Las grandes empresas son mucho más productivas que tu pyme; ¿cómo solucionarlo?

Cuando hablamos del mundo empresarial, muchas veces pensamos en grandes empresas, pero lo cierto es que, a la hora de la verdad, la inmensa mayoría del tejido empresarial lo constituyen pequeñas y medianas sociedades. Así lo avala un informe de la ONU, que establece que el 90% de las empresas en todo el mundo tienen menos de 250 empleados. Estas compañías, por cierto, generan entre el 60% y el 70% del empleo y el 50% del Producto Interior Bruto (PIB).

De las muchas diferencias que pueden separar a una empresa pequeña de una grande, hay una especialmente dolorosa: la productividad. Tal y como detalla una investigación de Adecco, las pequeñas y medianas empresas tienen unos índices de productividad muy inferiores a los de las compañías grandes. De hecho, la tendencia parece evidente: cuanto más pequeña es una empresa, menor es su productividad.

Digitalización para romper la brecha de la pyme

La brecha entre pymes y grandes empresas es clara, pero ¿cómo se puede revertir? En este escenario, la transformación digital se presenta como una posible alternativa para que las pequeñas y medianas compañías sean más eficientes en sus procesos internos y su actividad diaria. La digitalización, principalmente, puede serles útil en cuatro ámbitos diferenciados:

1.- Procesos internos

En el día a día, hay muchas tareas y procesos internos dentro de una empresa que suponen no solo un trabajo añadido, sino también una mediana complejidad: pagar nóminas, gestionar altas y bajas, turnos de trabajo, contabilidad, etc. Es por eso que, dentro del mercado del Software as a Service (SaaS, por sus siglas en inglés), hay multitud de herramientas digitales como Factorial, Hubspot o Contasimple que permiten automatizar estas labores con programas donde los empleados ponen sus días de trabajo, herramientas de contabilidad o aplicaciones para pagar las nóminas sin intervención humana.

2.- Soporte técnico

Independientemente del sector en el que se muevan, cada vez más empresas tienen que habilitar herramientas con cierto componente técnico. Pongamos un ejemplo: el de una tienda de toda la vida que decide avanzar y vender por internet. En ese caso tendrá que habilitar un ecommerce, una pasarela de pagos, una aplicación de protección de datos... En estos casos, las pymes pueden optar por soluciones integrales como Shopify o Magento, así como por otras específicas como Panda (ciberseguridad), PayPal o Swipe (pasarelas de pago), SAGE o Google Drive (almacenamiento en la nube), entre muchas otras.

3.- Formación a empleados

Una de las mejores formas de conseguir que una empresa sea más productiva es formar a los empleados para que sepan utilizar aquellas herramientas que incidirán en dicha productividad. Un ejemplo de ello lo tenemos en la Huawei ICT Academy, un programa de formación en el que más de 150.000 alumnos de 11 países han recibido formación en áreas como cloud computing, 5G, Internet of Things (IoT), inteligencia artificial, análisis de datos o ciberseguridad.

4.- Ayudas de AAPP y empresas

Que las pymes se digitalicen no puede ser algo que recaiga solo bajo su propia responsabilidad. Si conforman cerca del 90% de nuestro tejido empresarial, su digitalización es una tarea de todos. Desde las administraciones públicas, por ejemplo, existen iniciativas como Acelera Pyme, una iniciativa del Gobierno para ayudar a estas empresas en su transformación; u Horizonte Europa, un programa con el que la UE pretende que las pequeñas y grandes compañías vayan incluso más allá de la mera digitalización y apuesten por herramientas de innovación. Desde el sector privado también hay iniciativas de este tipo. Otro ejemplo es el de Huawei, que dispone de un abanico de servicios para pymes que pone a su disposición productos como redes empresariales, soluciones de almacenamiento en soporte físico y en la nube, tecnologías inalámbricas, plataformas de videoconferencia o formación y soporte técnico, entre otros.

Como vemos, la gama de posibles soluciones es amplia, pero toda ella tiene un objetivo común: ayudar a las pymes a transformarse digitalmente. Todo sea para que la mayoría de nuestro tejido empresarial sea competitiva y no pierda cuerda frente a las grandes empresas.