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El consumo de gasolina 95 se dispara a niveles de hace 20 años pese a los precios récord actuales
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El consumo de gasolina 95 se dispara a niveles de hace 20 años pese a los precios récord actuales

La demanda de este combustible no para de crecer, aunque cuesta ya más de 1,73 euros por litro de media. La caída de ventas de vehículos diésel en favor de híbridos y el tirón del turismo explican el fenómeno

Foto: Coches en cola por el fin del descuento de 20 céntimos. (EFE/Juan A. Lavín)
Coches en cola por el fin del descuento de 20 céntimos. (EFE/Juan A. Lavín)
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El consumo de gasolina 95 ha alcanzado este verano niveles no vistos desde hace dos décadas. Según datos de Cores, en julio de 2023 se han consumido casi 560 toneladas de este carburante, usado sobre todo por particulares para sus desplazamientos privados. Para ver cifras similares, hay que irse a los meses de julio de los años 2003, 2004 y 2005.

Desde entonces, la gasolina 95 inició un declive de consumo hasta 2014, cuando inició su recuperación. Agosto apunta a que el consumo aún será superior al de julio. Según datos de Exolum (CLH), el último mes completo salieron de sus infraestructuras 621,5 metros cúbicos, por 600 metros cúbicos de julio. Las subidas respecto a 2022 rondan el 10% durante los meses de verano, cuando más desplazamientos de particulares se dan en todo el año.

Esta recuperación de la demanda al nivel de hace 20 años se da pese a las incesantes subidas del carburante desde hace meses en las estaciones de servicios y a pesar de las supuestas mejoras de eficiencia de los automóviles y otras opciones como los eléctricos. Este combustible cuesta más de 1,73 euros por litro de media, según datos del Boletín petrolero de la Comisión Europea. De esta manera, la gasolina 95 ya está cerca de los precios más caros sufridos el verano pasado, cuando el Gobierno daba un descuento de 20 céntimos por litro para paliar los efectos de la guerra de Putin.

A diferencia de la recuperación que ha vivido la gasolina 95 en los últimos años, el gasóleo A, el combustible más utilizado —ya que, además de los particulares, abarca al transporte profesional—, ha seguido un camino mucho más dubitativo. En julio de 2023 la demanda de diésel ha retrocedido a su peor nivel en una década, con un consumo, según Cores, inferior incluso al de julio de 2020, durante la pandemia, cuando se establecieron restricciones a la movilidad.

¿Qué está pasando?

Varios factores explican esta situación. En primer lugar, cabe destacar el uso creciente de vehículos que consumen más gasolina. Desde el escándalo del dieselgate provocado por Volkswagen en 2015, se generó toda una ola de rechazo a esta tecnología y se puso encima de la mesa de la opinión pública por primera vez que los vehículos propulsados por gasóleo A podían ser más contaminantes que los que lo hacen con gasolina, aunque desde el punto de vista de las emisiones los últimos son más nocivos.

Esto ha provocado no solo el rechazo social sino también político. Las administraciones, a todos los niveles, han ido poniendo cada vez más trabas a esta tecnología. En España, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo nada más llegar al Gobierno en 2018 que "el diésel tiene los días contados". "Se trata de un mensaje muy potente para el consumidor que probablemente habrá tenido en cuenta a la hora de escoger su vehículo", explica un directivo de una empresa del sector.

Como una profecía autocumplida, los datos han ido dando la razón al vaticinio de la ministra. En lo que va de año, apenas un 13% de matriculaciones son de coches diésel, mientras que los de gasolina y el resto (sobre todo híbridos de gasolina y algún eléctrico) suman el resto de ventas. Ahí los expertos añaden un aspecto técnico a tener en cuenta. Los coches híbridos, que ya son la mayoría de los que se venden, consumen más gasolina de lo que aparentan, ya que aunque teóricamente son más eficientes, cuando salen a carretera y usan el motor de combustión gastan un extra, debido a que el peso de estos coches es mayor, por llevar dos motores dentro.

El peso del vehículo es otro factor nada desdeñable y así lo demuestran los datos de emisiones que publica la Agencia Tributaria y que bajan muy lentamente. La masa de automóviles matriculados este año aún emite 113 gramos de CO₂ por kilómetro, cuando el objetivo a 2050 es la descarbonización total. Las ganancias de eficiencia en los motores desarrolladas por las marcas se ven neutralizadas por las ventas de coches cada vez más voluminosos y pesados, que consumen más. Los SUV ya acaparan más del 55% de las ventas totales, según los datos de Anfac. Es decir, que más de uno de cada dos coches vendidos es un todocamino de gran tamaño. Así, no es de extrañar que, además de que las grandes marcas de distribución de carburantes estén obteniendo facturación récord, otras alternativas como Plenoil, Ballenoil o Petroprix no dejan de crecer.

Hay otros factores que contribuyen al crecimiento de ventas de la gasolina, como es la antigüedad del parque móvil o que cada vez hay más coches, según explica el analista energético de Bloomberg, Javier Blas. Este experto, además, añade que no se trata de un fenómeno exclusivo de España, sino que también se está dando en países como Reino Unido, Francia o Polonia, desmontando así el mito, por ahora, de la contribución al medioambiente y la competencia al coche tradicional de fabricantes de eléctricos como Tesla.

placeholder Una hilera de automóviles aguarda a repostar en la gasolinera.
Una hilera de automóviles aguarda a repostar en la gasolinera.

En España, la antigüedad del parque móvil es de 14 años, frente a los 8,3 años de 2008. "Si renováramos todo el parque móvil por coches de combustión de última generación, reduciríamos las emisiones de CO₂ un 30%", señalaba en un coloquio este mismo jueves el CEO de Repsol. Josu Jon Imaz también advertía, como ha hecho en reiteradas ocasiones, de que la incertidumbre tecnológica del momento hace que la antigüedad del parque móvil no pare de crecer ante la falta de toma de decisiones de los usuarios.

En España, además, ya circulan más de 33 millones de vehículos, según los datos de la patronal del seguro Unespa. Se trata de un máximo histórico. Casi cada ciudadano en edad de conducir tiene un coche, lo que de nuevo también es un factor que contribuye a la demanda.

Y a todo lo anterior hay que añadir la pujante situación que vive el turismo en este momento. Las cifras del verano de 2023 apuntan a récord, con datos similares a los de 2019, y eso también se nota en las gasolineras y en los desplazamientos privados. Así lo certifica el INE en el caso de los movimientos por transporte público (alta velocidad, etc.). El número de viajeros de transporte público colectivo ha crecido en julio de este año más de un 20% con respecto al mismo mes de 2022.

Foto: Un ciudadano, repostando en una gasolinera. (EFE/Alejandro García)

Los expertos y economistas creen que los usuarios están dando prioridad al consumo en viajes después de la pandemia con respecto a otros gastos, lo que de nuevo contribuye al alza del consumo de combustibles. Este aumento de la demanda de hidrocarburos hace que los recortes de producción pactados entre Arabia Saudí y Rusia, que están llevando el barril de petróleo por encima de 90 dólares, intensifiquen aún más el alza de precios.

En este sentido, el Banco Central Europeo revisaba las previsiones de inflación para este año y el próximo al alza en Europa, precisamente por el repunte de la energía que esperan hasta final de año. En ese escenario es en el que este jueves la institución monetaria liderada por Christine Lagarde ha vuelto a subir los tipos de interés por décima vez y los ha llevado ya hasta el 4,5% (máximo desde 2001). Un movimiento que trata de enfriar la espiral de precios frenando la demanda, algo que por ahora está chocando con los datos de consumo al alza, como en el caso de la gasolina 95.

El consumo de gasolina 95 ha alcanzado este verano niveles no vistos desde hace dos décadas. Según datos de Cores, en julio de 2023 se han consumido casi 560 toneladas de este carburante, usado sobre todo por particulares para sus desplazamientos privados. Para ver cifras similares, hay que irse a los meses de julio de los años 2003, 2004 y 2005.

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