El fin de las gasolineras después del coche eléctrico
Con el crecimiento imparable de los vehículos eléctricos, las gasolineras van a ir desapareciendo en los próximos años. Las nuevas estaciones de servicio serán muy diferentes a las actuales
Las gasolineras están condenadas a desaparecer tal y como las conocemos. Desde la primera estación construida en 1907 por Standard Oil de California, su diseño se ha mantenido prácticamente intacto. Ahora, el rápido crecimiento de los coches eléctricos crearán la necesidad de nuevas estaciones de servicio muy diferentes al tener que centrarse en las limitaciones del vehículo eléctrico —como la lenta velocidad de carga— y no tener la limitación de la infraestructura necesaria para almacenar el combustible. La idea es que, en el futuro, las estaciones de servicio ofrezcan servicios inéditos hasta ahora, desde salas de proyección de cine hasta spas donde relajarse en la carretera mientras cargamos nuestro coche.
Europa está planteando una transición para el año 2035 que podría retrasarse. Durante este tiempo, lo más probable es que las gasolineras se conviertan en estaciones de servicio mixtas para vehículos de combustión, coches eléctricos de batería e incluso de coches con células de hidrógeno. Después, cuando se eliminen los gasolina y diesel, las estaciones se convertirán básicamente en puntos de espera, donde los conductores permanecerán entre 15 minutos hasta una hora cargando su vehículo.
Los supercargadores de Tesla actuales son el tipo de estación más común del mundo, con más de 45.000 puntos. Por ahora, su modelo no se aleja del de una gasolinera normal: el típico punto cuenta con filas de cargadores, a veces alimentados en parte por energía solar, con alguna que otra zona de asientos para descansar.
El Supercharger Diner & Drive-In de Tesla
Pero la compañía de Musk parece tener más planes para el futuro en algunos sitios. El año pasado Tesla presentó una solicitud para construir un Supercharger Diner & Drive-In en Hollywood, un ambicioso plan que contempla 34 espacios de estacionamiento y 29 supercargadores en un área de restaurante con dos pisos y un autocine con películas que durarán unos 30 minutos, el tiempo que se tarda en cargar la batería de un Tesla.
Siguiendo las nuevas necesidades de los conductores, varias compañías de arquitectura están también rediseñando las estaciones del futuro con interesantes proyectos recogidos en la revista de negocios Fast Company.
Las estaciones de Cobe en Dinamarca
Una de las propuestas más fascinantes la tiene el grupo de arquitectos daneses Cobe, quienes han diseñado una estructura sencilla de madera que simula un bosque. Cobe busca ofrecer una experiencia de repostaje “mucho más tranquila y libre de estrés al llevar árboles y plantas al centro de la estación, fomentando la biodiversidad y haciendo que cada estación sea única”, según explican en su web.
Para alejarse de las gasolineras “toscas y sucias”, Cobe ha pensado en cada detalle. Por ejemplo, los tejados, cubiertos de vegetación, están diseñados para retener la lluvia y conducir el agua a zonas naturales. Hasta ahora se han terminado 11 estaciones siguiendo este modelo y planean crear una red de 48 más a lo largo de las autopistas escandinavas en los próximos años.
Las estaciones de Morphosis en Corea
Los arquitectos californianos de Morphosis han creado varias estaciones de recarga de aire futurista para el fabricante coreano Genesis. Situadas en Seúl, su diseño de marquesinas adornadas con una línea de luces LED y con focos más grandes en su parte inferior recuerdan a una escena propia de Blade Runner.
Ung-Joo Scott Lee, socio de Morphosis, indica que los futuros módulos incluirán funciones interactivas, como el cambio de colores en función de la carga del coche y la visualización de datos en sus teléfonos, según recoge Fast Company.
More with Less, en Canadá
La propuesta More with Less, del arquitecto escocés James Silvester, ganador del concurso Electric Autonomy, es una estación de carga diseñada como un circuito lleno de actividades y patios de relajación rodeados de naturaleza. Todo el edificio está pensado para que sea sostenible, desde el uso de energía solar en la azotea para alimentar los espacios comerciales hasta un voladizo que reduce el calor durante el verano y permite aprovechar al máximo la luz.
“El edificio no está ahí simplemente para servir a un proceso en el viaje, sino para proporcionar un espacio para relajarse y disfrutar”, comenta Silvester. En los espacios interiores habría cafeterías, tiendas, salones de juego y ocio, salas para hacer deporte, patios con plantas y áreas de juego para niños.
Aunque algunas de estas estaciones de servicio son conceptos, muchas ya están activas. Sin embargo, el futuro de las estaciones de servicio está aún en el aire y dependerá de los avances tecnológicos. Es posible que, como ya hemos contado en estas páginas, puede que más adelante surja una nueva tecnología que haga innecesarias las estaciones de larga duración gracias a mejores baterías o sistemas de carga en movimiento en la misma carretera. Pero, para que eso llegue, quizás tengan que pasar décadas. Por el momento, estas propuestas son bastante más atractivas que las estaciones de servicio actuales.
Las gasolineras están condenadas a desaparecer tal y como las conocemos. Desde la primera estación construida en 1907 por Standard Oil de California, su diseño se ha mantenido prácticamente intacto. Ahora, el rápido crecimiento de los coches eléctricos crearán la necesidad de nuevas estaciones de servicio muy diferentes al tener que centrarse en las limitaciones del vehículo eléctrico —como la lenta velocidad de carga— y no tener la limitación de la infraestructura necesaria para almacenar el combustible. La idea es que, en el futuro, las estaciones de servicio ofrezcan servicios inéditos hasta ahora, desde salas de proyección de cine hasta spas donde relajarse en la carretera mientras cargamos nuestro coche.