Courtois regresa, Brahim se entona y el Madrid celebra pensando en el Bayern (3-0)

El Real Madrid venció a un Cádiz combativo, pero sin ideas, por tres goles a cero. Carlo Ancelotti dio entrada a diez cambios en comparación con el partido de Múnich, dejando claro la importancia que tiene el partido ante el Bayern del próximo miércoles. Brahim Díaz, con un espectacular golazo, Jude Bellingham, quien se reencontró con el gol, y Joselu sumaron los tantos locales. Thibaut Courtois regresó de sus lesiones. Con este resultado, el Real Madrid sería campeón matemático de LaLiga si el FC Barcelona pincha ante el Girona. Sea como sea, no será día de visitar a la Diosa Cibeles por la proximidad de la semifinal de la Champions League.

Día de esos extraños en un Santiago Bernabéu cerrado a cal y canto por el sol justiciero de la capital para el encuentro de las 16:15. Extraño porque, a pesar de que poder erigirse como campeón de LaLiga 2023/24, el Real Madrid tenía los ojos puestos en la vuelta de la semifinal de la Copa de Europa ante el Bayern de Múnich del próximo miércoles. No ocultó Ancelotti sus intenciones con el once inicial, repleto de suplentes habituales. Al otro lado, un Cádiz jugándose la vida de Primera División.

A quien más quería ver el Bernabéu era a Courtois. Once meses, 335 días después, el portero belga regresó a la titularidad. La lesión del ligamento cruzado de su rodilla izquierda le alejó más de ocho meses, y, cuando todo parecía preparado para una vuelta anticipada, su rodilla derecha dijo basta, con una rotura de menisco.

Courtois, todo un héroe para la hinchada madridista, esperaba un día relativamente tranquilo... Pero nada más lejos de la realidad. El belga se llevó la partida ante Chris Ramos en un uno contra uno al inicio de la segunda mitad, festejado por el estadio como si de un gol se tratara. Ante Sobrino, en los primeros 45 minutos, ya hizo una salvada de las suyas.

En su ausencia, ha sido el ucraniano Lunin quien se ha hecho con la titularidad en la portería, muy por delante de Kepa Arrizabalaga. La confianza de Ancelotti en Courtois está fuera de toda dudas, pero parece que los palos tienen dueño para la Champions blanca.

Güler y Brahim ponen la magia

Arda Güler también tuvo importantes minutos como titular en el partido. El aspirante a estrella turca, que está dejando tantos detalles de su calidad como gestos de seriedad por la falta de importancia en el Madrid en lo que va de temporada, fue uno de los protagonistas. Nadie sabe qué va a pasar con Güler el próximo curso. La lógica apuesta por una cesión que le garantice titularidad en un equipo de mitad alta de la tabla, en una de las ligas destacadas. Pero alejarse del Santiago Bernabéu nunca es fácil y tanto Arda como su entorno quieren triunfar en el club blanco. No es tarea fácil.

Bien se entendió el turco con Brahim. Resulta extraño cómo el marroquí se ha disuelto en este último tramo de la temporada, pero, entonado, es un jugador diferencial para los planes de Ancelotti, aunque sea como revulsivo. De sus botas llegó el tanto del partido. Una genialidad propia de un futbolista llamado a crack. De rosquita, y con la derecha, su pierna menos buena, Brahim colocó el balón en la escuadra de Ledesma cuando el marcador alcanzaba los 50 minutos de partido.

Desde entonces, el Santiago Bernabéu, que vio cierta igualdad en la primera mitad del encuentro, se convirtió en una fiesta. Jugadores como Bellingham o Vinícius entraron para los últimos minutos. El inglés se reencontró con el gol después de una jugada coral en la que Brahim dio la asistencia. Casi marcó el tercero Militao después de un centro de rabona de Vini, pero este llegó en las botas de Joselu después de una gran galopada de Nacho, que cedió el tanto a su compatriota en bandeja. Ovación cerrada para el capitán madridista. Se oyó el "campeones, campeones" en las gradas del Santiago Bernabéu.

LaLiga en el bolsillo, un pinchazo más del Barça garantiza el título; Courtois, de regreso; minutos para Carvajal o Militao; y todas las miradas dirigidas al Bayern de Múnich. Todo eso, sin bajas. Un partido que Carlo Ancelotti habría firmado con los ojos cerrados. Bastante peor pintan las cosas para el Cádiz, al que se le acaba el tiempo para lograr la permanencia.