¿Coches eléctricos con 1.500 kilómetros de autonomía? Toyota espera acercarse en 2028

El bZ4x, un crossover de 4,69 metros de longitud, se convirtió el año pasado en el primer coche 100% eléctrico de la marca Toyota producido en serie. Disponible en versiones de tracción delantera, con 204 CV de potencia, y tracción total, con 218 CV, su autonomía media en ciclo WLTP se mueve entre los 506 y los 418 kilómetros, dependiendo de la variante escogida dentro de una gama que arranca en España en 49.900 euros. No obstante, el grupo japonés ya había debutado antes en el mercado de los eléctricos a través de su marca de lujo Lexus, primero con el SUV compacto UX 300e, que alcanza ahora los 450 kilómetros de alcance medio teórico, y, más recientemente, con el RZ 450e, un exclusivo crossover de 4,81 metros que rinde 313 CV y homologa valores de autonomía entre 395 y 440 kilómetros, en función del acabado elegido.

Para un grupo empresarial que hasta ahora se había volcado con la tecnología híbrida y había retrasado lo más posible su entrada al segmento de los completamente eléctricos, se trata de un razonable comienzo, pero en el grupo japonés saben que marchan a remolque de otros fabricantes que apostaron antes por los BEV (Battery Electric Vehicle), y por eso preparan la contraofensiva. El primer capítulo lo escribió el propio presidente del gigante nipón, Akio Toyoda, cuando en diciembre de 2021 anunció por sorpresa un plan industrial que contempla el lanzamiento de 30 nuevos modelos de batería hasta 2030, y cuyos primeros frutos son los citados bZ4x y RZ 450e; pero ahora Toyota vuelve a pisar el acelerador al anunciar que no solo contará con una gama muy extensa, sino que sus futuros coches podrían convertirse en referentes de un aspecto clave en los eléctricos puros: la autonomía.

Y es que esos 506 kilómetros anunciados ahora por el Toyota bZ4x se quedan en poco si se comparan con las cifras que manejan en el grupo japonés para dentro de tres años, pues será en 2026 cuando, dentro de la gama Lexus, aparezca su primer coche eléctrico con la nueva generación de baterías de iones de litio, que podría traducirse en una autonomía de 600 millas (965 kilómetros). Y uno o dos años después esa tecnología podría protagonizar una nueva evolución que llevaría el alcance máximo entre recargas un 10% más allá. Entre medias, probablemente para 2006 o 2027, el grupo Toyota también podría empezar a aplicar en sus coches eléctricos una nueva batería LFP (litio ferrofosfato) que rebajaría el coste de ese elemento clave hasta en un 40%, de manera que el precio de los eléctricos ya se acercaría bastante al de los coches equivalentes con motor de combustión.

Baterías de estado sólido

Pero tanto Toyota como otros fabricantes tienen puestos sus ojos en un avance que podría revolucionar la industria de los vehículos eléctricos: las baterías de estado sólido. Más seguras que las actuales y menos sensibles a los cambios de temperatura, lo que permitirá acercarse más a la autonomía prometida incluso en ambientes extremadamente fríos, las baterías de estado sólido ofrecen mayor capacidad energética, lo que abre la puerta a dos opciones: ofrecer la misma autonomía que ahora con baterías más compactas y ligeras, o utilizar baterías del mismo tamaño y masa que las actuales, pero con una autonomía muy superior. Y en la marca japonesa hablan de hasta un 50% de ganancia.

De ese modo, cuando Toyota empiece a ofrecer en 2028 sus primeros coches eléctricos dotados de baterías de estado sólido, el alcance homologado entre recargas podría rondar ya las 900 millas (1.448 kilómetros), pues la marca nipona quiere seguir evolucionando también en capítulos clave como la aerodinámica de las carrocerías, y en dos o tres años podría lanzar modelos que presuman de un coeficiente de penetración Cx por debajo de 0,20. Todo un récord para un coche de calle.

Del mismo modo, el gigante japonés quiere seguir abaratando la fabricación de sus coches eléctricos, para lo cual podría imitar fórmulas industriales utilizadas ya con éxito por Tesla, como las prensas de estampación de un tamaño superior al habitual; e incluso fabricando a partir de 2025 algunos de sus futuros coches de batería en plantas estadounidenses, cuando actualmente toda esa producción está centralizada en factorías japonesas.

En cuanto a las cifras de autonomía que señala Toyota como objetivo a corto y medio plazo, tanto las 600 millas (965 kilómetros) planeadas para 2026 como las 900 (1.448 kilómetros) se sitúan muy por encima de los valores de los coches actuales, pues el Mercedes-Benz Vision EQXX, único vehículo eléctrico que anuncia hoy más de 1.000 kilómetros, es un prototipo experimental. Real y plenamente operativo, como ha demostrado en varios ensayos por carretera, pero que no se fabrica en serie y no está a la venta. Porque entre los modelos que sí se comercializan, y ciñéndonos a Europa, el tope está hoy en los 741 kilómetros del Mercedes-Benz EQS 450+, de acuerdo con la homologación en ciclo mixto WLTP, seguido por el Tesla Model S básico, con 634 kilómetros oficiales, y el Mercedes-Benz EQE 350, que cierra el podio de las mayores autonomías con sus 633 kilómetros entre recargas.