¿Por qué los médicos ya no ganan los premios Nobel de Medicina?
La especialización de las ciencias de la salud, la falta de vocación científica de los estudiantes de Medicina y los planes de estudio son algunas de las razones
Un año más, el Instituto Karolinska de Suecia ha nombrado al ganador del premio Nobel de Medicina. Un año más, el elegido no ha sido un médico. En esta ocasión ha recaído en el biólogo celular Yoshinori Ohsumi. Y es que el premio Nobel de Fisiología o Medicina, como realmente se llama, no suele recaer en científicos que han realizado estudios de Medicina. Aunque no siempre fue así.
Desde el año 1901 se ha otorgado en 107 ocasiones este prestigioso galardón a 211 científicos. El primer ganador fue el médico alemán Emil von Behring. Al igual que él, otros 9 de los 12 científicos que recibieron esta distinción en su primera década de existencia estudiaron Medicina. Una situación que se invierte a partir de los 90 y se consolida en el nuevo milenio. Desde el año 2001, sólo 10 de los galardonados con este Nobel salieron de la facultad de Medicina frente a 29 científicos que han realizado otros estudios.
Este cambio en la procedencia de los nobeles es “inevitable” para el médico de familia Vicente Baos porque “los avances profundos en la medicina provienen de la biología, la química y la física”. “No dan el premio por ser un buen cirujano. La medicina es la aplicación práctica”, añade.
La situación de la ciencia a finales del siglo XIX, cuando el inventor sueco instituyó los premios en su testamento, es otra razón de esta aparente paradoja. “Cuando Alfred Nobel creó los premios que llevan su nombre, la biología no existía como disciplina y se ha respetado el nombre que él dio”, explica el catedrático de Biología celular y exrector de la Universidad de Salamanca José Ramón Alonso. La formación del biólogo es para Alonso “mucho más profunda en disciplinas como la biología celular o la genética, que son el ámbito de muchos Nobel en las últimas décadas”, lo que ha aumentado la proporción de nobeles biólogos.
En la misma dirección apunta Juan Ignacio Pérez, catedrático de Fisiología y exrector de la Universidad del País Vasco. Destaca que la diversificación de la investigación y que las nuevas líneas de investigación “no las han desarrollado médicos principalmente sino biólogos, químicos y bioquímicos, entre otros profesionales”.
La falta de vocación científica entre los estudiante de Medicina es otro motivo del menor número de médicos premiados en la actualidad para Carmen Agustín, una bióloga doctora en Neurociencias que ha trabajado en en el Grado de Medicina de la Universitat Jaume I de Castellón. Opina que “los estudiantes de Medicina se dedican a ello por vocación clínica” ya que “la medicina no es una ciencia, es una práctica”.
Otra de las causas para el médico de familia Javier Padilla son los planes de estudio de las carreras de Medicina. Para Padilla “la investigación básica queda tremendamente confinada a los primeros años” mientras que en otras carreras de la salud “es casi la norma el dedicarse a la investigación básica, en medicina eso es 'rara avis'”, opina.
Precisamente los dos únicos nobeles de Medicina españoles, Santiago Ramón y Cajal en 1906 y Severo Ochoa en 1959, estudiaron Medicina. En cambio, Francis Mojica, el futurible tercer nobel español por descubrir la secuencia génica CRISPR que puede cambiar el mundo, es biólogo. Preguntado por esta cuestión, Mojica cree que puede deberse a que “muchos menos médicos que científicos de otras ramas afines a la biomedicina se dedican a la investigación.
"Sigue el rastro del dinero", decía Lester Freamon en la serie de televisión 'The Wire'. Esa también la conclusión de Rosa Medina, médica de formación y profesora de Historia de la Ciencia en la Universidad de Granada: “Si hay más nobeles en Medicina puede estar vinculado con la financiación que reciben las biociencias y la biomedicina comparado con otras áreas, ya que la 'Farmaindustria' es la segunda industria mundial, y no con la carrera de procedencia 'per se'”.
¿Dónde están las mujeres?
Pero a lo que Medina realmente le llama la atención sobre los Nobel de Medicina es ”la escasez de mujeres” entre los galardonados pese a que “las mujeres superan en número a los hombres en las facultades de Medicina desde hace unos años”. De los 211 ganadores del Nobel sólo 12 son mujeres. Ni el 6% del total. Un porcentaje que sólo sube al 13% en lo que llevamos de década La profesora de la Universidad de Granada apunta a la existencia de “otras barreras no visibles”, el conocido como techo de cristal, que expliquen la preponderancia masculina entre los seleccionados por el Instituto Karolinska.
47 años tuvieron que pasar para que una mujer recibiese este premio por primera vez: la médica Gerty Cori lo ganó en el año 1947 por “su descubrimiento del proceso de la conversión catalítica del glucógeno”. La última ha sido la farmacóloga china Tu Youyou en 2015 por “sus descubrimientos sobre una nueva terapia contra la malaria”.
Un año más, el Instituto Karolinska de Suecia ha nombrado al ganador del premio Nobel de Medicina. Un año más, el elegido no ha sido un médico. En esta ocasión ha recaído en el biólogo celular Yoshinori Ohsumi. Y es que el premio Nobel de Fisiología o Medicina, como realmente se llama, no suele recaer en científicos que han realizado estudios de Medicina. Aunque no siempre fue así.