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Por qué Vinícius es un genio y cuesta tanto que se lo reconozcan fuera del Real Madrid
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el brasileño es una pesadilla

Por qué Vinícius es un genio y cuesta tanto que se lo reconozcan fuera del Real Madrid

Vinícius tiene reconocimiento de crack en el Real Madrid por el impacto de su fútbol incansable y su fortísima personalidad. Fuera es antipático, se le tilda de chulo y prepotente

Foto: Vinícius se dirige a la grada del Bernabéu contra el Bayern de Múnich. (Reuters/Violeta Santos Moura)
Vinícius se dirige a la grada del Bernabéu contra el Bayern de Múnich. (Reuters/Violeta Santos Moura)

El secreto del Real Madrid campeón de Liga y finalista de la Champions no es tan simple como parece. Gana como un equipo comprometido, esforzado y, a la vez, necesita de picos de forma estelares de futbolistas. Lo que le hace magnífico es que no depende de un solo jugador. El acierto está repartido entre un gran número de jugadores, titulares y suplentes, que han sido determinantes en diferentes fases de la temporada. Habría dudas de nombrar quién es la estrella de este equipo. Bellingham empezó la temporada como la figura y Vinícius la está acabando en versión Balón de Oro.

Vinícius es el artífice de que el Real Madrid esté en la final de Wembley. Los dos goles de Joselu son clave, pero el jugador que marcó las diferencias contra el Bayern de Múnich es Vinícius. En Múnich y en Madrid. El brasileño ha dado una exhibición en las semifinales de cómo tiene que echarse un futbolista el equipo a sus espaldas en los grandes partidos. No siente la presión.

Lo que no han conseguido Haaland y Mbappé lo ha demostrado Vinícius. Es indiscutible que el noruego y el francés tienen más gol que el brasileño. Pero esto va de aparecer en los partidos importantes, de ser letal y mostrar personalidad en días claves. Vinícius tiene menos gol que Haaland y Mbappé, pero les supera en personalidad. Es un animal competitivo que no se esconde y te acaba derrotando por su insistencia.

No se le puede negar al extremo del Real Madrid que, más o menos inspirado, no desfallece. Ha sido un martillo en los dos partidos contra el Bayern de Múnich, con fuertes vigilancias de Kimmich, principalmente, y ayudas de los compañeros. La estrategia del equipo alemán ha buscado minimizarle de diferentes maneras posibles. Ni el planteamiento táctico de Tuchel para cerrarle los espacios en el Bernabéu lo ha conseguido. Lo que ha diferenciado a Vinícius de Mbappé y Haaland en la Champions es la rebeldía de un deportista que nunca deja de intentarlo.

placeholder Lunin abraza a Vinícius tras eliminar al Bayern de Múnich en el Bernabéu. (AFP7)
Lunin abraza a Vinícius tras eliminar al Bayern de Múnich en el Bernabéu. (AFP7)

Vinícius es un genio. Con unas condiciones impresionantes para motivarse y competir en partidos de enormes dificultades. Sus progresos en la definición son extraordinarios y su perseverancia para generar peligro es admirable. No hay otro jugador en el mundo, en estos momentos, que repita más esfuerzos y encare más veces que Vinícius. Desde el minuto uno del partido hasta el final.

La mano de Ancelotti

Se trata de ser imprevisible, constante y lo que provoca Vinícius son desajustes en los sistemas defensivos del adversario, con acciones individuales y asociándose con el equipo. Ancelotti ha conseguido tres cosas importantes sin interferir en su naturaleza de jugador atrevido y egocéntrico: que lea mejor el juego colectivo, necesite menos toques para definir y esté mejor perfilado de cara a la portería.

El brasileño tiene reconocimiento de crack en el Real Madrid, entre sus compañeros, por el impacto de su fútbol incansable y su fortísima personalidad. Su energía y voracidad es imprescindible para contagiar al resto. Vinícius es de los futbolistas que tiene alma. Es el que mejor entiende lo que es luchar hasta el final y no rendirse. Lo tiene muy interiorizado, disfruta con los retos, le apasiona lo épico y esto acaba dando seguridad a los que están a su alrededor.

Foto: Ancelotti celebra el pase a la final con Rüdiger y Vinícius. (REUTERS Susana Vera)

Se cree capaz de todo. Aprende rápido de los buenos. Ya es habitual verle utilizar el recurso técnico de golpear el balón con el exterior, como Modric. En el partido contra el Cádiz en el Bernabéu maravilló con un centro de rabona al área que estuvo cerca de acabar en gol. Ha cogido la responsabilidad de lanzar los penaltis. Marcó en el Clásico del Bernabéu y contra el Bayern de Múnich en el Allianz Arena.

Desde que empezó el año es protagonista con partidos brillantes: los tres goles al Barcelona en la final de la Supercopa, el golazo al Girona desde fuera del área, los dobletes contra el Valencia en Mestalla, Osasuna en El Sadar y el Bayern en Múnich. Clave en el centro que acaba en el gol del empate de Fede Valverde en la ida contra el Manchester City.

Cuesta más que le reconozcan fuera sus excelencias futbolísticas y la personalidad de un ganador. Vinícius es un jugador insoportable para los rivales y antipático para el resto de aficionados. Produce rechazo por sus gestos y provocaciones. Se le tilda de chulo y prepotente. Hasta de falso en su lucha contra el racismo y señalado por su interés de ser protagonista en el documental que está grabando para Netflix. Hay otro Vinícius al que se le aborrece.

El secreto del Real Madrid campeón de Liga y finalista de la Champions no es tan simple como parece. Gana como un equipo comprometido, esforzado y, a la vez, necesita de picos de forma estelares de futbolistas. Lo que le hace magnífico es que no depende de un solo jugador. El acierto está repartido entre un gran número de jugadores, titulares y suplentes, que han sido determinantes en diferentes fases de la temporada. Habría dudas de nombrar quién es la estrella de este equipo. Bellingham empezó la temporada como la figura y Vinícius la está acabando en versión Balón de Oro.

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