La razón por la que acabaremos trabajando cuatro días a la semana

"Una semana más corta ha transformado mi equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y me ha hecho más productivo cuando estoy trabajando. Mi experiencia no es una anomalía: cada vez más estudios sugieren que la semana laboral de cuatro días puede mejorar un lugar de trabajo y hacer que los empleados estén más satisfechos. Los expertos dicen que a medida que las herramientas de productividad con inteligencia artificial se pongan de moda y más altos ejecutivos reconozcan la importancia del descanso, este modelo podría volverse más común, y la semana de cinco días acabará convirtiéndose en un antiguo recuerdo".

Este testimonio y opinión es de Shubham Agarwal, periodista de uno de los periódicos del ámbito de la empresa más importantes del mundo, Business Insider, para quien su vida ha cambiado drásticamente gracias a la introducción de la semana laboral de cuatro días. Ahora, tal y como admite, tiene mucho más tiempo para conciliar y descansar, lo cual tiene un reflejo de los niveles de productividad en la compañía, que según asegura, han aumentado a raíz de haber reducido los niveles de cansancio y sueño entre la plantilla, lo que lastraba mucho la eficiencia laboral y fomentaba la aparición de trastornos como el burnout.

"El descanso y los niveles más bajos de estrés hacen que los empleados sean más productivos y estén más comprometidos con su trabajo"

En la actualidad, hay varios proyectos pilotos puestos en marcha por el Ministerio de Industria en nuestro país para probar los efectos que tendría la reducción de la jornada laboral entre trabajadores de pymes del sector industrial y consultoras. Sin embargo, en el mundo anglosajón ya se han realizado muchos más experimentos de este tipo que han resultado ser satisfactorios. Sobre todo a raíz de fenómenos laborales como la Gran Renuncia, por el que un montón de trabajadores dejaron sus puestos al término de la pandemia.

Un "éxito rotundo"

Mientras tanto, en países como Japón, que presume de tener una cultura laboral mucho más férrea que la europea, se han llevado a cabo pruebas de tres meses en 700 empleados que resultaron "un éxito rotundo", tanto para la compañía en cuestión (Microsoft) como para la plantilla. Un 90% de los trabajadores reportaron que eran mucho más eficientes con su tiempo. ¿Cuál es la razón de fondo de esta mejora de la productividad y de la calidad de vida de estos empleados?

"El fin de semana de tres días me dio más tiempo para recuperarme del trabajo y disfrutar de más actividades y tiempo con amigos y familiares"

"Los beneficios se refuerzan a sí mismos", admite Charlotte Lockhart, directora de una organización sin ánimo de lucro que está detrás de esta serie de ensayos a gran escala, y que fue entrevistada por Agarwal. "El descanso y los niveles más bajos de estrés hacen que los empleados sean más productivos y estén más comprometidos con su trabajo, lo que redunda en que disfrutan más del empleo y cuando regresan a casa han mejorado sus relaciones con los miembros de sus comunidades familiares y de amigos, ya que tienen más tiempo para realizar actividades fuera de su horario laboral. Disfrutan más de la vida sin la presión de tratar de concentrar su vida personal en una pequeña cantidad de tiempo".

Uno de los estudios más grandes realizados hasta la fecha es el que involucró a 3.000 trabajadores y 61 empresas en Reino Unido, el cual concluyó a comienzos de este año. La mayoría de las compañías que lo pusieron en marcha anunciaron que mantendrían este modelo laboral sin reportar grandes pérdidas en la productividad o los ingresos. Una de las causas de esta mejora fue algo tan simple como el hecho de tener más tiempo para descansar. El 40% de los empleados reconocieron que ahora dormían mejor o no tenían tantos episodios de insomnio. En otras palabras, los empleados "más felices y descansados" también son "más productivos".

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"Disponer de un fin de semana de tres días me dio más tiempo para recuperarme del trabajo y hacer recados, al mismo tiempo que me dejaba más margen para planificar otras actividades que me gustan, como salir al campo a caminar o pasar más tiempo con familiares y amigos", admite Agarwal. "Debido a que me sentía más descansado y más fresco, ya no tenía una sensación de temor inminente los lunes por la mañana al ir al trabajo". De hecho, un estudio de la Universidad de Pittsburgh ha llegado a afirmar que descansar solo dos días a la semana es "perjudicial para la salud y el bienestar" debido a una interrupción brusca de los ritmos circadianos en esas 48 horas que pasamos sin ir a trabajar, lo que repercute en el ciclo de sueño y salud mental. En este sentido, la semana laboral de cuatro días hallaría el balance perfecto entre descanso y trabajo, lo que a su vez repercute en los niveles de productividad, ya que los empleados están más motivados y con más energía.

Puntos en contra

Evidentemente, no todas las empresas podrían implementar la semana laboral de cuatro días. Esto puede plantear problemas, ya que si solo afecta a un reducido número de trabajadores (sobre todo de los sectores de oficina, los white-collar), llegaría a ser injusto que una selecta parte de la población disfrutara de estas medidas mientras otra mantiene sus horarios de siempre. Y, más allá de esto, también puede aumentar el volumen de trabajo por el mismo salario al tener que hacer lo mismo que cinco días en cuatro.

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Sin embargo, hay un argumento que refuta esta última teoría, y es que finalmente debería dejar de medirse el rendimiento laboral de los empleados por las horas, para pasar a valorar los resultados de sus tareas. Y esto se fomenta gracias al trabajo en equipo, sobre todo en un escenario laboral en el que las tareas repetitivas e individuales vendrán a ser reemplazadas por la inteligencia artificial y la robótica avanzada. "La semana laboral de cuatro días ciertamente tiene el potencial de ser un antídoto de gran alcance para las amenazas del mercado de trabajo, como las renuncias masivas o las crisis del burnout", concluye Agarwal. "Soy optimista. Si he aprendido una lección es que es posible tener una relación más sana con el trabajo, una en la que este no invada nuestra vida cuando no estamos en nuestra jornada".