles de tres a cinco días. El año pasado, la empresa despidió al 15% de su plantilla corporativa asalariada para reducir costes.

Foto: Imagen: Laura Martín.

Aun así, la rotación voluntaria entre los empleados de las empresas descendió al 4% el año pasado, menos de la mitad que en 2020. Más de la mitad de los nuevos empleados encuestados afirmaron que la semana laboral más corta inclinó la balanza en su decisión de incorporarse. Y más del 90% de los empleados, que según la empresa cumplen los mismos objetivos que antes, afirmaron que la semana laboral de cuatro días ha aumentado su productividad.

Después de la prueba, "al menos dos ingenieros me dijeron que aceptarían una reducción de sueldo para no trabajar los viernes", afirma Anton Naumenko, director sénior de ingeniería de software.

Sin embargo, según los datos de ActivTrak, un fabricante de software de análisis de la mano de obra, no parece que muchas empresas que trabajan cuatro días a la semana sean más eficientes. Gabriela Mauch, vicepresidenta del laboratorio de productividad de ActivTrak, sospecha que se debe a que la dirección no ha renovado la forma de trabajar de los equipos.

Foto: (Inteligencia artificial - Midjourney - Novaceno - OK) Opinión

Al examinar la actividad de 158.000 empleados de 1.900 empresas, su equipo descubrió que los empleados de empresas con horarios de cuatro días trabajaban ligeramente menos horas al día que los que trabajaban cinco días. Y los que trabajaban cuatro días dedicaban menos tiempo a tareas de concentración u otras actividades productivas.

Scott Hendler probó una semana laboral de cuatro días en su bufete de abogados de Austin (Texas), con 16 empleados, durante un año y medio, antes de volver a los cinco días este año. La idea era simplemente reducir la carga de trabajo de cinco días a cuatro para tener fines de semana más largos.

Los juzgados seguían abiertos cinco días a la semana, y al menos una o dos personas se veían obligadas a trabajar cuando se programaba algo para un viernes. Abarcar una semana de trabajo en cuatro días resultaba estresante para algunos funcionarios.

Foto: EC Diseño.

Hendler dice que le gustaría que el horario funcionara. "Pero no sé cómo llevar la teoría a la práctica de forma productiva", afirma.

¿Productividad o procrastinación?

En los años 20, Henry Ford redujo la semana laboral de seis a cinco días, bajo la premisa de que un horario más comprimido, junto con las innovaciones de la cadena de montaje, harían el trabajo más eficiente. Desde entonces, las predicciones de que los avances tecnológicos y económicos nos harían trabajar menos no se han cumplido. Ya en 1956, el entonces vicepresidente Richard Nixon declaró que una semana laboral de cuatro días sería una realidad para la mayoría de los estadounidenses en un "futuro no muy lejano".

Según los escépticos, una de las razones por las que las semanas más cortas siguen siendo inalcanzables es que a las grandes empresas con clientes y empleados en distintas zonas horarias y países les resulta difícil encontrar un horario reducido que funcione para todos. Un puñado de grandes marcas, como Unilever y Samsung, han experimentado con una semana más corta de forma limitada, pero la mayoría de las que la han adoptado son empresas mucho más pequeñas.

Nicholas Bloom, economista de la Universidad de Stanford, afirma que es dudoso que la mayoría de las empresas puedan suprimir una quinta parte de la semana laboral y mantener la productividad. "Siempre que hablo con directivos, el tema les parece bastante insultante, porque implica que están desperdiciando completamente un día a la semana", afirma.

Foto: Trabajadores de Audi, en Ingolstadt, Alemania. (EFE/Lukas Barth)

Un planteamiento más viable para dar a la gente más tiempo libre, dice, es ofrecer la opción de horarios de cuatro días, con cuatro días de sueldo.

"Pero no es una idea nueva", añade. "Se llama trabajo a tiempo parcial".

Según Steve Glaveski, director ejecutivo de Collective Campus, una empresa de innovación y aceleración de startups de Australia, una semana de cuatro días tiene menos potencial para las empresas que ya imponen reglas estrictas.

Collective Campus probó brevemente la semana de cuatro días hace un par de años, después de otro experimento con una jornada laboral de seis horas. Con jornadas más cortas, el personal se había vuelto más eficiente estableciendo prioridades, automatizando o subcontratando tareas básicas y reservando grandes espacios de tiempo para el trabajo que requiere más concentración. Glaveski quería ver qué ocurriría si eliminaban también los viernes.

Foto: Vista de una oficina. (Israel Andrade/Unsplash)

En una encuesta, el equipo puntuó su bienestar emocional ligeramente más alto que antes. Pero la productividad, medida en ingresos, oportunidades de marketing y otras métricas, cayó un 20%.

Las semanas de cuatro días —especialmente cuando los trabajadores trabajan más de ocho horas diarias— no son óptimas, concluye, citando estudios que sugieren que cuatro horas es lo máximo que la mayoría de la gente puede pasar en un estado de trabajo profundo. Después, la concentración disminuye rápidamente.

Foto: Foto: iStock.

"Con cuatro días de ocho horas, seguirás dedicando gran parte de ese tiempo al trabajo superficial", afirma Glaveski, que ha escrito un libro sobre cómo trabajar de forma más productiva.

Enfoque contraintuitivo

Al principio, condensar la semana laboral sonaba ilógico para algunos directivos de Qwick, una plataforma online de contratación de personal para el sector de la hostelería.

Era finales de 2021 y la empresa —después de despedir a dos tercios de sus empleados en los confinamientos iniciales por covid-19— se enfrentaba al triple de trabajo del que tenía normalmente para encontrar trabajadores con los que cubrir restaurantes, estadios y espacios para eventos que ahora estaban en plena ebullición. El personal de Qwick ya estaba desbordado trabajando cinco días a la semana, explica Retta Kekic, directora de Marketing de la empresa con sede en Phoenix.

La respuesta inicial fue: "Esto no es natural". "¿Cómo vamos a seguir creciendo si trabajamos menos? Sin embargo, los empleados estaban agotados.

Foto: Un operario descarga la mercancía de un camión junto una oficina de empleo en Madrid. (EFE/Mariscal)

Qwick pasó tres meses y medio sentando las bases, implantando un horario continuo de siete días de atención al cliente y automatizando más procesos. Canceló muchas reuniones y racionalizó otras.

Tras más de un año de experimento, Kekic afirma que equipos como los de ingeniería y atención al cliente siguen cumpliendo semanalmente sus objetivos internos. Las solicitudes para cubrir puestos de trabajo en Qwick se han duplicado con creces.

Para evitar que el trabajo de lunes a jueves resulte demasiado intenso, los jefes de Qwick hacen pausas para comer u organizan happy hours de vez en cuando. Después de una década de carrera en el sector tecnológico, durante la cual algunos sábados trabajaba desde una cafetería, Kekic dice que de vez en cuando tiene que recordarse a sí misma que no debe enviar mensajes a un compañero o a su equipo los viernes.

Foto: Empresario dirigiéndose a su lugar de trabajo. (iStock) Opinión

Para Naumenko, de ThredUp, trabajar ocho horas cuatro días a la semana tampoco es siempre exactamente como lo había planeado. A veces, los días empiezan con una llamada a las 7 de la mañana a sus equipos europeos para que no trabajen hasta tarde. Ante un plazo de un proyecto o una interrupción del servicio, los ingenieros pueden trabajar hasta el fin de semana de tres días y luego tomarse parte de sus vacaciones ilimitadas para compensar.

No se imagina volver a un horario tradicional de cinco días. Disponer de tiempo extra le ayudó a rehacer su vida en Estados Unidos tras mudarse de Ucrania en enero de 2022. Ahora dedica los viernes a las tareas domésticas, la compra y otros recados. O mientras los niños están en el colegio, él y su mujer van de excursión o en bicicleta.

"Es una vida diferente también para nuestras familias", afirma.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal.

Trabajar menos requiere mucho trabajo. Si no que se lo pregunten a las empresas que están probando horarios de cuatro días.

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