Situación crítica para Griezmann y un Atlético al que Guardiola quiere triturar

Antoine Griezmann no cumple con las expectativas en su segunda etapa en el Atlético de Madrid. Han pasado siete meses y medio desde su polémico retorno y el rendimiento del francés es insuficiente. Las lesiones musculares y la falta de eficacia repercuten en el bajo rendimiento del futbolista que más respalda Simeone. No funciona la apuesta que hizo el Cholo para recuperar al francés en contra de la opinión de los aficionados que lo rechazaban por haberse reído del club. Griezmann consiguió que los pitos en el Metropolitano desaparecieran por el liderazgo del entrenador. El francés y Simeone están en una situación crítica. Griezmann ha dejado de marcar goles y el planteamiento del Atleti necesita riesgos en el partido de vuelta contra el Manchester City.

Enfrente está Pep Guardiola afilando los cuchillos tras quejarse de la estrategia ultra conservadora del equipo rojiblanco en el Etihad Stadium y referirse al sistema de Simeone como algo prehistórico. El Manchester City solo pudo hincar el diente en una ocasión con el gol de Kevin De Bruyne. En el Metropolitano tiene la oportunidad de hacer más daño en la fase del partido en la que el Atleti decida abrirse y atacar. En las transiciones es donde Guardiola pretende triturar a Simeone. En algún momento se tendrán que pegar, cuerpo a cuerpo, el Atleti y el City y ahí tiene que estar más inspirado, entonado y contundente Antoine Griezmann.

La eficacia del francés disminuye en una temporada que está marcada por las lesiones y la falta de puntería. Griezmann lleva nueve partidos sin marcar un gol. En el último, de Liga con la derrota en Mallorca, Simeone decidió quitarle del campo en el descanso para que entrara Cunha en su lugar. En la ida contra el City, supeditado a bloquear el costado derecho en la segunda línea defensiva de cinco, tampoco acabó el encuentro. Salió del campo a falta de media hora y entró Correa. Simeone tiene fe en Griezmann y elige que la pareja titular de atacantes sea la mezcla del francés con Joao Félix. Pero la mejor versión de Griezmann no aparece. Todo lo contrario sucede con el joven portugués, que está más acertado en la definición y asumiendo más responsabilidades.

Apuesta del Cholo

Miguel Ángel Gil Marín cedió a la petición de Simeone para reforzar la plantilla con Griezmann, un jugador que tuvo cinco años brillantes en el Atleti, que moldeó a su medida el Cholo y que decidió rebajarse el sueldo para salir del Barcelona. Para Simeone significaba una oportunidad que no podía dejar escapar. Quería, de regreso, a Griezmann. Estaba convencido de que llegaría con ganas de reivindicarse y no tendría problemas de adaptación por la experiencia de su primera etapa.

La operación retorno no funciona. Se esperaba un Atleti más fuerte, tras ganar la Liga, y favorito por delante del Real Madrid y el Barcelona. Con el francés, el potencial ofensivo crecía y la incorporación era un salto más de calidad para el desafío de la Champions. Griezmann está decepcionando. Las lesiones cortan su continuidad. Desde el percance que sufrió en el derbi del Bernabéu (12 de diciembre) el rendimiento está marcado por altibajos. Reapareció contra el Rayo Majadahonda (6 de enero) y tras jugar 19 minutos recayó de la lesión en el muslo derecho. Marcó un gol y desde entonces no ha vuelto a ver portería. No pudo participar en la Supercopa de España disputada en Arabia Saudí.

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Es un Griezmann gris que ha pasado por un calvario con una lesión y que ahora sufre una mala racha con el gol. Es curiosa la comparación con Luuk de Jong. El delantero holandés, que llegó cedido al Barcelona por la salida de Griezmann, como una operación de bajo coste para cumplir con el control económico, lleva el doble de goles que el francés en la Liga. Luuk de Jong ha jugado 16 partidos y ha hecho 6 goles. Han servido para darle seis puntos con cuatro goles. Griezmann lleva 19 encuentros y 3 goles. Su último gol en la Liga es del 28 de noviembre contra el Cádiz.

Cláusula de 40 millones de euros

Antoine Griezmann (31 años) está cedido en el Atlético de Madrid con una opción de compra obligatoria de 40 millones de euros que se hace efectiva en 2023 si juega el 50% de los partidos en los que esté disponible. Ha puesto de su parte para volver al Atlético de Madrid. En el Barcelona tenía un salario de 20 millones de euros y en el club rojiblanco lo ha rebajado un 40%. Pero en lo deportivo no están saliendo las cosas como esperaban Simeone y el jugador. La situación es grave. Sin Supercopa de España, ni Copa del Rey, compitiendo por entrar entre los cuatro primeros de la Liga y con la urgencia de remontar la eliminatoria de Champions contra el Manchester City. Griezmann vive un momento decisivo.

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"Lo que soy se lo debo a Simeone", le hemos escuchado decir a Antoine Griezmann. Es el agradecimiento que profesa un futbolista que es campeón del mundo y cumple de manera obediente y sacrificada con lo que le pide el entrenador, aunque tenga que jugar a 70 metros de la portería rival. Lo que necesita Griezmann para salir de su situación crítica es todo lo contrario. Jugar cerca del área contraria y volver a marcar goles.