La venta de coches europeos se hunde ante el 'boom' de los asiáticos en España en 2022

Los compradores de automóviles nuevos en España en lo que va de 2022 cada vez se decantan más por las marcas asiáticas en detrimento de las europeas. Según los datos publicados por Anfac, la patronal de los fabricantes, las marcas del Viejo Continente más vendidas han matriculado alrededor de 3.000 vehículos menos de media. Por el contrario, las grandes automovilísticas de Asia han elevado sus ventas en unas 2.500 unidades de media. Se venden unos 40.000 coches menos de las marcas más importantes de Europa, mientras las asiáticas matricularon unos 10.000 vehículos más entre enero y abril del mismo periodo del año anterior.

La mayor caída absoluta la ha sufrido Peugeot, que vendió en el primer cuatrimestre del año alrededor de 7.300 vehículos menos que 12 meses antes. En términos relativos, supone una caída del 30%.

Le sigue SEAT, que vende 6.500 vehículos menos (-27,5%), aunque sus datos se ven paliados por las ventas de su nueva marca prémium Cupra, que eleva las ventas en 1.800 vehículos. Renault, por su parte, vende 5.700 coches menos (-34,5%) en España, unas cifras que, además, se ven intensificadas por la caída del 18,7% de Dacia. La submarca de la francesa matriculó 1.900 coches menos.

Otra francesa, Citroën, ha puesto en circulación en España en lo que va de año 2.700 coches menos, lo que representa una caída del 17% con respecto a un ejercicio atrás, aunque su marca prémium, DS, vendió 600 automóviles más. La italiana Fiat, también del grupo Stellantis, registró una caída de 3.500 unidades. Esto supone un retroceso interanual del 35,4%. Y la otra gran marca del grupo, Opel, matriculó 2.400 coches menos (-26,6%). Skoda también cae, con fuerza: 2.900 automóviles de bajada, lo que supone un descenso del 32,8%.

Entre las grandes marcas alemanas, también se cuentan importantes caídas. Audi retrocedió casi un 20%, lo que supone 2.300 coches menos en 2022 que en el mismo tramo de 2021. Mercedes matriculó 1.800 coches menos (-15,8%), mientras que BMW se dejó un 12,4%, con una caída de ventas de 1.300 automóviles.

Gran subida entre las asiáticas

Mientras se dan estas fuertes bajadas entre las marcas europeas, muchas de las cuales tienen fábricas en España, los coches procedentes de Asia cada vez venden más. Kia es la gran vencedora, con un aumento de ventas en el cuatrimestre de 5.000 vehículos, lo que supone un avance interanual del 36%. Por su parte, Hyundai aumentó las ventas un 17,6% (2.400 coches más) y Toyota elevó sus ventas más del 10%, con 2.000 coches más. Mazda, por su parte, vende este año 600 coches más, lo que supone un crecimiento del 17%. Honda crece un 82,4%, aunque en números absolutos el avance es de menos de 600 automóviles.

Kia es la gran vencedora, con un aumento de ventas en el cuatrimestre de 5.000 vehículos, lo que supone un avance interanual del 36%

La excepción es Nissan, la única firma asiática que hasta hace poco tenía parte de su producción en España, con la fábrica de la Zona Franca de Barcelona. La marca aliada de Renault se hunde un 43% y vende en el cuatrimestre 4.000 automóviles menos.

En plena escalada del precio

Este retroceso de coches europeos en plena ganancia de cuota de los asiáticos se da con el mayor encarecimiento de precios en tres décadas. Según el Índice de Precios al Consumo (IPC) publicado por el INE, el automóvil subió un 5% en marzo con respecto al mismo mes del año anterior. Materias primas vitales para la fabricación de coches como el acero están disparadas, por lo que, sumado esto a otros factores como la falta de microchips desde hace más de un año, los precios de los vehículos no paran de aumentar.

En este contexto, los vehículos asiáticos se distinguen por competir más a precio que sus homólogos europeos, mejor considerados en cuanto a marca y prestaciones en general.

La cuestión tiene una derivada macroeconómica preocupante, ya que todos los coches asiáticos no se fabrican en España, como sí ocurre con diversos modelos de Renault, Peugeot, Citroën, Opel, Mercedes, Volkswagen, SEAT o Ford. Las plantas nacionales, además, están sufriendo para mantener el ritmo de ventas en el exterior, por lo que, unido a la menor demanda nacional, los fabricantes afrontan un futuro incierto que puede afectar a la actividad y el empleo de uno de los sectores estratégicos de la economía española.