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El Real Madrid disfruta de un Vinícius menos anárquico y que aprende a leer mejor el juego
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la dependencia del brasileño

El Real Madrid disfruta de un Vinícius menos anárquico y que aprende a leer mejor el juego

Vinícius consigue poner orden al desbarajuste que tenía como aquel futbolista que hacía la guerra por su cuenta y progresa en apartados tácticos colectivos que hacen mejor al equipo

Foto: Vinícius ordena una acción contra el Getafe. (Reuters/Peter Cziborra)
Vinícius ordena una acción contra el Getafe. (Reuters/Peter Cziborra)

A la energía le ha añadido inteligencia táctica. Ese pie derecho que chutaba desviado ahora es más preciso con el golpeo y el izquierdo también lo utiliza para poner buenos centros. Ya levanta la cabeza en sus carreras, acelera y tiene pausa. El aprendizaje y la evolución es notable en Vinicius. En el trabajo, con mucha paciencia y dedicación, para que el brasileño alcanzara este nivel hay muchos entrenadores implicados en la formación. Desde Julen Lopetegui, que fue el primero que dijo que "hay que darle tiempo de cocción" y le costó algún que otro reproche por no utilizarlo desde el primer día y mandarlo a jugar al Castilla, hasta Solari que fue el que le tuvo más fe, pasando por las dudas de Zidane y así hasta llegar a la confianza ilimitada que tiene con Carlo Ancelotti.

Sin olvidarse del propio Vinicius, por supuesto, que ha puesto todo de su parte para mejorar y perfeccionar los puntos débiles y ha demostrado tener personalidad, capacidad de trabajo y humildad. Si no hubiera sido de esta manera, su situación sería parecida a la de Luka Jovic, un fichaje venido a menos por falta de adaptación, pasión y constancia para aprovechar las oportunidades. El brasileño no es el serbio. Ha conseguido ponerse una coraza para que le afectaran lo menos posible las críticas y hasta las burlas. No es nada fácil hacerse un hueco con la competencia de jugadores como Hazard y Bale, y los ha superado por tesón, cualidades físicas y ahora sorprende con detalles técnicos.

placeholder Vinicius desborda en una acción contra el Getafe. (Reuters/Peter Cziborra)
Vinicius desborda en una acción contra el Getafe. (Reuters/Peter Cziborra)

Su punto fuerte es encarar y desbordar. Pero en su desarrollo sorprende con más acciones de calidad que no son casualidad ni producto de chispazos. La cocción de Vinicius va por muy buen camino. En las comparaciones con Rodrygo salía perdiendo por la falta de claridad en la lectura del juego. Rodrygo no tiene la potencia ni la velocidad de Vinicius. Pero, según Zidane, elegía mejor cómo resolver con un control, la conducción y el pase. Todos estos detalles técnicos los ha pulido Vinicius. Además de mostrar un tremendo carácter.

Comprender el juego

El Real Madrid tiene una fuerte dependencia de Courtois y Benzema. De las paradas del portero y los goles del delantero. Pero, ¿por qué no se incluye en el paquete a Vinicius, que es uno de los intocables de Ancelotti? Contra el Chelsea y Getafe dio el pase de los primeros goles. En Stamford Bridge utilizó la pierna izquierda para poner un centro que remató de cabeza Benzema y en el Bernabéu le pegó con el exterior del pie derecho para el remate de Casemiro. Vinicius es uno de los jugadores que más amenaza genera en un Real Madrid que aspira a la Liga y la Champions, y que en enero ya conquistó la Supercopa de España con un gol del brasileño en la semifinal contra el Barcelona.

Esta es su mejor temporada: 17 goles, 12 asistencias y 5 penaltis provocados en 42 partidos son los números que le dan crédito. Hay algo más importante en la progresión del extremo. En su naturaleza, tiene un fútbol anárquico y empezó como agitador, pero Vinicius ha mejorado en la toma de decisiones. Lee mejor el juego, lo que necesita el equipo para generar superioridades colectivas. El primer Vinicius era un 'yo me lo guiso y yo me lo como'. Este tiene clarividencia. Piensa, descubre y soluciona las jugadas colectivas.

Foto: Benzema y Mbappé, en un partido de la Selección francesa. (EFE/Matteo Bazzi)

Las sensaciones son las mismas entre el primer Vinicius y el actual, porque el regate y la explosividad los lleva de serie. Cuando tiene la pelota, transmite que va a pasar algo. La diferencia está en que donde había un jugador alocado, ahora hay otro ordenado. Ha sabido escuchar y dejarse aconsejar por los entrenadores y los compañeros más veteranos. A Benzema le ha desesperado su desbarajuste táctico. Las revoluciones de sus acciones y donde había dificultades para el entendimiento, ahora existen apoyos, pases, visión de juego, pausa y asistencias.

Vinicius consigue ser un futbolista que mezcla con los compañeros más creativos. Es lo que ha ido perfeccionando en el segundo tramo de la temporada. El brasileño ha marcado 12 goles hasta el parón de vacaciones navideño. Desde que empezó el año, ha hecho 5 goles. Ha compensado el descenso anotador con el incremento del juego en equipo. Esta versión es muy útil para Ancelotti, que lo mantiene en el campo pese tener menos eficacia con el gol.

Desatasca partidos

Vinicius marca las diferencias como un desatascador de partidos contra equipos donde puede correr al contraataque y contra los que se cierran y no dejan espacios. Esta es la mejoría de un futbolista que consigue que el Real Madrid dependa de que esté inspirado para abrir bloques cerrados y no solo de su velocidad, potencia, dribling y verticalidad. Los últimos partidos confirman la dependencia y la dinámica que tiene el equipo del brasileño. En Vallecas combinó con una pared con Benzema, lo mismo hizo contra el PSG en la remontada de la Champions o el pase con el empeine para el gol de Casemiro contra el Getafe.

Desborda, pero también inventa y sorprende con nuevos registros. Cuando era un recién llegado llamaba la atención y te podía desesperar por su descaro, la insistencia en el uno contra uno y la falta de eficacia en la definición. Con más experiencia y trabajo, y solo 21 años, comprende mejor el juego de equipo. Tiene el don de la velocidad y el regate y empieza a explotar el recurso de la asistencia. Estaba pendiente entre sus obligaciones de extremo. Tiene que atraer rivales y dar pases de gol. Cuantos más recursos, es más divertido y vistoso, y conseguirá ser más completo.

placeholder Benzema y Vinicius se abrazan tras la victoria ante el PSG. (EFE/Juan Muñiz)
Benzema y Vinicius se abrazan tras la victoria ante el PSG. (EFE/Juan Muñiz)

Ha pasado de dar pelotazos a repartir caramelos. De romper en acciones por su cuenta a hacerlo con los compañeros. Ha conseguido conectar con Benzema y los datos entre ambos son bastante significativos: 8 de las 12 asistencias de Vinicius han sido para Benzema y 7 de las 13 asistencias de Benzema han sido para Vinicius.

El brasileño alcanzó contra el Getafe su victoria número 100 con el Real Madrid en 160 partidos. Las mismas que tiene Ronaldo. Ha marcado 32 goles y, sin ser una cifra de goleador, lo importante es su evolución y la dependencia que tiene el equipo de sus acciones. Vinicius no tiene sustituto. Igual que tampoco hay para Courtois y Benzema. Esto le hace ser un jugador vital para Ancelotti, que ha podido contar con él a lo largo de la temporada por su rendimiento y fortaleza física. Con paciencia, el Real Madrid disfruta de otra versión más completa de un futbolista que era anárquico y ahora entiende mejor juego.

A la energía le ha añadido inteligencia táctica. Ese pie derecho que chutaba desviado ahora es más preciso con el golpeo y el izquierdo también lo utiliza para poner buenos centros. Ya levanta la cabeza en sus carreras, acelera y tiene pausa. El aprendizaje y la evolución es notable en Vinicius. En el trabajo, con mucha paciencia y dedicación, para que el brasileño alcanzara este nivel hay muchos entrenadores implicados en la formación. Desde Julen Lopetegui, que fue el primero que dijo que "hay que darle tiempo de cocción" y le costó algún que otro reproche por no utilizarlo desde el primer día y mandarlo a jugar al Castilla, hasta Solari que fue el que le tuvo más fe, pasando por las dudas de Zidane y así hasta llegar a la confianza ilimitada que tiene con Carlo Ancelotti.

Vinicius Junior Karim Benzema
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