Sánchez intenta escapar del debate de la fecha electoral con otro bandazo de discurso
El presidente evita ligar la continuidad de la legislatura a un eventual fracaso de los Presupuestos. No descarta una investidura con los independentistas si se respeta la Constitución
Ya es un clásico. En las comparecencias de Pedro Sánchez, sobre todo cuando se espacian en el tiempo, pronto emerge alguna pregunta sobre la duración de la legislatura. La duda le acompaña desde el momento mismo en que presentó la moción de censura, cuando prometió que, si prosperaba, habría elecciones cuanto antes. Una vez llegado al poder, corrigió su discurso y aseguró que en mente tenía agotar su mandato, arribar a 2020. Pero esta última idea matriz la ha ido modulando con el paso de los meses. Y si en estas semanas, cuando tomó la decisión de llevar los Presupuestos Generales del Estado de 2019 al Congreso sí o sí en enero, vinculaba un eventual adelanto de las generales a la suerte de las cuentas, en la versión más reciente de su artillería argumental, la última del año, esa ligazón desaparecía. Su "vocación" es "agotar legislatura" y su pretensión, sacar los PGE. Sin recorrer más escenarios. Punto. Era un nuevo giro de discurso. Una rectificación que venía precedida por otras tantas.
El presidente acudió a su rueda de prensa de balance de sus casi siete meses en La Moncloa con un puñado de titulares previamente seleccionados y cuidados, y sin grandes anuncios. Respecto a Cataluña —otro clásico entre los clásicos—, intentó enviar un mensaje de mayor firmeza para mitigar las críticas de la pasada semana tras su reunión con Quim Torra. Ley y diálogo; dentro de la Constitución, el Estatut y la legalidad, se puede hablar de todo, y fuera de ellos, de "nada". Lo demás, dijo, son "monólogos", en referencia al documento de 21 puntos que le entregó el 'president' en Pedralbes y que aún no se conoce en su integridad. Lo importante es el comunicado conjunto firmado con el Govern, nada más, reiteró.
Segunda idea: Andalucía, en forma de aviso al teórico próximo Gobierno autonómico, dirigido por el popularJuanma Moreno gracias a los votos de su partido, el PP, más Ciudadanos y la ultraderecha de Vox. Si hay recortes en los derechos y libertades de las mujeres, utilizará "todos los instrumentos del Estado" para defenderlas.
Sánchez cuidó sus mensajes para una rueda desprovista de grandes anuncios: los "monólogos" de Torra, Andalucía y su balance optimista
Y tercera: una acción de gobierno sustentada en tres ejes: regeneración democrática, modernización de la economía y fortalecimiento de la cohesión social. El Ejecutivo, subrayó ha hecho más en siete meses en el poder que el PP en los siete años anteriores. El Gabinete quiere proyectar hiperactividad, y los Consejos de Ministros están preñados de decisiones. En este último, en el de este viernes, sin ir más lejos, se aprobaron otros tres reales decretos leyes, que se suman a los otros 22 ya impulsados por Sánchez. El Gobierno, pese a su precariedad parlamentaria (84 escaños de una Cámara de 350), aún no ha salido derrotado en el Congreso en ninguna de las convalidaciones de estos textos. Incluso hubo un cuarto mensaje: la exhumación de Francisco Franco puede demorarse "unos meses" más, producto de un proceso administrativo "garantista".
El peso de la hemeroteca
El mandatario socialista, sin embargo, rehuyó durante su comparecencia, de una hora, las cuestiones relativas a la duración de la legislatura, que era consciente que volverían a caer sobre él. Ofreció respuestas escuetas, hasta cortantes. Cuando se le preguntó si pensaba en un superdomingo, en hacer coincidir las generales con las autonómicas, municipales y europeas del 26 de mayo, simplemente replicó que "la vocación del Gobierno es agotar la legislatura". No dio más pistas en las repreguntas. "El Gobierno va a trabajar para aprobar los Presupuestos". "El Gobierno aspira y va a trabajar por aprobar los PGE", contestó a la cuestión directa de qué haría si las cuentas de 2019 se estrellaran finalmente. El jefe del Ejecutivo sí hizo una defensa de la "estabilidad" que necesita el país frente al "desorden" que, a su juicio, propugna la oposición.
En el Ejecutivo sí admiten que si hubiera reabierto el debate sobre el adelanto, se habría "cambiado el foco", llevándose de nuevo a "lo anecdótico"
Sánchez se enmendaba a sí mismo. El pasado 17 de diciembre, en la copa de Navidad que ofreció en La Moncloa a los periodistas, el presidente reconocía que sin el combustible de los Presupuestos, su propósito de llegar hasta 2020 ya no sería posible. Y el pasado 4 de diciembre, dos días después de las elecciones andaluzas que supusieron una bofetada inesperada para el PSOE, en la entrevista en Telecinco en la que confirmó que sí llevaría los PGE al Congreso, aseguró que "caso de no salir adelante, evidentemente el Gobierno de España tendrá que replantearse muchas cosas". Apuntaba así a un eventual adelanto de las generales. Una idea similar había esgrimido el 20 de noviembre, en un acto organizado por 'The Economist': "Si no llegamos a acordar los PGE, mi vocación de intentar llegar al final de la legislatura se ve acortada", reconoció.
En el Ejecutivo reconocían este viernes que con su laconismo Sánchez intentaba acallar el debate sobre el adelanto electoral. "Es que el presidente no sabe realmente la fecha de las generales. No tiene tomada la decisión. Y cuando abre una puerta se abre un debate. Se cambia el foco y se gira hacia un punto anecdótico —admite una fuente del Gobierno conocedora del cambio de estrategia—. Es un debate que no nos conviene abrir. Hay que centrar el debate en las decisiones que importan a los ciudadanos, y la mejor prueba es todo lo que sacó adelante el Consejo de Ministros de este viernes, con tres reales decretos leyes", uno de actualización de las pensiones, otro que permitirá a los artistas cotizar en sus periodos de inactividad, y otro que devuelve el IRPF de las prestaciones por maternidad y paternidad a los empleados públicos.
Bloqueo en la Mesa
Fuentes de La Moncloa quitan hierro a los giros discursivos del presidente, normales, justifican, con una situación tan cambiante, y cuando se trata de una decisión tan "personalísima" como la de elegir la fecha de las generales, en un contexto demasiado volátil. Así que la vía por la que ahora ha optado es intentar alejar ese debate y procurar que los ciudadanos "se fijen en la acción de gobierno", que es muy intensa. "Es que vamos a infartar todos, nos lo dicen los propios funcionarios. Y pese a nuestros 84 escaños, tenemos más estabilidad parlamentaria que el PP, porque Mariano Rajoy no tenía mayoría para sacar sus proyectos y apenas legislaba. Nosotros sí. Hemos demostrado que 84 diputados valen más que los 137 del PP", apuntan desde el Gabinete. Sánchez ha potenciado, por cierto, la alternativa del real decreto ley, más cómoda, porque es la que le permite que sus iniciativas prosperen. Una tramitación de un proyecto de ley es un imposible para el líder socialista, por el bloqueo sistemático de PP y Ciudadanos en la Mesa del Congreso.
Los socialistas confían en que el temor de que lleguen al poder PP, Cs y Vox conduzca a los soberanistas a apoyar los Presupuestos
El presidente ha recibido en los últimos días opiniones a favor de no condicionar la continuidad de la legislatura a nada. O, al menos, no explicitarlo. Sin ir más lejos, en la cena de Navidad que mantuvo con sus ministros el pasado miércoles —horas antes de volar hacia Mali—, hubo miembros del Gobierno que le aconsejaron decir a las claras que quiere agotar su mandato, porque confiere "solidez" y seguridad al discurso, y porque "sí tiene interiorizado que quiere llegar a 2020". "Luego ya veremos qué pasa". Los socialistas siguen confiando en que ERC y PDeCAT, ante el temor de que unos comicios aúpen al poder a PP y Ciudadanos con Vox —que, de entrada, conduciría a un largo 155 y a una política de mano dura con Cataluña—, acaben votando a favor de los PGE. "No se puede descartar. Y si tenemos que seguir con los Presupuestos prorrogados, no pasa nada", afirma un ministro, quien vio a Sánchez "en forma, con ganas".
Cruce de acusaciones
En realidad, las idas y venidas de Sánchez respecto a los Presupuestos y las elecciones han sido constantes en estos siete meses de mandato. La contorsión más evidente se produjo en apenas quince días: el 16 de noviembre afirmó en Guatemala que si las cuentas de 2019 no tenían los apoyos suficientes no las presentaría para no "marear" a los españoles. El 4 de diciembre, tras las andaluzas, anunció que sí, que llegarían al Parlamento, tuvieran o no respaldo. Con ello volvía al plan inicial, buscando que el resto de formaciones se retraten. Incluidos los independentistas.
También la posición respecto a Cataluña ha sufrido modulaciones, acercamientos y distanciamientos que responden a su vez a los pasos del Govern
Los socialistas han de combatir día tras día la cantinela de PP y Cs de que el presidente es un "títere" de las formaciones separatistas. Sánchez contraataca reprochando a populares y naranjas que se echen "en brazos" de la ultraderecha de Vox, esperando moderarla, cuando realmente su acercamiento a los de Santiago Abascal, aduce, les acabará radicalizando más. Cuando se preguntó al jefe del Ejecutivo si entonces rechazará ser investido en una próxima legislatura con los votos de ERC y PDeCAT, él no descartó ese escenario: "El Gobierno de España siempre va a apostar por la convivencia y por la Constitución y por tanto, nosotros, en ese punto, nos podremos encontrar con distintas formaciones políticas". La línea roja será, pues, el respeto a la Carta Magna.
También la posición con Cataluña ha experimentado modulaciones, partiendo de la idea matriz de "ley y diálogo" y apuesta por una solución política transversal, que trascienda los bloques. El Gobierno ha ido combinando subidas de tono con palabras de distensión, en función no obstante de la réplica que llegaba de un Govern muy dividido e influido desde la distancia por Carles Puigdemont. La relajación a la que se llegó la semana pasada tras días de alta tensión fue sucedida este viernes por la advertencia a Quim Torra de que no admitirá nada que quede fuera de la Constitución, el Estatut y el resto del ordenamiento jurídico. Eso sí, él defiende una "mirada amplia" de la Carta Magna, y "no estrecha". El texto de 1978, añadió, dirigiéndose a las derechas, "no es patrimonio de ninguna ideología ni partido, sino de todos los hombres y mujeres" que forman España.
La exhumación de Franco está convirtiéndose asimismo en una fuente de virajes para el Ejecutivo. La fecha de salida del dictador del Valle de los Caídos ha ido retrasándose —Sánchez dijo este viernes que no importa que se demore "unos meses" cuando se lleva esperando más de 40 años—, pero también el Gobierno ha tenido que ir sorteando las zancadillas de la familia del general, dispuesto a impedir por todos los medios su desenterramiento. El atasco de la reforma de la Ley de Memoria Histórica, en la que Vicepresidencia quería introducir enmiendas para vetar a Franco en la Almudena, ha obligado a la Delegación del Gobierno en Madrid a redactar un informe en el que desaconseja su reinhumación en la catedral de la capital, en pleno centro, por razones de seguridad y de orden público.
El balance en verde del Ejecutivo
Regeneración democrática, modernización de la economía y refuerzo de la cohesión social son los pilares del proyecto político de Pedro Sánchez, según él mismo describió durante su rueda de prensa de este viernes.
En el primer bloque, el de la regeneración democrática, el presidente citó el levantamiendo del veto del Gobierno a unas 60 iniciativas del Congreso, la exhumación de Franco (el expediente ya está en sus últimos pasos: queda notificar a las partes para que presenten las últimas alegaciones antes de que el Consejo de Ministros decida la salida del Valle de los Caídos y la nueva sepultura), el impulso de dos reformas constitucionales (la de limitación de aforamientos y la eliminación del término "disminuido"), el desarrollo de la Ley de Transparencia con la publicación de los bienes de más de 1.000 altos cargos...
🔺Revalorización de más de 10 mill. de pensiones
🔺Más protección para los autónomos
🔺Protección a la infancia y la adolescencia frente a la violencia⁰
Son algunos de los acuerdos del último #CMin de 2018.
Aquí, + info de lo aprobado hoy por el Gobierno https://t.co/NRfU34wpUi pic.twitter.com/EmyAhnVWux
En este primer apartado Sánchez incluyó asimismo sus reuniones con todos los presidentes de las comunidades y ciudades autónomas y el de la Federación Española de Municipios y Provincias, sus cinco comparecencias en el Parlamento (incluyendo una en el Senado), la activación de la comisión bilateral Estado-Generalitat (que no se reunía desde 2011), la reactivación de la comisión mixta de Transferencias con el País Vasco, la celebración de 42 conferencias sectoriales con las CCAA y la celebración de dos Consejos de Ministros fuera de La Moncloa (en Sevilla, el 26 de octubre; en Barcelona, el 21 de diciembre, y las próximas citas serán en Mérida y Alicante).
En la parte económica, Sánchez prevé, de entrada, la creación de 800.000 puestos de trabajo entre este año y el que viene. También se ha puesto en marcha un plan de empleo juvenil, se ha mejorado la protección de la actividad de los autónomos, la subida del salario mínimo hasta 900 euros, la mayor oferta de empleo público en una década (más de 30.000 plazas), el alza salarial de los funcionarios de un 2,25% (más otra parte variable).
Las #pensiones son para este Gobierno un derecho de ciudadanía, no una mercancía con la que hacer negocio. El #CMin aprueba la revalorización de más de 10 millones de pensiones, poniendo fin a un periodo de merma del poder adquisitivo de nuestros pensionistas. #GobiernoDelCambio pic.twitter.com/QPoEdkxM2C
Tercer bloque: fortalecimiento de la cohesión social. Aquí Sánchez situó la revalorización de las pensiones conforme al IPC (un 1,6%, seis décimas por encima de la previsión del índice para este ejercicio, y un 3% las mínimas), el compromiso de presentar un nuevo modelo de protección por desempleo asistencial en los cuatro primeros meses del próximo año; el anteproyecto de ley de protección integral a la infancia y a la adolescencia frente a la violencia; la creación de un Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil; el desarrollo del pacto de Estado contra la Violencia de Género; la eliminación de trabas para el acceso a la función pública de personas con celiaquía, psoriasis, VIH y diabetes; la restitución de la sanidad universal; el incremento del bono social para luchar contra la pobreza energética; el impulso de medidas para favorecer un alquiler más accesible o la recuperación del derecho a la reproducción asistida de mujeres solteras y lesbianas.
El jefe del Ejecutivo también destacó el esfuerzo de su Gabinete por reforzar la presencia exterior de España. La muestra es su intensa actividad en el extranjero en estos siete meses. "España ha vuelto a la escena internacional", señaló.
En siete meses el Gobierno ha subido el SMI, ha recuperado la sanidad universal, revertido los recortes educativos, impulsado el pacto contra la #ViolenciaDeGénero, revalorizado las pensiones y reconocido nuevos derechos a los autónomos. @sanchezcastejon #GobiernoDelCambio #CMin pic.twitter.com/Bxo7TDRhOF
Sánchez tambián adelantó que a primeros de febrero el Consejo de Ministros aprobará un real decreto ley para hacer frente a un Brexit duro, no acordado entre la UE y el Reino Unido, con el fin de desplegar los planes de contingencia programados y resguardar los derechos de los británicos en España y de los españoles en el Reino Unido.
Ya es un clásico. En las comparecencias de Pedro Sánchez, sobre todo cuando se espacian en el tiempo, pronto emerge alguna pregunta sobre la duración de la legislatura. La duda le acompaña desde el momento mismo en que presentó la moción de censura, cuando prometió que, si prosperaba, habría elecciones cuanto antes. Una vez llegado al poder, corrigió su discurso y aseguró que en mente tenía agotar su mandato, arribar a 2020. Pero esta última idea matriz la ha ido modulando con el paso de los meses. Y si en estas semanas, cuando tomó la decisión de llevar los Presupuestos Generales del Estado de 2019 al Congreso sí o sí en enero, vinculaba un eventual adelanto de las generales a la suerte de las cuentas, en la versión más reciente de su artillería argumental, la última del año, esa ligazón desaparecía. Su "vocación" es "agotar legislatura" y su pretensión, sacar los PGE. Sin recorrer más escenarios. Punto. Era un nuevo giro de discurso. Una rectificación que venía precedida por otras tantas.
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