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'Morbius': Jared Leto, el peor vampiro del Universo Marvel
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ESTRENOS DE CINE

'Morbius': Jared Leto, el peor vampiro del Universo Marvel

El actor, Joker en 'Escuadrón suicida', estrena en cines una nueva entrega, esta vez en el Universo Marvel, en la que se recupera al antihéroe vampírico de 'The Amazing Spider-Man'

Foto: Jared Leto es Morbius, el vampiro marveliano. (Sony)
Jared Leto es Morbius, el vampiro marveliano. (Sony)

Jared Leto parece empeñado en poner otro clavo más en la tumba de su carrera. Esperemos que cambie el rumbo. Es difícil entender cómo una película de Marvel, tan controlada, con actores de carácter y un director medianamente solvente como es el sueco Daniel Espinosa ('El niño 44', 'Life') pueda llegar a la pantalla del cine con tantos problemas sin resolver. 'Morbius' debía haberse estrenado en julio de 2020, pero la pandemia la ha ido retrasando una y otra vez hasta llegar a hoy. Sus responsables han tenido tiempo para ajustar el montaje, por lo que se entiende que lo que vemos es la mejor versión posible de lo que se rodó. Pero durante toda la proyección se asienta la percepción de que la película se ha recortado hasta tal punto que nada encaja, todo es ortopédico.

Ya la primera secuencia deja intuir la apuesta estética equivocada y contradictoria de la película. Por un lado, han querido revestir 'Morbius' de una textura antigua —es decir, analógica— recurriendo al ruido digital, y, por otro, han abusado de escenarios generados por ordenador en los que los efectos especiales rozan el desastre. La narración es a ratos atropellada y casi siempre obvia. No hay espacio para que crezcan los personajes secundarios, que podrían eliminarse sin problema y nada en la historia cambiaría. Claramente, los responsables han dado prioridad a las escenas de acción, que ni siquiera resultan espectaculares; más bien predecibles. Tampoco es posible buscar una analogía sutil, un significado profundo más allá de la trama de dos personajes de cómic retándose a puñetazos por las calles de Nueva York. Puede que la saga gráfica original de la que se extrae el personaje tuviera una lectura más honda, pero aquí todo está puesto al servicio de una espectacularidad pobremente ejecutada.

placeholder Jared Leto convertido en un vampiro en 'Morbius'. (Sony)
Jared Leto convertido en un vampiro en 'Morbius'. (Sony)

La idea inicial, por el contrario, resulta interesante. El personaje de Morbius readapta el mito vampírico —hay guiños constantes a Drácula, incluso una alusión a Murnau, director de 'Nosferatu'— al contexto superheroico. Si el vampirismo tradicional reflexionaba sobre el regalo o la condena que supondría la vida eterna, en 'Morbius' se centran más en la superioridad física sobrehumana de los protagonistas, a costa de acabar con vidas inocentes. Incluso en la cuestión moral zozobra la película, puesto que casi parece defender que la vida de aquel que no es virtuoso es prescindible.

Leto da vida al Morbius del que toma el título la película. Nacido en Grecia con una extraña condición en la sangre que le tiene atado a una máquina de transfusiones, Leto crece en una clínica para niños con deficiencias de salud, en la que conoce a Milo (Matt Smith, uno de los Felipes de Edimburgo de 'The Crown'). Dependientes para andar siempre de las muletas, enclenques y enfermizos, víctimas del 'bullying' por parte del resto de niños sanos, los dos se prometen algún día encontrar la cura de su afección. Milo, hay que resaltar, procede de una familia muy adinerada y con perfectísimo acento 'british'.

placeholder Jared Leto y Adria Arjona trabajan juntos en un laboratorio genético. (Sony)
Jared Leto y Adria Arjona trabajan juntos en un laboratorio genético. (Sony)

Morbius, una mente privilegiada, acaba ganando el Premio Nobel de Medicina por patentar una sangre artificial. Y Milo, por otro lado, le financia las investigaciones. El tándem ideal. Pero Morbius quiere ir más allá y experimenta con el cruce genético entre hombres y murciélagos, ya que estos animales producen un veneno anticoagulante que podría ser la respuesta a su enfermedad. Y decide actuar de cobaya humana. Pero, ¡oh sorpresa!, el experimento no sale según lo previsto: aunque, por un lado, su cuerpo se desarrolla y se muscula como el de un superhéroe tradicional, la contrapartida se destapa cuando, pasadas unas horas, su sed de sangre humana lo domina y lo convierte en una bestia horrible. Mención aparte merece el diseño de personajes y los efectos especiales en esos momentos. En esa primera transformación, que tiene lugar en un barco, es donde el director y los guionistas Matt Sazama y Burk Shapless referencian de forma más evidente al 'Drácula' de Bram Stoker.

A partir de ahí, Morbius se debate entre la posibilidad de un cuerpo sano —más que sano— y la culpabilidad de transformarse en un asesino en contra de su voluntad. Alrededor de él pululan unos personajes secundarios que, sobre el papel, tiene un rol comprensible, pero, en la práctica, son simples esbozos de relleno. Ella, la doctora Martine Bancroft (Adria Arjona, actriz especializada en cintas de acción como 'Pacific Rim' o 'Triple frontera'), el interés amoroso del protagonista y la boca en la que poner consignas feministas tan originales como: "No soy enfermera, soy médico". El sabio, encarnado por Jared Harris —también del reparto de 'The Crown' y 'Chernobyl'—, un médico-barra-tutor que se ha encargado de cuidar a Morbius y Milo desde que eran niños. También aparece el dúo cómico policial (Tyrese Gibson y Al Madrigal), que deberían resultar una amenaza, pero sus capacidades deductivas son tan nulas que se dedican simplemente a llegar tarde al lugar de los hechos.

placeholder Una de las muchas peleas de 'Morbius'. (Sony)
Una de las muchas peleas de 'Morbius'. (Sony)

Sin embargo, como en una tragedia griega, al final el antagonista real será la persona que él más ha querido. Y la película derivará en una sucesión de combates voladores de todo tipo, en los que se destrozará mucho mobiliario urbano y morirá algún que otro transeúnte. Y, mientras, Morbius intentará controlar su sed de sangre humana a base de la sangre artificial que él mismo inventó, pero que cada vez va surtiendo menos efecto. La ciencia contra el instinto, o algo así. Y no mucho más. Aparte de dos escenas poscréditos que anticipan una posible continuación. 'Morbius' es, en definitiva, café para los muy marvelianos que quieran completar la colección.

Jared Leto parece empeñado en poner otro clavo más en la tumba de su carrera. Esperemos que cambie el rumbo. Es difícil entender cómo una película de Marvel, tan controlada, con actores de carácter y un director medianamente solvente como es el sueco Daniel Espinosa ('El niño 44', 'Life') pueda llegar a la pantalla del cine con tantos problemas sin resolver. 'Morbius' debía haberse estrenado en julio de 2020, pero la pandemia la ha ido retrasando una y otra vez hasta llegar a hoy. Sus responsables han tenido tiempo para ajustar el montaje, por lo que se entiende que lo que vemos es la mejor versión posible de lo que se rodó. Pero durante toda la proyección se asienta la percepción de que la película se ha recortado hasta tal punto que nada encaja, todo es ortopédico.

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