Sánchez tacha de "monólogo" los 21 puntos de Torra: fuera de la Constitución y la ley, "nada"

Lo único que vale para el Gobierno es el comunicado conjunto pactado con la Generalitat el pasado 20 de diciembre. Diálogo sí, pero siempre dentro de la ley. Fuera de la Constitución, del Estatut y de la ley, "nada". Todo lo demás son "monólogos" de los independentistas, que el Ejecutivo directamente ignora.

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Pedro Sánchez quiso reforzar este viernes, en su comparecencia de balance de sus casi siete meses de mandato, el mensaje de que no permitirá que el soberanismo se salte la legalidad vigente después de que arreciaran las críticas desde la oposición por el hecho de que no apareciera mentada la Constitución en el comunicado firmado con el Govern de la semana pasada. Un mensaje combinado de firmeza y diálogo al que se añadió este otro: su "vocación" de agotar la legislatura para dar "estabilidad" al país. Una vocación que ya no condiciona a nada, ni siquiera a la eventualidad de que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019 descarrilen precisamente por el rechazo de las formaciones separatistas.

El Gobierno se reivindica como constitucional, pero con una mirada amplia,de la Constitución, que no es patrimonio de nadie

El jefe del Ejecutivo, en su exposición inicial, volvió a reivindicar el diálogo frente a la confrontación, y el "respeto" a la Carta Magna frente a cualquier intento de "vulneración" de la misma. "El Gobierno se reivindica como constitucional, pero con una mirada amplia, no estrecha de la Constitución. Quiero ser rotundo y claro: la Constitución no es patrimonio de ninguna ideología ni partido, sino de todos los hombres y mujeres que formamos España". Una advertencia que iba dirigida a PP y Ciudadanos, que no cesan de dudar del espíritu constitucional del PSOE y de Sánchez por su supuesta alianza con los partidos independentistas.

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"Cosas sencillas y básicas"

Pero enseguida el mandatario socialista quiso marcar su línea argumental. Desde la primera pregunta, cuando se le inquirió si el Ejecutivo se planteaba algún tipo de medida legal para frenar la anunciada recuperación, por parte del Govern, de un programa de centralización del pago de los impuestos estatales del sector público catalán que eliminó Mariano Rajoy en virtud de la aplicación del 155. El Gobierno defiende la "misma aproximación" en la relación con Cataluña: "Dentro del Estatuto y la Constitución", se puede hablar de todo, pero "fuera" de ellos, "de nada". Lo demás son "monólogos". Respecto a la medida adelantada por el 'vicepresident', Pere Aragonès, el Ejecutivo estudiará esa propuesta, se pedirá información a la Generalitat, y si está dentro de los márgenes legales, se aceptará. De lo contrario, no se tolerará.

"Ley y diálogo y acuerdos transversales", que trasciendan los bloques, dice. "Son los puntos del acuerdo. Lo demás son monólogos"

La plantilla de esa respuesta se repitió en otras tantas preguntas del mismo tenor. Por ejemplo, sobre el documento de 21 puntos que Quim Torra le entregó durante su reunión en el palau de Pedralbes. El presidente defendió el acuerdo conjunto con el Govern, que decía "cosas sencillas y básicas": "Ley y diálogo y acuerdos transversales", que trasciendan los bloques. "Son los puntos sobre los que se basa el acuerdo. Lo demás son monólogos", repitió.

Sánchez reconoció, como dijo Torra, que le planteó una mediación internacional para solucionar el conflicto de Cataluña. Es "lo cotidiano" en los encuentros con los independentistas, es habitual que emerjan estas demandas, "es un monólogo", reiteró. El jefe del Ejecutivo contó que le contestó en privado lo mismo que defiende en público, y lo que ya defendía desde que estaba en la oposición: "Diálogo siempre, y Constitución también".

"No crispar, no confrontar"

Como ya hiciera el domingo pasado en una entrevista en 'La Vanguardia', Sánchez reclamó a la Generalitat que pase de la voluntad de diálogo al "diálogo real", siempre respetando la legalidad, porque solo dentro de ella se podrá buscar una solución. El Gobierno cree que la única salida posible es aquella que sea fruto de la "intersección" de nacionalistas y no nacionalistas, y en la que se sienta reflejada mayoritariamente la ciudadanía catalana, ya que se requieren dos tercios para la reforma del Estatut que los socialistas anhelan.

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Sánchez sostuvo que la crisis territorial tardará en resolverse años, y lo que toca ahora es crear esos espacios de "confianza" y "lealtad", que es en lo que está empeñado su Ejecutivo, y defender la convivencia, "alejándose de la confrontación" que, a su juicio, persiguen PP y Ciudadanos. "Ya me gustaría tener una oposición de Estado", lamentó, acusando a Pablo Casado y Albert Rivera de aprovechar el desafío secesionista para sacar rédito electoral sin importar "debilitar al Estado". El Gobierno, presumió, está en "solucionar la crisis", porque es un Gabinete "responsable" que pretende "no crispar y no confrontar".

"La vocación del Gobierno es agotar la legislatura", sin condicionarla a los PGE. El Ejecutivo "aspira y va a trabajar" para aprobar las cuentas, rubrica

Durante su rueda de prensa en La Moncloa, posterior al último Consejo de Ministras y Ministros del año, Sánchez insistió en que España necesita "estabilidad y no el desorden que propugna la oposición". Por eso mismo dio en todo momento muestras de seguir adelante con su hoja de ruta. Avanzó sus objetivos para 2019 y toda la tarea que su Gobierno tiene en mente sustentada en tres pilares claves: regeneración democrática, "modernización" de la economía y fortalecimiento de la cohesión social.

"Ha cambiado España a mejor" y ese cambio confía en que se "consolide" el próximo año, guiado por la máxima de que "cuando un Gobierno avanza, avanza la sociedad". El presidente hizo énfasis en la actividad intensa de su Gabinete, en el "impulso reformista y modernizador" de su Ejecutivo —que definió de nuevo como "progresista", "feminista", "europeísta" y "ecologista", en contraste con los siete años de "parálisis y desidia" de Rajoy. Bajo el brazo llevaba la decisión del Consejo de Ministros de actualizar las pensiones conforme al IPC en 2019 (un 1,6% con carácter general y un 3% las mínimas y no contributivas), con lo se pone "fin" a la "merma" del poder adquisitivo de los jubilados.

Sánchez intentó rehuir de las preguntas que versaban sobre el final de la legislatura. En este punto, el presidente ha mantenido una postura cambiante en estos siete meses de mandato. Ahora ya no condiciona a nada la disolución de las Cortes. Es decir, no habla ya de que un fracaso en la tramitación de los Presupuestos pueda suponer un anticipo de las generales. "La vocación del Gobierno es agotar la legislatura", dijo lacónicamente cuando se le preguntó si descartaba hacer coincidir las legislativas con las autonómicas, municipales y europeas del 26 de mayo. No parece, pues, que ahora esté sobre su mesa un superdomingo. Y cuando se le inquirió qué ocurriría si los PGE no son aprobados, porque esa posibilidad está ahí y los independentistas no parecen dispuestos a ceder, se limitó a contestar con un "el Gobierno aspira y va a trabajar" para que sus cuentas de 2019 prosperen.

¿Aceptaría una investidura con los votos de aquellos que le apoyaron en la moción de censura contra Rajoy, con las formaciones independentistas?, se le preguntó. Sánchez no fue claro, pero desde luego no lo descartó. Sí precisó que no es igual una investidura y un acuerdo de gobierno como el cerrado en Andalucía entre PP y Cs (y que ahora necesita el concurso de Vox) a una moción de censura en la que simplemente apeló a la "responsabilidad" de los grupos a la vista de que el entonces líder del Ejecutivo no asumía la suya por los casos de corrupción de su partido. "El Gobierno de España siempre va a apostar por la convivencia y por la Constitución y por tanto, nosotros, en ese punto, nos podremos encontrar con distintas formaciones políticas", respondió.

El presidente defiende que no pasa nada si la exhumación de Franco se demora "unos meses más"

El Gobierno ya no pone fecha a la exhumación de Francisco Franco. Primero apuntó que sería en el verano de 2018, luego a finales de año... y ahora ya lo deja sin cita en el calendario. Puede demorarse "unos meses".

Pedro Sánchez recordó que el aprobado por el Ejecutivo es un "proceso garantista", y ahora, por ejemplo, la familia del dictador tiene ocasión de volver a pronunciarse en el último periodo de alegaciones y "plantear su parecer" antes de que el Consejo de Ministros autorice el desenterramiento del Valle de los Caídos, que podría llegar a finales de enero.

"Más allá de qué día", la reflexión que toca hacer, dijo este viernes, es que "si hemos esperado 40 años, esperar unos meses más no es problema para este Gobierno". 

El Ejecutivo ya tiene listo el argumento para vetar la reinhumación de Franco en la cripta de la catedral de la Almudena de Madrid -por razones de seguridad y de orden público, según un informe de la Delegación del Gobierno-, pero aún tiene que mirar de reojo la decisión que eventualmente pueda adoptar el Tribunal Supremo a instancias de la familia una vez que el Consejo de Ministros apruebe la exhumación. En ese caso, podría paralizar la operación o bien darle el visto bueno.