La España de Scariolo, a por un nuevo doctorado: las notas de Yakarta antes de Letonia y Canadá

Los equipos favoritos a colgarse el oro en la cita mundialista atraviesan la primera semana como los mejores escaladores en las grandes vueltas ciclistas: minimizando riesgos y evitando sustos, ya que lo que se puede perder es mucho más que lo que se puede ganar en estos primeros compases. No hay lugar para la tregua ni el armisticio en las dos semanas de torneo, y ya han aparecido en el camino algunos cadáveres inesperados en las trincheras de Filipinas, Japón e Indonesia. El propósito de los candidatos al título no es otro que avanzar de ronda con buenas sensaciones e ir cogiendo forma para lo que estar por venir.

La España de Sergio Scariolo ha cumplido con creces, y su primer parcial en el torneo podría calificarse entre el notable alto y el sobresaliente. Aún quedan cosas por mejorar, pero no se han pasado apuros y las rotaciones han permitido que todos los jugadores hayan podido tener minutos para sumar y entran en dinámica competitiva. Es el momento de anticipar lo que viene en esta segunda fase de torneo y de pasar revista al rol que han desempeñado los jugadores españoles en estos primeros días.

Letonia y Canadá, próximos rivales

De manera imperceptible, se ha llegado al ecuador del Mundial en el Este asiático, y este sábado arranca la segunda fase, el momento en que los mejores compiten por un lugar en la gloria. Ya han caído la mitad de los participantes, y La Familia sabe que ya no quedan partidos sencillos. La primera piedra será la sorprendente Letonia, a partir de las 11:45 horas, que llega sin su timonel Kristaps Porzingis pero con un conjunto de gladiadores capaz de agitar el partido y convertirlo en un torbellino. En esta primera semana de competición han destacado Arturs Zagars, exjugador del Joventut Badalona, e imparable en el histórico y decisivo triunfo letón contra Francia; Rolands Smits, que promedia más de 15 puntos, también con pasado en la ACB, en equipos como el Barça o el Fuenlabrada, o Arturs Kurucs, que fue drafteado en 2018 por Brooklyn Nets y que acaba de ser fichado por Ucam Murcia. No obstante, Letonia no podrá contar en lo que resta de batalla con otra de sus piezas destacadas en la primera fase, Dairis Bertans, por lesión.

No será un partido sencillo para los mediterráneos, pero si se vence al sorprendente cuadro báltico se sellará el pase a cuartos de final, en un partido que se jugará el próximo miércoles 6 de septiembre. Más complicado parece el choque contra Canadá, que se disputará este domingo 3, a las 15:30 horas. Es vital para la selección llegar a la cita con los deberes hechos, pues los norteamericanos son la gran revelación del torneo, un equipo que podría pasar por una franquicia de la NBA que ha dominado todos sus partidos con mano de hierro, sometiendo a la referida Letonia, la decepcionante Francia y, como era de esperar, a la cenicienta Líbano.

Visto el desempeño inicial, Canadá es la segunda favorita al oro tras Estados Unidos. Su tarjeta de presentación fue inequívoca, arrasando a los galos con una ventaja de 30 puntos. Dirigida por el español Jordi Fernández —que ya avanzaba en una entrevista previa al inicio en la revista Gigantes que su equipo aspiraría a medalla— es la nueva potencia internacional. La estrella del equipo en la primera semana de competición ha sido el tornado Shai Gilgeous-Alexander, que ha liderado todos los apartados: puntos, rebotes, asistencias y jugador más valorado. El base de Oklahoma City Thunder, no obstante, ha sido perfectamente secundado por el veterano Kelly Olynyk o el alero de los New York Knicks RJ Barrett, que martilleó a los letones en el partido por el primer puesto con 22 puntos y cuatro triples. Es difícil no echar de menos a la gran estrella, el actual campeón de la NBA Jamal Murray, pero, por ahora, el equipo lo está consiguiendo.

Las notas de España: muchos notables y un solo suspenso

Uno de los propósitos del cuerpo técnico de la vigente campeona mundial es que todos los jugadores entrasen en liza y repartir los minutos en la primera fase, fruto de la acumulación de partidos que se prevé si se llega a las rondas eliminatorias. Es algo que también se ha cumplido: se han ganado los encuentros y se ha equilibrado el reparto de tiempo en liza. Y pese a que el rendimiento colectivo ha sido aceptable, con un rigor táctico envidiable marca de los equipos dirigidos por el de Brescia, lo cierto es que aún existe margen de mejora. En el debe, se pueden citar los momentos de menor intensidad que se han dado en algunos inicios del partido, como criticó Scariolo tras el partido contra la República Islámica de Irán, o el bajo porcentaje de acierto en tiro libre, algo a mejorar para lo que está por venir, más aún cuando los partidos se decidirán por un margen de puntos menor. También se cometieron muchas pérdidas en el debut contra Costa de Marfil, pero este es un aspecto en el que se ha mejorado. Si se mira el rendimiento individual en esta primera semana, estas son las notas de los 12 jugadores de La Familia.

Sobresaliente: Juan Núñez y Willy Hernangómez

La ausencia de Ricky Rubio y Lorenzo Brown dejó muy tocado el puesto de uno. Scariolo, ante semejante palo, no dudó en dar los galones de la vigente campeona a un chaval de 19 años del que se hablan maravillas, pero que aún no había debutado en competición oficial con la absoluta. Los ojos del mundo se han posado sobre el canterano blanco, y su rendimiento está siendo fantástico: se ha quitado la presión como un veterano y ha hecho jugar a España. Es el jugador más talentoso de los que hay en pista, el que puede proponer algo diferencial, y si mantiene su buen rendimiento, su país podrá soñar. Es el jugador que más minutos promedia y el que ha repartido más asistencias —más de seis por partido— y, quizá, podría pedírsele un paso adelante en anotación, aunque en el día clave, contra Brasil, Núñez llegó a los 13 puntos.

Por su parte, el mayor de los Hernangómez ha sacado del armario el traje de jugador más determinante del torneo, el mismo que ya luciese el año pasado en el Eurobasket de Alemania, cuando fue nombrado con toda justicia MVP de la competición, y que le queda como anillo al dedo. Su buen hacer en los inicios de partidos es clave, y es algo que necesita Scariolo, pues es el único pilar en el poste con el que cuenta la selección. Hasta el momento, es el líder en los apartados de anotación y captura de rebotes.

Notable: Aldama, Hernangómez, Garuba y Claver

Una de las grandes esperanzas de esta selección nació el día en que G.W. Bush comenzó su mandato en la Casa Blanca y, de hecho, es en Estados Unidos donde Santi Aldama, a sus 22 años, se ha convertido en la potentísima realidad que es ya en Memphis Grizzlies. Pese a su gran año en Tennessee, su rendimiento era uno de los grandes enigmas de esta Selección, ya que es un recién llegado a la disciplina, que no había jugado con la absoluta. Su rendimiento en esta primera fase roza el sobresaliente, aunque aún se le ha visto una cierta y lógica timidez, al ser un novato en estas lides, que, de atenuarse, será muy beneficiosa para España. Promedia diez puntos por partido y también destaca en la faceta reboteadora. Dado el nivel que se le presupone, si consigue dar un paso adelante, será una de las estrellas de La Familia durante la década siguiente.

No empezó bien el campeonato Juancho Hernangómez, quizás más desacertado que en los partidos amistosos de preparación, pero su actuación contra Irán ya sí está dentro de lo esperado. Bo Cruz se ha ganado con creces el derecho a ser considerado uno de los grandes baluartes de esta selección, y si su segunda semana de competición se asemeja a la que tuvo en el Europeo de 2022, España llegará muy lejos. Al reciente fichaje del Panathinaikos griego se le caen los puntos, y es algo que sus compañeros necesitan de él, un extra para cuando los partidos se atasquen y las defensas rivales se encierren.

Por su parte, Usman Garuba y Víctor Claver, apareciendo desde la banqueta, siempre han sumado. El de Azuqueca de Henares, recién cortado por Oklahoma, ha declarado que parte con un extra de motivación para demostrar lo injusto de la decisión de la franquicia NBA, y siempre que sale a la cancha revoluciona los partidos. Además, es el jugador más estético del bloque, capaz de haber dejado ya un par de jugadas para el recuerdo: un mate escalofriante contra Brasil y un autopase involuntario para acabar con canasta ante los persas. La convocatoria del veterano Claver, que disputa su cuarto Mundial, fue duda hasta el último día, pero Scariolo finalmente se decantó por el oficio del exjugador de Portland Trail Blazers y no le está saliendo mal. Es el suplente que más minutos promedia y siempre que sale, suma. Muy acertado desde la línea de 6,75.

Bien: Alberto Díaz y Rudy Fernández

Aunque nunca será una estrella, todo el mundo es consciente de que Alberto Díaz es capaz de hacer todo bien, ya sea encarar una acción defensiva con la máxima intensidad o dar el pregón de la feria de Málaga. No es un virguero, ni falta que hace. Ya demostró que es un arma de la que Scariolo no puede prescindir, y sus actuaciones defensivas en el pasado Eurobasket, como en la semifinal contra Alemania, ya forman parte de la hemeroteca del baloncesto nacional. Siempre que ha salido ha cumplido, y se espera que gane peso conforme la complejidad de los partidos crezca y se necesite un plus en la retaguardia.

Rudy Fernández es leyenda de la selección y de los Mundiales, con cinco campeonatos a sus espaldas, y mañana, ante Letonia, igualará a Juan Carlos Navarro como el jugador con más internacionalidades. No jugó el duelo contra Irán para descansar, pero en los dos primeros partidos estuvo correcto. Su experiencia puede ser un valor añadido ante los grandes rivales. Igual ya no se espera del jugador del Real Madrid un póster como el que le hizo a Dwight Howard en Pekín 2008, pero aún tiene muchas cosas por aportar. Ha anunciado que se retira tras los JJOO de París de la próxima canícula. ¡Qué bonito sería que lograse su tercer oro mundial en Manila!

Aprobado: Álex Abrines, Sergio Llull y Darío Brizuela

Uno de los puntos fuertes que se presupone al bloque español es el buen juego exterior, la polivalencia de muchos jugadores capacitados para dotar de puntos al equipo. Es un rol en que se ha especializado Abrines, uno de los grandes anotadores de tres en la absoluta. Llegó muy joven al Mundial de 2014, pero ahora lo hace asentado, como una pieza imprescindible en el engranaje del técnico italiano. Estuvo atinado en el debut contra los costamarfileños en el Indonesia Arena, pero su potencial, desde entonces, se ha diluido, y en defensa no ha estado especialmente concentrado. Otro superviviente del antepenúltimo mundial, Sergio Llull, tampoco ha sido protagonista en la primera semana. Si bien, todo el mundo es consciente que la gran jornada del balear en el torneo está por llegar, y ese día, lloverán mandarinas y puntos por doquier. Tampoco está siendo, por el momento, el Mundial de Brizuela. La mamba vasca es capaz de brillar en grandes escenarios, como hiciera con el Unicaja en la pasada Copa del Rey, para desgracia del FC Barcelona —club que, de hecho, lo acaba de fichar— por lo que es conveniente pedirle más.

Necesita mejorar: Joel Parra

Es difícil llevar a septiembre —nunca mejor dicho— a un jugador cuando el bloque ha funcionado como un reloj suizo. Pero lo cierto es que no está siendo el Mundial del también reciente fichaje blaugrana. Ha sido el baloncestista con menos tiempo en pista, el único que no promedia más de diez minutos en cancha, pero no ha aprovechado sus minutos, consiguiendo solo dos triples. Scariolo es consciente de que su capacidad para sumar desde el exterior sigue innata, y espera recuperar al exjugador de La Penya en los partidos decisivos.

España se jugará el pase a cuartos con letones y canadienses en un grupo en el que también está Brasil, y parte, junto a los norteamericanos, con ventaja tras haber conseguido un pleno de victorias. De cada uno de los cuatro grupos que conforman segunda fase, pasarán a las rondas eliminatorias dos equipos. La Familia parte en el Grupo L, en una situación privilegiada, compartida con buena parte de los candidatos a tocar presea. Pero hay algunos combinados que no han tenido un recorrido tan plácido y, de hecho, la actual subcampeona de Europa y de los Juegos Olímpicos ha dicho adiós de forma impresionante, tras una actuación penosa.

Serbia es el claro favorito del grupo I. Apenas han echado de menos —al menos hasta el momento— la ausencia de Nikola Jokic, el mejor jugador del planeta en la actualidad. Es cierto que quedaron encuadrados en primera fase en un grupo sencillo, pero han cumplido con todos los choques con solvencia, destacando en lo colectivo y ametrallando desde la línea del triple, en un juego muy vistoso para el espectador. Bogdan Bogdanovic y Nikola Milutinov se han mostrado imparables. Las plazas restantes para cuartos se las repartirán entre República Dominicana, Italia y Puerto Rico. Parten con ventaja los caribeños, con un 3-0 cimentado en torno a su estrella, Karl Anthony Towns, pero los italianos podrían soñar con la clasificación si vencen en su duelo contra Serbia, a los que ya derrotaron, contra pronóstico, en el Eurobasket pasado. Más difícil se tornan las cosas para Puerto Rico, pese a ser un combinado divertido y rocoso.

En el grupo J aparece el gran favorito para la victoria, el cinco veces campeón del Mundo, Estados Unidos. A diferencias de torneos pasados, no han sembrado, hasta el momento, abono para el escepticismo. Han vencido con solvencia en sus encuentros y han dado señales de actuar como un bloque, el gran propósito de los pupilos de Steve Keer. En un equipo sin grandes estrellas, Anthony Edwards se ha autoproclamado rey del mambo y lidera los apartados de anotación y valoración por partido. Ha dejado jugadas para la galería, con preciosos mates, y reivindica su lugar en la historia del combinado yanqui. El de Minnesota Timberwolves ha estado muy bien acompañado de jugadores como Paolo Banchero —¡qué bien le habría venido a la flojita Italia!— o Austin Reaves. Por su parte, Lituania debería acompañar a la pentacampeona a cuartos de final, ya que parten con pleno de victorias y un paso por delante que Montenegro y Grecia. Estos últimos, sin la estrella Giannis Antetokoumpo, son solo un equipo correcto, y han tenido muchos problemas para pasar a cuartos, teniendo que remontar ante la débil Nueva Zelanda.

Lo que queda para la emocionantísima última semana

Muy abierto y emocionante se presupone la segunda fase en el grupo K, en la que una gran favorita se va a quedar sin pisar las eliminatorias. Parte con ventaja la excelente Alemania, cuyas actuaciones en primera ronda, con pleno de triunfos incluido, anima a apostar por ella para el pódium. Eslovenia, que también ha ganado todo en un grupo asequible, y Australia, que sucumbió al potencial Dennis Schröder y los Wagner, deberían jugarse la otra plaza, pues las opciones de Georgia —que ya ha hecho historia al pasar de ronda con el híper motivado Toko Shengelika— parecen muy reducidas. Luca Doncic deberá de ser absolutamente diferencial para que los eslovenos lleguen al menos tan lejos como lo hicieron en Tokio, pero no será fácil ante el nivel de alemanes y oceánicos. Habrá mucha emoción en este grupo.

Bronce en el último Mundial, plata en los pasados JJOO y en el Europeo del último estío, el propósito galo no era otro que el de culminar el ciclo con un oro que les situase como el gran favorito para el fabuloso evento olímpico del curso que viene en casa, pero la realidad ha sido bien distinta. Del sueño se ha pasado a la pesadilla, hasta el punto de hacer el ridículo en Indonesia y quedar eliminados a las primeras de cambio. Histórico. La derrota contra los canadienses, ante el potencial del cuadro entrenado por la NBA y la colección de jugadores NBA, podría entran en las cábalas, pero lo que no entraba en los pronósticos ni del alcoyano con más imaginación era la apabullante derrota en el debut, por treinta puntos, y menos aún la temprana eliminación ante una Letonia herida por la baja de su mayor talento.

Se pueden sacar infinitas lecturas para este descalabro, pero se debe apuntar, sin género de duda, a la pintura. Rudy Gobert, héroe en gestas pretéritas contra Estados Unidos, ha estado de pena. Si no hubiese sido por Evan Fournier, los franceses habrían perdido contra los canadienses por una diferencia aún más sonrojante, y no hubiesen competido contra los bálticos. No parece la solución echar al experimentado Vincent Collet de cara a París 2024, pero la federación francesa sí urge de una necesaria reflexión para poder volver a ser competitiva en su próxima cita como anfitriones.