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¿Han dado los científicos por fin con una batería de estado sólido que no se degrada?
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400 ciclos de carga sin pérdida de capacidad

¿Han dado los científicos por fin con una batería de estado sólido que no se degrada?

Uno de los problemas de las baterías de los vehículos eléctricos es la progresiva pérdida de capacidad que sufren. Sin embargo, investigadores australianos y japoneses podrían haber dado con la solución

Foto: Las baterías de estado sólido, que relevarán a las actuales, empezarán a llegar dentro de unos años. (Toyota)
Las baterías de estado sólido, que relevarán a las actuales, empezarán a llegar dentro de unos años. (Toyota)

Aunque hay casos excepcionales en los que la batería de los coches eléctricos está garantizada por un periodo de hasta 10 años o un millón de kilómetros, la mayoría de los fabricantes de automóviles garantizan los enormes acumuladores de energía de sus vehículos por unos ocho años o 160.000 kilómetros, un periodo tras el cual esa batería debería seguir teniendo, como mínimo, una capacidad del 70% en relación con la capacidad inicial. Si para entonces tiene menos, nos la deberían reponer; y si al completarse la garantía conserva más capacidad de la que dicte la letra pequeña, a partir de ese momento seremos nosotros los únicos responsables de lo que suceda. Y las baterías son caras.

Es por eso que la degradación que sufren estos elementos con el paso del tiempo se ha convertido en una de las grandes preocupaciones en el salto a la electromovilidad, tanto para fabricantes como para usuarios, que en muchas ocasiones citan este asunto entre las razones para desconfiar de este tipo de propulsión. Algunas informaciones recientes sobre vehículos eléctricos con más de 10 años de antigüedad, como el Nissan Leaf, vienen a tranquilizar un poco, porque permiten vaticinar vidas útiles que se aproximarán a los 20 años, pero es probable que eso sea así bajo condiciones ideales de conservación. De ahí que la lucha contra la degradación de las baterías siga siendo uno de los campos donde se centran los científicos.

Y en esa línea, investigadores australianos y japoneses acaban de hacer públicos los primeros resultados de un trabajo que están realizando con una nueva batería de estado sólido, la tecnología a la que muchos miran como siguiente paso en la expansión del vehículo eléctrico, por ventajas como su mayor densidad de energía, el menor riesgo de incendio o el mejor funcionamiento a temperaturas bajas.

placeholder En función del tipo de carga que realicemos, la degradación de una batería es mayor o menor.
En función del tipo de carga que realicemos, la degradación de una batería es mayor o menor.

Y parece que a esas virtudes habrá que sumar otra, al menos en el tipo de batería de estado sólido con litio y óxido de vanadio que investigan, y del que ya tienen varios prototipos. Y la sorpresa ha sido que después de 400 ciclos de carga la capacidad de las baterías no ha variado en absoluto. O dicho de otra manera: las baterías parecen no degradarse con el uso. Aunque habrá que esperar para conocer más datos sobre la investigación, como el tipo y potencia de carga o las condiciones de uso, y también cómo evolucionan los resultados con miles de ciclos de carga.

Otras investigaciones

En cualquier caso, no es la primera vez que los científicos dan en sus laboratorios con un método que asegura una mínima o nula degradación de las baterías, como la tecnología de litio con finas películas de nanotubos de carbono, que además de incrementar exponencialmente la densidad energética de los acumuladores eliminaría algunos de los riesgos de las actuales baterías de iones de litio en sus constantes procesos de carga y descarga, y que incluso pueden llegar a cortocircuitar esos elementos.

De hecho, científicos del MIT (Massachussets Institute of Technology) proponían hace unos meses modificar por completo la arquitectura interna de las actuales baterías de iones de litio, utilizando aluminio y azufre en los electrodos, y sal fundida como electrolito, una combinación que reduciría de forma drástica el precio de las baterías y acabaría con el peligro de incendio.

Aunque hay casos excepcionales en los que la batería de los coches eléctricos está garantizada por un periodo de hasta 10 años o un millón de kilómetros, la mayoría de los fabricantes de automóviles garantizan los enormes acumuladores de energía de sus vehículos por unos ocho años o 160.000 kilómetros, un periodo tras el cual esa batería debería seguir teniendo, como mínimo, una capacidad del 70% en relación con la capacidad inicial. Si para entonces tiene menos, nos la deberían reponer; y si al completarse la garantía conserva más capacidad de la que dicte la letra pequeña, a partir de ese momento seremos nosotros los únicos responsables de lo que suceda. Y las baterías son caras.

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