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Por qué Modric es el verdadero milagro del Real Madrid en las remontadas
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el más viejo tira del equipo

Por qué Modric es el verdadero milagro del Real Madrid en las remontadas

Las remontadas del Real Madrid son posibles por cómo el veterano Luka Modric contagia a los compañeros con su derroche físico, la fe en no rendirse y el hambre de ganar

Foto: Luka Modric en el calentamiento del partido contra el Chelsea. (EFE/Neil Hall)
Luka Modric en el calentamiento del partido contra el Chelsea. (EFE/Neil Hall)

El milagro del Real Madrid es tener un jugador de más de 36 años que no se lesiona y tira del equipo en situaciones críticas. Luka Modric es un milagro en sí mismo. Habría que descubrir la verdadera partida de nacimiento del croata. Lo da todo con su equipo y con su Selección. No es Gareth Bale, por poner un caso cercano. Lo dicho, hay motivos para sospechar de la verdadera edad de Luka Modric tras una heroica exhibición de fuerza y fútbol en el partido del Bernabéu contra el Chelsea. Las remontadas son posibles por cómo el veterano Modric contagia a los compañeros con su derroche físico y la fe en no rendirse. También por el hambre y la pasión de ganar y disfrutar del fútbol.

Luka Modric cumple 37 años el 9 de septiembre. Hay que tomarse muy en serio lo que está haciendo este futbolista que, realmente, no engaña con la edad si le miras a la cara. No es un niño. Aparenta la edad que tiene por algunas arrugas de su piel. Donde engaña es en el despliegue físico y en partidos de altísima intensidad en los que el rival te lleva al límite. Es lo que sucedió en el meneo del equipo inglés al Real Madrid. El equipo de Ancelotti necesitaba un milagro para reaccionar y meterse en la eliminatoria. Había tirado a la basura todo el buen trabajo de Londres. El Chelsea se puso 0-3 y apareció Modric, fresco y con brío, para correr, levantar la cabeza, pensar y medir un pase con el exterior. Puso un balón largo en bandeja para el remate de Rodrygo. Una asistencia maravillosa.

placeholder Luka Modric envía el balón con el exterior del pie derecho en el partido contra el Chelsea
Luka Modric envía el balón con el exterior del pie derecho en el partido contra el Chelsea

Es un gesto de calidad. Se tiene o no se tiene. Pero es algo más importante cuando otros compañeros abandonaron el campo con problemas musculares (Mendy y Nacho) y algunos sufrían calambres (Benzema y Vinicius). Se trata de un veterano de 36 años y medio que tiene energía para echarse el equipo a sus espaldas y aguantar la exigencia de un partido que se va a la prórroga. Lo hizo también en la remontada contra el Paris Saint-Germain. El croata tira del equipo con decisión, intensidad en la presión y precisión en los pases para darle profundidad al juego. Contra el PSG se enfrentó a Mbappé, Messi y Neymar. Los tres estarían preguntándose de dónde saca las fuerzas el croata. No es solo una cuestión de físico, sino también de hambre y ganas.

Un físico privilegiado

¿Cómo es posible que con su edad resista un ritmo alto en los partidos y tenga claridad para ser determinante? Modric es inspiración, talento y épica. Con él, su privilegiado físico y una cabeza superdotada para el fútbol de élite se puede explicar lo inexplicable. El Real Madrid hace milagros por las paradas de Courtois, la eficacia de Benzema, la energía de Vinicius y la pasión con la que juega Modric. Con su espíritu está más cerca de un jugador que inicia una carrera que de otro que está en el ocaso.

Foto: Dani Parejo celebra el gol del Villarreal en Múnich. (Reuters/Pablo Morano)

Sergio Ramos tiene la misma edad que Luka Modric. Para ser más justos, el croata tiene medio año más que el sevillano. Ramos dice, en una entrevista en 'Amazon Prime' en Francia, que le quedan cuatro o cinco años más en el fútbol de alto nivel. Entonces, ¿cuántos le quedan Modric? Al croata le aguanta la cabeza y el físico. No tiene nada que envidiar a profesionales que parece que son más fuertes, como Ramos o Cristiano Ronaldo, o se les permite jugar andando porque van sobrados de calidad, como es el caso de Messi.

Luka Modric abandonó el Bernabéu con una sonora ovación del público. Están entregados al croata porque es de los que no se rinde y marca las diferencias por su calidad y carácter. Tras el partido dijo que están acostumbrados a sufrir. Modric es una garantía para seguir compitiendo y sacar partidos adelante que tienen multitud de obstáculos. Es una buena noticia poder seguir contando y confiando en su derroche físico y de talento. Es para estar orgulloso, pero a la vez, preocupado.

Abusar de los milagros

La felicidad no es absoluta en el Real Madrid tras la heroicidad de eliminar al Chelsea. Abusar de los milagros tiene riesgos. Acostumbrarse a sufrir puede ser pan para hoy y hambre para mañana. Ponerte un caramelo en la boca y quitártelo cuando lo vas a saborear. Para estar en la final de la Champions en el estadio de Saint-Denis de París conviene no depender en exceso de los milagros futbolísticos.

En frío, con calma y haciendo un análisis más profundo, el mérito del Real Madrid está en no rendirse y compensar con carácter la falta de fútbol. La eliminatoria contra el Chelsea la ha sacado adelante con un partido bueno y otro malo. En Londres rayó la perfección y en Madrid apareció, de nuevo, la versión de equipo conservador, vulnerable, sin control del juego y miedoso. En definitiva, superado. Puso en peligro la clasificación para las semifinales. Lo rescató un paradón de Courtois, con 0-3, y un pase magistral de Modric que sirvió para el gol de Rodrygo y llegar a la prórroga. La clasificación para las semifinales de la Champions deja una mezcla de satisfacción e inquietud.

placeholder Carvajal se lanza a quitar un balón a Werner
Carvajal se lanza a quitar un balón a Werner

Mejor así que estar eliminados. Es la manera de ver el vaso medio lleno y pensar en positivo. Luka Modric es luchador, competidor y siempre lo ve con optimismo. Pero una nueva remontada no puede tapar los problemas futbolísticos de un equipo que tenía una buena renta y no fue consistente. Enfrente estaba el campeón de Europa, otro excelente equipo que reaccionó a la derrota en Londres con más fútbol que carácter. Al Real Madrid le salió el instinto de supervivencia con el infatigable Luka Modric y un equipo que acabó el partido resistiendo con una defensa de circunstancias formada por Lucas Vázquez, en el lateral derecho, Carvajal y Alaba de centrales, y Marcelo, en la izquierda. Esto sí que es un milagro.

El milagro del Real Madrid es tener un jugador de más de 36 años que no se lesiona y tira del equipo en situaciones críticas. Luka Modric es un milagro en sí mismo. Habría que descubrir la verdadera partida de nacimiento del croata. Lo da todo con su equipo y con su Selección. No es Gareth Bale, por poner un caso cercano. Lo dicho, hay motivos para sospechar de la verdadera edad de Luka Modric tras una heroica exhibición de fuerza y fútbol en el partido del Bernabéu contra el Chelsea. Las remontadas son posibles por cómo el veterano Modric contagia a los compañeros con su derroche físico y la fe en no rendirse. También por el hambre y la pasión de ganar y disfrutar del fútbol.

Luka Modric Karim Benzema
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