Tesla vs. Toyota: la gran batalla para definir el futuro del automóvil

Hace un año, el debate entre vehículos eléctricos e híbridos parecía zanjado. Ahora, la visión de Elon Musk sobre el futuro de los vehículos eléctricos ha sido desafiada de nuevo por Toyota y sus renovados planes híbridos.

Musk, consejero delegado de Tesla, quiere hacer que el mundo sea totalmente eléctrico, con el objetivo de que sus entregas anuales de vehículos superen a Toyota y Tesla se convierta en el fabricante de automóviles más vendido antes de 2030. Y aunque ese objetivo está muy lejos, ha tenido cierto éxito: en Estados Unidos, la pequeña gama de Tesla ya ha superado a algunos de los superventas de Toyota.

Sin embargo, la ralentización del crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos en Estados Unidos está poniendo a prueba la apuesta de Musk. Al mismo tiempo, los vehículos híbridos han experimentado un aumento de compradores este año, en parte debido al éxito de las nuevas ofertas de Toyota y su marca de lujo Lexus.

"El auge de la electrificación en el sector ha generalizado los híbridos", señala David Christ, responsable de la marca Toyota en Norteamérica, durante una entrevista. "Han tenido un auténtico despertar".

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El argumento para que los clientes compren un híbrido es sencillo: estos coches suelen ser más baratos que sus rivales totalmente eléctricos y obtienen algunos beneficios de la electrificación, como mejoras de la distancia recorrida por litro de gasolina, en comparación con un coche tradicional sin los dolores de cabeza de tener que cargar el coche como un eléctrico.

El fabricante japonés, empezando con la berlina Prius hace más de 20 años, ayudó a popularizar la tecnología híbrida, que combina baterías con motores de gasolina para mejorar la eficiencia del combustible. Pero es una tecnología que parecía a punto de caer en el olvido cuando las ventas de híbridos se desplomaron el año pasado y las de los VE aumentaron un 65%, una señal para los que apostaban por el inicio de una nueva era. "Es hora de dejar atrás los coches híbridos", tuiteó Musk el año pasado. "Eso fue una fase".

En medio del entusiasmo por los vehículos eléctricos, había inversores que estaban de acuerdo. Pocos veían a los híbridos como un rival adecuado para Tesla. Algunos inversores intentaron sin éxito a principios de este año destituir al presidente de Toyota, Akio Toyoda, por la estrategia de la empresa de cubrir las inversiones en híbridos, VE y otras tecnologías. Toyota se había obstinado en advertir de que el enfoque "100% eléctrico", por el que habían optado algunos rivales en su carrera por alcanzar a Tesla, no era lo que muchos clientes querían o para lo que estaban preparados.

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Meses después, cuando Ford y General Motors retiraron sus planes de producción de vehículos eléctricos, Toyota pareció regodearse. "La gente por fin ve la realidad", declaró el mes pasado. Es fácil entender por qué se siente así. Entre sus marcas Toyota y Lexus, la empresa vende en EEUU 26 modelos eléctricos —incluidos híbridos, EV y otras tecnologías— y ha visto cómo las entregas de estas ofertas aumentaban en conjunto un 20% este año hasta los tres primeros trimestres, hasta un total de 455.000 unidades.

Tesla, que no publica resultados de entregas en EEUU, vendió unos 493.500 vehículos totalmente eléctricos durante ese periodo, un 26% más, según una estimación de la empresa de datos Motor Intelligence. En medio de un entorno de ventas en general más duro últimamente para el mercado automovilístico estadounidense, Musk se ha comprometido a impulsar el crecimiento de las ventas este año a costa de la rentabilidad, para consternación de algunos inversores. Los beneficios de Tesla cayeron un 44% en el tercer trimestre.

La mayor fuente de nuevos clientes para Tesla es Toyota, según Strategic Vision, que encuesta a los nuevos compradores. En todo el país, el 8% de los compradores de Tesla procedían de vehículos Toyota.

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"Tesla está robando ventas a Toyota a diestro y siniestro, pero están teniendo que reducir drásticamente sus precios para mantener este ritmo", afirma Alexander Edwards, presidente de Strategic Vision. "Toyota, por su parte, ha mantenido los precios y ha permitido a los concesionarios subir el precio de sus productos".

La primera línea de esa lucha está en California, donde los recortes de precios de Tesla han hecho que el coste de un sedán Modelo 3 de entrada, incluidas las exenciones fiscales federales y estatales, sea menor que el precio inicial sugerido de un Camry. Tesla está recortando la cuota de mercado de Toyota en este estado. A escala nacional, las ventas del crossover Model Y de Tesla superaron a las del Camry este año hasta septiembre y se quedaron a menos de 7.000 vehículos del crossover RAV4, el más vendido de Toyota en EEUU, según estimaciones de Motor Intelligence.

Musk se ha dado cuenta de que la diferencia es cada vez menor. En octubre, dijo a los analistas: "Para ser totalmente franco, si nuestro coche costara lo mismo que un RAV4, nadie compraría un RAV4, o al menos es muy improbable que lo hagan".

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Lleva mucho tiempo mostrando su desprecio hacia los híbridos, a pesar de que Toyota ayudó a Tesla desde el principio con una inversión y un trato de favor en su primera fábrica de montaje. "Queremos ser totalmente eléctricos porque es el camino verdaderamente sostenible", declaró hace años a The Wall Street Journal. "Si divides el bebé en dos y tienes un coche que intenta ser un buen coche de gasolina y un buen coche eléctrico, acabas por no ser tan convincente como un coche de gasolina puro o un eléctrico puro".

Por su parte, Toyota está redoblando su estrategia híbrida. Este mes, en un acto celebrado en Malibú (California), Toyota anunció que, por primera vez, el Camry, la berlina más vendida del país, solo se ofrecerá como híbrido cuando la próxima generación llegue a los concesionarios estadounidenses en primavera.

"En los últimos años, cuando vendemos un vehículo con varios sistemas de propulsión —un motor de combustión interna y un híbrido—, en la mayoría de los casos, el sistema híbrido se vende durante más tiempo y es más popular entre los clientes", dijo Christ, de Toyota. "Eso nos hizo pensar que los clientes están preparados y dispuestos a pasarse a los híbridos".

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Parte del nuevo entusiasmo por los híbridos viene de lo que Toyota ha sido capaz de hacer con el coste y el rendimiento. Cuando Toyota empezó a extender su tecnología híbrida a otros vehículos, además del Prius, tuvo que pagar un alto precio. En 2005, por ejemplo, el Highlander híbrido de Toyota costaba casi 10.000 dólares más que la versión básica del utilitario deportivo y estaba diseñado para maximizar la eficiencia a expensas del rendimiento. O, dicho de otro modo, los clientes pagaban más a cambio de algunos compromisos notables.

Hoy, eso ha cambiado. Toyota no ha anunciado cuánto costará el nuevo Camry, pero la versión híbrida actual cuesta algo menos de 2.500 dólares más que la versión básica de la berlina. Y Toyota anuncia que el nuevo híbrido tendrá más caballos que la versión básica actual.

O, como dijo Christ: "Ya no hay compromiso".

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal.