El Real Madrid, con la final de la Champions en la cabeza, no puede con el Betis (0-0)

A una semana de la final de la Champions, el Real Madrid se queda sin marcar ningún gol en el empate a cero contra el Betis. En la cabeza de los jugadores estaba el partido con el Liverpool. Ancelotti puso un once de gala, en la segunda parte hizo rotaciones, Benzema y Vinicius disputaron todos los minutos, quiso que jugaran Marcelo e Isco para sentir el calor de una despedida, pero no consiguió que el equipo tuviera contundencia ofensiva. Era un día emotivo para Marcelo. Sus compañeros acabaron haciéndole reverencias, mostrando su admiración y gratitud por su carrera. Al capitán le queda la final de la Champions y el deseo de que el club le dé un año más.

El último partido de la temporada en el Bernabéu enfrentó al campeón de Liga y al de la Copa del Rey. El Real Madrid y el Betis se hicieron el pasillo. Un buen cierre para dos equipos que han tenido un alto nivel competitivo y con los que nos hemos divertido. Han sobrepasado, incluso, las expectativas. El Real Madrid dominó la Liga y el Betis puso el alma y sus energías en celebrar un título en su ciudad. El partido, un viernes y a pesar de la ola de calor en la capital, prometía su atractivo. Para el Betis no es lo mismo quedar quinto que sexto. La diferencia son 7 millones de euros.

Carlo Ancelotti avisó de que este era el día del ensayo oficial con el equipo que tiene que jugar la final de la Champions contra el Liverpool el 28 de mayo en París. No estaba David Alaba, por una sobrecarga y en su lugar jugó Nacho. El austríaco no está descartado para el asalto de la Decimocuarta. Rodrygo entró en el once en lugar de Fede Valverde. Es la duda para la final contra el equipo inglés. El resto de jugadores son los titularísimos. La noticia, en el momento de conocer las alineaciones, fue el descarte de Gareth Bale. El galés entró en la convocatoria y se quedó fuera. Un mal final para Bale. No se despide de los aficionados ni en el último partido en el Bernabéu y en un ambiente festivo por la Liga y la disputa de una nueva final de la Champions. Hace cuatro años, Bale era el héroe de la final en Kiev contra el Liverpool con dos goles. Uno de chilena. Impresionante. Desde ese día, su carrera ha ido en picado y el divorcio con el Real Madrid ha acabado de la manera más triste.

Precauciones

Al partido le faltó intensidad, chispa y los goles. Los dos equipos generaron pocas ocasiones de peligro y en el primer periodo solo hubo dos. La del Betis es un balón largo, un pase exquisito de Canales al espacio para la carrera de Juanmi. La dirección de la pelota, la precisión perfecta, pero el bote alto y la velocidad de reacción de Militao evitaron el remate de Juanmi. La del Real Madrid fue un disparo potente y ajustado de Casemiro, desde la frontal del área, a la portería de Rui Silva. El brasileño reclamó falta por la carga de Guido Rodríguez.

El partido tenía poco ritmo. Estaba en los pies y en las cabezas de los jugadores con más talento e inspiración. En el Real Madrid se notó que jugaban con una marcha menos, con precauciones. El partido comenzó con un susto. Una entrada de Bartra sobre Benzema. El francés quedó dolorido en el tobillo. Este tipo de percances es lo que querían evitar en las filas blancas. El mayor peligro llegaba por la banda izquierda con las penetraciones de Mendy hasta la línea de fondo y las acciones de Vinícius, encarando y buscando a Benzema. El '9' del Madrid se lo tomó con demasiada calma. La amenaza del Betis estaba en la conexión de Canales con Fekir y la finalización de Juanmi y Wilian José. El Betis y el Real Madrid estaban cómodos. La primera parte fue inofensiva.

El Real Madrid jugaba con la final de la Champions en la cabeza. La segunda parte era la de las rotaciones en el plan marcado por Ancelotti. Entraron Fede Valverde y Camavinga por Kroos y Casemiro. El Madrid cogió más ritmo y verticalidad. Benzema apareció y amenazó con un desmarque, en un centro de Carvajal, que remató con fuerza y desvió Rui Silva. Rodrygo no estuvo acertado en el rechace. Era un Real Madrid más incisivo, con mayor dominio del juego, velocidad, con un punto de agresividad y un Benzema más activo. Tuvo las ocasiones de mayor peligro de su equipo. La mejor para el Betis, la del partido, la tuvo Joaquín en un remate arriba. No la pudo pegar bien por la altura del bote.

Camavinga mejoró el equipo en la movilidad, energía y profundidad. El joven centrocampista francés crece en el equipo, coge responsabilidades y tiene personalidad. Llegó en el último día del mercado de fichajes de verano, sin pretemporada ni adaptación, y ha ido a más. Acaba la temporada como uno de los primeros recambios o revulsivos en los planes de Ancelotti.

A falta de veinte minutos, el público del Bernabéu se puso en pie. Entraron Marcelo, Isco y Ceballos. Se fueron Modric, Rodrygo y Ferland Mendy. El público ovacionó y coreó el nombre de Marcelo. El brasileño acaba contrato. Igual que Isco. Era uno de los momentos más esperado de la noche. El público quería darle cariño al capitán. Marcelo ha hecho historia en una de las épocas doradas del Real Madrid. Le puso un buen centro, en el descuento, para un remate de cabeza de Benzema que se fue desviado. Con Isco ha habido una relación con altibajos. Era una noche para animar a todo el equipo y darle el aliento para la gran final contra el Liverpool.