Agustín, el último meta del Madrid que cayó en la final: "Media España quiere que perdamos"
Agustín Rodríguez, el portero del Real Madrid que perdió la final de la Copa de Europa de 1981 en París contra el Liverpool, no tiene filtros para poner en valor el trabajo del equipo de Ancelotti
Directo y sin morderse la lengua. Dice lo que siente y se atreve con todo. Agustín Rodríguez era el portero del Real Madrid que perdió la final de la Copa de Europa contra el Liverpool en París el 27 de mayo de 1981. Desde ese fatídico partido hasta un nuevo enfrentamiento contra el Liverpool, han pasado muchas cosas y la gran mayoría son buenas para la historia del Real Madrid. De esto se trata, según Agustín. De ganar. Y él no se siente un perdedor por aquella derrota por la mínima (1-0) con un gol que pone bajo sospecha. La jugada empezó con un saque de esquina que, repite con resignación Agustín, favorecía al Real Madrid. Pero se lo dieron al equipo inglés y se sucedieron las desgracias. Le fusiló un gol de Alan Kennedy.
En las siguientes finales todo le ha salido rodado al Real Madrid. Han ido cayendo las Champions una tras otra. Un total de siete desde la final perdida por el Real Madrid que entrenaba Vujadin Boskov. Era el equipo de 'Los García' y llegaron a esta final tocados en lo anímico por perder la Liga una semana antes en Valladolid y en lo físico con varios jugadores que forzaron para jugar. El Real Madrid compitió y perdió. Agustín lo recuerda al detalle en esta entrevista.
Lo que hace también, con la experiencia y sin filtros, es poner en valor el mérito que tiene el equipo de Ancelotti por haber llegado a esta final. Agustín es de los que sacan pecho y reivindican el estilo de competir y ganar de un Real Madrid que ha mostrado la esencia de su ADN con las tres remontadas en el Bernabéu. Aprovecha, aunque falte por jugarse la final, el momento para manifestar su indignación con el crecimiento del antimadridismo. Palpa que cada vez son más los que desprestigian el estilo del Real Madrid y quieren que se estrelle en esta final contra el Liverpool. Es valiente hablando antes de saber si ganará la Decimocuarta o perderá su cuarta final en la historia de la máxima competición europea.
PREGUNTA. ¿Qué recuerdos tiene de aquella final contra el Liverpool en París?
RESPUESTA. Ahora mismo, lo primero que se me viene a la cabeza es que nos metieron en un palacete a las afueras de París y conmigo no hablaba nadie del cuerpo técnico. Como era el fútbol de antes. El único que estaba pendiente de mí era Miguel Ángel. Recuerdo a Goyo Benito, que era su última temporada y se podía despedir siendo campeón de Europa. Lo que sucedió durante el partido fue una desgracia. El gol que nos marcan, para mí, viene de un saque de banda que era a favor nuestro. Luego la línea de cal no estaba lisa, era dura y estaba levantada. El bote del balón fue alto, pilló mal a García Cortés y al equipo descolocado. Yo veo un movimiento atrás e intento anticiparme al centro de Kennedy. Él la pegó a romper y con los ojos cerrados, como años después confirmó en una entrevista. Igual se le va arriba que iba a portería. Pero si yo me quedo quieto me podría haber golpeado el balón en el cuerpo, la cara o el hombro. Ahí se va la final. Era un partido para ir a la prórroga. El Liverpool era el favorito, llegó con más confianza por haber ganado la Premier y nosotros con menos y varios futbolistas que tuvieron que jugar con problemas físicos. Competimos. Tuvimos nuestras ocasiones, pero era uno de esos partidos en los que el que marcaba primero, ganaba. Entre el bote extraño del balón, la mala cobertura y si yo no me muevo para anticiparme se nos va la final. Nos marcó un gol un jugador que disparó con los ojos cerrados. A veces se gana así.
P. El Real Madrid de Ancelotti llega con confianza y descansado. ¿Qué opciones le da de ganar al Liverpool de Kloop?
R. Lo que ha hecho este equipo ya es algo histórico. Hay que poner muy en valor su temporada. Ha ganado la Liga con una amplia diferencia de puntos, la Supercopa y en las eliminatorias de la Champions ha tenido partidos espectaculares. Ha sido algo único y la afición tiene que sentirse orgullosa. La guinda sería ganar al Liverpool. Habría que darles, si lo consiguen, una matrícula de honor. Pero a principio de temporada todo el madridismo habría firmado estar así a estas alturas de temporada. Es que la manera en la que ha competido este equipo y contra quien lo ha hecho tiene mucho mérito. Ha competido contra clubes-estado. Ha sido el fútbol de los sentimientos y las emociones contra el del dinero. Hoy todo se compra con dinero. Y yo considero que el PSG y el City son clubes-estado, que el Chelsea se financia con capital ruso y el Liverpool con el dinero de los estadounidenses. Fichan lo que quieren, la UEFA lo conoce, pero se lo pasan por el forro.
P. ¿Puede explicar cómo es posible encadenar tres remontadas ante estos equipos tan potentes?
R. Se explica porque el Real Madrid, en la anarquía de sus jugadores, es capaz de darlo todo. Cuando el Real Madrid juega a mantener un resultado, le cuesta. El Madrid a la desesperada es muy peligroso. El Real Madrid cuando se despelota va con todo. Da igual quién entre al remate. Mira lo que hizo Rodrygo subiendo a cabecear un gol contra el City. No todos los equipos saben jugar en la anarquía. Guardiola, por ejemplo, necesita que su equipo esté siempre estructurado. El Madrid y creo que también el Liverpool son capaces de moverse mejor en el desorden. A mí me sorprendió cómo ganó el Madrid en Londres al Chelsea. Fue un equipo perfecto. Espectacular. Todos juntos, trabajando, contragolpeando. Luego en el Bernabéu, cuando se sintió con el agua al cuello, con todo perdido, no le quedó más remedio que ir a por el partido y lo rompió. Esto forma parte del estilo y de la historia de este club. A mí me decía Luis Aragonés que esto era algo que le impresionaba y comentaba que hasta que no finalizara el partido, no pitara el árbitro, al Madrid no había que darlo por muerto. Evidentemente, influye la historia de un club que ha jugado muchas finales en Europa, el ambiente que crea en el Bernabéu y el espíritu que tienen los jugadores para no rendirse.
P. Pero muchos de estos jugadores son jóvenes y han sido protagonistas para las remontadas y para llegar a esta final de la Champions.
R. Sí, es que el Real Madrid tiene unos futbolistas que son jóvenes, muy buenos y potenciales 'cracks'. A mí me encanta Fede Valverde, por su energía y carácter. Pero también Vinícius, Rodrygo y Camavinga. Todos juegan con determinación. En los dos últimos años, han tenido un crecimiento muy grande y yo lo achaco, además de a que tienen calidad, a la pandemia. Ellos han podido seguir jugando sin la presión del público en los estadios, han progresado, adquirido confianza y cada vez más experiencia. Una desgracia como la pandemia ha venido bien para la formación de estos chicos.
P. ¿Le sorprende la explosión de Vinícius esta temporada? ¿Se podía esperar que fuera tan decisivo?
R. Vinícius ha tenido un crecimiento muy grande y tendrá que seguir mejorando porque esta es la exigencia del Real Madrid. No se puede quedar con lo que ha hecho porque le van a pedir más en cada partido y temporada. Me gusta. Es un jugador que explota su velocidad, el uno contra uno, y que es valiente. Es de ese prototipo de futbolista encarador que genera temor y desatasca partidos. Pero también me encanta Fede Valverde. Lo considero imprescindible para romper líneas. Igual que Camavinga. Son 'cracks' en potencia, que cuando entiendan mejor el juego, el posicionamiento, porque el fútbol es un juego de ajedrez, van a ser muy buenos. Lo demás lo tienen: técnica, velocidad, personalidad... El Real Madrid tiene mucho futuro con estos chavales. Ahora la gente está desesperada porque no ha venido Mbappé y yo digo: "Déjalo que se siga haciendo, que vendrá más hecho".
P. Se le nota optimista con las posibilidades del Real Madrid de ganar la final cuando las apuestas dicen que el Liverpool es el favorito. ¿Qué tiene que hacer el equipo de Ancelotti en este partido?
R. El secreto del Real Madrid es que sabe jugar finales, y ahí está su historia. En estos partidos aparecen las ganas de ganar y no tiene miedo. Cuando el Madrid juega con el freno de mano es un equipo vulgar, y cuando lo hace con su personalidad, sin miedo, con tensión, es capaz de arrasar. La fuerza del Real Madrid es atreverse y la definición. Por eso está en la final. Así que fuera miedos. Se juega todo a un partido y yo creo que ninguno de los dos equipos va a especular. No veo al Madrid defendiendo. Veo a dos equipos yendo a por el partido, con respeto, e igualados.
P. La seguridad en el equipo de Ancelotti es que los veteranos no fallan y uno de ellos, Modric, está dando un nivel altísimo. ¿Qué opinión tiene del croata?
R. Cuando uno es profesional, cuida su cuerpo, la alimentación, tiene un preparador personal y se siente importante en el equipo, sale lo que se ve en Modric. Pero es que este jugador, además, se siente madridista, se le ha impregnado este sentimiento, ama el fútbol, tiene ilusión y todo eso lo transmite en los partidos. Él es feliz jugando en el Real Madrid. Siente la confianza del entrenador, tiene cualidades y ama la camiseta. Corre como el que más. Para el aficionado, eso ya es marcar las diferencias. La entrega es total y su calidad hace las diferencias.
P. ¿Lo mismo se podría decir de Benzema? ¿Qué destaca de un jugador que ha hecho los mejores registros goleadores desde que está en el Real Madrid?
R. Benzema ha respondido con goles de una manera excepcional. Pero hay que analizarlo por la movilidad que tiene en el campo. Lo veíamos como un mediapunta, como el acompañante de un delantero y es un jugador muy completo. Se ha reconvertido en un todo. Baja, sube, desahoga el juego, descarga en el centro del campo, se mueve en una banda, en otra y ahora define. ¿Qué más se puede pedir con 34 años? Si no le dan el Balón de Oro será por algo. Está en una madurez y una plenitud que no quiere desaprovechar. Cuando uno se encuentra en esta situación quiere vivir para el fútbol, cuidarse, disfrutar al máximo. Es como una segunda juventud y Benzema quiere sacar el máximo juego a su fútbol.
P. Como especialista en porteros. ¿Se puede decir que Courtois es el mejor del mundo o uno de los mejores?
R. Me acuerdo que cuando llegó dije que era un gran fichaje. Al principio la gente tenía dudas y ahora ven que es un porterazo. Es un portero que gana partidos y eso significa que está entre los mejores. Alisson también demuestra en el Liverpool que es otro de esos grandes porteros. Courtois es cada vez más completo. Cubre muy bien la portería, es ágil con la envergadura que tiene y ha mejorado mucho en el juego con los pies y el desplazamiento del balón. Es fuerte en el juego aéreo y en la final tiene que estar muy concentrado porque los dos centrales del Liverpool son unas bestias. Es de los porteros más completos y el mejor que puede tener el Real Madrid.
💬 @Benzema: "Ha sido una temporada muy buena. Tenemos mucha confianza y vamos a demostrarlo en el campo."
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) May 25, 2022
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P. ¿Qué papel y mérito le da a Ancelotti en una temporada donde su equipo no estaba entre los favoritos para llegar a la final de la Champions?
R. Es un técnico 10. Ha conseguido llevar a un equipo a un lugar que, como dices, nadie esperaba. Es el culpable del éxito, sin dudas. Es el director de orquesta de todo en lo futbolístico, pero también para gestionar lo físico y lo médico. Hay que tener sabiduría y experiencia para hacer que todas estas facetas funcionen y la maquinaria del Real Madrid ha salido perfecta.
P. Pero se le ha cuestionado que no tiene estilo. ¿Lo comparte?
R. El Real Madrid nunca ha tenido un estilo muy definido. Lo he dicho antes. En el Real Madrid hemos ganado partidos por oleadas de juego, con esa anarquía que te hace remontar, por generar veinte ocasiones de gol en veinte minutos, por el arreón... Por aquí han pasado muchos entrenadores, de perfil diferente, unos con toque y otros más de contragolpe y el estilo siempre les exige que hay que ganar. Esto no es el Barcelona, que desde que llegó Johan Cruyff quieren mantener un estilo muy definido. Les gusta un portero-futbolista, que maneje el balón con los pies, centrocampistas de corte creativo, jugar por las bandas con extremos, mucho toque... En el Real Madrid también ha habido grandes extremos como Juanito, Míchel... y ahora está Vinícius y la exigencia siempre es la misma: ganar.
P. Esta temporada se ha desprestigiado que ganara con acciones de contraataque. ¿Le parece que no es vistoso hacerlo de esta manera?
R. A mí me pueden contar milongas, pero lo que vale en el fútbol es ganar. Cada uno ve el fútbol como lo quiera ver y el barcelonismo no está para desprestigiar el estilo del Real Madrid cuando no han ganado nada esta temporada y han quedado a una gran diferencia de puntos en la Liga. A mí me vacilan cuando pierde el Real Madrid y esta temporada me han vacilado poco. El partido que más le importa ganar al Barcelona es el del Real Madrid. Tengo claro que cada vez hay más antimadridistas y este sentimiento ha crecido más con los nacionalismos. Ya no es solo criticar al Real Madrid y que no gane sino que se ha convertido en el enemigo número uno. Antes ibas a Sevilla, Valencia, Vigo, A Coruña... y no pasaba nada. La gente era de su equipo y aplaudían al Real Madrid. Había más madridistas. Ahora es tremendo jugar en esos campos. Al Barcelona no le ocurre eso. Los nacionalismos tienen jodido al país. Por una cuestión de incultura nos han dividido los partidos políticos y eso afecta al deporte cuando esto tenía que ser una cuestión de disfrutar. Se juega una final de Copa y hay pitos al himno. Ahora la mitad del país se alegrará si el Real Madrid pierde la Champions. Lo digo con naturalidad y no me importa. La mitad de España o más está deseando que pierda el Real Madrid.
P. Se le ve contundente...
R. No me importa decirlo. En el mundo hay madridistas y antimadridistas. Al final la gente se da cuenta que lo que hace el Real Madrid es excepcional, como que nadie contaba con ellos para jugar esta final de la Champions, y eso quiere decir que es un equipo insaciable. El estilo es ganar y jugar finales. Yo es la final que más tranquilo voy a ver.
P. Ha dicho que no le importa que no haya venido Mbappé. ¿No le duele el plantón?
R. Lo que tengo claro es que aquí ha habido un movimiento político importante. ¿Dónde se juega el Mundial? ¿Qué equipo tiene a tres futbolistas que son abanderados de ese Mundial? ¿Quién estuvo hace poco en Madrid vendiendo gas y petróleo a nuestro país? Es lógico que a un chaval, de solo 23 años y que es tan bueno, no le dejen irse los árabes. Si no te lo venden por 200 millones de euros, no te lo llevas gratis. Ha habido presiones de todo tipo y sigo convencido de que el chico quería venir. Si no puede ahora, querrá dentro de tres años. A mí no me importa si viene con 26 años. Así está más rodado.
Directo y sin morderse la lengua. Dice lo que siente y se atreve con todo. Agustín Rodríguez era el portero del Real Madrid que perdió la final de la Copa de Europa contra el Liverpool en París el 27 de mayo de 1981. Desde ese fatídico partido hasta un nuevo enfrentamiento contra el Liverpool, han pasado muchas cosas y la gran mayoría son buenas para la historia del Real Madrid. De esto se trata, según Agustín. De ganar. Y él no se siente un perdedor por aquella derrota por la mínima (1-0) con un gol que pone bajo sospecha. La jugada empezó con un saque de esquina que, repite con resignación Agustín, favorecía al Real Madrid. Pero se lo dieron al equipo inglés y se sucedieron las desgracias. Le fusiló un gol de Alan Kennedy.