¿Cuántos puntos de carga se necesitan de verdad en España para poder dar el salto al coche eléctrico?

Uno de los principales caballos de batalla a los que se enfrentan los potenciales compradores de un vehículo eléctrico es la preocupación ante la posibilidad de quedarse sin batería a mitad de un viaje. En 2022, en plena transición hacia vehículos no contaminantes, existe una pregunta grabada en la mente de muchos conductores que se plantean dar el paso: ¿existen suficientes puntos de carga en España?

“Si hablamos de infraestructura total de recarga, estamos en el octavo puesto [en Europa]; en quinta posición en número de enchufes destinados a los viajes; y en tercera posición en ubicaciones de carga en la UE , solo por detrás de Alemania y Francia”, explica Arturo Pérez de Lucía, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE). Pérez de Lucía remarca que esas cifras “no provienen de ningún lobby, sino que han sido extraídas de fuentes como el observatorio europeo de combustibles alternativos, EAFO, y empresas de estudios de mercado y de opinión, indicadores económicos y estadísticas oficiales como Statista”.

En la actualidad, existen dos tipos de vehículos cuyas baterías se pueden rellenar mediante un punto de carga eléctrico: los coches híbridos enchufables y los vehículos 100% eléctricos. Los primeros tienen una batería de menor capacidad, pensada para cumplir con las necesidades del día a día (trayectos a la oficina, al colegio, a hacer la compra) y para recargarse en espacios privados, ya sea en casa o en el puesto de trabajo. Entre estos vehículos existen ya en el mercado versiones de turismos como el Renault Megane E-Tech híbrido enchufable o el Captur E-Tech híbrido enchufable, que puede circular hasta los 50 kilómetros sin emisiones.

La situación cambia por completo en los vehículos eléctricos puros. Aunque el grueso de las cargas se realizan, como con los enchufables, se añade un nuevo interrogante a la ecuación: la ausencia de un motor de combustión aumenta la necesidad de una red de puntos de carga en las carreteras que garantice una experiencia placentera para los conductores de estos coches. Aunque este es un debate en el que, según Pérez de Lucía, hace falta concienciar al posible comprador de las bondades de la red actual: “Muchos usuarios de vehículos 100% eléctricos se desplazan por el territorio español sin problemas, entre los que me incluyo”. De hecho, el nuevo Megane E-Tech 100% eléctrico permite una autonomía de hasta 470 km.

100.000 puntos
de recarga para 2023

El Estado marcó en 2021 el objetivo de contar con 100.000 puntos de recarga para 2023, aunque dentro de esa cifra no distinguía cuántos deberían de ser públicos. A medio plazo, las cifras son todavía más optimistas. El Plan Nacional Integrado de Clima y Energía (PNIEC) ha fijado como meta que circulen por España unos cinco millones de vehículos eléctricos en 2030. Un estudio de Ecodes cifra en tres millones los puntos de carga privados (tanto en hogares como en lugares de trabajo) que deberían de existir para aspirar a lograr esa cifra en nuestras carreteras. La parte positiva de esos cálculos es que estima que los puntos de carga públicos de cara a la próxima década deberían ser significativamente menores y situarse entre los 220.000 y los 290.000.

“El despliegue de puntos de carga de alta potencia está siendo notable en España, pese a los problemas en la concesión de licencias y permisos, sobre todo desde que Tesla abrió buena parte de su red de supercargadores”, recalca Pérez de Lucía. El director general de AEDIVE insiste en que “en España no solo contamos con fabricantes de puntos de recarga de primer nivel, sino también con operadores de recarga dispuestos a invertir más de 3.000 millones de euros hasta 2030 para desplegar más de 250.000 puntos de acceso público”. Esa cifra bastaría para colmar las necesidades expuestas en el citado estudio.

Para cumplir con esos objetivos marcados por el Gobierno a corto y medio plazo ya existen soluciones en el mercado que trabajan para dar cabida a la demanda de particulares y empresas. Un ejemplo lo encarna Mobilize, una marca de movilidad, la cuarta de Renault Group, que entre sus servicios ofrece la instalación de puntos de carga en hogares o empresas a través de Mobilize Power Solutions. Más allá de ser una instaladora de estos cargadores, también ofrece la posibilidad de repostar en más de 260.000 estaciones de carga en 25 países de Europa a través de su tarjeta Mobilize Charge Pass.

La colaboración público-privada parece ser la fórmula más firme para llevar a cabo el objetivo de poblar la península de puntos de carga en 2030. Un objetivo que hará todavía más fácil la adopción de vehículos eléctricos y sus viajes por carretera. Si quieres saber más sobre el ecosistema eléctrico, puedes entrar en el blog de Renault.