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Las marcas chinas hablan ya de coches eléctricos a 7.500 dólares: ¿serán imbatibles?
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El resto de fabricantes acelera su respuesta

Las marcas chinas hablan ya de coches eléctricos a 7.500 dólares: ¿serán imbatibles?

La tercera guerra mundial no será con armas nucleares, sino con coches eléctricos. Los fabricantes chinos preparan el asalto al mercado internacional con precios bajos y tecnología punta, antesala de un combate comercial épico

Foto: BYD ha presentado en Shanghái el Seagull, un asequible utilitario eléctrico. (BYD)
BYD ha presentado en Shanghái el Seagull, un asequible utilitario eléctrico. (BYD)

Los salones internacionales del automóvil permiten descubrir lo que llegará al mercado en los próximos meses, pero también son una magnífica ocasión para tomar la temperatura al sector y descubrir tendencias en la industria y en el mercado. Y el Salón de Shanghái, que se celebra estos días en la megalópolis china, está sirviendo para comprobar, básicamente, dos cosas: la primera, que el mundo más desarrollado camina hacia la movilidad eléctrica sin, por ahora, dejar mucho espacio a otras alternativas de propulsión; y, la segunda, que la batalla entre los llamados fabricantes tradicionales, donde curiosamente ya se incluye a la joven Tesla, y las nuevas marcas chinas se prevé tremenda. Una especie de partido China-Resto del Mundo que se está jugando ya a cara de perro en ese país asiático, el más poblado del planeta hasta que este año India les supere en número de habitantes, y que empieza a disputarse también en Europa, donde la llegada de firmas chinas se acelera y sus ventas comienzan a ser considerables.

Sin ir más lejos, en el mercado español ya están presentes marcas chinas como Aiways, BYD, DFSK y Maxus, o SWM, firma italiana perteneciente al grupo chino Brilliance, y que fabrica exclusivamente en el país asiático. Pero, si pensamos en fuertes crecimientos de ventas, los mejores ejemplos son el de MG, que cerró el 2022 con unos 50 concesionarios en nuestro país y espera concluir el presente año acercándose al centenar, o el de Lynk & Co, nacida como marca global pero propiedad del gigante Geely y considerada formalmente como una firma china. Y si Lynk & Co lleva matriculadas en España este año 958 unidades, lo que representa un aumento del 224% en relación con el primer trimestre de 2022, el caso de MG es aún más llamativo, pues en los tres primeros meses del año ha vendido 3.218 coches, lo que supone un 1,35% del mercado total y un crecimiento del 498% frente al primer trimestre de 2022, situando al MG4 como el cuarto vehículo eléctrico más vendido en nuestro mercado, con 587 unidades. Su precio, de 29.480 euros (20.480 incluyendo plan Moves III y todos los descuentos posibles), es descaradamente inferior al de sus competidores europeos, como Cupra Born, Renault Mégane E-Tech Electric o Volkswagen ID.3, y en MG ya advierten que podría acabar el 2023 en puestos de podio dentro del segmento eléctrico.

placeholder El MG4 es ya el cuarto modelo eléctrico más vendido en nuestro mercado.
El MG4 es ya el cuarto modelo eléctrico más vendido en nuestro mercado.

Y, quizá por eso, en Shanghái algunos directivos de la industria local, como el CEO de la marca Nio, William Li, se refirieron a la necesidad de que los fabricantes de coches eléctricos de su país se preparen para la imposición de medidas proteccionistas en el extranjero. "No sería bueno para el desarrollo global", opinaba Li, "pero debemos respetar que cada país se reserve acciones para proteger sus industrias locales, y esa es la realidad que debemos afrontar". En Estados Unidos ese proteccionismo ya existe, pues la Inflation Reduction Act (ley de reducción de la inflación) impuesta por Joe Biden incentiva la compra de vehículos eléctricos hasta con 7.500 dólares, siempre que ese automóvil sea made in USA y conste de componentes y materias primas de origen estadounidense, de manera que el máximo responsable de Nio parecía referirse con sus declaraciones a otros mercados, como el europeo, donde surgen cada vez más voces a favor de estudiar algún tipo de barrera comercial a las importaciones desde China, pese a que ahora la UE clama contra el proteccionismo de Washington, que ya penaliza a los productos de BMW, Volvo o el Grupo Volkswagen, entre otros.

La idea de estudiar algún tipo de traba a la irrupción de las marcas chinas en nuestro continente no es de ahora, y ya en octubre pasado, durante una mesa redonda a la que asistió El Confidencial en el Salón del Automóvil de París, el CEO del grupo Stellantis, Carlos Tavares, señaló la necesidad de que los políticos europeos tomen alguna decisión, vaticinando una "pelea terrible" por la llegada de vehículos chinos "competitivos y de precios agresivos". El caso antes citado del MG4 sería solo un primer ejemplo, por más que varias de las marcas chinas que llegan a España huyan del concepto low cost y basen su estrategia en tecnología, prestaciones, alta calidad, buena relación producto/precio y niveles de seguridad tan altos como los de sus rivales, como viene demostrando el organismo independiente Euro NCAP con sus pruebas. Así, por ejemplo, BYD acaba de desembarcar en nuestro país con sus modelos eléctricos de lujo Han (berlina) y Tang (SUV), que arrancan en 69.990 euros, y sitúa en la base de su oferta al Atto 3, un SUV compacto, también eléctrico, que parte de 41.400 euros.

placeholder Por ahora, el BYD Seagull se comercializará solo en China.
Por ahora, el BYD Seagull se comercializará solo en China.

Pero es solo el principio, y BYD, que es el mayor productor mundial de vehículos enchufables (eléctricos puros e híbridos enchufables) por delante de Tesla o del Grupo Volkswagen, ya ha anunciado otros dos modelos eléctricos para nuestro país, el Seal y el Dolphin, y no parece que su ofensiva vaya a quedarse ahí, pues hablamos de un gigante industrial y tecnológico con un potencial difícil de cuantificar. De hecho, BYD (Build Your Dreams) ha presentado en Shanghái uno de esos coches que, de vez en cuando, causan un cierto terremoto comercial: el Seagull, un utilitario eléctrico de cinco puertas, equiparable por tamaño (3,78 metros de largo) y concepto al Dacia Spring, que al cambio se anuncia en China por unos 11.000 dólares (poco más de 10.000 euros).

En las primeras 24 horas, BYD recibió 10.000 pedidos, repartidos entre las dos versiones que ofrece la marca: una con motor de 74 CV de potencia y batería de 30 kWh, y otra con 100 CV y batería de 38 kWh. Y aunque el Seagull se venderá inicialmente solo en China, se sabe que hay planes para el continente europeo, donde podría ser lanzado en 2024. Pero a precios superiores a los anunciados para el mercado local, pues ya solo el transporte desde Asia elevará bastante la factura.

Un SUV eléctrico de 7.500 dólares

Y no parece que ese vaya a ser el límite inferior de los coches eléctricos producidos en el gigante asiático, porque, también en Shanghái, el CEO de la compañía local Leapmotor, Zhu Jianmin, vaticinó que los precios de estos vehículos seguirán bajando, y que aproximadamente en una década podría haber modelos eléctricos de carrocería SUV con una autonomía de 400 kilómetros que costasen unos 7.500 dólares (6.850 euros al cambio actual).

El cumplimiento de semejante predicción parece ahora entre improbable e imposible si tenemos en cuenta que los fabricantes chinos, que son los que pagan más baratas las baterías en todo el mundo, estiman hoy unos costes de 127 dólares por kWh (una batería de 50 kWh supone alrededor de 6.350 dólares, que son 5.800 euros), pero todo dependerá de cómo se comporten los precios de las baterías en los próximos 10 años. Y China tiene mucho que decir sobre eso, pues cuenta con las materias primas necesarias y domina la cadena de suministro de los coches eléctricos. Por ejemplo, esos 127 dólares por kWh que cuesta hacer una batería en ese país son un 24% menos que el coste de producción en Norteamérica (167 dólares por kWh de capacidad), y un 33% menos que en Europa (190 dólares por kWh).

placeholder Toyota mostró en Shanghái el bZ Sport Crossover y el bZ FlexSpace, que llegan en 2024.
Toyota mostró en Shanghái el bZ Sport Crossover y el bZ FlexSpace, que llegan en 2024.

Esa es la razón de que los fabricantes chinos, de media, puedan hacer ahora un coche eléctrico con un 20 o 25% menos de coste de producción que sus rivales europeos, japoneses, coreanos o estadounidenses. E incluso la brutal bajada de precios de Tesla, que ha preferido no acudir al Salón de Shanghái y ya ofrece en China su Model Y desde unos 40.000 dólares, no parece preocupar en exceso a los grandes de la industria local, que consideran sus coches mejores que los de la marca de Texas. "La situación actual es que el Model 3 era competitivo en 2018, pero hoy lo es menos, y parece lógico que reduzcan los precios", afirmaba William Li, quien opina que "ya puedes comprar vehículos chinos mejores por el mismo precio", y aclara que su marca, Nio, no entrará en esa guerra, al entender que ya no militan en el mismo segmento que Tesla, y que ahora los rivales de Nio están más arriba: Audi, BMW, Mercedes-Benz... Otro ejemplo de fabricante chino que huye de la filosofía low cost y se centrará en lujo, calidad, diseño o tecnología, pero también en dos factores que, según Li, pone en peligro Tesla con sus repentinas y abultadas bajadas de precios: los valores residuales de los vehículos y las relaciones con sus clientes, nada contentos en algunos casos por haber pagado mucho más por su Model 3 o Model Y que los compradores del día siguiente.

Y los planes para Europa de Nio, que aún no opera en nuestro país, son ambiciosos, pues anunciaron en febrero que levantarán en China una fábrica para dedicarla a producir coches eléctricos económicos destinados a nuestro continente, donde podría contar con una segunda marca y con un modelo compacto de precio competitivo, conocido por ahora como proyecto Firefly.

placeholder Las unidades del nuevo Volkswagen ID.7 destinadas a China se fabricarán en ese país.
Las unidades del nuevo Volkswagen ID.7 destinadas a China se fabricarán en ese país.

Entre tanto, las marcas extranjeras tratan de poner fin a su caída de ventas en el mercado chino, donde gigantes como Volkswagen o Toyota, que hasta hace poco disfrutaban de enormes volúmenes de ventas en el país asiático, han visto bajar su penetración a medida que aumentaba la demanda de coches eléctricos e híbridos enchufables en China, un segmento donde ahora BYD es líder destacado. Por eso Toyota acudió a la cita de Shanghái con su crossover eléctrico, el bZ4x, y con dos nuevas propuestas, también eléctricas, que se convertirán en coches de serie en 2024: el bZ Sport Crossover y el bZ FlexSpace.

Y de ahí también que Volkswagen haya redoblado su apuesta en China, anunciando en el Salón de Shanghái, donde desveló la nueva berlina ID.7, que presentará otros 10 modelos eléctricos de aquí al 2026, y que se ha propuesto reducir los tiempos de desarrollo de sus vehículos hasta en un 40% para responder al ritmo frenético de los constructores locales. Pero el CEO de la marca alemana, Thomas Schaefer, habló de "tiempos", cuando esa "pelea terrible" a la que se refería su colega Carlos Tavares en octubre tendrá otros dos ingredientes clave: los precios y la tecnología. Un extremo que confirmaba días atrás a El Confidencial el director de Ingeniería de una gran marca tradicional europea, al reconocer su preocupación por los enormes avances tecnológicos que preparan los fabricantes chinos en cuanto a sistemas multimedia y de infoentretenimiento: "Tenemos reuniones previstas con nuestro proveedores para ver si las tecnologías que estamos desarrollando para nuestros futuros coches se quedarán anticuadas frente a lo que llegará desde China".

Los salones internacionales del automóvil permiten descubrir lo que llegará al mercado en los próximos meses, pero también son una magnífica ocasión para tomar la temperatura al sector y descubrir tendencias en la industria y en el mercado. Y el Salón de Shanghái, que se celebra estos días en la megalópolis china, está sirviendo para comprobar, básicamente, dos cosas: la primera, que el mundo más desarrollado camina hacia la movilidad eléctrica sin, por ahora, dejar mucho espacio a otras alternativas de propulsión; y, la segunda, que la batalla entre los llamados fabricantes tradicionales, donde curiosamente ya se incluye a la joven Tesla, y las nuevas marcas chinas se prevé tremenda. Una especie de partido China-Resto del Mundo que se está jugando ya a cara de perro en ese país asiático, el más poblado del planeta hasta que este año India les supere en número de habitantes, y que empieza a disputarse también en Europa, donde la llegada de firmas chinas se acelera y sus ventas comienzan a ser considerables.

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