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La cruda realidad tras la bronca por un Thor gordo o un elfo negro en 'Los Anillos del Poder'
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¿TIENE INTERNET LA PIEL MUY FINA?

La cruda realidad tras la bronca por un Thor gordo o un elfo negro en 'Los Anillos del Poder'

El videojuego 'God of War: Ragnarok' es el último caso en el que un videojuego, una serie o una película enciende los ánimos porque muchos no encuentran en la pantalla lo que tienen en su cabeza

Foto: Aspecto de Thor en la nueva entrega de 'God of War'. En la escena lucha contra Kratos, protagonista del título. (PlayStation Studios/Santa Mónica)
Aspecto de Thor en la nueva entrega de 'God of War'. En la escena lucha contra Kratos, protagonista del título. (PlayStation Studios/Santa Mónica)
Las claves
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En apenas una semana, Sony estrena uno de esos títulos para PlayStation que tiene todas las papeletas para subir como la espuma en las listas de los juegos más vendidos. God of War: Ragnarok. Una nueva entrega de la franquicia, la novena si tenemos en cuenta los juegos para móviles, creada por el estudio de Santa Mónica, que vuelve a colocar al jugador en la piel de Kratos, un semidiós espartano que se ha pasado la vida combatiendo con diferentes bestias y criaturas mitológicas. Como da a entender su título, la nueva aventura se desarrollará en la mitología nórdica, más concretamente en el Ragnarok, la batalla por el fin del mundo. El lanzamiento, además de por una enorme expectación, ha venido precedido por una bronca en internet y redes sociales por el aspecto de sus personajes, según los creadores iban desvelando trailers e imágenes promocionales.

"Gordo" o "feo" son algunos de los adjetivos que se pudieron leer en Twitter al poco de ver el Thor que los desarrolladores habían moldeado para esta aventura. El dios del Trueno de Santa Mónica, una auténtica mole de dos metros y 13 centímetros como ha desvelado el actor que le da vida, presenta un aspecto desaliñado, muy distante a lo que ciertas producciones nos han acostumbrado. Pelirrojo, poco cuidado y con una llamativa barriga. Algo que hizo que algunos internautas acusasen a la compañía de no ser rigurosa históricamente o incluso de forzar la inclusión de cuerpos diversos para no herir sensibilidades. Este episodio alcanzó, según muchos, un tufillo racista cuando la señalada fue Angrboda, una gigante de la mitología nórdica, representada en este caso como un personaje de raza negra, algo que un sector de internet percibió como metido con calzador y el enésimo guiño de la tan discutida ideología woke desde algunos sectores de la sociedad.

Foto: Foto: EC.

Sea como sea, el de God of War: Ragnarok es la enésima demostración de cómo hacer una película, un videojuego o una serie de personas y obras incrustadas en el imaginario colectivo se convierte en un campo de minas cuando el guionista o director se toma licencias creativas e introduce cambios con el fin de reflejar mayor diversidad o hacer un producto más pegado a los tiempos actuales.

¿Y si los escandinavos no eran únicamente blancos?

Algo que en los últimos tiempos ha provocado reacciones muy incendiadas de un lado y de otro, provocando incluso campañas para llenar las páginas de reseñas con malas calificaciones, incluso antes de que el producto en cuestión se estrene. Es lo que ocurrió recientemente con Los Anillos del Poder de Amazon Prime, una serie sobre los tiempos pretéritos de la Tierra Media que ha encendido los ánimos de una parte de la comunidad de fans de los libros de J. R. R. Tolkien por no respetar el espíritu de las obras originales trufando la producción de imprecisiones que arruinan la historia.

En el otro lado del ring, muchos han acusado a los detractores de esta ficción de ser unos indignados, escocidos en realidad por la inclusión de enanos o elfos de otras razas que no sean caucásicas.

Conflictos casi clónicos a los que ocurrieron cuando en The Last of US II, Ellie, la joven protagonista, tenía un físico mejorado respecto a la primera entrega; cuando los creadores del Battlefield pusieron mujeres combatiendo en un juego de la Segunda Guerra Mundial (motivo por el que se pidió el boicot al juego); cuando Marvel apuesta por Miles Morales, un Spiderman de ascendencia latina; o cuando en la línea de trabajo de Disney apareció una nueva versión de La Sirenita donde Ariel estaría interpretada por Halle Balley, una actriz de raza negra.

Las preguntas son inevitables: ¿tiene internet la piel muy fina y está plagado de reaccionarios que se agarran a cualquier detalle para criticar obras que salen de su marco mental?, ¿por qué nos mosqueamos cada vez que meten mano a personajes conocidos?, ¿los creadores hipotecan injustamente obras para introducir sesgos ideológicos?, ¿hasta dónde es lícito hacer cambios?

placeholder ¿Es mejor este Thor que el de Marvel? ((PlayStation Studios/Santa Mónica)
¿Es mejor este Thor que el de Marvel? ((PlayStation Studios/Santa Mónica)

"Tengo claro que este lío es casi todo por culpa de Marvel. Bueno, diría sin el casi", explica Laia San José Beltrán, escritora y divulgadora especializada en mitología nórdica sobre todo el ruido generado alrededor de este juego. "Esto viene de los tiempos de los cómics. El Thor que ahí se ve es un producto y una construcción de esa época. Que fuese blanco y rubio, supongo, que era lo correctamente aceptado en ese momento. Posteriormente, las películas siguen esa estela y amplifican ese estereotipo", dice esta experta, colaboradora del programa El condensador de Fluzo, de La 2. El estudio propiedad de Disney sí que ha hecho un dios del Trueno con sobrepeso. Concretamente en Avengers: End Game, cuando el personaje cae fruto de la depresión y se da a la mala vida. Pero fue una decisión anecdótica, y en la última cinta protagonizada por Chris Hemsworth no hay rastro de esa tripita cervecera y vuelve a mostrar ese cuerpo diez al que nos había acostumbrado.

San José explica que, a diferencia de la mitología clásica como la época romana o la época griega, la mitología nórdica no tiene tanta documentación, y muchas de las cosas que sabemos hoy se "han ido inventando y adornando" a lo largo del tiempo, como ocurre con todos los mitos. Sin embargo, si se recurre a las fuentes disponibles, se encuentran algunas referencias, como que era pelirrojo y no rubio. "Por lo demás, sabemos que era el dios más fuerte de todos. Pero no dice nada de un físico apolíneo. Su físico le debe permitir luchar contra cualquiera, no que deba ser un personaje de gimnasio. Encaja mucho más con el contexto histórico, al menos lo veo así, un aspecto como el de La Montaña de Juego de tronos, similar al de algunos que compiten levantando peso y halterofilia", remata.

"Las fuentes de la mitología nórdica no dicen que Thor fuese un personaje de gimnasio"

Sobre la otra polémica que se generó, la de Angrboda, San José es contundente. Por extraño que pueda parecer "ese mestizaje de los vikingos que refleja el personaje es perfectamente posible y está documentado por múltiples investigaciones arqueológicas”. Gracias a eso y otros trabajos genéticos sabemos que la diversidad de los escandinavos en torno al siglo VIII, IX o X era mucho mayor a lo que pensábamos. Y no solo en torno a la altura o el color de pelo, sino también en torno al color de la piel".

La experta recuerda cómo los vikingos navegaron fuera de los mares del norte de Europa. Hay cronistas árabes Ibn Fdlan que tuvieron contacto con diversos grupos de vikingos y lo documentaron tras ser capturados por ellos hace más de 1.000 años. Llegaron a España cuando "Al Andalus estaba en pleno apogeo" y también se adentraron en el norte de África y el Mediterráneo para la captura y comercio de esclavos. "Probablemente, el 90% serían blancos como nosotros nos imaginamos. Pero había un margen de que esos contactos produjeron mezclas entre diferentes razas", remata. "Con ese marco teórico, se te sostiene perfectamente un personaje de estas características (en otros juegos, por ejemplo, se ha representado con la piel azul)". Criticarlo sin argumentos y descalificaciones es fruto entonces del "desconocimiento" o la "mala fe".

placeholder Angrboda, la gigante cuya representación ha generado polémica. (PlayStation Studios/Santa Mónica)
Angrboda, la gigante cuya representación ha generado polémica. (PlayStation Studios/Santa Mónica)

Retrolugares y memoria estética

"De todas formas, esto es un videojuego, no una obra histórica. Son formatos diferentes. Y creo que, dentro de las posibilidades, está muy bien documentado, como se refleja en los edificios, matices en las armas o las propias joyas de Angrboda, son fantásticas y muy muy fieles a lo descubierto y documentado".

"No sabemos que eso es mentira, no sabemos que eso no pasaba exactamente así, pero en nuestra cabeza es así y podemos llegar a enfurecer si nos lo cambian", comenta a Teknautas Alberto Venegas, doctor en Historia. Este extremeño es autor de ' Pasado interactivo', una obra compuesta por dos libros, en el que se dedica a analizar como una industria tan potente como la del videojuego aborda "la memoria" en sus obras.

Considera que episodios como el generado en torno a este juego es por lo que él define como "retrolugares". "Son imágenes que nos vienen por los principales medios de comunicación de masas, que constituyen una suerte de memoria estética. Como tienen tanto alcance y se repiten tanto, como el caso de Marvel, se nos quedaban grabados y constituyen un precedente. Si nos lo cambian, podemos tener la sensación de que nos están engañando y, hasta cierto punto, puedo entender el mecanismo que lo provoca", sostiene Venegas.

placeholder Ejemplo de retrolugar. Esto no existió nunca. Sin embargo, el cine nos lo ha metido con calzador. (EC)
Ejemplo de retrolugar. Esto no existió nunca. Sin embargo, el cine nos lo ha metido con calzador. (EC)

"Muchos de los retrolugares que nos creamos o nos crean van contra las evidencias históricas y, aun así, pasan a ser interpretados como ciertos". Uno de estos casos es la imagen del emperador levantado el dedo pulgar o bajándolo para condenar a un gladiador. "Eso es algo que se ha demostrado falso y lo seguimos teniendo en la cabeza".

¿Qué es lo que marca que un juego sea o no fiel a la historia? "Primero, si la historia en la que esté ambientada el juego abarca demasiado tiempo o tiene demasiadas subtramas que es imposible contarla y reflejarla en un volumen. O no sale a cuenta, por el coste económico que puede suponer el desarrollo o los trabajos de documentación", apunta el experto. A pesar de ello, hay juegos que han apostado abiertamente por ser lo más fieles y realistas posibles, haciendo de eso su gran gancho, como el juego de rol Kingdom Come: Deliverance, que cosechó gran éxito de la crítica. Como condensar el medievo es imposible, optaron por centrarse y "documentarse" hasta la saciedad un área de Bohemia de 16 km cuadrados.

¿Hacen falta esvásticas en juegos?

Otras veces, explica, la historia y la investigación van en contra de lo que se quiere plasmar en el juego o el objetivo del mismo. "Si yo quiero crear un shooter ambientado en la batalla de Normandía y no necesito contar triquiñuelas del nazismo ni mostrar sus símbolos ni excluir personajes femeninos. El objetivo es que la gente se entretenga, lo quiera jugar y que me salga rentable", añade, a la par que rescata que el caso contrario, el del videojuego Through the Darkest of Times. Fue lanzado en 2018 y generó una polémica en Alemania por mostrar sin filtro el Tercer Reich.

Hasta ese año, los estudios de desarrollo, a diferencia del cine o el teatro, tenían prohibido incluir simbología y elementos de esa época en sus creaciones. El órgano regulador abrió la mano y levantó estas restricciones. El juego, que coloca al usuario en el papel de un miembro de la resistencia, muestra esvásticas en lugar de los triángulos negros que hasta entonces las sustituían, se veía el saludo nazi e incluso se representaba a Hitler. El lanzamiento marcó la Gamescom de ese año. La ministra de Familia se opuso a esto. "Con las esvásticas no se juega", aseguró.

Se generó un debate sobre la necesidad o no de llegar a ese nivel detalle. "Al final, ahí es un videojuego histórico, que quiere ser fiel a los hechos. La inclusión está justificada, aunque el contexto no fuese fácil", remata Venegas, que recuerda que el juego va a tener una nueva entrega, por lo que ese debate no le ha pasado factura. "La mayoría de estas discusiones suelen ser bastante fútiles".

En 2018, un juego que mostraba esvásticas y el saludo nazi causó polémica en Alemania

La fidelidad ha sido el gran caballo de batalla al que se han tenido que enfrentar los creadores de Los Anillos del Poder, una de las grandes apuestas de Amazon Prime para competir con Netflix y otros gigantes de la industria del streaming. El coste de cada capítulo habla de lo elevado de la inversión: 59 millones por episodio, frente a los 20 millones que cuesta La Casa del Dragón de HBO Max.

Sin embargo, ha llamado más la atención toda la bronca que ha habido alrededor de esta producción, que ha generado las quejas de una parte de los seguidores de la obra de J. R. R. Tolkien. El asunto ha derivado en un encendido enfrentamiento en el que los detractores de la serie vienen a decir que la producción no respeta los escritos ni el espíritu original, desvirtuando los personajes originales y los plazos en los que transcurren los hechos.

placeholder La construcción de Galadriel en la serie de Amazon ha generado muchas críticas. (Amazon Prime)
La construcción de Galadriel en la serie de Amazon ha generado muchas críticas. (Amazon Prime)

Los que no comparten esto afirman que estas quejas esconden en realidad el rechazo a que los directores de la serie optasen por un reparto paritario e inclusivo, lo que ha resultado en que se vean elfos y enanas negras en la película. Esto derivó en una situación insólita en la que Amazon optó por congelar los sistemas de review hasta comprobar si eran lícitas o, simplemente, personas que quieren desprestigiarla.

¿Un problema de un elfo negro?

Eduardo Segura conoce bien el conflicto que se ha generado. Él es uno de los mayores expertos que existen en España sobre Tolkien, es catedrático de Literatura Inglesa en la Universidad de Granada y participó como asesor de Amazon, supervisando los doblajes y los subtítulos. Atiende a este periodico por videollamada, un poco cansado de la atomización que ha existido sobre esta serie, ya que muchos han arremetido contra él por su trabajo para la compañía. "Me han insultado por eso y atacado por eso", confiesa. Cree que estos conflictos y estos enfrentamientos en torno a productos como una serie o un videojuego son casi una "radiografía sociológica del momento que vive Occidente".

"No creo que en Haití, en Hong Kong o, más cerca, en Ucrania, se están manteniendo este tipo de disquisiciones. Es un reflejo más de cómo se ha atomizado el debate público, en todos los niveles, político, económico o social. Un debate en el que ya no hay grises". Recuerda que el fenómeno no es nuevo, que episodios así ya se vivieron con La Guerra de las Galaxias en su momento, pero que las redes sociales han ayudado a multiplicar el ruido porque todos "quieren plantar su bandera y demostrar que tienen razón".

Más allá de eso, Segura, que también colaboró "en menor medida" con Peter Jackson en las dos trilogías de El Hobbit y El Señor de los Anillos, confiesa que él mismo reaccionó contrariamente en un primer momento con los primeros avances, al creer que se podía desvirtuar el producto final con ciertas decisiones en torno a la representación de los personajes. "Creo que jugaron con eso, con la polémica que se iba a generar, que sabían que iba a generar mucha expectación y marcar la conversación", puntualiza. "También hay que decir que Tolkien ha sido interpretado e instrumentalizado en muchas ocasiones. Hace décadas, en EEUU, era una referencia para el movimiento ecologista. No es extraño que se quiera hacer una interpretación para representar ciertos postulados", razona.

placeholder La esposa de Durin, en 'Los Anillos del Poder', también fue objeto de polémica. (Amazon Prime)
La esposa de Durin, en 'Los Anillos del Poder', también fue objeto de polémica. (Amazon Prime)

¿Cuándo cambió su parecer sobre la serie? Confiesa que cuando vio "los guiones". Antes de entrar en materia, puntualiza que "el ritmo narrativo en el cine o en la televisión no es el mismo que en la literatura". Algo que justifica, según su visión, tener que introducir ciertos anacronismos en la serie, que acaba de finalizar su primera temporada de cinco, para narrar los hechos que suceden a lo largo de "casi 3.500 años" que dura la Segunda Edad de la Tierra Media. Además, señala, para ser realmente fiel haría falta recurrir a varios textos de los que la compañía no tiene los derechos. Cuando pujó, adquirió los permisos sobre los tres libros que componen El Señor de los Anillos, El Hobbit y Los apéndices. Fuera de su control quedaron El Silmarillion, Cuentos inconclusos de Númenor y la Tierra Media o La historia de La Tierra Media. "Tiene que jugar con esas dificultades a la hora de construir el guion".

Caída de Númenor y ascenso de Saurón

"El objetivo está muy definido. Narrar la caída de Númenor y el ascenso de Sauron al poder a través de dos personajes conocidos como son Elrond y Galadriel. Y se envuelve dentro algo que sea asequible para el espectador medio", apunta. Puntualiza que no es un producto para consumir con "los libros en la mano". "Está pensado para un público que no está sumergido en la obra de Tolkien. Más amplio y que ha conocido la saga por las películas". Sobre si ve raro un elfo o una enana representado por una persona de color, opina que no es relevante para "contar los hechos que se pretende contar". Y hace una última reflexión final: "En torno a Tolkien existe algo casi canónico, de texto sagrado, por la influencia que ha tenido en la vida de muchísimas personas, que lo asimilan como algo personal. Por eso esto ha ocurrido con Los Anillos del Poder y no con otras producciones que han reinterpretado otras obras".

En el lado contrario se posiciona José Manuel Ferrández Bru, investigador sobre la obra de Tolkien, miembro fundador de la Sociedad Tolkien Española y autor de Tio Curro. La conexión española de Tolkien que ahonda en la figura del sacerdote hispano-británica que fue el tutor del literato británica. "Esto no es una cuestión canónica. No es de exactitud, es un problema general", apunta en una conversación con Teknautas. "Como producto audiovisual creo que es malo porque, entre otras cosas, falta ritmo. Pero es que, cuando lo vemos como un producto sobre la obra de Tolkien, encontramos que no tiene nada que ver con ella".

Foto: Foto: EFE/Matt Grace.

Sus quejas son especialmente fuertes cuando se saca la figura de la protagonista, Galadriel. "No tiene nada que ver. La han convertido en un ser vengativo, oscuro... En una guerrera y una militar que no tiene nada que ver con lo que Tolkien escribió", responde. "Si hubiesen utilizado otros nombres y otro título para presentarlo como una serie de ficción de fantasía más, nadie hubiese podido reclamar nada a Amazon porque no tiene nada que ver. Parece que han utilizado los derechos para poder poner el nombre y ya está". Fernández Bru cree que la elección de los showrunners de la serie, "gente joven y sin demasiada experiencia", es una prueba más de la poca ambición de Amazon por hacer un producto realmente diferencial. Es más, según algunos medios, podrían ser apartados de la segunda temporada.

Cuando se saca el tema de las acusaciones de xenofobia que se han hecho desde ciertos sectores, cree que los propios productores se han agarrado a esa coartada para desbaratar las críticas legítimas sobre la calidad del producto. "Se han escudado en eso", insiste. Sobre si la presencia de un elfo negro sería posible según el marco que creó Tolkien, Fernández Bru responde que "sería posible, pero no en ese momento".

"En la Segunda Edad la Tierra Media, haciendo una equiparación con nuestro mundo, no estaba ni en los inicios de la globalización. Esa mezcolanza de razas ocurriría mucho más adelante", remata, a la par que rechaza de plano una interpretación de la obra Tolkien que lleve a verlo como alguien misógino o racista. Insiste en que, por todos esos motivos, "el resultado es malo" ha sido malo. Y eso que tampoco le convence lo visto en las películas de Peter Jackson. "El Hobbit fue un despropósito porque no se puede sacar una trilogía de esa historia. Se estiró, pero, por lo menos, se respetó algunos elementos. El Señor de los Anillos también obviaba cosas importantes, pero era algo más digno".

En apenas una semana, Sony estrena uno de esos títulos para PlayStation que tiene todas las papeletas para subir como la espuma en las listas de los juegos más vendidos. God of War: Ragnarok. Una nueva entrega de la franquicia, la novena si tenemos en cuenta los juegos para móviles, creada por el estudio de Santa Mónica, que vuelve a colocar al jugador en la piel de Kratos, un semidiós espartano que se ha pasado la vida combatiendo con diferentes bestias y criaturas mitológicas. Como da a entender su título, la nueva aventura se desarrollará en la mitología nórdica, más concretamente en el Ragnarok, la batalla por el fin del mundo. El lanzamiento, además de por una enorme expectación, ha venido precedido por una bronca en internet y redes sociales por el aspecto de sus personajes, según los creadores iban desvelando trailers e imágenes promocionales.

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