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Las 10 mejores películas extranjeras de 2023: de cantantes deprimentes a curas conquistadores
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Las 10 mejores películas extranjeras de 2023: de cantantes deprimentes a curas conquistadores

Tan tradicionales como las uvas o los posados navideños de las revistas del corazón son las listas de lo mejor del año vencido. Aquí los 10 mejores (o 10 de los mejores) estrenos en formato largometraje de 2023, plataformas incluidas

Foto: 'Sparta/Rímini', la mejor película de 2023.
'Sparta/Rímini', la mejor película de 2023.
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La relatividad del tiempo se hace patente cuando a una le encargan el balance fílmico anual. ¿Cómo puede haber pasado el año tan rápido y, sin embargo, los estrenos de enero parecer de otra época, incluso de otra vida? ¿Las polémicas fútiles sobre la película feminista contra el cine de señoros que sirvió para reactivar las salas y rellenar los bolsillos? Olvidadas. ¿El primer premio del primer festival de cine de 2023? Olvidado. ¿El regreso a primera línea de un Johnny Depp hasta entonces —un poquito— cancelado? Olvidado. ¿El tamaño y el vigor de la entrepierna de Napoleón? Olvidadas. ¿Las vestiduras rasgadas por las declaraciones de Eduardo Casanova en el estreno de La piedad? Recosidas. Lo que queda —o no— son al final las películas, y es también el tiempo el que les concede la relatividad.

Pero ¡basta de filosofía barata! En El Confidencial hemos —he— elegido 10 de los largometrajes extranjeros más representativos estrenados en España en un año en el que, por primera desde quién sabe cuándo, una película sin guerras interplanetarias ni hombres vestidos con licra —bueno, eso sí— ha coronado la lista mundial de las películas más taquilleras. 2023 ha sido el año de Barbie, de Greta Gerwig, la película que ha acercado el discurso feminista al entretenimiento de masas. También ha sido el año en el que un concierto estrenado en salas, Taylor Swift: The Eras Project, se ha colado entre los veinte títulos con mayor recaudación y se ha convertido en la punta de lanza de una nueva vía de colaboración —y negocio— entre las industrias del cine y de la música. El año en el que Christopher Nolan ha puesto con Oppenheimer su pica en un Flandes rodeado por franquicias, marcas, personajes de videojuegos y demás IP —propiedades intelectuales, que dicen—, y en el que una —hasta ahora— desconocida Celine Song se ha convertido en la musa del indie con sus Vidas pasadas.

Aquí nuestra —mi— pequeña selección:

10. 'Oppenheimer', de Christopher Nolan

placeholder Cillian Murphy es quien pone cuerpo y voz a Oppenheimer. (Universal)
Cillian Murphy es quien pone cuerpo y voz a Oppenheimer. (Universal)

La última película de Christopher Nolan no ha podido llegar en mejor momento: un relato sobre la ambición y los límites de la ciencia en un momento en el que la realidad geopolítica y bélica se percibe más bullente que en décadas. El director londinense, que se convirtió en un cineasta de culto con su segundo largometraje, Memento (2000), ha conseguido siempre conjugar una visión autoral con una vocación dirigida al entretenimiento de masas. En Oppenheimer vuelve a reconciliar esas dos miradas: la atómica, la dirigida a la profundidad del ser humano —y sus contradicciones—, y la (anti)épica, la grandilocuente, la cósmica. Y lo hace a través de la figura controvertida de Robert Oppenheimer, uno de los "padres" de la bomba atómica, con un papel en el que el protagonista, Cillian Murphy, y su invariabilidad gestual, reconstruyen los padecimientos morales de un hombre que se enfrentó a su propio ego y que, tras las bombas de Hiroshima y Nagasaki, pasó el resto de su vida intentando purgar sus culpas. Ah, y Nolan también se centra en el proceso creativo de la destrucción, particularmente la del Proyecto Manhattan.

Foto: Fotograma de 'Oppenheimer', de Christopher Nolan.

9. 'Saint Omer', de Mati Diop

placeholder Kayije Kagame es la periodista y escritora que asiste al juicio de 'Saint Omer'. (Surtsey)
Kayije Kagame es la periodista y escritora que asiste al juicio de 'Saint Omer'. (Surtsey)

Ganador del Premio del Jurado de Venecia, esta ficción procesal dirigida por la cineasta francesa de padres senegaleses Alice Diop es un ejercicio de depuración narrativa difícil de olvidar. Frente a otros títulos espectaculares como Oppenheimer, Saint Omer es justamente lo contrario, su opuesto fílmico. Una propuesta bressoniana obstinada en el realismo y la síntesis, casi desnuda en los momentos en los que Diop decide limitarse a retratar en plano medio a la protagonista, Guslagie Malanda, contra un fondo monocromo, mientras relata con voz monocorde pero con los ojos cargados de emoción cómo su personaje, basado en hechos reales, ha acabado acusada de asesinato en un juicio muy polémico y muy interesante para los medios de comunicación. Diop, quien también es documentalista, ha ficcionado la vista a la que asistió en 2018 estando embarazada y en la que acusaban a Fabienne Kabou de haber dejado morir a su bebé ahogada en la playa. Kabou se defendió aduciendo ser víctima de la brujería, pero el relato de su vida arrastra —que no justifica— las consecuencias de ser mujer, africana, negra, migrante y pobre. Una propuesta pequeña, libre y a contracorriente que permanece.

Foto: Guslagie Malanda sostiene sobre su mirada y su voz gran parte del peso de la película. (Surtsey)

8. 'Anatomía de una caída', de Justine Triet

placeholder Sandra Hüller es Sandra, la escritora protagonista de 'Anatomía de una caída'. (Elastica Films)
Sandra Hüller es Sandra, la escritora protagonista de 'Anatomía de una caída'. (Elastica Films)

Flamante Palma de Oro y una de las películas más taquilleras de este año en Francia. Otro procesal, pero esta vez para dilucidar si la víctima murió por homicidio o accidente. Con su cuarto largometraje, Anatomía de una caída, la francesa Justine Triet ha conseguido cuatro nominaciones a los Globos de Oro, también en la categoría de mejor película dramática. Y la actriz alemana Sandra Hüller, a quien ya conocimos en la genial Toni Erdmann, de Maren Ade, se ha consagrado en su mejor año, en el que también ha protagonizado La zona de interés, de Jonathan Glazer. En Anatomía de una caída Triet plantea la vivisección de una escritora de novela negra, Sandra (Hüller), después de que su marido Samuel (Samuel Theis), escritor frustrado, se desnucase al precipitarse por el balcón de su casa en los Alpes franceses. El único testigo: el hijo ciego de la pareja. A través de la reconstrucción forense del accidente, primero, y del juicio —también mediático—, Triet pone sobre la mesa la incapacidad de la justicia y de la sociedad de abstraerse de los sesgos y prejuicios culturales y la necesidad de construir un relato para entender los hechos.

Foto: Justine Triet en una foto de su paso por Cannes en marzo. (EFE/Mohammed Badra)

7. 'Napoleón', de Ridley Scott

placeholder Joaquin Phoenix encarna al emperador de todos los franceses. (Sony)
Joaquin Phoenix encarna al emperador de todos los franceses. (Sony)

Uno de los estrenos más polarizadores del año, con permiso de Barbie. Y uno de los más divertidos. Que el director de la enésima biografía de Napoleón sea un sir inglés puede que haya tenido que ver en el retrato cómico y caricaturesco que hace Sir Ridley Scott del emperador de todos los franceses. Con un Joaquin Phoenix desatado en su mímica —las antípodas del Oppenheimer de Murphy— y con Scott volviendo su objetivo con más interés hacia la relación sadomasoquista entre el corso y su mujer, Josefina (Vanessa Kirby), que hacia la historiografía y la recreación de sus batallas, Napoleón es una gamberrada suntuosa, un placer para los sentidos, un lienzo de batallas que en una esquina esconde escrito un "tonto el que lo lea".

En Napoleón conviven el despliegue técnico y artístico con cierta permisividad hacia la mofa. Es una película descarada, fresca y muy bien rodada por un Ridley Scott que huele cerca los noventa años. Si ya se ha contado todo de Napoleón —el director afirma que se ha publicado una biografía sobre el militar cada semana desde el 5 de mayo de 1821, fecha de su muerte—, ¿por qué no permitirse centrarse en las miserias que lo hacían humano y no en las proezas que lo hicieron inmortal? ¿Por qué no permitirse un poco de especulación y juego? Eso sí, como insiste el crítico Carlos Heredero, sus batallas —más que dignas, a ojos de la que escribe— no pueden competir con el despliegue y la organicidad del Waterloo (1970) de Serguéi Bondarchuck.

Foto: Fotograma de 'Napoléon', de Ridley Scott.

6. 'Bottoms (El club de las luchadoras)', de Emma Seligman

placeholder Rachel Senott protagoniza la segunda comedia de la superdotada Emma Seligman. (Amazon Prime)
Rachel Senott protagoniza la segunda comedia de la superdotada Emma Seligman. (Amazon Prime)

¿Cómo es posible que esta comedia fresca, ácida e irreverente no se haya estrenado en España en salas y haya aparecido directamente en el catálogo de Amazon Prime Video? Al menos, gracias a la plataforma está disponible en nuestro país la segunda comedia de la talentosa y precoz Emma Seligman, directora canadiense que en 2020, con solo 20 años, se lanzó a la órbita festivalera con Shiva Baby (2020), una comedia semiautobiográfica sobre una joven bisexual judía interpretada por Rachel Sennott, con quien repite en Bottoms. En su segundo largometraje, Seligman se consagra como una de las voces más interesantes de la comedia punk, una vuelta de tuerca inteligentísima y sin tabús a las películas de perder la virginidad, normalmente protagonizadas por hombres. En Bottoms tenemos a dos adolescentes lesbianas (Ayo Edebiri y Senott) que montan un club de luchadoras "para follarse" —en palabras de los personajes— a las tías buenas de su instituto. La deconstrucción de los roles de género sí son aquí arriesgadas: Bottoms es la hermana díscola y pobre —en presupuesto, pero no en ideas— de Barbie.

5. 'Los asesinos de la luna', de Martin Scorsese

placeholder Lily Gladstone, Robert De Niro y Leonardo DiCaprio, en 'Los asesinos de la luna'. (AppleTV)
Lily Gladstone, Robert De Niro y Leonardo DiCaprio, en 'Los asesinos de la luna'. (AppleTV)

El final de Los asesinos de la luna es uno de los momentos más emocionantes de la última filmografía de Martin Scorsese. Uno de los grandes filmes del año, pero también de la historia del nacimiento de la nación estadounidense. Basada en el ensayo homónimo escrito por el periodista David Grann, en el que relata una serie de asesinatos ocurridos en los años 20 en el territorio de los indios osage (Oklahoma), Los asesinos de la luna recrea ese momento en el que el salvaje Oeste se transforma en el Estados Unidos de la novela noir y de la mafia. Scorsese se reúne de nuevo con Leonardo DiCaprio y con Robert De Niro para saldar cuentas con los nativos que han sido las víctimas silenciosas de la arquitectura del país de las libertades. Entre el western y el noir, y acompañado por la banda sonora inmersiva de Robbie Robertson, recientemente fallecido, Scorsese construye un drama con misterio alrededor de la familia de Molly Buckhart (Lily Gladstone), un grupo de mujeres osage casadas con hombres blancos que van muriendo asesinadas.

Foto: Robert De Niro y Leonardo DiCaprio vuelven a reunirse con Scorsese en esta historia basada en hechos reales. (Paramount)

4. 'La belleza y el dolor', de Laura Poitras

placeholder Una imagen del documental ganador del León de Oro. (Elastica)
Una imagen del documental ganador del León de Oro. (Elastica)

Uno de los pocos documentales ganadores del León de Oro, el premio gordo del Festival de Venecia. En él, la documentalista estadounidense Laura Poitras (Citizenfour, 2014) sigue la historia de Nan Goldin, por un lado una de las fotógrafas más conocidas de la contracultura del Nueva York de los setenta, y por otro activista contra la crisis de los opiáceos provocada por Purdue Pharma, cuyos dueños son la familia Sackler. Sus estrategias para vender fármacos mucho más adictivos y potentes para el tratamiento de dolores agudos han causado en Estados Unidos una epidemia de drogadicción y sobredosis. En La belleza y el dolor, la historia familiar y personal de Goldin —una hermana encerrada en instituciones mentales, un pasado de prostitución y maltrato— se entrelaza con su exaltación vitalista de la disidencia y con la lucha colectiva para que la familia Sackler rinda cuentas ante la justicia.

Foto: La fotógrafa Nan Goldin es la protagonista de este documental ganador del León de Oro en Venecia. (Elastica/Filmin)

3. 'Godland', de Hlynur Pálmason

placeholder Elliott Crosset Hove es Lucas, el protagonista de 'Godland'. (A Contracorriente)
Elliott Crosset Hove es Lucas, el protagonista de 'Godland'. (A Contracorriente)

Si existe el término western para hablar de la conquista del Oeste, en Godland nos encontramos ante un northern, un filme que habita los territorios ignotos de la Islandia del siglo XIX, a través del viaje de un joven sacerdote danés, Lucas (Elliott Crosset Hove), en su misión de construir una parroquia en el centro de la isla de hielo y registrar fotográficamente el paisaje y sus gentes. Rodada en un bellísimo 35mm con formato cuatro tercios, con las esquinas redondeadas, emulando una fotografía antigua, Godland conjuga la organicidad de la tierra islandesa —impresionante la erupción volcánica, entre la abstracción pictórica y el documental— con momentos de ingravidez onírica en su descenso a los infiernos de la moral de su protagonista. Dios por encima de todo y de todos. ¿Dios o él mismo?

2. 'Tár', de Todd Field

placeholder Cate Blanchett es Lydia Tár, la directora de orqueta protagonista de la película. (Universal)
Cate Blanchett es Lydia Tár, la directora de orqueta protagonista de la película. (Universal)

Aunque participó en los Oscar del año pasado, Tár se estrenó en España en 2023. Entre el drama y el thriller, ambientada en las bambalinas del mundo de la música clásica, la película de Todd Field es una mirada sofisticada y compleja a las relaciones de poder en un entorno tan elitista y masculinizado como el de las orquestas sinfónicas. Cate Blanchett, en uno de los papeles de su carrera como Lidia Tár, se llevó el Globo de Oro, pero no el Oscar, con este personaje estricto, perfeccionista y perfectamente dibujado en una de las películas más elegantes de los últimos años. Y el cuidado de Field por el proceso artístico, por el detalle musical, por la sempiterna cuestión de si el arte se encuentra por encima del artista, hacen de Tár un tratado moral delicado y complejo.

Foto: Cate Blanchett es Lydia Tár, directora de la Orquesta Filarmónica de Berlín. (Universal)

1. 'Sparta / Rímini', de Ulrich Seidl

placeholder Georg Friedrich interpreta en 'Sparta' al hermano del personaje de Michael Thomas en 'Rimini'. (Filmin)
Georg Friedrich interpreta en 'Sparta' al hermano del personaje de Michael Thomas en 'Rimini'. (Filmin)

La cima de la lista la corona este díptico dirigido por el cineasta austríaco Ulrich Seidl, experto en hurgar en las miserias morales de hombres complejos y abominables. En Sparta, el filme más seco y punzante de los dos, persigue a Ewald (Georg Friedrich), un hombre blando de mediana edad y con voz de castrato que se muda a Rumanía para montar un club de artes marciales para niños desfavorecidos, una tapadera para saciar unos impulsos más oscuros aunque —de momento— refrenables. En Rímini, el protagonista es Richie Bravo (Michael Thomas), un cantante de canción melosa que se gana la vida cantando en hoteles de Rímini —el Benidorm del Adriático— en temporada baja y prostituyéndose con ancianas de los viajes del Imserso. Rímini es una comedia sórdida y alienígena, además, bellísimamente rodada. Dos caras de esa Europa decadente que Haneke mira desde el prisma burgués y Seidl desde el punto de vista de los perdedores.

Foto: Un fotograma de 'Sparta', de Ulrich Seidl. (Filmin)
Foto: Michael Thomas es Richie Bravo, un cantante austríaco venido a menos. (Filmin)

La relatividad del tiempo se hace patente cuando a una le encargan el balance fílmico anual. ¿Cómo puede haber pasado el año tan rápido y, sin embargo, los estrenos de enero parecer de otra época, incluso de otra vida? ¿Las polémicas fútiles sobre la película feminista contra el cine de señoros que sirvió para reactivar las salas y rellenar los bolsillos? Olvidadas. ¿El primer premio del primer festival de cine de 2023? Olvidado. ¿El regreso a primera línea de un Johnny Depp hasta entonces —un poquito— cancelado? Olvidado. ¿El tamaño y el vigor de la entrepierna de Napoleón? Olvidadas. ¿Las vestiduras rasgadas por las declaraciones de Eduardo Casanova en el estreno de La piedad? Recosidas. Lo que queda —o no— son al final las películas, y es también el tiempo el que les concede la relatividad.

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